Cuando me fui a vivir sola (hace ya... buf, sopocientos años). Tuve que enfrentar UNA dura prueba. ¿La soledad, las tareas domésticas, vivir sin tele? os preguntaréis. No. Todo eso pasó, pero no lo llevé mal. Mi gran problema, el que fue mi gran trauma, fueron los BICHOS.
Cuando vivía con mis padres y me encontraba algún horrendo animal pululando por el baño o mi cuarto, yo simplemente chillaba y mi padre o mi hermano, por no oírme, venían y se convertían en Papi "el exterminador" o Hermano "el sucio" (no es que hubiera muchos bichos en casa, pero sí unas pequeñas cosas negras con miles de patas que se movían muy rápido y que parecían viscosas. Tijeretas, creo que se llaman).
Cuando me vine a vivir sola, era evidente que por mucho que gritara nadie iba a venir. Bueno, supongo que si hubiera chillado mucho alguien hubiera llamado a la policía o los bomberos, pero no era cuestión de avisar a los cuerpos de seguridad para ejecutar a un bicho. Supongo que se habrían enfadado bastante. Además, parece el comienzo de un mal cuplé ("señor agente, ¿me podría usted matar a este bichito que me recorreeee?"). Entonces aprendí yo sola a matar los bichos. Parece una tontería, pero si de algo estoy orgullosa es de eso. Porque ya no necesito a un meo-de-pie para sobrevivir.
El proceso fue largo. Primero huyes, luego compras todos los insecticidas del mundo, después ya te atreves a ejecutar a tus víctimas con una zapatilla/periódico y ahora soy capaz de hacerlo delicadamente hasta con una servilleta de papel (para que ni el bicho ni mi pared sufran).
No voy a mentir. Cuando el bicho es lo suficientemente aterrador aún me quedan tics del pasado y mientras voy a matarlo, chillo. Mucho. Pero no lo puedo evitar. En las últimas semanas ha habido una plaga de horrendas polillas, o mariposas feas marrones totalmente asquerosas porque tienen la maldita manía de dirigirse hacia ti como kamikazes japoneses. Y me muero del asco. Me dan tanto repelús que un día tenía en el baño a dos enormes (del tamaño de mi dedo meñique una de ellas) y llamé a Be para retransmitirle mis gritos. Coño, en situaciones de estrés no basta con gritar, alguien tiene que escucharte para que el desahogo sea efectivo. Rezo para que esa noche no llevara el manos libres, porque, ejem, puedo gritar bastante si me lo propongo. Y creo que esa noche mi conversación no fue muy coherente:
- ¡Hola!
- Um, Be, ¿sabes si, si le echo a estas cosas frufru, se desintegran?
- ¿De qué me estás hablando? ¿frufru, cosa?
- ¡AAAHHHGGG, asco, pero es que son como aviogggnes, puaajj, AAAAHHH, ME ATACAAAAA! ¡SOCORROOOOO!).
- ¿¿¿???
Las dos murieron en acto de servicio, las pobres (una de las asquerosas se murió justamente encima de mi esponja. Las dos a la basura). Y menudo susto, porque empezaron a aparecer muchas en mi casa y ya pensaba que tenía el nido de los huevos de Alien en algún armario, pero no. Ha sido una plaga de bichos asquerosos que ha inundado todo mi barrio (mal de muchos... pero es que no me gustaba la idea de ser el nido de unas cosas tan horrendas).
Hermano vino hace tiempo a vivir conmigo, pero ya no le pido que me mate a los bichos (o casi nunca). ¡Ya soy una joven intrépida y audaz capaz de hacer sus propias matanzas!
Por cierto, si tuviéramos categorías en este blog, este post iría directamente a la categoría "súper-ñoña" (pero es que.... un pequeño paso para la humanidad, un gran paso para Misia).
Pero si son muy chulas. Si les abres las alas con la mano puedes observar una letra gamma blanca sobre el ala marrón... me callo mejor, ¿no?
ResponderEliminarAy... cómo te entiendo... el otro día había un mounstruo de esos en el autobus, si, DENTRO del autobus, golpeándose contra el cristal, me cambié de sitio, no se, 15 veces en 10 minutos? Apagué el mp3 por si me atacaba de improviso: no gritar, porque yo también grito y mucho, y aunque en mi casa ya estan acostumbrados en el autobus....
ResponderEliminarAfortunadamente saíó por una ventanilla, pero yo sigo nerviosa...
Nooo, no son chulas, son asquerosas. Misia, estoy contigo! con una mosquitera en la ventana, un matabichos de plástico de los chinos ya machacao de tanto golpe a mano, el spray mata-todo y las jodias kamikazes aún se atreven!!
ResponderEliminarTienes que ver la pelicula "bichos" para superar este miedo bichin. Son muy interesantes de observar y totalmente inocuos.
ResponderEliminarEn general amo los bichos - todos salvo las cucarachas marrones que vuelan- pero antes me daban mucho miedo las arañas. Hasta que un día empecé a ponerles nombres ( lorena, francisca, consuelo etc ) y ya no me daban miedo.
¡¡¡¡AAAAAAAhhhhhhhhhhhhhh!!!!
ResponderEliminarmisia 'the killer'... yo me hago la dura y grito introspectivamente... y es que la perrimother.. que es la auténtica mujer intrépida delantal en ristre... ¡LAS COJE DE LAS ALAS Y LAS ECHA POR LA VENTANA!... sí, has oido bien... las toca.. con sus mano... con las que luego prepara el alimento familiar y me rasca la espalda (se las lava ofo course)... pero son esas mismas manos maternales las que TOCAN a esos seres asquerosos:
ResponderEliminaryo le digo: ¡que asco dan, son horrorosas... ¿porque no las matas?..
perrimother: tienen derecho a la vida!... tu también eres fedar y no te matamos, oyes... hasta te damos de comer...
esa es mi perrimother
Achab: ¿chulas? ¿chulas? ¿CHULAS? No. Me niego. Nada de abrir alas con dedines, que puede que sean bichos muy cultos con alfabetos griegos tatuados en las alas pero... no. Por cierto, ¿también sabes de entomología? Me tienes impresionada, peazo de (como era... ah, sí) intelectual.
ResponderEliminarNeblina: ay, pobre, que asco. Y lo peor es que tú no tenías escapatoria (yo confieso que antes de matarlas las encerré un rato en el baño mientras tomaba aire y valor para entrar cual Rambo a la selva infernal).
Maya: lo nuestro en Guate sí que fue un buen entrenamiento contra cualquier bicho (incluyendo arañas venenosas, aún me duele el dedo si lo pienso).
Attart: es que en Bichos hay bichos chulos: hormigas (nunca me dieron miedo), mariquitas (como a una buena ñoña me encantan), orugas (superadas) y... no me acuerdo de más (¿memoria selectiva?). Bueno, es verdad, los malos sí que son asquerosos. Por cierto... ¿la araña Francisca? ¡Soy fan!
Lola 3,15: veo tu "AAAAhhhhh" y subo a "AAAAAAAAAAAAAAAAGGGGGHHHH".
Perri: plasplasplas: aplauso para la perrimother.
estaba sin escapatoria y lo que es peor, rodeada de gente que no comprende tu pánico enfermizo y te miran con cara de "pobre tontita" mientras yo sudaba la gota gorda...hubiera dado un riñón por un potente fru-fru!!!
ResponderEliminarLa araña Francisca era una de mis favoritas... Trabamos amistades cuando esta arañita-boxeador decidió habitar en las paredes de mi cuarto.
ResponderEliminarEn aquel entonces yo me preparaba para Selectividad y me cagaba de miedo cada vez que aparecía. Pero no tenía tiempo ni para respirar...( mucho menos para aclarar cuentas con la araña)
Así que le puse Francisca. Francisca, en mi mente, era madre de 70 arañitas y esposa de Aurelio, un "araño" vago y alcoholico... Y cuando aparecia en mi cuarto era para cazar mosquitos y mosquitas para sus pobres 70 arañitas, que tenían un padre alcoholico y una madre ..tan bueeenaa. Hasta un día acabé diciéndole "ánimo Francisca, ánimo"
Mmmm... yo me asemejo más al momento perrimother que al momento Misia... aunque lo primero hay que establecer algo:
ResponderEliminarLAS CUCARACHAS NO SON INSECTOS, SON SERES INMUNDOS Y ASQUEROSOS QUE NO MERECEN LA VIDA, Y DEBERÍAN EXISTIR UNA FUERZA DE SEGURIDAD DEL ESTADO DEDICADA ÚNICAMENTE A ACABAR CON ELLAS.
Attart, conozco esa variedad de la que hablas... Tuve la desgracia de toparme con ellas en Almería. No he pasado más asco en mi vida, en especial cuando el fru-fru hacía que les explotara la cabeza.
El resto de bichos me dan más o menos igual.
Attart, está visto que no hay nada peor para la salud mental que estudiar mucho, se acaban haciendo cosas muy extrañas (estuve un tiempo preparando opos y sé lo que digo). Pero me ha encantado la historia de Francisca. Sólo me queda una duda: ¿también te imaginabas que las 71 arañas restantes (aurelio e hijos) estaban en tu cuarto? ñumpf.
ResponderEliminarAttart, siento desilusionarla, pero me temo que la mayoría de las arañas hembras devoran a su pobre y pequeñajo partenaire masculino inmediatamente después del coito...
ResponderEliminarLos hombres, ya se sabe, con tal de mojar...
Misia, se me habia olvidado contarte que ,en mi mente, francisca era araña inmigrante. Su familia estaba en otro cuarto muuuuuuuy muuuuuuy lejano.
ResponderEliminarDavgard, pues fíjate que Francisca no!! Por eso era tán bueeeeeeena ;)
Pues yo no mato bichos, pero no porque me den asco, sino porque también se merecen vivir, jeje. Ya ves, soy así de rarita.
ResponderEliminarUn beso
La cosa que más me repele en este mundo son las cucarachas, y no mataría una jamás. Matarlas es peor... agh, crac, agggggggggggggggh!!!
ResponderEliminarAl resto de los bichejos, tampoco los mato, pero en este caso, porque me caen bien.
Descartando cucarachas por su alta asquerosabilidad, solo mato mosquitos, pero es que, ¡se me comen!
De todos modos, felicidades.
ResponderEliminarVale, yo dejo vivir a los bichos que pueden salir por su propia "ala" por la ventana de mi casa. Si implica algo de tocar bicho, muerte para ellos. Y si se dirigen hacia mí como kamikazes y son tan tontos de no volar hacia la ventana abierta, también.
ResponderEliminarEl frufru en verano es indispensable (aunque a veces una no sabe si pulverizarlo o arrearles con el bote a los condenados, de lo grandes que son).
Aaaaaaaaaaaaargh, Claradriel, con las maxicucarachas el fru-fru es imprescindible. Yo no pienso pisarlas, prefiero que sigan viviendo, que aaaaaaaassssssssssscooooooooooo...
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