miércoles, febrero 28, 2007

Los Chungos de Nuestra Vida: El Primero

Continuamos el repaso a los Chungos de la Vida de las Lectoras de Quédate A Dormir con esta escalofriante historia que nos ha enviado Gato.

No es el más chungo de los chungos, pero tuvo su gracia. Ahora que me he puesto a recordarlo, creo que no sólo era chungo el chico… es que la época y yo eramos muy chungas también.

Es la historia de mi primer novio. Me duró nueve días… pero eso es adelantarnos a los acontecimientos…

En aquella época gloriosa yo contaba con catorce años. Vivía en una urbanización cercana a Ogíjares, bonito pueblo de la geografía granadina. Mis padres no me dejaban salir en Granada capital, así que todo lo que podíamos hacer mi amiga y vecina Nadia, y yo era salir en Ogíjares. Y como en todo pueblo que se precie, en Ogíjares había UNA DISCOTECA.

Ya sabéis, de esas bonitas, con bola de reflejos en la pista, con una decoración chunga de espejos encastrados en la pared formando franjas diagonales sobre un color salmón espantoso. Sofas de cuero rojo. Luces de todos los colores. Camarero cateto de pueblo chungo y chuleta que te perdona la vida cuando te pone la cerveza porque eres menor de edad.

Ya lo sé. De allí no podía salir nada bueno. Pero yo era joven, ese momento de la juventud en el que lo único que puede hacerte feliz es la palabra “sábado”. Creo que me entendéis.

Yo estaba superando que el tonto de Agustín no me hacía caso. Agustín era el guapo de la urbanización. Aspecto de James Dean en moreno. Era un chico muy tímido. Yo hice la estúpida deducción de que era muy cortado pero luego tenía una intensa vida interior. No, chicas, no os confundáis. Si un chico guapo no habla, es probable que no sea tímido y mono, es probable que sepa que es tonto del culo y prefiera callarse. Así liga más. Era el caso de Agustín, que el pobre era tonto. Aún recuerdo cuando Ana sí consiguió salir con él y se fueron por las huertas y Ana se tiró encima de las panochas de maiz para insinuarse. Volvía del campo con aires de orangután cabreado, con pajas enganchadas en el pelo y le dijo a mi hermano Fafo con una poderosa mezcla de frustración e indignación: “¡no m’ha hecho ná!”. Así era Agustín.

Pero me estoy desviando, porque el protagonista de ésta historia es Alejandro. Jandro para sus amigos -debí sospecharlo en cuanto supe el diminutivo, pero ¿debo recordaros que era joven e impresionable?-.

Yo, desengañada y despechada porque el tonto de Agustín pasaba de mí. Y aparece Jandro, un chico del pueblo, que trabajaba -no me preguntéis en qué… pero pronto os imaginaréis en qué no- y había hecho algunos extras como modelo, y le da por fijarse en mí. Sí, modelo, le habían llamado para un par de catálogos chungos, también, de ropa y había desfilado. Era alto, moreno de piel y de pelo, ojos verdes, mentón fuerte, perfil griego… muy guapo. Y era muy tímido. Sí, ya lo sé. También esto me debía haber hecho sospechar, tras la experiencia de Agustín, pero… yo era joven e impresionable.

El momento estrella en la discoteca sabéis cual era. Si hay gente de mi generación recordarán que se bailaba corriendo falsamente sobre la misma baldosa, como si estuvieras sobre una cinta en un gimnasio, y adelantando y atrasando los puños cerrados en perpendicular al tronco. Cuánto arte. Sí, la canción era ésta:

Yo entonces aún no había empezado a cuidar niños; no ganaba dinero con el que comprarme ropa y tenía que fangarles la ropa a mis hermanas mayores. No era intencionado, pero podía pasar perfectamente por otra más del pueblo. Leggins de los que se enganchaban con una goma en los pies. Zapatos de punta de payaso. Camisa y jersey amplios por arriba, suficientemente grandes como para taparme el culo astral. Coletero de tela en la cola de caballo. Flequillo esférico. Brutal. Era joven e impresionable. Y hortera ni te cuento. Y ahí estaba bailando éso. Qué valor.

Tampoco debí de fiarme de Aejandro por fijarse en mí en esas condiciones. Igual que Groucho Marx dijo que no pertenecería jamás a ningún club en que le admitiesen como socio. Pero ahí estaba. Alejandro me miraba y las amigas del pueblo de Nadia, que le conocían, se me iban acercando.

- Oye tú, que dice el Jandro que le pareces guapa.
- Ah -era una adolescente acomplejada que no acepta piropos porque seguro que eran falsos-. Pos vale.
Se volvían para el Jandro y le contaban. Volvían a venir.
- Oye, Gato, que dice el Jandro que le gustas. Que le gustas mucho.
- Dile que gracias, pero que no le conozco.
Se volvían para el Jandro y le contaban. Volvían a venir.
- Oye, que dice el Jandro que quiere conocerte. Ven que te lo vamos a presentar.
Y me arrastraron cada una de un brazo.
- Gato, Jandro, Jandro, Gato.
Nos dimos dos besos y nos quedamos mirando con cara de “habla tú”. Pero no hablamos. Los de alrededor nos miraban y se descojonaban. Al final Jandro se me puso al lado y me empezó a decir.
- ¿Tú de dónde ereh?
- De ahí de los cerezos, al lado de la calle Salinas.
- Ah. Yo vivo aquí abajo, por donde la farmacia.
- Ah. Mejor, aquí pasan más autobuses, ¿no?
- Sí, pero como trabajo aquí, casi no voy a Graná.
- Ah. Qué bien.

No es que me sintiera con un dardo en el corazón, pero dije “bueno, igual me tengo que dejar de romanticismos. Que no voy a ligar en la puta vida. Además, el tío está bueno”.

Salimos a la puerta y me cogió de una mano. “Que si quieres salir conmigo”. Parecía que se lo soplaban los amigos a la oreja, al pobre. Fue patético, pero lo que le contesté fue: “Bueno”. ¡Ahá, Ahora iba a saber lo que era salir con un tío! ¡¡Ahá!!

Me sonrió y me dio un beso en la mejilla. Después se puso colorado y se fue.

Al sábado siguiente, Nadia me dijo que se había encontrado al Jandro y le había dicho que nos veíamos en la discoteca. Que teníamos que ir. Repetí legguins pero me puse otro jersey que me costó unos cuantos gritos de mi hermana Oña, y terminé el efecto con brillo en los labios. Matadora.

En la discoteca, el Jandro me mandó recado con las del pueblo.

- Que dice el Jandro que vayas.
- Dile al Jandro que venga él si quiere, que yo estoy bien aquí.
Se volvían para el Jandro y le contaban. Volvían a venir.
- El Jandro está mosqueado, porque tú no vas. Dice que si es que no te acuerdas de que estáis saliendo.

Me sentí culpable y fui. Jandro me sonrió y me volvió a coger la mano. Me dijo “¿Nos sentamos?”, pero la pregunta era retórica porque me había hundido en uno de aquellos sofás de los que jamás quisiera saber en un capítulo de CSI. Recordad, discoteca de pueblo.

Entonces fue cuando me desveló su verdadera personalidad. Era tonto del capirote. Yo escuchaba, asentía y sonreía, pero no podía decir nada. Ahora lo comprenderéis.

- Eres muy guapa.
- …
- Eres… la más guapa que hay ahora mismo aquí -y paseando la mano en plan torero- en todo este sitio.
- …
- Dame un beso.
- Me da vergüenza.
- Venga, en la cara.
- …
- Venga…
- Muack.
- Eres… la más guapa que hay en el pueblo. Que nadie se meta contigo que le pego. Si alguien te insulta o te dice algo… me avisas, que me lo cargo.
- ¡…!
- Yo te defiendo, ¿vale? Si alguno de éstos dice… dice que su novia es más guapa que tú, le doy, ¿saes? Que es más guapa que tú, qué tontería. Vamos, que tengo una pistola en casa. Que cojo la pistola y me lo cargo.
- ¿Me puedo ir con Nadia a bailar?
- Vale, pero que yo te vea.
- …

Nadia me convencía mientras tanto de que Jandro era muy buena gente. Si estaba claro. No era violento. Sólo gilipollas. Al salir de la discoteca me agarró de la cintura y me besó. Un beso torpe, apretado y sin lengua. Yo hice palanca con las manos y me separé.

- ¡Qué vergonzosa eres, jajaj!

Y Nadia y yo nos fuimos.

El domingo le escribí una carta. “Lo siento, pero ya no me gustas. Perdona si te hago daño, pero corto” decía, básicamente. Pa un tonto, un apoyaor, que dicen en mi pueblo. Se la dí a Nadia. Nadia se cabreó de llevar una carta de cortar al Jandro y me dijo que era la última vez que hacía algo así. Yo le garanticé que no volvería a suceder. La próxima vez trataría de hablar con el tipo en cuestión un par de minutos al menos, antes de aceptar una invitación a salir. Sí, sería mejor.

Estos fueron mis inicios con los hombres. Lo que explica muchas cosas.

Y es que como bien decía mi abuela, quién mal anda, mal acaba…

33 comentarios:

  1. Anónimo3:21 a. m.

    Lo bueno de la gente gilipollas es que no se dan cuenta de que son gilipollas.

    Excepto si se te pegan, claro, que entonces es lo malo de la gente gilipollas.

    Que son gilipollas.

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  2. Uf, en otro caso te hubiera echado una charla sobre la cobardía de cortar con un chico por carta (ahora sería por msn, sms o e-mail)pero yo hubiera hecho lo mismo, ese tío seguro que se convirtió en un chungo de verdad con la edad.
    flequillo esférico? muajajajajaaa, que recuerdos...yo tuve una miniépoca (me quedaba fatal, claro) pero luego me metí en la movida siniestra y eso como que no se llevaba.
    besukis!

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  3. PD: sí, me cardaba el pelo a lo The Cure ¿que pasa?
    + besukis.

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  4. Imagina que le dices en persona que cortas con él: te saca la pistola (la de matar, la de matar).

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  5. Es lo que tiene ser joven e impresionable.

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  6. Jo, Gato, creo que para ser el primero lo llevaste superbien.

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  7. ¿No ponían lentos en esa discoteca?

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  8. Ahi ahíii gato, demostrando la integridad: si eres guapo, pero imbécil, no hay nada que hacer conmigo!! aunque vaya en mallas de enganchar al pie!

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  9. Somófrates... qué añadir...

    Sheena, yo abandoné el flequillo esférico también pronto. Me sentaba mal y me salían granos en la frente. Y después no era siniestra pero el negro entró en mi armario para no salir ya nunca... Y de la carta de cortar... era tan tonto que no sabía que le iba a decir en la cara.


    Querida, no temí por mi integridad física pero sí por la moral. La vergüenza ajena puede llegar a doler.

    Tako, ahora soy adulta e imbécil. Hay que conocerme pa entenderlo...

    Be... podría haberlo hecho todavía peor, pero no es fácil.

    Quelitas, la comicidad de mi look y del atrezzo es lo que me convenció para escribir finalmente mi chungo... No nos prives de tus experiencias, quián más tiene, más debe dar...XD

    Zagloso: Bailar pegados de Sergio Dalma. Porsupuestísimo. La fortuna y la fugacidad de nuestra relación me libró de bailarla asín con el Jandro.

    Evaluna... si es que era un fuera de serie el tío...

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  10. Anónimo5:07 p. m.

    Y digo yo...si el tonto del culo (Agustín) no hablaba no cagarla, sabiendose tonto del culo... lo mismo no era tan tonto del culo.

    Vamos, que los tontos del culo que yo me he cruzado solian hacer gala de su tonteria con una libertad pasmosa...

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  11. Pensamiento positivo:

    Con semejante estreno todo lo que siga serán mejoras, ¿no?

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  12. Menudo ambientazo. Es que Albert tenía razón cuando decía que el tiempo es relativo. En una capital de provincias como en la que vivo se vive cinco años atrasados (como mínimo), y en cuanto te alejas 900 metros ya estás otra década más atrás.

    Y ya si te vas a cuarenta kilómteros... pues aquel anuncio del 4x4 del viejo que no sabía que Franco había muerto no era una exageración...

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  13. Hombre malo, era suficientemente listo para callar y dejar que su cara hiciese el trabajo, pero suficientemente tonto como para mirar a Ana tirada en las panochas y no meterle mano.

    Achab, es como en los trabajos. Todos suponen alguna mejora con respecto al anterior pero ninguno es el adecuado; no soy funcionaria.

    E.Martin, quizá a Ogíjares llegaban las cosas tarde, pero yo ya tengomis añitos; no te dejes engañar que esos no son relativos...

    ¡¡MISI, BESOS!! Poc a poc, tira tira... y seguro que sales ganando.

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  14. Anónimo3:04 p. m.

    Entonces todas las tías también son tontas, porque a mí no me mete mano ni Dios, me tire donde me tire.

    Como bien dijo Ignatius, para estas cosas hay que buscarse una sutil palabra clave para insinuarle a tu pareja tus apetencias.
    Por ejemplo, "FOLLAME".

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  15. Juas, Somofrates... es cierto que las tías solemos ser tontas en eso; esperamos que nos adivinen.

    Pero también es cierto que si a un tío le vas directa, tienes una alta probabilidad de que se acojone o te tome por una fresca. No sabes cuantas veces he oído yo "pero qué brutita eres"... y creo que no era del todo positivo.

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  16. Gato, me ha encantado el chungo... lo peor de todo es que en partes de tu look me siento identificada (en el pasado, menos mal) y me recorren escalofríos sólo de recordarlo.
    Y sí, Gato, allá donde Dios cierra una puerta... (por hacer la cita chunga de post anteriores) :) Besos.

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  17. Misia, dime, por favor, que tú no caíste en el flequillo esférico...
    XP

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  18. Hala, mandadme a emea@dreamers.com fotos de todas y cada una de vosotras con vuestros flequillos esféricos. ¡Ya lo habeis conseguido! ¿Contentas?

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  19. Gato, que chungo... ese es de los que acabaría riñéndote por llevar la minifalda mu corta... ay, ay... menuda de la que te libraste... y que grande tu carta... que elegancia y eficacia al mismo tiempo... me declaro fan

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  20. Emea, tengo un problema... No existen documentos gráficos de ciertas edades de mi vida -que en nada se parecieron a las de Lulú- : rompía toda foto mía que caía en mis manos...

    Perri, las cartas de cortar son un clásico; ¿quién no ha escrito una alguna vez?

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  21. Viacom no me deja ver el vídeo ¿son 2 Unlimited? Por un momento pensé que era “Pump up the Jam” de Technotronic, y me había levantado cierto respeto musical Gato –aunque sólo sea porque Mike Patton dignificara esa canción en el celebérrimo Brixton Academy-.

    Aquella época en Granada la recuerdo muy sórdida, y aunque yo principalmente salía por la capital –no es que mejorase mucho la cosa-, creo que si no hubiera sido por que se pillaba la Mtv en Tele Albolote, me hubiera suicidado.

    En cuánto al chungo en cuestión, y perdón por la digresión, siento sonar quizá un poco brusco pero me parece un chungo bastante light, como el de Belén.

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  22. Joder, hay que tener estudios para comentar en este blog, ni quince minutos tontos de mi vida que he malgastado registrándome en blogger.

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  23. Aún siendo solo una comentarista de este Blog, Isabelo, no creo que las blogueras de "Quedate a Dormir" obliguen a nadie a leerlas y/o comentar. si no te gusta el blog pues lo siento mucho, ya encontrarás otro que te guste más. Por supuesto opina lo que te apetezca mientras no caigas en insultos y descalificaciones. Esto es un blog libre!!
    besukis!

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  24. Anónimo9:52 a. m.

    Sí que lo hacen. A mi me han raptado al gato y amenazan con hacer empanadillas con él si dejo de comentar.

    En cualquier caso, yo estoy con Isabelo. Los traumas, al igual que el amor, han de ser sórdidos, dolientes y sangrantes. Si no, no mola.

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  25. Sheena, te aseguro que Isabelo no ha insultado a nadie: el problema que tuvo fue con blogger, no con este blog, que le costó registrarse y le exigían una cuenta de google, lo sé porque yo le ayudé a hacérsela, los de blogger sí que son chungos XDD. Luego se fue a dormir y entonces fue cuando terminé de escribir mi chungo; si hubiera leído esta entrada antes me hubiera ahorrado un comentario.

    Sobre los traumas, a veces una acumulación importante de traumas pequeños y medianos puede llegar a ser traumática en si misma, por aquello de tropezar mil veces con la misma piedra y no ver la causa y por tanto, tampoco la solución.

    Además tienen que ser traumas que se puedan contar, o al menos encontrar la manera adecuada de hacerlo sin turbar demasiado al lector, porque si el tema es muy escabroso, con malos tratos continuados y tal, por ejemplo, dudo que se atreva nadie a contar nada, perdería toda la gracia y ya os veo sin saber ni qué comentar.

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  26. uys, pues pido disculpas a Isabelo pero su comment era tan escueto que debe ser que lo entendí mal.
    Y yo que quería erigirme en paladín del blog...
    XD XD
    besukis!!

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  27. No importa los años ha que pasara aquello, Gato. La ecuación (A-B)*4=X, donde A es la fecha actual y B la fecha del suceso, nos da X, un radio en kilómetros alrededor de una gran ciudad en el que puede encontrarse un ambientillo sociolúdico equivalente a la época de B.

    Para capitales de provincia sustituir 4 por 2. Para capitales de provincia canarias sustituir 2 por 1.25.

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  28. E.Martin... la gente que me conoce bien sabe que no tengo capacidad intelectiva para asimilar tu comment. Ni matemáticas, ni física, ni química; no me pongas en aprietos. XD

    Sheena, qué maja, mujer, no hacía falta que te molestases...

    Xisca, Somófrates, Isabelo: mis verdaderos chungos traumatizantes no tienen nada que ver con éste pobre tonto...véase que a éste le dejé rápidamente. Pero si había de escribir sobre un chungo que tuviera algo de gracia para Quédate, no iba a elegir un tema digno de terapia, chicos...

    Y la más chunga era yo.

    Isabelo: que un vidente de la MTV se meta con mis gustos musicales me deja como tranquila.

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  29. La Mtv ahora podrá ser muchas cosas -aunque precisamente haya mejorado con la Mtv2-, pero la Mtv a principios de los noventa era uno de los pocos sitios donde escuchar buena música.
    Sin entrar en valoraciones de vanguardias, experimentación, ni en cualquier otro tipo de consideración musical ulterior.

    La música que se solía escuchar y ver en la Mtv por aquella época, en buena medida, pasara a la historia de la música, si es que no se puede decir que ya lo ha hecho.

    Y... bueno, tampoco quiero perder más tiempo explicando el chiste, que la cosa sólo tiene gracia si se pilla de primeras...

    Pero vamos, tú puedes seguir perfectamente "como tranquila", que tampoco quería yo desazonar a nadie con mi, digamos ligero, apunte musical.

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  30. Si tú dices:

    Pero si había de escribir sobre un chungo que tuviera algo de gracia para Quédate, no iba a elegir un tema digno de terapia, chicos...

    Y yo digo:

    Además tienen que ser traumas que se puedan contar, o al menos encontrar la manera adecuada de hacerlo sin turbar demasiado al lector, porque si el tema es muy escabroso, con malos tratos continuados y tal, por ejemplo, dudo que se atreva nadie a contar nada, perdería toda la gracia y ya os veo sin saber ni qué comentar.

    Pues resulta que estamos de acuerdo, mujer. No vamos a convertir esto en "Gente"...

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  31. ¡¡Isabelo, que mis paes se mudan a Albolote la semana que viene!!¡¡Fíjate!!

    Xisca, que hay tan pocos hombres en mi vida que no había de dónde sacar punta... y yo quería un chungo publicao, al precio que fuere. Y... lo otro no tiene gracia, simplemente, pero tampoco es de turbar.

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  32. Pues yo creo que un chungo es un chungo si fue un chungo para la implicada. Y los que lo ven desde fuera pueden opinar pero poco más.

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  33. Es que siempre hay gente que presume, a toro pasado, y se olvidan del espejo del tiempo.

    Con lo gracioso que es recordarse y recordar...

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