Este fin de semana me he ido a Asturias. He comido mucho pez (pixín y tiñosu, que ya les vale llamar así a un bicho que está en remojo permanentemente), mucha fruta (el Anómalo jura y perjura que el cabracho sale de los árboles, y como él es el asturianu, habrá que creerle) y mucho arroz con leche. Rodando he vuelto a Madrid.
Para hacer tiempo entre comida y cena, entre pixín y chorizo a la sidra, fui a ver huellas de dinosaurios. Cuando estaba sentada sobre una, haciéndome una de esas fotos chorras que siempre caen, llegaron tres niños corriendo entusiasmados, como Heidis tras sus cabras. Detrás, mucho menos entusiasmada y rezumando tedio y mala leche, iba su ¿madre? (¡madre desnaturalizada, madre desnaturalizada!)
Niña: ¿Cómo son las huellas de dinosaurio? ¿dónde están?
Madre: Vete al colegio y que te lo expliquen allí- respondió, agriamente, la madre.
Jo. Qué pena me dio, por los niños y por sus profes. Que para eso te compras un perro y te olvidas de tener niños, que los caniches no molestan preguntando dónde están las huellas de los dinosaurios.
Al menos espero que la madre no les mandara a este colegio que está en pleno centro de Oviedo, porque entonces, entre la madre y el cole, aviada estaba la educación de los críos:
Para hacer tiempo entre comida y cena, entre pixín y chorizo a la sidra, fui a ver huellas de dinosaurios. Cuando estaba sentada sobre una, haciéndome una de esas fotos chorras que siempre caen, llegaron tres niños corriendo entusiasmados, como Heidis tras sus cabras. Detrás, mucho menos entusiasmada y rezumando tedio y mala leche, iba su ¿madre? (¡madre desnaturalizada, madre desnaturalizada!)
Niña: ¿Cómo son las huellas de dinosaurio? ¿dónde están?
Madre: Vete al colegio y que te lo expliquen allí- respondió, agriamente, la madre.
Jo. Qué pena me dio, por los niños y por sus profes. Que para eso te compras un perro y te olvidas de tener niños, que los caniches no molestan preguntando dónde están las huellas de los dinosaurios.
Al menos espero que la madre no les mandara a este colegio que está en pleno centro de Oviedo, porque entonces, entre la madre y el cole, aviada estaba la educación de los críos:
y qué hacías tú en Asturias?
ResponderEliminarEdu-im, si está clarísimo: comer salmorejo, digoooo... arroz con leche.
ResponderEliminar¿Pero Fraga no era gallego?
ResponderEliminar¡Qué espanto de cartel! Estoy en shock.
ResponderEliminarYo de mayor quiero ser tan viajera como Misia :-D
ResponderEliminarbesukis!!
¿Comiste bugre?
ResponderEliminar¿Ke pasa? No entiendo la ilaridad de este pos acerca de mi hesqüela...
ResponderEliminarxnqoznn
lo de fraga me lo he perdido.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMIS OJOOOOOOS, mala, me los has dañado de forma permanente e irreversible... ya te llegará la demanda.
ResponderEliminarCreo que:
ResponderEliminarPisín=rape
Bugre=bogavante (también conocido como llocántaro, aunque no sé cómo se escribe; quizá este nombre venga de que los bogavantes se pescaban con macetas antes que con nasas.)
Tiñosu= ehhh, no me acuerdo...
El arroz con leche es una de las pocas cosas sobre la tierra que no me gusta. Lo intento todos los años, pero no hay forma.
Tenía ganas de decirlo: donde esté una buena japuta...
ResponderEliminarEse colejio debe estar lleno de alienijenas.
ResponderEliminar¡Es el colejio del juarda jitano Amanuel!
ResponderEliminarDios!! Pobres niños jeje, ¿que harán con ellos? estudiaran ellos solos autodidactas
ResponderEliminarPropongo a Anónima for ever para el monumento.
ResponderEliminarkztniyi
Qué grande la anónima, por Dió. Apoyo al invisible.
ResponderEliminarEdu, el cabracho es un motivo en sí mismo.
ResponderEliminarBe, me acabo de imaginar navegando en un mar de arroz con leche y ahora necesito bicarbonato... ay.
Somo, estas eran huellas de dinos más bonitos: como el de los picapiedra, más o menos.
Querida enemiga, Guandar, Maga, ¡es que lo del cartel es muy fuerte! tanto, que pensamos que debería haber una explicación lógica. No la encontramos.
Sheena, se me acabó el chollo, creo...
Zagloso, no, pero me acordé de ti con el pixín.
Madame discordia, según mis anfitriones es "un pez de roca, con muchas espinas pero muy sabroso". Ellos tampoco sabían si tenía otro nombre.
Solarisss, jejeje. Alguno conozco, y sin agallas.
Anómalo, Achab, teneis razón: ¡Anónima for ever, nominada!
mierda, Misia, desvelaste mi identidad secreta!!!
ResponderEliminarHe usado sólo el diminutivo cariñoso de edu-im, ;).
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