Hay ciertos gustos que no cambian con la edad. Hace unos cuantos años me colgué de un amigo y compañero de clase. Era historiador, como yo, y además se había especializado en epigrafía maya: incluso había aprendido choltí (una lengua maya que hablan sólo unos pocos miles de guatemaltecos en el mundo) para poder traducir bien los glifos. Yo babeaba cuando me decía algo incomprensible en choltí, que lo mismo era “pásame la tortilla”. Sí, lo admito: yo era así de lela.
En aquella época, a su vez, otro amigo me tiraba a mí los trastos. Se le llevaban los demonios cuando le hablaba del epigrafista y siempre decía lo mismo:
- ¿Epigrafía maya? ¿choltí? ¿¿PERO PARA QUÉ SIRVE ESO?? No lo entiendo: ¡¡yo al menos te puedo hacer la declaración de la renta!! – (era economista).
Han pasado bastantes años de aquello, lo del epigrafista se me pasó pronto, pero no lo de que me gusten ciertas cosas que servir, servir, lo que se dice servir… pues no mucho. Pero me quedo embobada cuando me cuentan anécdotas de cine clásico o historietas de filósofos presocráticos. Rara que es una, que prefiere tener eso a alguien que le haga la declaración de la renta.
Por eso he encontrado el blog perfecto para mí: se llama Conocimientos que no sirven para nada y los autores son el Mago y Anómalo. Cosas que no sirven de mucho (de esas que están entre la cultura general y conocimientos un poco raros) pero escritas de una forma amena y muy divertida: no puedo dejar de recomendároslo.
¡Pero, mujer, para eso ya está la (tremendaente aictiva) wikipdia!
ResponderEliminarSólo lo superfluo es necesario, ya lo decía el amigo Charles.
ResponderEliminarSiempre he dicho que tengo una extraordinaria retentiva para cualquier tema que no me haga ganar dinero ni aprobar un examen.
ResponderEliminarEn cualquier caso, ese blog no se lo ha encontrado usted, se lo han chivado, que es diferente >;)
¿El epigrafista también te usaba de valla publicitaria?
ResponderEliminarA mí también me fascina todo ese "conocimiento inútil", disfruto con ello, y también en muchas ocasiones me dicen que soy "rara" por ello. Me siento muy identificada con lo que cuentas en el post.
ResponderEliminarPor cierto, Misia, ¿cómo terminó la historia del epigrafista y el economista?
Efe, así es más divertido.
ResponderEliminarDavgard, totalmente de acuerdo.
Hombre malo, claro que me lo han chivado. Como el 95% de blogs que leo y que me gustan.
Somófrates, a mí nadie "me usa de valla publicitaria". Este es mi blog (en custodia compartida) y enlazo lo que me gusta y lo que me da la gana. Punto.
Little canarian bird, pues digamos que tuvo un giro inesperado. Pero esa ya es otra historia, jeje.
Me encanta lo superfluo.
ResponderEliminarBueno Misia, si alguien te usa de valla publicitaria significará que estás cañón. Creo que en realidad era un cumplido, a su forma...
ResponderEliminarVaya... (mi curiosidad ha subido enteros). No quiero meterme donde no me llaman, pero a ver si un día te animas y nos cuentas el final
ResponderEliminarNo era mi intención molestar.
ResponderEliminarEn realidad hablaba de Tom Cruise y Katie Holmes.
Pido disculpas y garantizo que no volverá a pasar.
Creo q fue Mark Twain el q dijo: "En la vida hay q tener montones de cosas vanales y hedonistas. Si no, nos pasaríamos el día pensando en las cosas serias de la vida y se nos pondría la cara muy triste."
ResponderEliminarClaro q el caballero, antes q escritor fue comediante.
No es lo mismo superfluo que redundate.
ResponderEliminarDicho lo cual, habrá que ver si tengo que dejar mi queridísima wikiadicción.
Punto.
Cagonelvirus. Redundante. Cogneyá.
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