Desde que me fui a vivir con mi chico, todos los días tengo que escuchar la misma cantinela: "¡Quiero un gatoooo!". Yo, que no. Y él, que sí.
Primero trató de convencerme con argumentos sólidos y convincentes:
- El gatín te querrá.
- Ya, pero ¿qué hacemos con él cuando nos vayamos de viaje? ¡es una responsabilidad y una atadura!
- Pero te ayudará, y como sabrá artes marciales, te defenderá de los enemigos.
- ¿Enemigos? lo único que hará es cargarse la ropa tendida del vecino en el patio.
- Se pondrá contigo en el sillón y resolveréis juntos el pasapalabra. Y te hará masajitos en la espalda cuando llegues estresada.
- No, al que le va a hacer un masaje es al jamón, justo antes de zampárselo entero. Un día llegamos y nos lo encontramos con las dos zarpas en la paletilla y ñamñamñam. No hay gatín.
- Pero Misia, los gatos son animales muy limpios: el nuestro sacará la basura y pasará la aspiradora.
-¿Pero qué clase de enciclopedia de animales has consultado tú? ¡No hay gatín!
Como mi chico vio que las negociaciones pacíficas no bastaban, empezó a usar los métodos subliminales. De repente, en mi lista de la compra aparecían cosas raras ("leche, huevos, queso en lonchas, arena de gatín, guisantes, cerveza") o algo extraño se colaba en nuestras conversaciones ("pues podríamos ir hoy al cine, a ver "No es país para gatos", que se nos va a pasar. O "American catster").
Pero lo peor llegó por las noches. Noche sí, noche también, en ese plácido momento justo antes de caer dormida, cuando ya estaba más allá que acá, de repente empezaba a oír un susurro: "gatíiiiiiin... gatíiiiiin... gatíiiiiin". La que bufaba en esos momentos no era el gatín, creedme.
Pero vamos, que a mí todas estas tácticas me resbalan y no me afectan, que soy dura y cabezota como una roca. Si yo he dicho que no hay gatín, no hay gatín.
Em...
Bueno...
Lo dicho, gatín no. Gatina.
Hala, ya tenemos en casa al bicho
Oiiiiiiii!!!
ResponderEliminar(no se puede expresar mejor con palabras)
Joooo qué cochitaaa ¿por qué te hacías de rogar, malamuhé?
ResponderEliminardan ganas d erascarla con un dedo en la barbilla.
ResponderEliminarMisimisimis...
¡Oooooh! ¿Y cómo se llama la criatura?
ResponderEliminar¡Tu novio ha tenido un gatillazo contigo!
ResponderEliminarMe gustó mucho esta entrada. :)
ResponderEliminarOooooohhhh... qué moooooona.... y si además baja la basura y pasa el aspirador...
ResponderEliminar¿No sé cómo te has podido resistir tanto tiempo?
bis bis bis bis, gatitaaaa, ven conmigo y deja a Misiaaaa. digoo, ¡¡que cosa más lindaaaaaaa!!
ResponderEliminarFelicidades.
besukis!!
Ooooh... qué aire de misterio y de estupefacción a la vez...quién fuera un malvado de James Bond para acariciarla, jojo...¿Ya tiene nombre?
ResponderEliminar¡Voto por Selina!
Qué cosa más ricaaaaa...hace que se nos enternezca el corazón a los tipos duros...y sgeuro que sabías que ibas a caer al final con la gatina... ;)
ResponderEliminarEs tu momento para pedir algo que te haga ilusión como compensación. (aunque todos sabemos que la gatina es lo que más ilu te hace, aunque tu novio no tiene perqué saberlo, jeje!) miau, miau!
ResponderEliminaruna entrada muy divertida, yo tenía uno y se hizo el rey de la casa.que lo disfrutes!
ResponderEliminarUhhh, pasáis a ser sus esclavos, que lo sepáis. Babearéis ante cualquier tontería que se le ocurra hacer, sonreiréis ante cualquier maullido que os enternezca, dormiréis encogidos para que el bicho no se tenga que mover de ese lado de la cama...
ResponderEliminarAlgún día los gatines dominarán el mundo, ya lo veréis.
Oooooohhh que cucada atigraditaaaaaaaaaahhh.
ResponderEliminarY justo ahora está en la edad de explorar y meterse por todo hueco por el que quepa.
Luego crecerá y aprenderá a jugar a Sottex con el papel higiénico, a abrir cajones, a abrir la basura y tumbarla...
Es monísima!!
ResponderEliminarMucha paciencia que de pequeños son unos bichos!!
Esta monería en nada habrá conquistado tu coranzón. Qué ganas de achucharla!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarQue monaaaa!
ResponderEliminarComo de todo tiene que haber en esta vida, diré que a mí no me gustan los gatos, por no decir que casi los odio. Vaale, luego me encuentro con uno y hasta juego con él y todo, pero oficialmente los odio, mucho, me caen mal.
ResponderEliminarVenga, lapídenme, que yo me voy a hacer enemigos a otro sitio.
Yo cuando veo una cosa de estas, pienso en la Sra. Mooney.
ResponderEliminarSi le da diarrea no le hagáis caso. Éso es lo que despertó la rebelión de la mierda torta en Akira. Y que te diga la Perli...
ResponderEliminarPost totalmente impreciso e incierto.
ResponderEliminarYo nunca apunto "guisantes" en la lista de la compra.
¡Habrase visto!
scnzft
PD Hoy se ha hecho el rosco entero, oiga.
jajaja q bella!! yo me voy mas por los perritos y tengo el mio desde mis 14años, momento en el que las elecciones eran totalmente diferentes a las de ahora... Coincido totalmente en que son "una responsabilidad y una atadura", eso sí te dan amor como nadie y yo amo al mio como a un hijito pero es como tenerlo de 3 años para siempre!!!
ResponderEliminar:-) suerte!!!
Bienvenida al club de poseedores de pequeños felinos. A partir de ahora le darás cariño, comida, hogar y ella te permitirá vivir consigo.
ResponderEliminarPor cierto, aficiónate al IKEA a menos que compres y emplees contra ella un pulverizador de agua porque si no las tapicerías sufrirán un asalto que te cagas.
Ya le he leido los comentarios a la gatina y está encantada de la vida. Os manda un "miau" a todos.
ResponderEliminarAh, la gatina se llama Mina.
Que lindaaaaa!
ResponderEliminarYo tambien tengo uno, muy parecido a esa, por cierto.
Está demasiado cuchi :-)
Saludos!! :-D
Ohhhhhhhhhhh... Qué cosita más linda.
ResponderEliminarCasi me hace ceder...
Pero nosotros sí que no tendremos un gatín ni una gatina ni nada. :)
Es una preciosidad!!!! Enhorabuena!!! Yo también tengo un antojo que mi Perico no quiere concederme: QUIERO UN DÁLMATA!!! Quizá algún día lo consiga.
ResponderEliminar¡Un gato, qué horror, ya no vuelvo a ir a tu casa!
ResponderEliminar¡Igghsss!
Siete años llevo aguantando la presión combinada de todos mis hijos para que admita un bicho en casa. Todavía resisto, todavía tengo fuerzas. No sé yo cuánto me queda...
ResponderEliminarAwwwww
ResponderEliminarQue cuchi, con ese poder de convencimiento no me podria resistir!!!
Oh por Dios, y eso que no me gustan los gatos, pero que linda esta!!!
=D