Yo siempre he sido bastante vaga para cuidarme la piel, la verdad. Y no crean que lo cuento orgullosa, que va, me parece fatal. A los veinte años me daba por rachas: pasaba un par de meses lavándome la cara con un gel de Biotherm y poniéndome tónico después… y luego seis meses sin usar nada más que agua y jabón Heno de Pravia.
Cuando me independicé me volví responsable de golpe y empecé a llevar a rajatabla el ritual de limpieza e hidratación de cada noche. Y como los resultados fueron evidentes y estupendos, no me dio pereza seguir.
Pero al cumplir los 30 fue como si me hubiera picado un bicho. Empecé a notar las "líneas de expresión" (una mierda: ¡arrugas!) que se me marcan en la frente. Y no es que acabaran de llegar por arte de magia, llevaban bastante tiempo allí (es lo que tiene tener mal carácter, que de levantar la ceja y de poner cara de "poto en tu cara, chungo piltrafilla" me han salido tres rayas). El caso es que de repente las vi, y coincidió que también vi este post, y me pareció fiable (por ejemplo a la antiojeras de la misma marca la puso fatal), o al menos lo suficientemente interesante como para probarlo... y me fui de compras. Y desde entonces.
En fin, que uso jabón, tónico e hidratante de Galénic -una marca de farmacia, estupenda pero no cara- y crema Tri-Aktiline de Sephora. Ah, y un exfoliante que puede ser de Kielh’s pero va variando. Nada fuera de lo común, nada con caviar, partículas de oro o testículos de asno, nada que haga temblar el presupuesto… pero cositas que me sientan bien. Y que son mías, ¡c*ño!
Porque no os había contado que hace dos meses cambiamos al compañero de piso ingeniero por un hardcore gamer portugués, pequeñiiiiiiiiiito, recién llegado de Oporto. Y en agosto se mudó su novia, pequeñiiiiiiiiiita, también de Oporto y contratada en la misma empresa, hasta que encontraran algo para los dos, cual Pin y Pon. Iba a ser cosa de un mes.
Llegué a pensar que no se iban a pirar nunca.
Y es que de repente la nevera, los armarios y los baños empezaron a aparecer llenos de frascos a medio cerrar. En plan que si los coges por la tapa se caen y dejas la nevera perdida de mermelada, la encimera cubierta de cola-cao… o la bañera llena de mascarilla para el pelo.
Los botes a medio cerrar me parecen mal. Mis botes a medio cerrar me ponen de los nervios. Mi mascarilla, mi exfoliante de manteca de cacao, mi hidratante corporal que huele tan bien… mi jabón, tónico, hidratante, Tri-Aktiline… mal cerrados por manos que no son las mías me dan ganas de coger el bate de purpurina y dejarme llevar.
Pero me controlé.
Me controlé hasta someterlo al juicio de las TriTroias (Noa, Perri y yo, ya aclararé esto en próximos posts). Y ellas me dieron la razón: las cremas de una chica son sagradas. Da igual que sean de Dior o que sean de Nivea. Cuando ves que el contenido de tus frasquitos va bajando al doble de la velocidad habitual, las reacciones más extremas están permitidas.
Y me descontrolé.
Así que he matado a Pin y he enterrado sus restos en los tiestos del patio de vecinos. También he hecho desaparecer a Pon, para que no queden rastros.
Bwahaha...!
Desde la semana pasada el Hombre Malo y yo tenemos un nuevo compañero de piso, un chico inglés que se llama Maligno.
Y todo vuelve a encajar como un gran puzzle sideral.
Y todo vuelve a encajar como un gran puzzle sideral.
Pues yo sólo uso mis propias babas pegadas a la almohada, y tengo una piel estupenda.
ResponderEliminarDe todos modos, cuánto sofoco por un montón de semen de a saber qué bichos...
Amosdigoyo.
No, no, Somo. El esperma de ballena es en el cacao Carmex (insertar aquí link al post de LaPerri).
ResponderEliminarLas cremas llevan otras cosas. Repite conmigo: pla-cen-ta.
Cuando yo compartía piso también mis potingues Clinique bajaban que daba gusto mientras que una dudosa crema hidratante Deliplus estaba intacta durante meses... Al final tuve que recluir mis preciosas cremas en mi cuarto y hacer la mochila cada vez que iba al baño... Menos mal que esa época duró relativamente poco...
ResponderEliminarY sí: LAS CREMAS DE LAS CHICAS SON SAGRADAS.
En un momento de mi vida, pensé en poner cremas trampa -rellenar el bote de mascarilla para el pelo con mermelada-, por ejemplo. Pero como me conozco y soy un poco despistada, lo más seguro es que me equivocara yo misma.
ResponderEliminarPor cierto, aprovecho el momento para recomendar un potingue para la cara. Lo utiliza una compi del trabajo y, por lo visto, también todas sus amigas. Ellas están encantadas porque dicen que difuminan un montón las arrugas. Son unas ampollas que comercializa la farmacia J. Martí Tort de Barcelona con la marca MartiDerm. Yo las he empezado a usar hace poco y la verdad es que dejan la piel lisa e hidratada. A mí, una ampolla me dura más de una semana. Os dejo links con información, por si a alguien le interesa:
www.martiderm.com
http://www.med-estetica.com/Zona_Comercial/Productos/paginas/marti-proteoglicanos.htm
Qué tiempos de desorden moral y caos ético. Cuando mangas material tiene que ser lo justo para que no se note ¡y tienes que dejar el recipiente como lo encontraste!
ResponderEliminarYa veo que esa casa tiene más cambios de casting que Falcon Crest.
Bien hecho, los potingues de una son sagrados hasta para tu pareja, cuanto más para unos compañeros de piso "temporales".
ResponderEliminarHay gente con más cara que espalda!!
Estoy con E. MArtín... hay que medir la distancia que existe entre el frasquito y el resto de frasquitos con los dedos, comprobar si la etiqueta queda hacia delante, o de lado... y SÓLO después coges el frasco y te echas unas gotas para los puntos claves de la cara.
ResponderEliminarChapuceros!!!!
Se te pira la fresa, princesa...
ResponderEliminarSi todos sabemos que quien te levanta lo de las arrugas es el Hombre Malo.
¿O no te has fijado en lo suave y tersa que tiene la piel últimamente?
Jo, pues yo estoy en contra de los potingues. Yo no los uso y estoy divina. Mi madre dice que a los 25 ella también estaba divina y que ya caeré, pero no lo creo.
ResponderEliminarInner, yo al final opté por guardar mis potingues en mi cuarto, pero jo. Qué gusto volver a la normalidad.
ResponderEliminarZirie, pues tiene muy buena pinta(¿se podrán conseguir en Madrid?). Lo de la mermelada es buena idea, yo soy más mala y se me ocurrió poner agua oxigenada...
E.Martin, ya no (esperamos). Hoy ha venido el casero y hemos firmado por un año con el chico nuevo.
Anónimo, ¡y si consigues que no baje el contenido, aún mejor!
Tou, pues no... ¿tú sí?
Superflicka, a mí mi madre me decía -en la época del Heno de Pravia- que ya me arrepentiría de ser tan desastre, pero no es verdad. Ahora me cuido más, punto.
Yo ya lo dije en aquella cena: las cremas son sagradas y cogerlas por el morro, motivo sufienciente para que te quemen en la plaza del pueblo.
ResponderEliminarUna de las cosas buenas de no tener hermanas es que nunca he tenido que matar a nadie al ver mis botes abiertos...
Pues mi madre nunca me habló de cremas, aunque recuerdo que se enfadó mucho cuando todos los hermanos empezamos a imitarla poniéndonos su Pond's cada vez que íbamos al baño.
ResponderEliminarEn cambio mi padre siempre me ha dicho que no se me ocurra ponerme eso, que es una trampa y que es posible que hasta se me arrugue más la cara.
La verdad es que ya tengo una edad y supongo que debería hacer algo más que limpiarme e hidratarme la cara con toallitas Diadermine y esas cosas, pero no me fío demasiado, no sé hasta que punto serán realmente efectivas y necesarias. Aparte, es algo caro el tema.
En cuánto a robarte cosas del baño, creo que en esos casos, aunque sea un marrón, conviene llamar la atención, si sabes quién es, en privado y si no lo sabes, haciendo una reunión en plan novela de Agatha Christie en el hall.
Lucía, jijiji, a mi novio no le pega nada ponerse mis cremas. Una vez le regalé una hidratante estupenda y se quedó mirando el bote con cara de "¿y esto por dónde se abre?".
ResponderEliminarNoa, yo tengo dos hermanas y nunca hemos tenido problemas al respecto. Si cada una utilizaba un champú diferente, imagínate como seríamos con las cremas.
Xisca, qué grande. Casi me dan ganas de que me empiece a desaparecer el esmalte de uñas y montar una escena de resolución de misterio. Qué guay.
Mal hecho. El método apropiado habría sido duplicar los tarros de crema y dejar señuelos con algo de extracto de chile, por ejemplo, el resultado de machacar las semillas, que no tiene mucho color y es igual de efectivo. Eso te hubiese proporcionado tu venganza.
ResponderEliminarHey! Os sigo desde hace tiempo (aunque aún no he podido leer todas vuestras entradas, ¡son un montón!), y sobre todo me encanta cuando tú (Be) hablas sobre tu trabajo, ya que estoy estudiando periodismo y me motiva bastante ^^
ResponderEliminarY lo de las cremas... imperdonable!!! ¬¬
Si en unos meses los tiestos del patio de vecinos contienen los geranios más hermosos de la ciudad no lo dudes... eso es que tus cremas además de hidratar abonan.
ResponderEliminarY eso no tiene precio.
Saludos.
Illuminatus, eso hubiera ido genial para el líquido de lentillas (¡también me lo mangaba!)
ResponderEliminarSalypi, pues muchas gracias por leernos ¡y quédate a dormir cuando quieras! A ver si me lanzo a escribir sobre mi trabajo, que este septiembre vielve a molar muuuucho.
Carlos Añejo, ¡y entonces buscaré una nueva pareja de portugueses pequeñitos, y volveremos a empezar, y al final cultivaré mis propias verduras y hortalizas de concurso!
La idea de Xisca es fantástica. Creo que pronto voy a convocar a mis compis de piso para el primer interrogatorio. ja!!
ResponderEliminarPor lo que respecta a los productos Martiderm, creo que se puede pedir por correo. No sé si son tan buenos como aseguran, pero mi compi de curro no para de decirme que los utilizan muchas esteticistas de Barcelona porque son mejores y más baratos que las marcas más conocidas.
Por el amor de Diso, haced lo que ha dicho Xisca ¡y grabadlo! Pero yo sugiero un approach más tipo CSI (que seguro que en las cremas quedan unas huellas dactilares de cromo).
ResponderEliminarYo hubuera agarrado a la portuguesita por el cuello, y la hubiera olisqueado la cara a lo Hannibal Lecter diciéndole "hueles a mis cremas". Yo creo que del susto no vuelve ni a mirar un frasco.
ResponderEliminar¡¡Qué osada!! Demasiado aguantaste...
ResponderEliminarHombreeeee... ¡¿tus cremas?! Es imperdonable. Por eso a mí nunca me hizo gracia la idea de piso compartido... es que vaya tela. No lo había oido nunca, la verdad.
ResponderEliminarPor cierto, yo soy de Olay. Pero gracias por el enlace, es interesante.
lo bien que lo hubiéramos pasado haciendo un corrillo a lo Agatha Christie en tu salón...con el bate de purpurina sobre la mesa. Esa no te vuelve a tocar ni las etiquetas de tus cremas, hombreya.
ResponderEliminarbesukis!!
Zirie, pues me voy a enterar bien de cómo te los mandan por correo.
ResponderEliminarE.Martin, lo que pasa es que un CSI analógico mola mucho menos... el Hombre Malo tendría que analizar las distintas sustancias, no sé, por el sabor o algo. Y creo que no va a querer.
Gato, "siempre pensé que estarían muy buenas acompañadas con un blanco de rueda...". ¡Jajajaja!
Estrella, sí, pero a cambio ahora tenemos unos fragantes geranios...
Querida, pues me han hablado muy bien de Olay. Y no es nada cara, ¿no?
Sheena, vamos a tener que encontrar un juego de crímenes al que jugar en casa. Es un concepto demasiado bueno para dejarlo escapar.
Las cremas llevan otras cosas. Repite conmigo: pla-cen-ta.
ResponderEliminar¿¿Y Tom Cruise que opina de semejante despilfarro de comida??