martes, septiembre 02, 2008

Buscando mi Windows 2000 desesperadamente


La reincorporación ha sido más dulce de lo que me temía porque he hecho caso a las recomendaciones de E.Martin en el post anterior y, al pensamiento de "el miedo mata más que las espadas", me he puesto monísima –con un little black dress, un collar largo y unos zapatos de esos que te alegran el día cada vez que te miras los pies– y me he ido a trabajar llevando el té y las pastas que compré en Londres para el equipo.

Y entonces llego y no hay ordenador.

O sea, ordenadores había. Es una redacción grande, hay muchos ordenadores. Pero el mío no estaba.

Sabía que esto iba a pasar.

El último día justo antes de mis vacaciones el Informático Friki empezó a reubicar equipos, porque nos ha llegado un cargamento de chicos nuevos y han decidido poner juntos a todos los que trabajan en ese proyecto y nos han movido a los demás. El mío decidió dejarlo para el día siguiente y yo le dije:

-Mañana no vengo...

Y él:

-Pues qué pena.

Y yo:

-Sí, más que nada porque no vuelvo hasta dentro de un mes y puede que para entonces nadie recuerde dónde está mi ordenador.

Y él:

-Ah. Sí, claro. Pueeeeees... te mando un email con la ubicación.

Y yo:

-Chupi.

Pero sabía que se le iba a olvidar. Y se le ha olvidado. Porque no ha habido email y por la zona donde estaban reubicados el resto de equipos, pues eso, que el mío no estaba.

Mi ordenador. Con mi agenda, con mis reportajes, escaletas, crónicas y noticias de cuatro años, con mi musiquita para alegrar la tarde, con los dibujitos que me manda mi novio.

Llamé a los de IT. El Informático Friki (aka. Cabr*n Responsable Del Desaguisado) se fue de vacaciones el viernes pasado sin dejar noticia de mi ordenador. Y la Informática Jefa me dijo que ella poco podía hacer, que echara un vistazo por la redacción, en especial por los rinconcillos, por si había alguna CPU o una pantalla abandonada, o un teclado o ratón suelto que nos diera alguna pista. Y añadió:

-Reconocerías tu ordenador, ¿no?

Y yo:

-…

Y ella:

-¿Pero no reconocerías tu coche? Cómo sois, ¡si el ordenador lo usais todos los días!

No era plan de decirle que yo soy del tipo de persona que pierde su coche en un parking de más de cinco plazas… que alguna vez me he subido en el coche que no era (para susto del conductor que ya se veía secuestrado express)… que para mí los coches sólo se distinguen por el color, el número de puertas y, en última instancia, la matrícula… que en este último año me han cambiado de ordenador cuatro veces. No, simplemente me puse a buscar.

Y nada.

Normal, lo único que recordaba del p*uto cacharro es que el botón de encendido era redondo y azul.

Pero he sido una chica fuerte y no he llorado ni nada. He tomado posesión de un ordenador que no era el mío –era demasiado moderno, con su Windows Vista y su Word 2007–, y me he puesto a trabajar. Y no ha sido fácil, porque –no me canso de decirlo, jijiji– en esta radio no trabajamos en red, y mis archivos no estaban localizables.

Al final de mi turno, cuando ya me iba, he visto en un rincón oculto, pero oculto oculto, prácticamente cubierto de periódicos atrasados, una pantalla con un post-it. Y he tenido un presentimiento.

Al acercarme he visto que el botón de on/off era redondo y azul.

Y al acercarme más he leído el post-it:

¡Yupi! (Ahora que… igual pido que me muevan los archivos y me quedo con el Vista). El post-it lo he dejado puesto, de momento.

Ah. Al final explotar, lo que se dice explotar, no ha explotado nada. Pero tenemos nuevo programa, nueva jefa y nuevo horario. Menudo septiembre me espera.

11 comentarios:

  1. Asi que funcionó, ¿eh? Pues ahora prueba: "Anar nab raj, urbas vesad, dohier niem be" y ya verás qué risas.

    (Y queremos saber quién está detrás del misterioso post-it: ¿el informático no-tan-cabr*n? ¿un deux ex machina? ¿el Caballero del Frac?)

    (Vista caca, XP mola)

    ResponderEliminar
  2. A mí me hubiera encantando que, con la vuelta al cole, me hubieran cambiado no el ordenador sino mi jefa... que es fea y pedorra y lleva unos vestidos floreados que dejaron de estar de moda allá por la I Guerra Mundial

    ResponderEliminar
  3. Me voy a volver una experta en crisis y te anuncio: no hay nada más eterno que lo insostenible.

    Que te sea leve...

    ResponderEliminar
  4. se supone que el vista es malo no? yo antes tenía el único ordenador negro de la oficina (ordenata jeje) pero ahora no lo reconocería..

    ResponderEliminar
  5. El vista es "bueno" si lo instalas en un súper-pepino. Si lo instalas en un pepinillo te faltarán recursos hasta para hacer funcionar el bloc de notas.

    Amén de que si eres un usuario medianamente hábil, necesitas piratear tu propio sistema para hacer según qué cosas (típica mierda de microsoft). Pero esto ya era así antes del vista.

    ResponderEliminar
  6. Ahora tienes donde elegir,jeje.

    A mí Vista no me desagrada, aunque en el trabajo también tengo la versión 2000,jeje.

    ResponderEliminar
  7. E.Martin, ¿y el dragón se comerá a todos mis enemigos? Aunque no sé, porque por motivos que explicaré próximamente y ajenos a mi voluntad me he quedado sin provisión de cremas, y claro. (A mí tb me mola más el XP).

    Noa, no sabes lo feliz que soy en este momento...

    Gato, la situación era TAN atroz que cualquier cambio iba a ser para mejor [suspiro de felicidad]. Bueno, al menos de momento.

    Geminis, en comparación con la carraca perdida y recobrada, el vista es Dios.

    Somo, para las cosas que hago en el curro no necesito un superordenador espacial, pero el que me quedo no está mal.

    Lucía, ¡a mí ya me daba la impresión de ir haciendo avanzar el ordenador a pedales!

    ResponderEliminar
  8. El asalto de los informáticos locos: que los Dioses pillen a los usuarios confesados. Menos mal que en lo mío los aparatos no tienen que depender tanto de personal especializado.

    ResponderEliminar
  9. ¡Qué demonios1 Arrambla con los dos y vende el más viejo en el rastro.

    ResponderEliminar
  10. La garantia cubre la destrucción de todos tus enemigos (salvo los resultantes de relaciones mágico-incestuosas) pero en fin, ¡el numerito de la espada mola!

    ResponderEliminar
  11. Anónimo2:32 p. m.

    >>me he puesto monísima –con un little black dress, un collar largo y unos zapatos de esos que te alegran el día cada vez que te miras los pies– y me he ido a trabajar llevando el té y las pastas que compré en Londres para el equipo.


    Con esto, te he imaginado cual Carrie en Nueva York.

    ResponderEliminar