... o porqué insulto a la gatina cuando nos cruzamos por el pasillo.
Ayer la gatina y yo nos llevamos un buen susto. Me levanté pronto para ir a clase, me duché, me vestí y preparé el desayuno. Me extrañó un poco que la gatina no estuviera conmigo mientras me duchaba (le encanta ponerse en el borde de la bañera mientras estoy bajo el agua, sin importarle demasiado mojarse), así que empecé a buscarla por toda la casa: encima de las camas, de las sillas, por debajo de las mesas... y no aparecía. Pensándolo, me di cuenta de que tampoco había dormido a mi vera. Fui a la cocina y agité su bolsa de comida (gesto infalible para que llegue disparada). Y no llegó. Ahí me preocupé de verdad. Avisé a mi chico y empezamos a buscarla por todas partes. Jo, si no estaba en la casa... entonces me di cuenta de que había dejado un poquito abierta la puerta del balcón. Me asusté, porque es muy usual que los gatos se caigan por los balcones. Me asomé y ni rastro del animal. Pero al menos no había cadáver de gata abajo.
Bajé corriendo a la calle, y empecé a buscarla debajo de los coches y a llamarla. No apareció. Volví a subir corriendo a casa y cuando estaba a punto de echarme a llorar, imaginándomela perdida, medio muerta, hambrienta y todo lo malo, mi chico me dijo:
- Ey, espera... ssshhhh ¿no la oyes? ¿no oyes maullar?
Volvimos a asomarnos al balcón y estaba ahí, en la calle apoyada en el portal de casa, maullando desesperada, quizás me había oído llamarla un minuto antes. Bajé los dos pisos corriendo como un rayo y... ¡había vuelto a desaparecer! Pero esta vez los maullidos me llevaron al portal de al lado. Me encontré con una gatina sucia, sucísima, asustada después de una noche al raso, pero entera. Estaba tan guarra que tuve que comprobar que era ella (su cicatriz y su tripa a topos son inconfundibles).
La subí a casa, la metimos en la bañera, le dimos una buena ducha y la mimamos un poco para que se le pasara el susto. Después la llevé al veterinario (con lo cual le volvió el susto) para ver que todo estaba bien: efectivamente, la tía se ha caído de un segundo piso y sólo se ha hecho una pequeñísima herida en el morrito.
Yo ya sabía por Hermano (es veterinario y ha trabajado años en urgencias) que hay mogollón de gatos suicidas, que se despistan por las moscas, la lluvia o lo que sea... y balcón abajo, y que según el piso del que se caen sobreviven o no. Además, sé que lo primero que hay que mirarles es el interior de la boca, porque aunque caigan de pie a veces la cabeza les rebota contra el suelo y se rompen el paladar (qué grimitaaa). En fin, que aún sabiendo que es usual que se caigan, no pensé que mi gata tuviera estas tendencias suicidas afectada por la ola de pena... o que fuera tan torpe.
Así que cada vez que me la cruzo por el pasillo, ahora que sé que está bien, no puedo evitarlo y la insulto: "gata tonta, mira que eres boba, qué susto me has dado, jodía...", porque total, no me entiende y yo me desahogo del susto de muerte que me ha dado. Después le doy un achuchón, que me doy cuenta de que le he cogido mucho cariño al maldito bicho. Debe pensar que estoy ciclotímica o algo.
En fin, amiguitos, no se extrañen si ven caer gatinos de los balcones como caen las hojas de los árboles... al fin y al cabo estamos en otoño.
Eso es que no está acostumbrada a los equilibrios ni a las alturas, podrías intentar empezar a pasearla por la barandilla del balcón para que no vuelva a pasar.
ResponderEliminarNunca he tenido gatos, pero acabé aburrido de ver al gato de enfrente pasearse de su balcón al del vecino (ambos cerrados) por la barandilla a cinco pisos de altura, y darse media vuelta cuando no encontraba el segundo abierto.
Jo! menudo susto!
ResponderEliminarmi madre encontró un truco infalible para eso: tiene dos gatos y cada uno pesa unos 9 kg por lo que no se pueden subir a ningún sitio (ni al sofá!) y no caben entre los barrotes del balcón, ni siquiera en el agujero que mi padre les hizo para que accedieran libremente al garaje (ahora es sólo un agujero de ventilación).
Ya sabes Misia, ración doble de todo!
Fdo. Quelitas
En mi casa tenemos terraza pero mi gato tiene pánico a los espacios con cielo abierto (de verdad de la buena) y además no se puede subir al muro porque mi madre colocó macetas suficientes para aguarle la fiesta.
ResponderEliminarAún así, nos hemos llevado sustos porque el muy puñetero se esconde en los rincones más aislados de la casa, en armarios, en trasteros y demás y sólo lo localizas en el momento en que empieza a maullar para que le dejes salir.
Lo más traumático que me haya pasado con el gato hasta ahora ha sido que hace tiempo intentó pillar una avispa y ésta le debió picar en la pata, que se le hinchó muchísimo durante un día y le dolía. Menudo número.
Bueno, en mi edificio hay uno que se cayó 3 veces desde un 5º piso, y murió de viejo hará unos 3 años.
ResponderEliminarAunque yo iría pensando en poner muchas plantas abajo o algo.
ufsss q susto, yo he solucionado las ansias de ver mundo de los mios poniendo mosquiteras... no sabes el descanso y la tranquilidad q dan (y tampoco son muy caras)
ResponderEliminarpero como dice illuminatus las ganas de esconderse en armarios y agujeros insospechados (como por ejemplo debajo del armario del fregadero colandose por el agujero de la tuberia) no tiene remedio
Jo, qué sustazo. Akira nunca nos ha hecho algo así. De hecho creo que le jode bastante que la cojas en alto en la terraza, así que ciertas alturas le dan respeto...
ResponderEliminarAyyy pobre gatina! que susto, jo! si es que no se puede ser tannn cotilla!
ResponderEliminarMi gato más alto de mis rodillas procura no subir, tiene mogollón de vértigo. A la encimera y no te acerques mucho que sale corriendo!
Cagón? sí, pero mira, viviendo en un 6º casi que mejor...
Mi madre también consiguió criar a un auténtigo gato cagueta con vértigo a base de ponerse a berrear como si fuese a morir cada vez que se subía a algún sitio. Ahora el pobre sufre incluso si le coges en brazos.
ResponderEliminarUfff, el mío mayor cayó hace años desde un quinto. Resultado: dos clavos en el codo derecho y un miedo atroz a las ventanas abiertas.
ResponderEliminarSí que se pasa susto, sí.
Besines.
Puf, pues sí que te ha dado un buen susto ... Si es que se les coge cariño enseguida!!
ResponderEliminarMe alegro muchísimo de que esté sana y salva!!
Ca_in, lo malo es que en el aprendizaje esta se me despeña otras diez veces. Y creo que ya solo le quedan seis vidas.
ResponderEliminarQuelitas, la gatina está intentando ponerse obesa con atracones de pienso, pero aún no le sale la lorza.
Illuminatus, a la gata de mi abuela la dejamos 24 horas encerrada en un armario... y la tía seguía durmiendo.
Rebi, es que ese gato no gastó todas sus vidas.
Neka, sí, voy a tener que poner telas de esas que ahora me da pánico que se me vuelva a caer.
Gato, como Hermano, que tiene vértigo, jaja.
Eva Luna, ojalá la mía se volviera miedosa en ese aspecto, pero creo que está en momento explorador. (¡desde el sexto si que se podría romper un poco el gatín! qué mal)
Cattz, y con los berridos, ¿no os entró vértigo a vosotros también? que mi chico le chilla a la gatina a veces y a la que asusta es a mí.
Ana, seguro que no tiene miedo a las alturas por caerse, sino por la posibilidad de visitar otra vez al veterinario.
Lucía, vaya si se le coge cariño (¡qué bonita es tu Leela!).
Se sobreentiende que los entrenamientos se hacen con arnés de seguridad.
ResponderEliminarQué va!! Si está enamorado de su veterinaria! Ella es la única que puede cortarle las uñas ;)
ResponderEliminarEn mi casa desde que fué incorporada al Imperio Gatuno se lleva un férreo control de ventanas y balcones cerrados que ni el Muro de Berlín, oiga.
ResponderEliminarpos si quieres te doy la dirección de mi mosquitero, q ademas lo weno q tienen es q no son fijas sino q puedes quitarlas/enrollarlas en plan persiana y ni se ven
ResponderEliminarHola, pobre gatita la verdad. Cuanto tiempo tiene? Yo tengo una de dos años y desde siempre le han gustado las alturas, se subía hasta por las estanterias de mi casa.
ResponderEliminarUna vez se cayó desde el patio de mi apartamento de la playa, no está muy alto, así que no le pasó nada, pero como justo en el momento que pisó el suelo de la calle estaban un par de perros sueltos por allí, del susto que cogió cuando empezaron a perseguirla, a la pobre se le quitaron las ganas de seguir asomandose por la balaustrada del patio. Puedes probar a imitar ladridos cuando vaya a salir al balcón :)
Si quieres que engorde, puedes darle todas las noches una loncha de jamón york, además les encanta, por lo menos a la mia.
Ca_in, creo que iba a ser más peligroso ponerle los arneses que dejarla suelta... al menos para mí. No veas como muerde la jodía cuando no le mola algo, jaja.
ResponderEliminarAna, qué suerte... la última vez que la llevé al veterinario, con lo de la caída, no quería salir del transportín ni a tiros... el veterinario tuvo que volcarlo y agitarlo a ver si con el meneo se desenganchaba la tía. Yo aprovecho y le corto las uñas cuando está dormida... cuando lo nota ya le he cortado tres, y en unas tandas se las corto todas, jeje.
E. Martin, ¿incluso en verano??? jo, qué santa paciencia.
Neka, sí, por favor, me vendría genial, gracias: ¿me lo mandas a la dirección del quédate?
Kayxiry, no le mola nada el jamón, lo probó hace un par de semanas, cuando la castramos (lleva un mes de septiembre muy duro, la pobre). Tiene siete meses. (Jo, qué despiste... si es la primera vez que comentas, quédate a dormir cuando quieras. Sino es la primera vez, también, jo, mi despiste es brutal).
Yo por eso prefiero tener perros :p
ResponderEliminaroidooo cocinaaaa, ya te lo he enviado :)
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