lunes, junio 22, 2009

Los chungos de nuestra vida: el chunguito poeta

La sección de los chungos de nuestra vida fue creada hace... puf, la tira. Un montón de lectores han colaborado con nosotras escribiendo sobre su chungo, Be se ha hecho dos... ¡y yo todavía no había escrito nada! Pues he decidido lanzarme a la piscina con la historia de uno de mis chunguitos.

Mi chunguito poeta. Mi lover-chungo. El supremo drama king.

Conocí a mi chungo por internet. Saludé a mi amigo M. por el messenger y me contestó mi futuro chungo: "M. está en la ducha, yo soy su amigo, el chunguito poeta". Hablé con él sólo un par de minutos, pero me temo que fueron demasiados: el chunguito poeta ya había cogido mi dirección de mail y al día siguiente me incluyó en un correo que mandaba a todos sus amigos (y a mí) con una poesía que le había compuesto a su ex-novia.

En ese momento cometí mi primer y gran error: tomarme en serio a la versión humana de la ardilla dramática. Me dio penita y le mandé un mail diciéndole que la poesía era muy bonita (mentí) pero muy triste y que si necesitaba algo... me respondió. Le respondí. Volvió a responderme. Empezamos a escribirnos correos diarios y de longitudes indecentes. Por decirlo clarito y rápido, éramos un par de plastas.

Los dos estábamos en un momento complicado: yo estaba en plena relación con mi chunguito chileno y a él le había dejado Raquel Alberta, ex-novia por la que suspiraba . Su relación había sido curiosa: mientras estaba con ella había estado aburrido y hastiado de ella, le irritaba... hasta que ella le dejó. Entonces se convirtió en el desesperado y perdido amor de su vida.

En fin. Nos hicimos amigos contándonos la vida (y las penas,) vía mail. Unos meses después yo había dejado y superado lo del chunguito chileno y estaba en mi etapa tío-ni-te-acerques-porque-paso-de-los-hombres-y-es-posible-que-te-muerda-un-ojo y él seguía amando dramáticamente a Raquel Alberta, a la que acosaba vía teléfono, seguía escribiendo terribles poesías y acusaba de ser la más terrible y despiadada de las mujeres.

Un fin de semana decidimos conocernos (vivíamos en ciudades diferentes y nuestro contacto había sido siempre vía internet y teléfono). Elvisina, que le conocía, me advirtió:

- Misia, el chunguito poeta es muy feo.

- Ah, bueno, no pasa nada.

- No, no has entendido. Es muy feo, muy, muy feo. Conozco personas que dicen que es el hombre más feo que han visto en su vida, y yo estoy más o menos de acuerdo. Es feísimo.

- Bueno, es simplemente mi amigo, no lo quiero para frinkar.

- Ya, pero yo te advierto. Es majo pero feo a morir.

Le conocí y, efectivamente, era muy feo. Nada en su cara era mínimamente bonito: ojos feos, nariz fea, dientes feos, labios feos, orejas feas. Incluso tenía en la frente la vena más grande que he visto nunca y que cuando se ponía nervioso tomaba vida propia y latía descontrolada. Pero qué más daba, si era mi amigo (o eso creía yo).

A partir de ahí se complicó la cosa, porque horas después de conocernos a él se le cruzó un cable y entre balbuceos me confesó que le había gustado. A mí aquello me pilló totalmente desprevenida, porque después de llorar unas horas antes por Raquel Alberta afirmando que era la mujer de su vida, yo no me esperaba semejante bandazo. Evidentemente yo le contesté un cortés y claro "amigos; gracias".

Tarde. Mi chunguito poeta estaba decidido y comenzó con su estrategia de acoso y derribo. Como gran drama king que era, mi chunguito basó su estrategia en dos aspectos:

Primero) Gestos grandilocuentes: hacía cosas "románticas" en plan dramático e intenso. Me llamaba borracho a las tantas para cantarme canciones de Calamaro y para decirme todo lo que me quería. En su móvil, ante la risa de todos sus amigos y mi estupefacción, yo aparecía como Misia qmqt, por esta canción de Shakira. Se paraba en mitad de una maratón para llamarme y decirme que se había acordado de mí al pasar por una calle con nombre de poetisa que a mí me encantaba. Preguntaba machaconamente a nuestros amigos comunes si tenía posibilidades conmigo, pedía consejos y les aburría una y otra vez contándoles mis virtudes. Me escribía poesías. Me mandaba mensajes de amor todas las mañanas a las ocho. Cada vez que un meodepie, aunque fuera amigo suyo, se me acercaba se ponía en plan atracción fatal y lo mismo salía corriendo cabreado como hacía lanzamiento de cubata por la ventana (lanzamiento de cubata por la ventana deporte olímpico YA). Lo grande eran los numeritos que montaba para intentar dormir conmigo ("te juro que sólo quiero dormir a tu lado, sólo dormir"). En una ocasión estuvo treinta minutos al otro lado de la puerta de mi habitación aporreándola y llorando al otro lado para que le dejara dormir conmigo. Nunca tuve claro si era un romántico perdido o un listo.

Segundo) Acabo de mencionar el segundo punto de su estrategia: llorar. Lloraba. Lloraba mucho y por todas las vías posibles. Me lloró por messenger, en directo, por teléfono, por mail, por sms... y no es que yo tenga nada en contra de la gente que llora, pero es que aquello era un exceso, se mirara por donde se mirara: ¡Seguro que cada vez que lloraba tenía que reponer líquidos y rehidratarse! al fin y al cabo, era un deportista de élite de la lágrima.

Yo le quería un montón, éramos amigos (o eso creía yo) y cuando no me lloraba o me acosaba era un tío muy agradable, divertido e inteligente. Ahí estaba la disyuntiva que siempre está cuando un amigo/a quiere cambiar de categoría y pasarse a la liga de los novios/as. Ningún papel en esa obra es fácil si hay una negativa por medio. Yo ofrecí a alejarme, a quedarme, a escucharle o a desaparecer, lo que a él le fuera mejor. Pero él decía que mi amistad era demasiado importante para él, imprescindible en su vida y blablabla.

Así que continuamos siendo amigos. Yo iba con mil ojos y mil cuidados para no hacerle daño, porque era híper sensible y cualquier cosa provocaba ríos de drama. E intentaba relativizar todo un poco, porque como él era mi amigo (o eso creía yo) también me contaba algo de todos sus otros amores.

Porque a mi chunguito poeta le iba la diversificación: un día me quería a mí, otro día añoraba a Raquel Alberta y al siguiente estaba liado con su amiga ingeniera, mientras que tres días después lloraba porque su amiga gaditana se había liado con otro chico. Creo que con todas seguía la misma táctica que conmigo (poesías, lloros, declaraciones de amor inflamado) aunque tampoco me lo dijo súper-claro (pero entre lo que se le escapaba y lo que me contaban más tarde fui atando cabos).

En fin, un año y medio estuvimos así.

Su discurso básico era "te conozco, te quiero, eres maravillosa y te voy a tratar genial. Te haré feliz y siempre te trataré bien". Ocurrió el efecto gota, una gota que cae y cae acaba haciendo mella en el suelo duro contra el que impacta. Después de muchos meses y su trabajo de pico y pala, empecé a pensar que yo era una tonta, que estaba desperdiciando ¡la oportunidad de mi vida! de estar con alguien que me tratara bien y me quisiera, y que prometía hacerme feliz.


Surgió la duda. No sé si razonable, pero la duda: ¿debía dar una oportunidad a la relación entre la ardilla dramática llorona y la drama queen que soy yo? ¿Conseguiría verle guapo o al menos no feo? ¿Debía intentar superar el trauma que me provocaban sus citas de Calamaro y Bumbury? ¿si me ponía flotador, lograría no morir ahogada en sus lagrimones?

Y como esto me está quedando muy largo, dejo la segunda parte de la historia para mañana o pasado.

22 comentarios:

  1. ¿Y quién no ha tenido un chungo-plasta en su vida? Me has dejado pillada con el fin de la historia ¿le hiciste caso y acabaste ahogada en lágrimas? ¿pasaste de él y las cartas de amor y poesía pasaron a ser las de un psicópata? ¿o justo cuando le dijiste sí el enamorado se enamoró de otra?... JO, cuentanoslo

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  2. ¿Cómo nos dejas así? Jo, Misia, segunda parte ya!!

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  3. Jooo... menuda intriga, ¿hasta cuándo hay que esperar para leer el resto? Uy, mientras lo estaba leyendo me he acordado de un chungo-plasta que tuve, uff, qué pereza!!
    Musus

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  4. Qué intriga!! Yo voto a que algo sí que paso.... Aunque seguro que te arrepentiste al primer minuto, jeje. He acertado?

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  5. Anonimilla10:41 a. m.

    No sé cómo será la segunda parte... pero el final de la primera pinta mal. También me ha pasado... (supongo que a casi todas). Chico que en principio no te gusta empiezas a verle virtudes a base de su pico-pala... parece que va a ser la hostia, la oportunidad de tu vida!... ERROR, en esos casos hay que salir corriendooooo. ¿Por qué hay momentos -normalmente con algún tío de por medio- en que no hacemos caso a nuestros instintos? ¬_¬... Aishhhhh

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  6. Felisuco10:50 a. m.

    Aggghhhh!!
    menudo Cliffhanger.Eso no se hace, estoy que me muerdo lo muñones...

    Ya se lo que voy a hacer.Voy a empezar a llorar, mandarte poesias y cantarte canciones al movil hasta que pongas la continuacion....

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  7. arrrgggg!!! qué intriga!! al menos avisa de que es sólo la primera parte al principio :_s

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  8. XDDDDDDDDDD

    CHUUUUUUUUUUUUUUUNGO!

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  9. a.forever2:37 p. m.

    "Ocurrió el efecto gota, una gota que cae y cae acaba haciendo mella en el suelo duro contra el que impacta."

    Me temo lo peor.

    Palabra de verificación: ecevhh
    (el coñazo en verso ho ho)

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  10. Jo, es que sois muy buenas cuando un chungo dice: "Pero él decía que mi amistad era demasiado importante para él, imprescindible en su vida y blablabla." en realidad te esta diciendo. "deja, deja, que me quiero quedar al lado, para ver si te cojo en un momento de debilidad/borrachera/alineacion-de- planetas". Yo tengo un amigo que hizo lo mismo pero él tenia una tercera fase que era enfadarse con la chica...para despues volver a la primera fase

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  11. A verl, la segunda parte no se puede hacer esperar... aunque temo lo peor desde que leí esta línea: "En una ocasión estuvo treinta minutos al otro lado de la puerta de mi habitación aporreándola y llorando al otro lado para que le dejara dormir conmigo."

    Dior, dime que estaba bajo los efectos del alcohol o algo porque en esas circunstancias tiene que haber algún atenuante que justifique morderle un ojo xD. Qué nerviosa me he puesto c*ñe... Saludos Misi!

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  12. Anónimo4:29 p. m.

    jajajajajja, casi muero de asfixia por no poder parar de reir recordándolo todo, jajajaj, y lo peor es que fue todo así o incluso peor, jajajj
    Me siento responsable... jajjaja
    Elvisina

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  13. Esto, me recuerda un montón a un chungo que tuve pero él era normal, no feo. Pero por favor, no puedo con ese chorreo indiscriminado de lágrimas. Ese tio es un sufridor nato y se regodea en el dolor... Si le hacías un favor mandándole a la mierda.

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  14. Pues yo sólo te veo alimentando cruelmente la frustración de un inadaptado emocional a lo femme fatale.

    Como en la segunda parte nos cuentes que le diste cancha, se transformó en alien y acabó coleccionando mechones de pelo que te robaba mientras dormías, te convierto en femme pardilla, eso sí.

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  15. A ver.. si ya resulta pesado simplemente como amigo ¿en que cabeza cabe adoptarlo como pareja? (o como mascota siquiera.. porque eso de ardilla dramática.. XD)

    ¿cuando llaman a tu puerta para hacerte una encuesta o venderte algo los invitas a almorzar?

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  16. Hombre, Somo, a lo mejor el chaval tiene el radar un poco averiado.

    Si a la de 20 te dicen que no, a lo mejor la muchacha no quiere salir contigo, no?

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  17. Marimerx12:55 a. m.

    OH MY GOD! Raquel Alberta soy yo!! Poeta, enamoradizo,dramatico, acosador telefónico, feo y fan de Calamaro? Un ser asi solo hay uno en el mundo!

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  18. Hala, ya he colgado la segunda parte para que os riáis un poquito/bastante de mí, jaja. Ahora comprobaréis si habéis acertado o no en vuestras suposiciones acerca del final de la historia.

    Elvisina, amore, la historia es taaan grande y taaan de autoescarnio (y de escarnio de él, que se lo merece) que no he podido resistirme a contarla.

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  19. Marimerx, sería muy grande, jaja.

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  20. Si es verdad que ese tipo enviaba a sus amigos y conocidos poesias inpiradas en su ex, que acabará siendo un chungo era más que predecible.

    Poeta, enamoradizo,dramatico, acosador telefónico, feo y fan de Calamaro... asi soy yo, y no soy el de Misia. Y espero que tampoco el tuyo. Si es que algunos chungos somos de manual...

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  21. Barry, no está mal ser poeta, enamoradizo, dramático, feo y fan de Calamaro. Lo malo es ser chungo. No hay que ser chungo. Por el bien de la humanidad.

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  22. Marimerx1:46 p. m.

    De hecho, el Señor que vive en mi casa es todo eso(menos chungo, claro está), y encima se come los danoninos y dice que ha sido un gnomo malo, y yo lo quiero muchisimo!

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