miércoles, agosto 26, 2009

Dame silencio y llámame snob

Este fin de semana estuve viendo una gala de las estrellas del New York City Ballet aquí, en Palma. Me encantó el espectáculo: piezas de Chopin, Stravinsky, Minkus, Chaikovski, Gershwin y Ray Charles con coreografías de Marius Petipa (el gran coreógrafo ruso, responsable de los grandes ballets como el Lago de los cisnes, Cascanueces o Don Quijote), Balanchine (otro de los grandes, éste del siglo XX) o Robbins.

Imagen de la coreografía "Apolo", con música de Stravinsky

Uno de los atractivos de la gala era ver actuar a Joaquín de Luz, un bailarín español maravilloso que, como muchos otros, ha tenido que irse al extranjero para trabajar en una compañía de danza clásica sólida. Parece que algunos de esos bailarines que en su día se marcharon de España por falta de trabajo en la danza clásica, están retornando a España y están montando proyectos interesantes, como Ángel Corella, aunque no siempre les salen bien (María Giménez, otra gran bailarina, intentó poner en marcha una compañía - Arte 369- pero el proyecto no ha durado ni tres años: las últimas noticias que leí hablaban de la disolución de la compañía por falta de dinero).

En fin, volviendo a la función del sábado, me encantó. Las coreografías eran maravillosas y los bailarines tenían una gran calidad (alguno me gustó más que otro, pero en general muy bien). Me encantó la función, me gusta mucho el ballet, pero salí cabreada como una mona del teatro. Y no, no es por lo que pasó encima del escenario, sino por lo que sucedió a mi alrededor, en el público.

La mala educación suele irritarme, pero dentro de un teatro la irritación se me convierte en nazismo a la voz de YA por la falta de respeto de la gente. En esos momentos mandaría lo del derecho a la cultura a la porra y restringiría la entrada a los teatros de los irrespetuosos. Estaría bien implantar un carnet por puntos en el teatro.

- Tres puntos menos por llegar tarde: porque sí, amiguitos, en muchos teatros del mundo si llegas tarde a la función sencillamente no entras. En el auditorium de Palma eso no es así. Cuando el espectáculo empieza diez minutos tarde y aún así alguien no ha llegado, todavía tiene una oportunidad: le dejarán entrar en pleno primer acto. Porque ellos lo valen. Supongo.

- Dos puntos menos por hablar: ¿esa señora se está muriendo? ¿no? pues entonces eso que tiene que comunicarle a su amiga/su pareja/su cuñada puede esperar.

- Un punto menos por iniciar aplausos a destiempo: después de este párrafo me llamaréis snob, pero me da igual. Todo en esta vida tiene sus tiempos y el teatro o el ballet no son una excepción. En general en los conciertos de música clásica no se aplaude entre movimientos, sino que se espera a que acabe el último movimiento para aplaudir. Hay gente que se lo salta a la torera, bien por puro desconocimiento de esa "norma", bien conscientemente.

Yo personalmente prefiero que entre movimientos en conciertos de música clásica no haya aplausos, me parece que rompen la magia. Pero en el ballet directamente esos aplausos me sacan de quicio, porque generalmente llevan música enlatada y los bailarines están metidos en ritmo, así que un aplauso a destiempo suele implicar que la música suene de nuevo, los bailarines vuelvan a bailar y nadie esté escuchando nada por los aplausos de marras, que son innecesarios. Si los que inician esos aplausos saben, pero se saltan la norma porque ellos lo valen, mal porque molestan a la mayoría que sigue esa pauta. Si los que inician esos aplausos no saben de qué va el tema y aplauden por demostrar oh-dios-mío-cómo-me-gusta-esto-del-ballet-soy-guay, mal porque si uno no sabe, mejor observar y hacer lo que hacen los demás.

- Dos puntos menos para las toses empáticas. Entiendo que haya toses en un teatro. Molesta, pero lo entiendo. Lo que fastidia más y molesta el doble son lo que llamo las toses empáticas. Hay más o menos silencio y uno tose. Otro se anima y tose. El de allá no va a ser menos y tose más. Y otro, y otro... de repente, en un teatro en el que había alguna tos aislada de vez en cuando, tenemos una coral de toses en pleno patio de butacas. Ojalá la gente no fuera tan "sensible" y "empática" a veces.

- Un punto menos por llevar/abrir caramelos de menta envueltos en celofán. Puede parecer prototípico, pero sí, hay señoras que llevan esos caramelos y los abren enmedio del espectáculo. Además puedes apreciar como algunas, intentando hacer menos ruido, lo desenvuelven leeeentamente. Eso no sólo no evita el ruido sino que lo prolonga en una agonía sin fin. Este fin de semana me hubiera encantado soltarle un chillido a una señora que empezó a desenvolver su caramelo quince segundos después de que acabara el descanso de veinte minutos. A esa ni puntos ni nada, directamente expulsada.

- Del móvil ni hablamos.

Pues eso, que deberíamos tener un carnet de teatro para poder quitárselo a los que estorban a los demás. Diez puntos de menos y a la calle... ¡este fin de semana un cuarto del auditorium se habría vaciado antes del segundo acto y yo hubiera podido ver tan tranquila el espectáculo!

lunes, agosto 24, 2009

Be y los taxis: Cairo conection


Esto no es la obra definitiva sobre los taxistas del Cairo. Ya está hecha, la ha escrito Khaled al Khamisi y se llama "Taxi". Esto no es más que un post chorra sobre lo que me pasó a mí.

Mi ex suegra -la mamá de Efe- llevó a sus dos hijos a Egipto hace cinco años (*). En aquel viaje cambió las condiciones de vida y de trabajo de los taxistas cairotas: antes por dos euros te seguían a todas partes. Ahora...

Ahora ya no.

El primer día en El Cairo llamamos a un señor taxista que nos había recomendado Midget Jones (una compañera de curro de MariCalpi). Minovio nos había dicho que le pagáramos de 80 a 100 libras egipcias por llevarnos de un sitio a otro durante toda la tarde. El señor taxista recomendado por Midget no quiso decirnos que estaba en desacuerdo con tales tarifas hasta que estuvimos a unos metros del hotel. Yo le dije que parara. Él no quería. Yo me vi secuestrada. Finalmente le ordenamos que parara en un tono suficientemente convincente, detuvo el coche en un descampado y yo llamé a Minovio -ese chico, ya sabéis, que esperó hasta el último día juntos para declararme su amor eterno (bueno, más o menos XDDD), que en los días siguientes me llamaba por las noches a mi hotel, con el que tenía conversaciones sobre temas tan hardcore como besos en la frente-.

-Why...
-Díme, corazón.
-Que un señor taxista nos quiere secuestrar...
-¿Que qué?
-Bueno, no exactamente, pero nos quiere cobrar ocho veces más de lo que has dicho tú que le paguemos.
-Pásamelo.
-Samilihamilihaliliyotrascosasquesuenanaárabe.
-Be, cariño, este tío es un antipático y os quiere timar por ser extrajeras. Estoy negociando que os lleve al centro por un precio razonable. Pásamelo otra vez.
-Gracias, Why.
-Samilihamilihaliliyotrascosasquesuenanaárabe.
-Bueno, corazón, os va a dejar en el centro por 50 libras (6,5€), no le deis ni un duro más. Y si tenéis algún problema, me vuelves a llamar.
-Gracias, Why. (Cómo no amar a este hombre!! Why nos salvó del secuestro del taxista. Why lo puede todo. Why puede volar.)

Y llegamos al centro. Y compramos dulces de Ramadán en la mejor pastelería del Cairo (El Abd en Talaat Harb). Y paseamos. Y atravesamos el mercado más caótico del mundo, lleno de cosas, de ruido, de vida, de gente. Y al filo de la madrugada, ya agotadas, cogimos otro taxi para volver al hotel.

Le pagamos lo que había recomendado Minovio para ese tipo de trayectos: 30 libras egipcias (4€).

Fue terrible, me pareció estar estafando al pobre taxista. Así que al día siguiente abandonamos los precios para egipcios: al fin y al cabo, éramos turistas.

Salimos del hotel para caer en los brazos de Hassan (*), un hombre maravilloso y guapazo, dueño de un taxi alemán de antes de que nosotras naciéramos. Hassan (+02 384 3013) nos llevó de un lugar a otro durante 7 horas, nos puso música agradable, nos esperó en la puerta de los sitios, nos explicó el modo de llegar a donde queríamos, nos cuidó... y nos cobró sólo 25 euros. Le dimos otros 5 de propina (pero le hubiéramos dado más: la culpa fue de la presión de Why para que no nos dejáramos timar).

(*Hassan tiene problemas de espalda, como la gran mayoría de los taxistas cairotas, que se pasan la vida metidos en atascos en coches tirando a viejos cuando no están conduciendo como locos coches tirando a viejos. Cuando se levantaba del café de turno para llevarnos a nuestro siguiente destino, Hassan iba hasta el coche renqueando. Tengo apuntado en mi agenda mandarle reiki a distancia, así que si alguno va a Egipto y le llama, contadme cómo le va el tratamiento)

(*Por cierto que este verano he descubierto la influencia primaria en la conducción de mi ex: Efe, podrías ser taxista en El Cairo sin ningún problema. Ninguno más allá de las lesiones de espalda, claro)

A Twitter vas!!!

Una semana incomunicadas de Internet es mucho tiempo, especialmente para dos tías tan cyberactivas como MariCalpi y yo. De haber tenido conexión continua habríamos twitteado todas las frases tontas que la otra decía (o el resto, claro). Como no la teníamos, la mayoría de ellas se perderán (como lágrimas en la lluvia).

Sólo me acordé de apuntar cinco, y ninguna es mía:

"No veía una tan grande desde que estuve en Senegal" MariCalpi, cuando nos sirvieron nuestra primera Stella (cerveza autóctona servida en botellas de medio litro).

"Vale, ésta es la perdida de mi madre" MariCalpi, que había establecido con su progenitora un turno de llamadas perdidas para comunicarse la una a la otra que estaban bien.

"¿Os la saco?" El copto. Se refería a una foto.

"Las cosas buenas no se rechazan" El copto. Se refería a una siesta, pero yo me comí el coco diez minutos enteros.

"MariCalpi, lo del copto se me tiene que pasar YA" "Vale. ¿Te hago de fortasec o de micralax?"

Igual es mejor que se nos hayan olvidado...

Por qué no me frinké a mi guía copto


Llamémosle Why. Al copto, digo. Porque su nombre verdadero empieza por "w" y termina por "y", y porque nuestra relación (or whatever) está llena de "por qués".

"Madremia, qué mono..." Be, nada más verle.

Porque nuestra cultura y religión son muy diferentes.

"Soy cristiano, copto" Why, a los cinco minutos.

Porque nuestras culturas son muy diferentes y no nos vamos a entender.

"Estudié filología española" Why, 2 minutos después.

Porque no sé si le molo.

"Me ha sacado 7 fotos mientras me bañaba en el Nilo... y hace por sentarse a mi lado... y, desengañémonos, esto que hacemos se llama "tontear"... y..." Be, sumando 2+2.

Porque paso de dar el primer paso.

"Be, creo que tú y yo tendríamos que pasar más tiempo juntos." Why, out of the blue, giving me the butterflies. Trad: Why, de repente, haciéndome volar las mariposas.

Porque no lo tengo claro.

"Querido señor RyanAir: ¿ha pensado usted abrir una línea Madrid-El Cairo?" Be, redactando mentalmente y con toda claridad.

Porque no quiero ser un cliché.

"Cuando te has ido del barco he salido corriendo detrás de ti, y tú ni te has dado la vuelta para mirarme" Why, demostrando que ya lo éramos.

Porque la hora de separarnos nos pilló desprevenidos.

"Esta noche te llamo a tu hotel" Why, por el teléfono de otro guía un minuto después de dejarle en Luxor para coger un avión al Cairo.

Porque... ¡no sé por qué!

"Me muero de ganas de abrazarte y darte un beso en la frente..." Why. Why, Why?

Porque, como dice MariCalpi, Dios es guionista de comedia.

Y desde entonces a Why lo llamamos Minovio. (Luego os cuento cuando nos salvó de un secuestro).

Lo que hay que ver


Miles de cosas.

El agua-cocacola del Nilo y la arena-curry de las orillas. Pirámides, templos, tumbas, palacios, mezquitas. Gente con ojos enormes y narices perfectas, El Cairo, pañuelos, especias, karkadé.


Casi nada.

De las cosas que había oído, es cierto que los egipcios fuman como carreteros, que el tráfico en El Cairo es un caos total y cruzar la calle una locura, que si vas por zonas "no turísticas" todo el mundo te dice cosas (lo mínimo es "welcome", pero escuchas desde piropos en varios idiomas a frases en árabe que por el tono ya sabes lo que significan). Pero al contrario de algunas cosas que me habían contado, El Cairo no me pareció una ciudad sucia, ni he pasado un calor espantoso (sólo diré una palabra: Sevilla), ni te encuentras problemas por el simple hecho de ser chicas viajando solas.

Me han preguntado que si el viaje merece la pena. Señores, .

De repente


El desierto es una enorme extensión de arena de color arena. Inmensa, desde el aire ves de cuando en cuando una línea recta que parece hecha con tiralíneas: una carretera. El resto sigue como siempre: de color arena.

De repente aparece una franja verde. Verde de plantas, de vegetación, de tierra fértil. En el medio está el Nilo.

SuperVacacionando parte 2: Egipto


Segunda e impresionante parte de las vacaciones, Egipto me ha encantado.

El agua del Nilo es tan oscura como la cocacola y está fría y limpia, y la arena de las orillas es finísima y de un color tan amarillo que parece curry. He visto pirámides, templos, tumbas, tesoros, palacios, campos, calles, mercados. Y me ha impresionado todo. He comido ensaladas deliciosas, verduras riquísimas, guisos espectaculares y panes recién salidos del horno. He descubierto que he nacido para cruzar la calle en El Cairo, que lo mejor en algunos sitios es no mirar a nadie a los ojos, que las chicas con estilo lo tienen hasta para atarse esos pañuelos que lo tapan todo, que el mundo está lleno de gente feliz. He montado en calesa (y en camello), he besado bebés de cocodrilo y he llevado el concepto "mariposas en el estómago" al mundo árabe.

Falta del dibujito de Efe para ilustrar el post: aquí van a rodar cabezas.

Actualizado miles de días después: ¡dibujo bonito!

Mi plan de fiestear, playear y bucear en Cadiz se ha visto frustrado por causas ajenas a mi voluntad, pero me ha surgido un viajecito de 4 días a Barcelona que ya les contaré. Ahora les dejo con una serie de posts egipcios. Yalla!

lunes, agosto 17, 2009

Crónicas bá(r)varas: epílogo

No, no me he comprado un traje de bávara y me he perdido por los Alpes alemanes. Hace días que volví de Alemania, pero he estado inmensamente vaga y apenas me he acercado a un ordenador. Ahora estoy en casa padres, aquí en Palma, disfrutando de la familia, de la playa y de lo que me queda de vacaciones.
Abadía rococó. Así, vimos un par de decenas. Ésta en concreto está en Ratisbona

Baviera me ha encantado. Hemos estado en abadías, palacios, lagos y castillos varios, además de en Nuremberg, Augsburgo, Wurzburgo, Ratisbona, Salzburgo y, claro, Múnich.

El Nuevo ayuntamiento de Múnich

- No sé exactamente cómo será la tan cacareada puntualidad británica. Desde luego la alemana roza lo psicopático: se puede poner en hora un reloj con los autobuses alemanes. Y no me refiero a la salida de cabecera, no: si un cartel pone que a una parada determinada intermedia el autobús llega a las 17:23, es que llega a las 17:23. Me imagino la desesperación de los alemanes al tratar con españoles, al menos con ciertos transportes públicos españoles.


Foto en plan postalica en lago cerca de los Alpes, Fussen

- A los alemanes en general les encantan los perros y los llevan casi siempre consigo. Las mascotas entran en las tiendas, en el transporte público, en los supermercados, en los sitios turísticos... están mucho más presentes en general que en España. A veces este amor produce situaciones extrañas: en un autobús atestado de gente un señor iba sentado y en el asiento de al lado iba sentado... su perro. Había unas veinte personas de pie en el autobús y el perro sentado en un asiento. Y sin la más mínima intención por parte del dueño de cogerlo (era un perro chiquitín). No me quedó claro si la actitud era normal o no en el país, si era debida a que todos los que iban de pie eran extranjeros o si hubiera sido la misma si hubieran sido alemanes. Lo cierto es que la escena se produjo en el autobús que nos llevaba desde Dachau (campo de concentración) a la estación de tren y no puedes evitar, en ese momento, sentir cierta incomodidad.

- Definitivamente, los años ochenta se quedaron a vivir en Alemania. Hasta vi a una señora que llevaba el pelo planchado con esas planchas onduladas que te dejaban el pelo como las ruffles.

Ratisbona - o Regensburg para los nativos

- Puede que en su momento los bávaros renegaran del rey loco, Luis II de Baviera, que parece ser que se gastó toda la pasta del estado en construirse castillos. Ahora de renegar, nada: Luis II es la figura omnipresente en toda Baviera y está claro que, se gastara lo que se gastara, está rentabilizado de sobra.

Neuchswanstein, castillo del rey Loco

- Antes de ir a Salzburgo, tenía mis dudas: ¿quién ganaría la batalla de los souvenirs: Mozart, la familia Von Trapp o Sissi? bien, ganó por goleada Mozart, con museo, bombones, tazas, conciertos y carteles peregrinos en las casas que informaban de que la pulga que había picado a la prima segunda de la vecina de Mozart había procreado en esa casa. En segundo lugar, "La novicia rebelde"/"sonrisas y lágrimas", que tiene su propio tour, calendarios, discos de la bso y de Julie Andrews cantando "The sound of Christmas" y declaraciones de la verdadera Maria Von Trapp en distintos panfletos que incluso te animan a que vayas a visitar a la verdadera familia Von Trapp en el hotelito que tienen en... ¡Vermont!

Amalienburg, un pabelloncito de caza en unos jardines. Múnich

- Me ha llamado mucho la atención el tratamiento que se hace en museos, guías y monumentos del nazismo y la Segunda Guerra Mundial en el país: excepto, obviamente en los campos de concentración, ha desaparecido del mapa oficial. Esa etapa está borrada. Desaparecida. Gran silencio. Explican cosas de antes (hasta los años 20) y las siguientes menciones hablan de edificios destruidos y de cómo se acometió su reconstrucción. Entiendo la sensación de vergüenza y de querer olvidar, la hartura de ser los malos de la película, entiendo el entierro al que han sometido a esa etapa histórica, pero da miedo. Quizás por deformación profesional aún tengo fe en que, teniendo presentes los errores del pasado, será más fácil no cometerlos de nuevo. Evidentemente, el pensamiento me lleva a España: ¿estaremos nosotros haciendo algo semejante con el franquismo?

- Tengo la vista fatal: "uy, mira que vista más bonita del río, le he hecho una foto preciosa. Lástima que la gente sea tan guarra y haya una bolsa de plástico flotando en el agua... calla, que es un cisne".


En fin, que vengo encantada de Baviera. He demostrado que no sé hablar alemán a pesar de que lo estudié un par de años, que el inglés se me olvida cuando me pongo nerviosa y que aún así, si una puede pedir cerveza y salchichas, en Alemania se puede sobrevivir perfectamente. Un viaje muy recomendable.

jueves, agosto 13, 2009

Akelarre


Aquella noche de luna llena redactamos el hechizo (con un poquito de ayuda de google).

Después nos vestimos de blanco.

Después encendimos una vela blanca.

Después nos cogimos de las manos y empezamos.

A la luna y a la vida, por su luz y con ella le pido... A la luna y a la vida, por su luz y con ella le pido... A la luna y a la vida, por su luz y con ella le pido... A la luna y a la vida, por su luz y con ella le pido... A la luna y a la vida, por su luz y con ella le pido... A la luna y a la vida, por su luz y con ella le pido... A la luna y a la vida, por su luz y con ella le pido...

Primer deseo.

A la luna y a la vida, por su luz y con ella le pido... A la luna y a la vida, por su luz y con ella le pido... A la luna y a la vida, por su luz y con ella le pido... A la luna y a la vida, por su luz y con ella le pido... A la luna y a la vida, por su luz y con ella le pido... A la luna y a la vida, por su luz y con ella le pido... A la luna y a la vida, por su luz y con ella le pido...

Segundo deseo.

A la luna y a la vida, por su luz y con ella le pido... A la luna y a la vida, por su luz y con ella le pido... A la luna y a la vida, por su luz y con ella le pido... A la luna y a la vida, por su luz y con ella le pido... A la luna y a la vida, por su luz y con ella le pido... A la luna y a la vida, por su luz y con ella le pido... A la luna y a la vida, por su luz y con ella le pido...

Tercer deseo.

Por su luz y con su guía que me acompañe todos los días de mi vida. Por su luz y con su guía que me acompañe todos los días de mi vida. Por su luz y con su guía que me acompañe todos los días de mi vida. Por su luz y con su guía que me acompañe todos los días de mi vida. Por su luz y con su guía que me acompañe todos los días de mi vida. Por su luz y con su guía que me acompañe todos los días de mi vida. Por su luz y con su guía que me acompañe todos los días de mi vida.

Luego nos quitamos la ropa y nos bañamos en la piscina.

Y al día siguiente, al atardecer...




Eso es que se cumplen.

Serendipity


En Cala Deiá.

-¡¡¡Mira qué chico tan guapo ha llegado a la playa!!!
-¡Ay va!
-¿Va solo?
-Va solo.

El chico guapo que va solo se pone en el extremo de la playa.

-Qué solito está...
-Yo creo que deberíamos acercarnos y decirle "¿por qué estás sólo?".
-Y darle conversación.

Pero no lo hacemos. Más tarde, paseando por Deiá.

-Que bonito es este pueblo.
-Precioso.
-Lleno de cuestas, pero precioso.
-¡¡¡...!!!
-¡¡¡...!!!
-¡¡¡...!!!
-¡Es él! ¡El chico guapo que va sólo!

Y le miramos pasar, de reojillo. Aún más tarde, yendo hacia el coche:

-Nos lo hemos encontrado dos veces, es una señal.
-No puedo dejar de darle vueltas.
-No sé, dos veces no es nada. Si nos lo encontráramos una tercera vez...
-¡¡¡...!!!
-¡¡¡Es él!!!

Le volvemos a mirar pasar, esta vez menos de reojillo y más detrás de las gafas de sol. Más tarde, hacia la salida del pueblo en coche.

-Bueno, ya está. Es oficial: era una señal.
-Y no le hemos dicho nada.
-Qué desastre...
-¡¡¡...!!!
-¡¡¡...!!!
-¡¡¡Ahí está otra vez!!!
-Hay que decirle algo.
-¿Le digo que si le llevamos a algún sitio?
-¿De verdad te atreverías?
-Claro.

En la cabeza de Be:

A-Do you need a ride? [ride: Noun. 1. An act of sexual intercourse. 2. A woman/man viewed as a sexual partner]
B-Want to come inside? [come: Verb. To orgasm]
C-Would you like to come with us? [come: Verb. To orgasm, again, but this time simultaneously]
D-Can we take you somewhere? We won't crash, I promise. [crash: Verb. To temporarily stay over or sleep at a place other than at one's own usual abode]
E-Wanna join us? We have cream crackers! [cream: Verb. To ejaculate. cracker: Noun. An attractive person, particularly a woman]

El coche se para. Se abre la ventanilla. Be:

-JIJIJIJIJIJIJIJIJIJIJIJI...
-¡¡¡BE!!!

Y entonces salimos de allí quemando neumáticos.

miércoles, agosto 12, 2009

Matar (ganas de)


En mi playa preferida, los cabrones.

Cinco impresentables madrileños hablando a gritos. Ellos, porque ellas no abren la boca. Se hablan a gritos por muy cerca que estén, por muy alto que se oiga el teléfono.

Cinco impresentables madrileños (des)vestidos de espantajos: Bikinis minúsculos de estampados selvátivos. Bañadores espantosos sobre toallas del R.Madrid y el Barça sin pensar en el equilibrio kármico. El "macho alfa" con un speedo que da un miedo mortal.

Cinco impresentables madrileños sacando fotos a una catalana bastante mona que tomaba el sol en minitanga y topless. Fotos que mandaban por mms a un amigo en Madrid. Amigo que les llama rápidamente y al que ellos reciben al grito de: "¡Campeón! ¡El más grandeeeeeeeeeee!".

Cinco impresentables (por seguir incluyendo a las casi invisibles -de lo poco que se movían/hablaban/daban señales de vida- tías) que reciben con agrado la sugerencia del amigo de llevarle, a la vuelta, un tanga obtenido "de trofeo".

Cinco impresentables madrileños que hablaban un "español en mil palabras" y cuando usaban polisílabos (de los fáciles) no estaban muy seguros de su significado:
-Estamos apáticos.
-Sí, superapáticos.
-Estamos totalmente apáticos.
No, lo que estáis es gilipollas.

Cinco impresentables madrileños que a la voz de "Me aburro muchísimo" se revolvían sin probar a relajarse al sol, ni a jugar a las cartas, ni a comer fruta, ni a dormir, ni a escuchar música en el ipod, ni a beber agua, ni a leer, ni a charlar bajito, ni a mirar el mar, ni a escribir, ni a bañarse en el mar. Por poner las más básicas.

No les vi intentar ninguna. No sé si estaban biológicamente incapacitados para realizarlas o simplemente no les resultaban satisfactorias.

Cinco impresentables madrileños que seguían dando alaridos mientras hablan de estupideces...

-Ro, por diox, tívales un tanga, a ver si se callan.

Aprovisionando


Que nos conocemos.

Hay que hacer las cosas bien, que somos cuatro mujeres con caracteres fuertes y o nos organizamos o la liamos.

Empecemos por una parte VITAL para que todo salga bien.



Hecho.

Como en Carabanchel (Alto)


La idea era descansar, disfrutar y ponernos morenas en distintos puntos de la isla, así que StreetGirl, mis hermanas y yo aquilamos un ford fiesta azul océano y una casita.


¡Qué bonita!




Ideal, paradisiaca, perfecta.

Pero al salir a la calle...


La primera noche salimos a cenar con Perlita y el Zagloso.

YO: -No tiene pérdida, nena, vivimos al lado de la cárcel.
PERLI: -¿De cual la antigua o la nueva?
YO: -Todas.
PERLI: -¿La de hombres o la de mujeres?
YO: -Todas.

Y no sólo eso:

AQUÍ VA UNA FOTO NOCTURNA DEL QUE UNA VEZ FUE EL PUTICLUB MÁS GRANDE DE EUROPA, QUE ME TIENE QUE ENVIAR MI HERMANA MERILEIN

En fin. Lo bueno de vivir en el Bronx es que siempre hay algo abierto, incluso los domingos, cuando parece que Mallorca ha sufrido un ataque zombie. Quiero aprovechar para dar las gracias desde aquí a Larisa y Elena, dos rusas encantadoras que nos dieron de comer unos bocatas superricos realizados en la cocina de su equívoco (y útil) local...

Y en la gasolinera nos informaron de que no lejos había una panadería que abría las 24 horas y que vendía alcohol saltándose a la torera la legislación vigente (superútil).

Y no teníamos miedo a la zona, porque era de lo más tranquila y además la casa estaba llena de armas mortales (utilísimo).




Así era la decoración: armas mortales y animales muertos.




Una cárcel, carreteras, gasolineras, niños, presos, rusas, puticlubes, armadillos disecados y panaderías. Ha sido un poco como ser Manolito Gafotas.