Es curioso lo que recuerda una. Una de las cosas que más recuerdo de Beca era una extraña "habilidad" que tenía y que traía por la calle de la amargura a su madre. Beca era terrible para comer. Remoloneaba con la comida, comía poquito a poquito y masticaba cada bocado mil veces. Tanto lo masticaba, que cuando quería tragar le había sacado todo el jugo a la comida y se le había quedado hecha una bola estropajosa en la boca. Su madre se pasaba toda la comida diciendo “Beca, traga. Beca, traga el filete. Beca, traga”. Al final Beca acababa tragando con muchos aspavientos o escupiendo la bola seca en una servilleta entre arcadas. Le pasaba con toda la comida, y una de las frases que más oíamos cuando estábamos juntas era “hay que ver esta chiquilla, que hasta se le hacen bola los fideos”.
Pues así estoy yo últimamente, acordándome de Beca, porque tengo un montón de cuestiones rondándome, a las que estoy dando demasiadas vueltas... y se me están haciendo bola.
Normalmente me cuesta manejar los conflictos: no suelo ser capaz de expresar ni bien ni a tiempo las cosas que me disgustan o que me entristecen. Al final suelo acabar con un agobio mortal, con un ataque de ira o con un bajón de ánimo importante. Con la edad y los palos que me he ganado por actuar así de mal, he ido aprendiendo a comunicarme mejor. Sigo aprendiendo poco a poco cómo hablar las cosas malas con calma y a tiempo, aunque aún me cuesta horrores.
Pero últimamente se me están abriendo muchos frentes de agobios... y se me están haciendo bola. A ver cómo la deshago.
Aceite. El aeceite y las ganas son infalibles.
ResponderEliminarÁnimo Misia, seguro que vienen tragos mejores.
Ah, y animaos ya o empezaré a amenazaros!!
Con vino.
ResponderEliminarComo se ha solucionado toda la vida de Dios eso:
ResponderEliminarUn pescozón bien dado por alguien que te quiere para que espabiles.
A trocitos. Así es como conseguía yo terminar con la bola de pequeña; la iba deshaciendo y tragando a poquitos.
ResponderEliminarpalabra de verificacion: ablega. Que debe ser lo contrario a doblega.
El vino no está mal. Que desata la lengua.
ResponderEliminarNo hace falta que seas tan burra como otros (léase, yo misma) pero, nena... dí lo que tengas que decir. Mi madre dice "más vale una vez colorada que ciento amarilla".
Y cuando te pongas como la niña del exorcista... los que valen lo acabarán entendiendo. Y los que no, no lo entenderán, pero entonces sabrás que no tienen que importarte. Qué leches.
Repite conmigo: "mierda pa tós" ;D
Hola Misia. Eso mismo le pasaba a mi hermano. Hacia una bola y después, o la escupia o la tragaba entre arcádas. Mi madre se sentaba con él y pasaban horas y horas en la mesa. Pero, después, él fue aprendiendo a masticar y tragar poquito a poquito. Ahora es un bicharraco enorme que hasta repite. Suerte
ResponderEliminarPues yo estoy igual.Me he roto dos dedos.Uno en cada mano.
ResponderEliminarParezco eduardo manosdehierro.
Inutil total.
Y siento un agobio por cada cosa...Porque claro, me siento totrtalmente dependiente para casi todo.y derepente, la pequeña colina de cosillas que tenía por delante, se me ha convertido en el himalaya....
Por lo menos voy a inentar desquitarme esta noche, que tengo unas entradas fantasticas para "Mamma Mia", que viene a roquetas esta semana.Bien cerquita.
A ver si la Bola se me va soltando un poquillo...
A mí me pasa parecido, así que te comprendo, creo que a veces esto es por un exceso de oportunidades dadas a gente que no se lo merece, y que ni tienen empatía ni saben ponerse en el lugar de otro ni les interesa; cuando no piensan que el otro no es tan listo y espabilado como ellos, que ya aprenderá a golpes.
ResponderEliminarPues mira, gente tan desconsiderada merece tus brotes psicóticos y mucho más, amor con amor se paga, que se queden solos con su ingenio y su picardía para aprovecharse de otros.
Ellos te masticarán a ti sin piedad, así que no dudes en hacerles trocitos, en resumen.
Hoy creo que he tenido el peor día del año desde marzo, que ya es decir. Se ha juntado salir de la cama a disgusto con la carga de trabajo del máster que ya tenía, los últimos días de actitudes de gilipollas que se gastan algunos y lo nuevo que nos han soltado y tener que coordinarme con la gente, lo que ha añadido el emocionante componente social.
ResponderEliminarMe he dejado el esmalte de las muelas de la alegría.
Como dice otro por ahí arriba, no hay más solución que cortarlo en trozos y acometerlo por partes.
Pues voy a pedirte calses de como es eso de ir aprendiendo a hablar sobre lo que te molesta o te disgusta, porque yo soy una matada... y se me hacen bolas pero no las escupo ni aunque me obliguen...
ResponderEliminarTu ahora animo, ya sabes lo que dicen, poco a poco, primero una cosa, luego otra... despacito y con buena letra. Que nada ni nadie pueda contigo!
>Como se ha solucionado toda la vida >de Dios eso:
ResponderEliminar>Un pescozón bien dado por alguien >que te quiere para que espabiles.
Uy, sí. Y la estupidez se cura a patadas en las bolas. Ven, ven que te lo demuestro.
Pero que cortito...
ResponderEliminarMisia, escupe. Yo lo que no puedo tragar lo escupo.
ResponderEliminarAl margen de los filetes duros, a mí me pasa lo mismo: intento ser tan políticamente correcto que hago lo que debo pero muchas veces no es lo que quiero. Y eso, se me hace un algo en el estómago y me siento mal. Y si hago lo que quiero, me siento una perra egoista.
El caso es estar fastidiado.
Pero al final, uno tiene que hacer lo que le haga sentir bien (siempre que no sea metiendo los dedos en los ojos de los demás, que está feo).
Pal, ¡noooo, no hacen falta amenazas, que esto en cinco minutos se me pasa! jejeje.
ResponderEliminarAchab, amén.
Vicent, tengo a mi alrededor a gente que me da algún pescozón metafórico para que reaccione y generalmente me va de perlas (eso sí, como no lo combinen con un mimo después, ¡¡me hunden en la miseria, que soy una pocha para ciertas cosas!! jeje).
A. forever, (cuánto tiempo!). Supongo que sí, el ir poc a poc es lo que acaba solucionando los problemones.. y las bolas.
Gato, repito contigo ;)
Sheriff, gracias ;)
Felisuco, ¡jooo, pobre! cuando me escayolaron la pierna de ingle a tobillo me quería morir ¡y eso que me limitaba menos! supongo que has tenido que armarte de muuucha paciencia. Espero que disfrutaras del espectáculo (¡yo no lo vi!).
Xisca, sí, pero menos mal que mis brotes psicóticos no son demasiado frecuentes porque en esas ocasiones me las traigo... y ni siquiera me desahogan, porque después me siento yo peor que cualquier otra persona a la que haya afectado el ramalazo de cabreo.
Illuminatus, ánimo, guapetón. Que son un montón de cosas pero por lo que puedo intuir, tú puedes con eso y más. Y te remito al mantra de Gato, jeje.
Nena, ¡y qué mal se vive siendo así! envidio mil a la gente que es capaz de ser asertiva y tratar con equilibrio los problemas. Cuesta tanto...
Jónatan, supongo que se refiere a los pescozones metafóricos, y desde luego esos a mí no me vienen mal de vez en cuando: tener a alguien que me diga que estoy metiendo la zarpa (de forma constructiva) me ayuda a no perder perspectiva, porque con el agobio yo me paralizo y tiendo a no ver tres en un burro.
Perli, absolutamente de acuerdo contigo. Ahora me falta aplicarlo mejor.
Animo Misia, unas veces se hace bola y otras empacha. La vida llega a veces con diferentes condimentos. Habrá que aprender a cocinarla a nuestro gusto. ;)
ResponderEliminarCogiendo trocitos y masticandolos poco a poco. Abrir varios frentes e ir acabando con ellos despacito y con buena letra.
ResponderEliminar¡Ánimo!
Fdo: otra experta en comerse la cabeza y no decir las cosas como es debido, y sentirse mal por no ser capaz de decirlas, y en volver a comerse la cabeza, y...
Pues ya te lo han dicho muchos, pero poco a poco es la única manera.
ResponderEliminarEmpieza por uno, pasa a otro y así en cuanto te quieras dar cuenta los tienes todos solucionados (hasta parece fácil y todo, pero no lo es ni mucho menos,jeje).
Un abrazo enorme!!