Esta historia es un poco larga, intentaré resumirla lo mejor posible. Conocí a la futura chunga (a la que llamaremos C, de chunga) hace ya unos años, estando yo en la universidad. Era la mejor amiga de un amigo de clase y desde el primer momento me llamó la atención. Poco a poco me fui colgando por ella, a pesar que de entrada sabía que ella era hetero (o eso creíamos todos) y acabé enamorada de ella de una forma bastante patética y más pública de lo que me hubiera gustado, pero, sin embargo, llegamos a ser amigas. Recuerdo esas noches de verano en que nos quedabamos en su casa hasta las tantas, compartiendo confidencias y viendo películas tumbadas en su cama. La palabra frustación existe para definir esos momentos en los que físicamente sólo unos centímetros me separaban de ella y todo contacto estaba vedado.
Convencida de que no se le puede pedir peras al olmo, y dado que C seguía empeñada en su heterosexualidad, yo opté por buscar otras mujeres que sí que estuvieran interesadas en mí, (que tampoco se trataba de torturarme gratuitamente) así que junto con dos amigos nos dedicamos a quemar los fines de semana en bares de ambiente, donde yo de cuando en cuando ligaba (más bien poco). Se podría decir que hasta este punto la chunga soy yo por liarme con otras por despecho, pero, en realidad, el verdadero despecho llegó cuando después de meses de tonteo, supuestamente inocente, C se lió con otra tía (a la que llamaremos O, de otra, y que además tenía una novia a la que todos conocíamos).
Chunguería número 1: Venir a bailar "Devuelveme la vida" (de David Bustamante) conmigo 30 segundos después de haberse liado con O y dejarme el calentón como premio de consolación.
Eso sí que me impulsó a poner mujeres y tierra de por medio, porque no podía soportar verlas juntas. Tanta tierra quise poner por medio, que me fuí de Erasmus un año.
Chunguería número 2: Darme un morreo de despedida horas antes de irme, en el portón de mi casa, a sabiendas de que yo no había salido del armario con mis padres.
El año pasó entre cervezas y alguna que otra irlandesa, y justo después de volver conocí a la que hoy sigue siendo mi pareja, a la que llamaremos N (de novia). Feliz como estaba lo compartí con mis amigos, incluida C.
Chunguería número 3: Mirar mal a N al minuto de conocerla y sin haber cruzado palabra con ella. (¿Estamos ante un típico caso del perro del hortelano?)
Ese momento fue el principio del fín. Al principio pensé que N exageraba un poco por celos. Yo seguía quedando con C porque aún la consideraba mi amiga, y dejaba a claro a N que sus celos eran infundados, (que lo eran)...
Chunguería número 4: Venir a saludarme y quedarse a escasos centímetros de mi cara...como si fuera a besarme, o ponerme la mano en el muslo cuando estabamos cenando todos por ahí, siempre asegurándose de que N estuviera para verlo.
A todas estas, ella se echó novia (que por cierto era lo opuesto de O) y empezó a distanciarse del grupo, además yo cada vez veía las cosas más claras, y empezaban a mosquearme sus salidas de tono, hasta que un día de esto pasó esto:
Chunguería número 5: Tomarse la libertad de tocarme el culo, mientras estoy besándome con N en un bar.
Después de eso, la siguiente vez que la ví, la llevé aparte para hablar y llamarle la atención por lo que había hecho, primero lo negó, después le quitó importancia y después dijo que no lo volvería hacer, aunque en realidad, lo que no volvió a hacer fue saludarme.
Para rematar esta historia, en mi ciudad no hay muchos bares de chicas, así que todos los fines de semana que salgo nos cruzamos, y por supuesto no nos hablamos, pero de vez en cuando...
Chunguería número 6: Hacerle muecas burlonas a N cuando se cruzan en el bar.
Vamos, que nunca llegué a salir con ella, pero creo que reune requisitos para ser considerada una chunga de libro.
viernes, julio 02, 2010
Las chungas de nuestra vida: la perra del hortelano
Hoy publicamos nueva historia de los chungos de nuestra vida. En esta ocasión es chunga-perra (del hortelano) y viene de la mano de nuestra querida Corkiana.
Ya me lo decía mi abuela: las mujeres son un peligro, cuanto más lejos de ellas, mejor.
ResponderEliminar¡Malas todas, malísimas!
En vez de C podía haber sido T, de Tocapelotas. Mira que nos quejamos de lso hombres, que no saben lo que quieren, pero a mi me da que es general para el ser humano. Chungos hay en todas las razas y sexos, esta claro.
ResponderEliminarJoder, chunguisima total. Estas cosas me dejan tan descolocada!! Porque...qué ganan haciendo estas cosas??? Gente mala! Me encierro en mi habitaacion!!!
ResponderEliminarEstá claro que es un caso típico de "perra del hortelano". Qué chunga, por Díos!
ResponderEliminarY pobre N, tener que aguantar sus caretos...
Alguien debería profundizar en los daños colaterales de los chung@s..
Esta va mas allá de chunga, lo que está es de la olla. Tiene un claro problema de afán de protagonismo, mientras estabas colada por ella era el centro de atención, y cuando dejaste de estarlo hizo de todo para seguir siendolo. De buena te libraste, doña C no será feliz en su vida.
ResponderEliminarCuando la veais en los bares recoradad el dicho, no hay mayor desprecio que no hacer aprecio , y que se vaya con sus ganas de llamar la atención a dónde la aguanten, mala persona.
Vaya mierda de historia.
ResponderEliminarC no me cae muy bien, la verdad jaja esto de tocar culos a medio beso cervecero no me va.
ResponderEliminarpor cierto, la entrada anterior, sepas que te entiendo perfectamente. estoy en tu misma situación, y esto me ha echo reírme a carcajadas.
ResponderEliminarte sigo!
Estoy con C, que chungo es encontrarse con alguien que no sabe lo que quiere (excepto ser el centro de atención) y arrastra a todo el mundo con el/ella. Bien hiciste desaciendote de ella
ResponderEliminarEstoy con Coderlia, que me he liado, C mala, mala
ResponderEliminarMira que nos quejamos de lso hombres, que no saben lo que quieren,
ResponderEliminarLOL. XD
Pues si, era una chunga de las de tipo vampiro emocional o, utilizando una expresión más vulgar en inglés, una attention whore. Una de esas personas que necesitan ser el centro de atención de todos y para las que las demás personas sólo son un medio para inflar su ego.
Propongo un nuevo grupo de Facebook: "Abajo los perros/as del hortelano". Son lo peorrrrrr!!!!!!!!!
ResponderEliminarCon los años me he dado cuenta que gané en cuanto desapareció de mi vida, pero qué mal me lo hizo pasar la jodida.
ResponderEliminar¡Por cierto chicas, gracias por publicar la historia!
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