"En estos viajes, las ruinas son secundarias, habrá que pensar en los hombres y las mujeres,
más didácticos y más vivos que las piedras,
en los mercados, los campos de deporte, los juzgados, los cines, las tascas perdidas y hasta los cementerios.
La verdad y la vida no se encuentran en las tiendas para turistas".
Manu Leguineche, La Tierra de Oz.
más didácticos y más vivos que las piedras,
en los mercados, los campos de deporte, los juzgados, los cines, las tascas perdidas y hasta los cementerios.
La verdad y la vida no se encuentran en las tiendas para turistas".
Manu Leguineche, La Tierra de Oz.
Me gusta hablar con la gente cuando viajo. Es mi forma de trascender, de ir más allá, de encontrar la verdad y la vida. Porque no todo el mundo va con agenda, como Eduardo.
En una mezquita pequeña y preciosa conocimos a León, un turco que se gana la vida vendiendo pieles a los rusos. Tiene varias tiendas y a la más grande le ha puesto el nombre de su suegra: Pilar Cavero. León está casado con una española, a la que conoció cuando era azafata de Iberia. Él tenía varias "novias" por aquel entonces, pero a los dos días de conocer a Pilar, le dijo: "Me voy a casar contigo". Habla de la familia de su mujer con un cariño tremendo, ahora su suegro está enfermo y él va a venir el mes que viene a España a verle.
León y su mujer tienen dos hijos, a los que han enseñado las dos religiones para que luego decidan ellos. No sé qué tal funcionará eso de elegir, yo creo que la fe se hereda: te la trasmiten de pequeñito y si "prende" se queda ahí para siempre. El tema es complicado. Huseyin tiene 26 años, una licenciatura en Económicas, un MBA en dirección de empresas, un estilo de baile espantoso y unos cuantos amigos en "parejas mixtas" que están intentando hacerlo así. El riesgo, dice, es la sensación de no pertenencia, porque en Turquía la religión marca la estructura de la sociedad.
Y, como la moral sexual, perjudica a las mujeres. Si Huseyin se casara con una chica cristiana, sus padres protestarían un poco pero acabarían por aceptarlo. Si alguna de sus hermanas quisiera casarse con un no musulmán, el lío sería mayúsculo y de muy mala solución. "Las mujeres lo tienen más difícil para ser felices".
Si a la hija de Hayid se le ocurriera enamorarse de un hombre que no fuera turco su padre la repudiaría... a pesar de que él se casó con una protestante. La conoció en Alemania, mientras estudiaba con una becaza del estado turco. Hayid es un antiguo profesor de la Universidad de Estambul que desde que se retiró trabaja de guía en el Palacio Topkapi. Su inglés es impecable, y su alemán aún mejor. Su hija vive allí ahora, y no le tiembla la voz al decirlo: "La repudiaría. Tiene que casarse con un turco. O, al menos, con un musulmán".
Para Hayid su religion es lo más importante: "Sin fe no se puede vivir". Me da cierta envidia, lo tiene tan claro que no duda. La religión le traza el camino y él lo sigue. Yo, que no sé lo que es tener una fe así, dudo todo el tiempo. León también tiene fe. Reza cinco veces al día, pero da a sus hijos la libertad para creer en cosas distintas a las que cree él. Huseyin es "muslim, but not supermuslim", así que no tiene conflictos si el canto del muacín entra por su ventana a las cinco de la mañana y le pilla frinkando.
Aunque la vida era más sencilla de pequeño, cuando se levantaba sólo para jugar al fútbol, iba al colegio para poder jugar al fútbol en el recreo, quedaba con los amigos para jugar al fútbol. Cuando todo era fútbol.
En una mezquita pequeña y preciosa conocimos a León, un turco que se gana la vida vendiendo pieles a los rusos. Tiene varias tiendas y a la más grande le ha puesto el nombre de su suegra: Pilar Cavero. León está casado con una española, a la que conoció cuando era azafata de Iberia. Él tenía varias "novias" por aquel entonces, pero a los dos días de conocer a Pilar, le dijo: "Me voy a casar contigo". Habla de la familia de su mujer con un cariño tremendo, ahora su suegro está enfermo y él va a venir el mes que viene a España a verle.
León y su mujer tienen dos hijos, a los que han enseñado las dos religiones para que luego decidan ellos. No sé qué tal funcionará eso de elegir, yo creo que la fe se hereda: te la trasmiten de pequeñito y si "prende" se queda ahí para siempre. El tema es complicado. Huseyin tiene 26 años, una licenciatura en Económicas, un MBA en dirección de empresas, un estilo de baile espantoso y unos cuantos amigos en "parejas mixtas" que están intentando hacerlo así. El riesgo, dice, es la sensación de no pertenencia, porque en Turquía la religión marca la estructura de la sociedad.
Y, como la moral sexual, perjudica a las mujeres. Si Huseyin se casara con una chica cristiana, sus padres protestarían un poco pero acabarían por aceptarlo. Si alguna de sus hermanas quisiera casarse con un no musulmán, el lío sería mayúsculo y de muy mala solución. "Las mujeres lo tienen más difícil para ser felices".
Si a la hija de Hayid se le ocurriera enamorarse de un hombre que no fuera turco su padre la repudiaría... a pesar de que él se casó con una protestante. La conoció en Alemania, mientras estudiaba con una becaza del estado turco. Hayid es un antiguo profesor de la Universidad de Estambul que desde que se retiró trabaja de guía en el Palacio Topkapi. Su inglés es impecable, y su alemán aún mejor. Su hija vive allí ahora, y no le tiembla la voz al decirlo: "La repudiaría. Tiene que casarse con un turco. O, al menos, con un musulmán".
Para Hayid su religion es lo más importante: "Sin fe no se puede vivir". Me da cierta envidia, lo tiene tan claro que no duda. La religión le traza el camino y él lo sigue. Yo, que no sé lo que es tener una fe así, dudo todo el tiempo. León también tiene fe. Reza cinco veces al día, pero da a sus hijos la libertad para creer en cosas distintas a las que cree él. Huseyin es "muslim, but not supermuslim", así que no tiene conflictos si el canto del muacín entra por su ventana a las cinco de la mañana y le pilla frinkando.
Aunque la vida era más sencilla de pequeño, cuando se levantaba sólo para jugar al fútbol, iba al colegio para poder jugar al fútbol en el recreo, quedaba con los amigos para jugar al fútbol. Cuando todo era fútbol.
si... la vida sería un coñazo si todo estuviese claro y no hubiese dudas...
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarNo sé yo decirte si envidio o no eso de tenerlo todo taaaan claro. Es verdad que te quitas muchos calentamientos de cabeza, pero también te metes en cada fregado innecesario... Si Hayid no tuviera las cosas TAN claras, no se pelearía con su hija caso de casarse ella con un no musulmán. Por ejemplo.
ResponderEliminarEn fin, que no sé. Lo que ganas por un lado lo pierdes por otro. Sí es verdad que si tienes suerte y la realidad se va ajustando a lo que tú crees eres más feliz que de la otra manera, pero se corren tantos riesgos...
PS: Vaya cutrez de comentario después de Nelson, pero es que no todos sabemos escribir bien a estas horas de la madrugada.
Los dioses no existen srta. Be... afortunadamente.
ResponderEliminarNo obstante, hay una cosa de la que no debería usted dudar: Hayid es, como mínimo, un cobarde. Punto.
i.boy, las dudas son la chispa de la vida. Y además te permiten que tus errores sean sólo tuyos, no de quien quiera que escribió tal o cual libro santo.
ResponderEliminarQuerido Nelson, tienes un email. Estoy en Madrid y empiezo a trabajar el miércoles, estoy que muerrrrrrrrrdo. Oye, ¿quieres que borre tu comment para que no aparezca tu dirección?
Zor, de cutre nada. No creo que Hayid sea más feliz, creo que es más duro, y por tanto ni me planteo la posibilidad de poder yo ser así. Creo que ni siquiera se pelearía con ella: haría como si se hubiera muerto y a otra cosa mariposa.
Mr.Jones, el post no habla de dioses, habla de religiones, que sí que existen y son muy poderosas. Puede que Hayid sea un cobarde. ¿Nno sirve para eso la religión, para que la muerte, la vida, los peligros, den menos miedo?
Muy al contrario, la religión sirve para que todas esas cosas que ud. menciona nos den mucho miedo, tanto como para que tengamos que recurrir a un Ser Supremo para "librarnos de todo mal".
ResponderEliminarHayid es un cobarde, y lo que él tiene se llama miedo: miedo de los extranjeros, miedo de su hija, miedo de la opinión de sus vecinos, amigos, parientes y jefes, miedo de que Alá le fulmine, miedo de...
Ser religioso y ser "temeroso de Dios" son términos equivalentes. Así está escrito en la Biblia, sin ir más lejos.
Be, en realidad no es más duro. Cambias unos conflictos por otros. Si tú tienes una mentalidad más o menos abierta, si eres consciente de la relatividad de los valores, si estás dispuesto a aceptar que tal vez lo que has creido durante treinta, cuarenta, cincuenta años es falso... está claro que lo pasarás mal a veces. Sobre todo, cuando te equivoques.
ResponderEliminarEn cambio, si te agarras a una verdad absoluta, si trazas una línea de fuego celestial que separa eternamente lo correcto de lo que no lo es, y te mantienes siempre en tu lado... entonces te habrás librado por completo de la culpa. Sabrás que TODO lo malo que te pase, incluso tener que renunciar a una hija, será culpa de los demás, que no han hecho lo correcto. Será duro, será una putada en ocasiones... pero NO será culpa tuya. Tú has hecho lo que debías, las cosas van mal porque los demás no cumplen con su papel.
En ese sentido, no creo que la postura de Hayid sea más dura. En cierto sentido, está renunciando a su libertad (de pensamiento) por seguridad (de que la culpa no le atormentará nunca). No quiero ser cursi y citar a Ben Franklin (¿era él, no?) sobre lo que merece la gente que renuncia a la libertad por seguridad. Pero así es como yo lo veo, realmente.
Me ha gustado mucho el profundo respeto hacia otras creencias, otras culturas y, en definitiva, hacia otras personas que se puede ver en la entrada. Me ha recordado lo que me enseñó una buena amiga sobre las palabras "respeto" y "tolerancia". En el fondo "tolerancia" sin "respeto" suena a "arrogancia". Suena a que se toleran medicamentos, venenos y otros males, pero que, a las personas y a sus creencias hay que respetarlas.
ResponderEliminarAhora bien, dicho esto, tengo que reconocer que yo personalmente tengo enormes problemas con el profundo machismo que existe en muchos aspectos del mundo islámico; y creo que las mujeres del mundo islámico necesitan profundos cambios a ese respecto. Y no es que el resto de culturas (y en particular la mía) este libre de pecado como para andar tirando piedras, pero hechos como la repudia a mujeres que emparejan con no musulmanes que se lee en el texto de Be, o la ablación de clítoris o la lapidación de adúlteras me parecen realidades tan profundamente injustas que me parecen merecedoras de grandes revoluciones sociales.
Muy bien, Be. Me parece lo más sensato...
ResponderEliminarNo veo tan claro lo de la culpa, por lo menos en lo que respecta al sector Católico del asunto: eso de que Cristo murió por nuestros (?) pecados y todo ese rollo.
ResponderEliminarRecuerdo haber leído hace tiempo, cuando lo descubrí por una página de humor, una buena ristra de las tiras que publicaba Jack Chick (miradlo en la wikipedia, no tiene desperdicio) y me alienó completamente durante unas cuantas horas. Luego la razón volvió a estar presente en mí y se me pasó pero la virulencia obsesiva con que reiteraba la Condenación Eterna de aquellos que no tenían fe me llegó a poner los pelos de punta.
En ese aspecto, como soy un maldito materialista, me parece que ya bastante marrón hay con lo que tenemos como para darle vueltas a algo que ni siquiera es probable que exista.
Ojalá fueran la mayoría de musulmanes como Huseyin, tolerantes y abiertos al resto del mundo.
ResponderEliminarLas cosas nos irían mejor a todos.
Hola Be, me presento aquí por vez primera, creo:
ResponderEliminarTe diré que a mi la actitud de Hayid me resulta inaceptable, es como retrotraernos a la España de 1936. La fé no me sirve para marcar ese tipo de inhumanas barreras, como las que Hayid establece para su hija. Y por supuesto no envidio para nada la posesión de ese tipo de fe del carbonero. Justifica tantas barrabasadas.... y los Turcos tienen un muestrario muy amplio a sus espaldas solo en los últimos 100 años.
Mr Jones, es como lo del huevo y la gallina: yo creo que esas cosas daban miedo y por eso el hombre inventó la religión. Por cierto que tiendo a verla poniendo en la foto a mis abuelos, dos de las personas más buenas del mundo (que no creo que lo sean por temor de Dios, sino porque les sale así). En cuanto a Hayid, sí, es muy posible que sea un cobarde. Yo no me lo había planteado de ese modo y él seguro que nunca lo hará.
ResponderEliminarZor, me ha encantado tu comment. Mucho.
Erik D'Lan, aunque en Turquía no creo que se den casos tan extremos como los que citas, sí que me contaron que en algunas zonas (remotas) se sigue practicando la poligamia a pesar de estar prohibida por la ley. También me explicaron que eso va contra lo que dice el Corán, que establece que lo mejor es casarse con una sola, pero que si se hace con más hay que tratarlas a todas igual... algo imposible si la ley sólo reconoce a la primera.
Sobre el machismo, sí. Me sorprendió que las mujeres que he tratado fueran más duras (menos "tolerantes") que los hombres. De ellos, algunos son conscientes de lo injusto de la situación y otros, en general los más viejos, no. Así no le veo fácil solución, porque en Occidente hubo una revolución, con sus activistas y sus víctimas, y no sé si en el mundo islámico existe ese germen social.
Illuminatus, yo pequeña tenía el don de la fe, ahora no lo tengo casi nunca y el resto del tiempo paso de pensarlo. Antes era más fácil.
Vicent, pues sí. Para él no te creas que lo es del todo...
Euclides, pues bienvenido y quédate a dormir cuando quieras. Ese aspecto de su fe tampoco lo envidio yo, al contrario me parece que tiene que hacer sufrir mucho, a los que son como Hayid y a los que les rodean.
Nelson ;)