jueves, noviembre 04, 2010

Una cosa nueva que hacer en el ascensor

(en referencia a este jurásico post)

"Ya sé que tengo que volver a escribir, pero es que creo que lo de los ascensores es una tontería." "No hay temas tontos, sólo posts mal escrito. Es como con la peli de Facebook: esa gente hubiera podido hacer un peliculón aunque fuera sobre la salsa boloñesa." "¿Estás diciendo que soy el Aaron Sorkin de los blogs?" "Mmmsip. ¿Cuánto lleva Aaron Sorkin sin hacer una serie?" (Gracias a Efe por el empujoncito)

Me dispongo a hacer un experimento. Consiste en hacer una cosa repetidas veces durante una semana, anotar los resultados y, pasado ese tiempo, extraer conclusiones. Pero empecemos por el principio.

Trabajar en la tele tiene cosas buenas y cosas malas. Una que se puede meter en ambos grupos es el apartado chapa y pintura. Yo llego con la cara lavada y el pelo aún mojado de la ducha, me siento 20 minutos (algunas tardan más, pero yo no suelo disponer de mucho tiempo) y salgo maqueadísima, con los ojos mejor pintados que en toda mi vida junta y pelazo. Son los 20 minutos relajantes del día. ¿La parte mala? Que ese maquillaje es espeso y pesado, que desmaquillarse de eso practicamente requiere decapante y que no se puede prescindir de él si no se quiere parecer la prima pálida de Miércoles Adams.

Así que por las tardes voy maquillada. Y he adquirido la costumbre chunga de, cada vez que me cruzo con un espejo, mirarme y comprobar que todo sigue en su sitio (1).

Vamos, que si te cruzas conmigo en una de las 300 veces que me toca ir de la redacción al plató, del plató a documentación o de documentación a la máquina del café, unas 200 me pillarás haciendo esto...
(si hay un espejo, claro)
...como una chica del telecupón cualquiera.

¿Y esto qué tiene que ver con los ascensores? Pues que la redacción está en la planta 10, el plató en la 1, la cocina en la 9, los montadores en la 0... y para ir de un piso a otro los ascensores son mi medio de transporte preferido.

Tenemos cuatro: tres chupis, llenos de espejos... y uno de batalla, con suelo metálico a lo Mad Max. Antiguamente ése se usaba de montacargas y funcionaba con llave, que sólo tenían las señoras de la limpieza y los de mantenimiento. Vistos los atascos que se organizaban (son 10 plantas de oficinas y a ratos aquello parecía el nudo de Manoteras) decidieron pasar de llaves. Ahora, si cuando vienen mi Josep Antoni, Mariano Rajoy o Rodrigo Rato les toca el montacargas, suben y bajan en montacargas.

Y a veces les toca. Por probabilidades, una de cada cuatro.

A mí me toca más. Si cada día subo y bajo en ascensor 10 veces, 6 o 7 son en el que no tiene espejo. O esa impresión me da. Y no mola.

Mi hipótesis es que hay unos malvados gnomos que me boicotean enviando tres de cada cuatro veces el ascensor sin espejo. Voy a estar siete días con la minimoleskine rosa en el bolsillo, contando y apuntando para comprobar hasta qué punto machaco las estadísticas. La semana que viene os cuento si el experimento confirma mis teorías.

(1) El momento barbie periodista ha sido necesario para que vuelva a postear. A ver si la próxima me sale algo menos superficial y escribo, no sé, de sexo o algo.

15 comentarios:

  1. Anónimo9:36 a. m.

    De sexo no superficial?

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  2. Lo primero de todo... No me puedo creer que después de los más de 3 años que hace que abandoné la blogsfera, os haya vuelto a encontrar... ¡¡Y sigáis en activo!!

    Debido a esto, cualquier post, sea de la índole que sea, sería bien acogido por mis ojitos, que en estos momentos parecen los de Candy Candy. En cualquier otro momento, creo que sería algo más crítico con el tema elegido, jeje...

    Pero no adelantemos acontecimientos y esperaré a ver los resultados de esta estadística...

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  3. El momento espejo es universal. Yo lo hago, mi perra lo hace. De hecho la mamona entra en tiendas para mirarse en espejos o se queda parada minutos enteros mirándose en los escaparates.
    Está claro que tiene que ser un instinto primario.

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  4. ¡¡Bien!! Post nuevo :)

    Lo de los espejos es universal. Yo recuerdo que con 13 años, volvía de un curso de verano caminando por la calle y me miré en el reflejo en el cristal de un coche... Con tal mala pata que mi hermano me vio desde la acera de enfrente y no paró de meterse conmigo durante dos semanas. Ahora me miro menos, todo hay que decirlo.

    Y sobre la estadística, dile a Efe que te haga un monito para ilustrarlo :P

    PD: Sí eres el Sorkin de los blogs! :)

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  5. ¿Y eso es una noticia para ellos?...ya me los imagino poniendo "exclusiva: Doña Letizia se toma un café con tosta de tomate".

    Aparte de eso, y por ser una tres pelos, me despeino todo el tiempo, así que me peino frente a cualquier superficie reflectante que encuentre, el reportaje sería más divertido si saliera guiñando frente a un escaparate medio sucio.

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  6. Vicent, de sexo en profundidad ;)

    Juanan, pues yo llevaba un tiempo sin, la verdad. Misia es más constante. Welcome back, qué bien tenerle de vuelta.

    Cattz, es que Eme es muy guay!

    Inés, al menos era un coche. Yo me miro disimuladamente en los escaparates... y veces no cuela. En plan que por qué miro tan interesada una tienda de prótesis. O de grifos. O de fajas de abuela...

    Xisca, pero mira, te tienen commentando eso ¡en lugar del cutre post que me he marcado!

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  7. Yo ya te dije que me gustaba más la teoría narcisista-conspiranoica: las demás chicas (y buena parte de los chicos) de tu edificio pasan del montacargas y prefieren esperar a coger uno de los ascensores buenos. Tú y los demás pardillos con prisas os abalanzáis sobre lo primero que llega, y claro, os sale el montacargas más veces porque está más veces vacío.

    Y si no, entonces son los gnomos, obviamente.

    ¡De esto hay que hacer un excel con los datos y una grafiquita...!

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  8. Jo,cómo me pica la curiosidad cada vez que cuentas del curro xD. Voy a ver el otro post.

    Tampoco puedo evitar mirarme en los espejos cuando voy arregladita. Qué se yo, será la falta de costumbre xD. Los demás nos ven todo el día, pero te has fijado lo poco que nos miramos comparado con eso? xD

    Muáa!

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  9. Lo de los espejos es claramente un instinto primario. Yo siempre que paso por uno miro para otro lado, porque sé perfectamente que no me va a gustar lo que voy a ver.

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  10. ¡Efe! ¡Qué bien que te ofrezcas! Fenomenal, si quieres te voy pasando los datos día a día. Que por cierto ya con el imputo de hoy el experimento se ha ido a la kk: sólo he subido en montacargas una vez (de 9).

    Biónica, ¡¡por eso!! Que los gnomos me escamoteen las oportunidades de mirarme en el ascensor da una rabia...

    Zor, ¡anda lo que dices! ¡Que van a pensar las niñas que eres un troll!

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  11. (No uno de Internet, ¡uno de los de David el Gnomo!)

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  12. Bueno, a tanto no llego. Ellos tienen más pelo que yo. En cuanto a gordo... bueno, así así ha estado la cosa :p

    De todas formas, con las niñas que pasen por aquí tampoco tendría nada que hacer, así da un poco igual xD.

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  13. Como vas a apuntarlo la frecuencia del ascensor chungo disminuirá. En cuanto saques el cuadernillo del bolso volverá a subir...

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  14. Ten en cuenta que la ley de probabilidades se ve modificada por la ley de Murphy y sus diversos corolarios. En este caso particular, deberías incluir en el cómputo:
    1)la complicación del maquillaje y arreglo del pelo que lleves;
    2)que se te haya ido a hacer puñetas cualquiera de las dos cosas;
    3)que se te haya quedado algo de la comida entre los dientes visibles (sobre todo si eres de las personas que al sonreír enseña los dientes; soy una de esas personas que no sabe/puede ni le gusta);
    y 4)lo que dependas de esos arreglos de forma inmediata.

    Conclusión: la ley de probabilidades es una zorra.

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  15. acabas de perder el copyright de esa frase maravillosa debajo de esa foto: como una chica del telecupón cualquiera...
    te lo acabo de robar...
    besossss
    me das unas horas el lunes???? me voy yaaaaaaaaaaaaa

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