jueves, febrero 10, 2011

Nivel dos de ahogamiento

Últimamente tengo la espalda pochapochísima. De vez en cuando me duelen la lumbares cosa mala, lo que hace que me mueva como una tortuga artítrica. Con las vacaciones de Navidades aparqué el baile y al cabo de unos días mi espalda se fue arrugando y tuve un par de momentos de levantarme y quedarme encasquillada en un ángulo de sesenta grados. Parece que tengo que hacer más ejercicio para fortalecer la espalda, así que decidí retomar la natación. Sé nadar, pero para coger el ritmo y obligarme un poco, preferí ir a clases.

Fui a hacer la prueba de nivel hace unas semanas a la piscina:

- Haz tres largos: uno a crol, otro a braza y el último a espalda.

Tres largos después...

- Emm, bueno, nadas bien, te voy a poner en el nivel alto, pero la verdad es que te falla un poco la respiración.

¿Que me fallaba un poco la respiración? ¿UN POCO? el chico fue muy diplomático, porque casi me ahogo después de los tres largos. Y no por no saber nadar, sino por mi deplorable estado de forma y mi lamentable capacidad pulmonar.

Así que con estos antecedentes fui a la primera clase un poco acogotada. Me imaginaba hordas de nadadores expertos pasándome por la calle a toda velocidad y mirándome mal por ser tremendamente lenta. Con todos estos pensamientos de agobio en la cabeza llegué al sitio de la pisci donde era mi clase.

Decir que había un montón de gente sería inexacto. No había mucha gente esperando. ¿Un par? no. Más bien, nadie esperando. Porque, como más tarde averigüé, la clase es muy pequeña: Soy yo. Bueno, y el monitor. El monitor y yo.

El chaval me tuvo cuarenta y cinco minutos nadando sin parar. “Claro, como estás sola no tienes descanso... ¿no te iría bien otra hora, para que estés menos solita y sea menos aburrido?” me preguntó, con voz melosa. Luego me di cuenta de que su horario laboral acaba cuando mi clase termina... y si estoy yo ahí no puede escaparse un ratillo antes. Pero para fastidio del pobre monitor, ese es el único horario que me va realmente bien, así que le tengo ahí, hastiado dándome clase a mí sola. A mí no me importa demasiado lo de estar sola y, en contra de todos los pronósticos, aún no me he ahogado en mitad de la piscina, hundida por el peso de mi propia cabeza. Pero creo que el monitor va a vengarse de mí, porque al acabar la primera clase: me dijo:

- He pensado que un día a la semana te voy a poner a hacer abdominales. Y sentadillas. Y...

Eso sí, que quede constancia de que estoy aprendiendo mucho. Estoy aprendiendo exactamente cómo colocar los brazos en crol y cosas así. Y, bueno, la enseñanza más importante: la importancia del color. Me explico. Estaba yo nadando mi primer largo a espaldas y oí así como distorsionado y a lo lejos “nooooOOOOOOUUUUUUuu”. No lo relacioné conmigo y dos segundos después oí “plonc”. Eso sí que no lo oí distorsionado ni a lo lejos. Lo oí bien alto y clarito, exactamente a la vez que mi cabeza impactaba contra el bordillo y hacía un daño que te cag*s. Así que la primera enseñanza útil de mi monitor fue “¿ves los colores de las cosas estas que separan las calles? Mira de reojo y si las ves de color rojo, PARA”.

Anda, si resulta que lo de los colorines tiene razón de ser y no es sólo para hacer bonito.

14 comentarios:

  1. Ays, y yo que me sé lo interesante que viene después...

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  2. Tienes una doble en Mula (Murcia). Con la diferencia de que yo tengo monitora y la corchera se vuelve azul al llegar al bordillo.

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  3. ohhh..otra que ha caído en las redes de la piscina. YO tuve una temporada de ir a clase..y se aprende mucho. Al final te enviciarás, te lo digo yo.

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  4. Anónimo10:36 a. m.

    jajajaja
    acabas de confirmar mi teoría de que el deporte duele :D
    Suerte con tus clases!! :p

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  5. Anónimo11:37 a. m.

    jajajaja! A mi no me sirven de mucho las bandas separadoras con colores, nado con tubo y mi técnica es contar brazadas; por tanto el primer largo siempre es de tanteo...

    Yo hace un par de semanas que me he vuelto a incorporar a la natación, y quisiera volver a hacer curso, más que nada por las cervicales... pero a las 21'00 hrs, que es el único ratito libre que tengo, ya no hay clases ni ná! suerte tengo de haber encontrado piscina!

    Besitos desde PMI!

    Fdo: Quelitas

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  6. Yo no nado de espaldas por evitar el momento bochornoso de pegarme un cabezazo... gracias Misia por dar al mundo este conocimiento xD

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  7. Yo siempre tomaba como referencia la escalera, en el momento de verla frenazo en seco o me la pego. Y si esa foto es de tu piscina también tenéis unas banderillas para verlas cuando vas de espaldas, eso sí que mola!
    Cuando me apunté a la piscina me hicieron la misma prueba que a ti, y básicamente la hice igual, nado bien pero no tenía nada de fondo, así que con tres largos estaba agotada. Y me pusieron con el grupo más bajo, así que al mes ya me aburría como una ostra, porque tenía que esperar siglos a que las jubiladas que nadaban croll con la cabeza de fuera acabaran un largo. Lo siento por tu monitor, pero yo no me cambiaría a otro grupo ni loca, toda la calle para ti es un lujazo!

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  8. Pues otra referencia son las banderitas que cuelgan del techo, es lo más fácil si nadas de espalda porque así no has de fijarte en los lados.

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  9. jajaja, nunca habría pensado que los colores de las cosas esas que separan las calles servían para algo... nunca te acostarás sin saber una cosa más! XDDDDDDDDDD

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  10. ¡Te juro por lo más sagrado (mi gata y poco más) que también pensaba que los distintos colores eran para hacer bonito!

    Y llevo yendo a piscinas desde que era crío. Bueno, parece que no lo he dejado nunca, en concreto desde que era crío hasta los 17 ó así. Pero aún sigo viéndolas cuando paso por al lado.

    Salud y tal.

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  11. Supongo que ya no te duele la espalda.
    Ahora el problema es la cabeza, claro.
    Oughs.

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  12. Illu, :P

    Meg, jaja, espero que lo lleves mejor que yo con mis ahogamientos momentáneos.

    Molinos, ya estoy enviciada. El monitor no para de gritarme "¡las rodillas!". Aún no tengo claro qué quiere decirme (¿doblar, estirar, sacar?).

    Bolboreta, duele y marea.

    Quelitas, ya he leído por ahí lo de tu mp3. Ya me contarás qué tal.

    Biónica, mi monitor, que es un sabio.

    Cordelia, yo estoy encantada. Da un poco de corte, pero mejor que me den caña a aburrirme.

    Mila, ¡en mi pisci no hay banderitas!

    Speedy, lo mismo pensé yo.

    Ex-seminarista ye-ye, compartimos amor de gata.

    Juanra, jajajaja.

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  13. De cambiar de grupo nada...dentro de poco el que sobrará será tu monitor..si tiene prisa q se pire y te deje en paz..Tampoco sabía lo del código de color de las boyas..En mi pisci me mi referencia son las cristaleras del techo aunque de espaldas de vez en cuando me arreo un golpe en el dorso de la mano que duele montonazo..Mi amigo Rafa me trajo hasta aquí pero os visitaré + a menudo..

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  14. Dari, jo, lo de la mano fastidia un montón. Bienvenida y quédate a dormir cuando quieras.

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