Este fin de semana he estado en un hotel en el que, mientras me duchaba, podía ver a unos 'gochinos' (cerditos) monísimos pastar por la Dehesa.
A lo largo de este fin de semana he aprendido muchas cosas sobre el gochín ibérico. La historia que má me ha impresionado ha sido esta:
Los cerdos ibéricos puros son muy tocacojones. Tardan mucho en engordar y si no hay hierba carnosa pasan de comerse las bellotas (que son lo que hace que el jamoncito sepa tan rico) porque, por lo visto, las bellotas hacen que les arda la boca (les arde pero no pueden dejar de comerlas oyes... tal cual algunos humanos que yo conozco y que saben que, tras una mariscada o una buena fabada, viene un dolor de cabeza salvaje, pero no pueden decir no..) y entonces comen mogollón de hierba en plan sal de frutas...
Como son muy tocacojones y encima son pocos... han importado de EE UU los Sam Walkers (que no se llaman asín exactamente pero tienen nombre como de pistolero y amigo de chuc norris) Los Sam Walker son inmigrantes de ida y vuelta (como muchos argentino-españoles)... fueron en su origen cerditos extremeos que emigraron a EE UU y ahora vuelven a extremadura para hacer más productiva la especie.
Los cerdos estadounidenses engordan mucho más rápido y adquieren un tamaño más grande que los 'tocacojones' extremeños. Los criadores mezclan a cerdos sam walkers con cerdinas extremeñas para obtener cerdinos híbridos que puede que tengan menos calidad de los 'tocacojones' pura cepa pero son más grandes.
Bien... existe una cosa llamada potro... los criadores rocían el potro (fus, fus) con endorfinas de cerdina extremeña, sueltan a los sam walker y estos se lanzan como locos. Con el esmegma (gracias t por esta palabra) que depositan en el potro inseminan luego a las dueñas de las endorfinas...
Pero.... (y aquí viene la historia)... a los 'tocacojones' extremeños el potro como que no... los criadores lo rocían (fus, fus) con endorfinas de cerdina extremeña... pero ellos lo miran de reojo y se dan media vuelta... a los 'tocacojones' extremeños hay que ponerles las cerdinas tal cual para que se pongan manos a la obra... ¡pasan de isneminación artificial!... eso pa los americanos.. oiga...
... son pequeños, 'tocacojones', primitivos, exigentes y nada flexibles... pero saben mejor que los sam walkers...
¿como la vida misma?
Se debería avertir que se leer el post mejor con el Koala de banda sonora. La duda es qué cerdos son más felices: los tocacojones o los atocinados.
ResponderEliminarlo siento zagloso... no me han explicado que cerdito era más feliz... se los veía a todos contentos...
ResponderEliminarComo la vida mismísima!!!!! los pequeños "tocacojones" tenemos un encanto especial, tanto en cerdo ibérico como en españolitos y españolitas de "a pie". Creo yo...
ResponderEliminarLos tocacojones son mas felices... No solo por ser patrios y no una importacion mercantil... Sino porque no es lo mismo un polvete de muñeca hinchable que con una zagala que este receptiva a tus artes amatorias...
ResponderEliminarO es que tu prefieres el cinco contra uno a un revolcon con una meo-sentada?¡...
Fabulosa entrada! Nunca pensé que se pudieran decir tantas cosas sobre una camada de cerdos. Me quito el sombrero!
ResponderEliminarNietzche, soy un Zagloso: pongo huevos y tengo púas. Mis preferencias son un secreto zoológico que no pienso desvelar. Pero dudo mucho que el cerdo atocinado sepa que insemina a una muñeca de goma en lugar de a una cerda, luego es feliz.
ResponderEliminarEn todo caso tiendo a pensar que son más felices los tocacojones, más que nada porque las pata negra tiene que ser unas guarras...
Ai, Perri, qué forma de humanizar a los puerquecillos. Y ahora, aún te los puedes comer??
ResponderEliminarCon lo majos que son.
=(