Lo que más miedo me ha hecho pasar en mi vida fue esto:
El video musical de Thriller, de Michael Jackson. La versión completa, claro (que se puede encontrar aquí). Es el problema que tiene la empatía, que te metes en la historia pero bien. Lo vi una noche por la tele, tenía cinco años y casi me muero de pavor: yo era la chica de la falda de vuelo, y la de la cazadora remangada, y uno de los zombis... Me dió tanto pánico que cosas como ésta o ésta me hacen gracia pero aún me ponen un poco nerviosa.
El caso es que esta noche es Halloween y, aunque cuando he visto a todos esos niños disfrazados en las noticias de Antena3 (las ha puesto el Hombre Malo, a mí no me miren) me han dado ganas de pegarles con un bate de baseball, a mí no me vengan con el rollo de que es una americanada: cualquier motivo para ponerse una peluca merece mi apoyo total y sin reservas.
Para la fiesta me he buscado un disfraz rápido, fácil y con peluca. Voy a ir de...
La falda, las gafas y los zapatos (con menos plataforma, claro está) son míos. Me he comprado una camiseta naranja de cuello alto y en lugar de calcetines llevaré medias. Perro -Scooby- no hay, pero voy a customizar a Galactus, el gato del anfitrión.
Las fiestas de disfraces me molan mil, pero todos los años estoy tensa (PONI, PONI, PONIIIII!) hasta que compruebo que no hay ningún Michael Jackson con cazadora roja y lentillas amarillas. Pánico, en serio.
El caso es que esta noche es Halloween y, aunque cuando he visto a todos esos niños disfrazados en las noticias de Antena3 (las ha puesto el Hombre Malo, a mí no me miren) me han dado ganas de pegarles con un bate de baseball, a mí no me vengan con el rollo de que es una americanada: cualquier motivo para ponerse una peluca merece mi apoyo total y sin reservas.
Para la fiesta me he buscado un disfraz rápido, fácil y con peluca. Voy a ir de...
La falda, las gafas y los zapatos (con menos plataforma, claro está) son míos. Me he comprado una camiseta naranja de cuello alto y en lugar de calcetines llevaré medias. Perro -Scooby- no hay, pero voy a customizar a Galactus, el gato del anfitrión.
Las fiestas de disfraces me molan mil, pero todos los años estoy tensa (PONI, PONI, PONIIIII!) hasta que compruebo que no hay ningún Michael Jackson con cazadora roja y lentillas amarillas. Pánico, en serio.
¿pero es un post de disfraz o de parecidos razonables?
ResponderEliminarSeñor Monotrema, jijiji... a Velma Dinkley le saco dos cabezas, pero más me vale parecerme al menos esta noche: no hay nada peor en una fiesta de disfraces que que te pregunten "¿Y tú de qué vas?"
ResponderEliminar...me pregunto en qué clase de fiesta reconocerían a Velma a la primera...
ResponderEliminaro mejor no me lo pregunto
Here's wishing you a happy Halloween!!
Jo... es curioso, cuando salía en los dibujos de escubi no me gustaba tanto... ¡ñam!
ResponderEliminarYa que no la conozco en persona, señora B, y no voy a poder verla de esa guisa, al menos pondrá afotos en el blog ¿no? :P ¡reñam!
Argh, al final EmeA va a tener razón...
Pues no, ningún Michael Jackson/Hombre Lobo ni ningún Michael Jackson/Zombie en la fiesta, menos mal.
ResponderEliminarEphedro, pues ha habido gente que no recordaba el nombre pero saber quien era, todos lo sabían.
Chache, ejem, bueno, es que nunca ponemos fotos nuestras, es como una regla no escrita que tenemos. Aunque yo este verano puse una de mi pie recién picado por una medusa.
Por cierto, ¿en qué tiene razón ahora Eme A?
ResponderEliminarJo, pues mola un montón el disfraz, y además tiene que ser calentito (con los fríos que hacen). Hay que ser tan práctica como fashion, por supuestísimo.
ResponderEliminarDios, Jalogüin... Anoche mi abuelita se pasó dos horas echando a niños de la puerta de casa.
ResponderEliminar"¡Esto no es América!", gritaba feliz a los monitos. Y luego se quejaba de que los disfraces eran feísimos, que "iban de monstruos y cosas así".
Ah, el hogar.
Galactus es intrépido, no sé si se haría con el papel ¿Sigue igual de loco-asesino? ¿qué tal está?
ResponderEliminarLo mio no es un Poni, pero también me lo hacía encima cada vez que veía el videoclip (y a mi padre le encantaba), pero la cosa evolucionó (¿o degeneró?) hasta marcarnos juntos el bailecito...
ResponderEliminarPor cierto, Hombre Malo, Antena 3 ¡caca, no se toca!
Un disfraz sin una buena peluca es como un jardin sin flores...yo de un tiempo a esta parte he adquirido una colección de pelucas que me hacen preguntarme sino me disfrazo demasiado...
ResponderEliminarQué suerte, porque hace tiempo que todos mis conocidos menos 2 renegaron de los disfraces. Y hacer una fiesta de 3 personas no es tan divertido...
ResponderEliminarInner Girl, justo lo que pensé yo!! Desde hace un par de semanas estoy pasando un frío que pa qué.
ResponderEliminarEfe, me encanta tu abuela.
Juanan, es que Thriller marca mucho, tanto el susto como el baile.
Toayita, yo tengo cinco (ayer las conté).
Estrella, esa es la señal de que hay que ir empezando a conocer gente nueva.
En nada en nada, ejem. Paranoias mías O:)
ResponderEliminarPues Efe dile a tu abuela que para el año que viene no se preocupe tanto por la importación de costumbres foráneas, que al fin y al cabo Halloween sólo está "de vuelta". Salió de Europa con los emigrantes irlandeses. Cierto es que ahora ha degenerado a fiestas de disfraces más o menos cutres y que hay niños yankis que podrían coger hasta un "coma dulcídico", pero la semilla es autóctona :P
ResponderEliminarDe hecho aún hay partes de Galicia en las que existe la costumbre de las calabazas con caras y velas dentro (y collares de castañas para espantar a los espíritus que vagan por el mundo de los mortales en la noches de Difuntos) ;)
Muy buen disfraz Be, por cierto :P
Hmmm, me apostaría algo a que tu trauma (y el de todos los demás) viene potenciado por el momento en que vimos el video por primera vez aquella nochevieja de 1982.
ResponderEliminarYo estaba en un chalet en medio de la sierra madrileña con un frio que calaba hasta los huesos. Me entran escalofríos solo de recordarlo.
Chache, hum... :)
ResponderEliminarAnónimo, gracias! Pero seamos sinceros: aquí (fuera de algunas partes de Galicia, claro) nadie lo hace por tradición, sino porque nos daba mucha envidia de verlo en la tele. ¿O no?
E. Martin, ¡BINGO!
Pues yo tenía siete u ocho años y me metí bajo una mesa, aunque también lo hice cuando saqué malas notas y cuando se le funde la cara al chino en "Indiana Jones en busca del Arca Perdida", que en teoría son cosas que daban menos miedo, poco o incluso ninguno...
ResponderEliminar"también me lo hacía encima cada vez que veía el videoclip (y a mi padre le encantaba)"
ResponderEliminarA tu padre le encantaba que??? pues a mi me hubiese dao dos guallas y me habria puesto pañales... o algo, pero seguro que no le encantaba ;D
qpqrlqq ----> ya es a mala leche
Be, ¿en qué no ha tenido Eme razón alguna vez? :P
ResponderEliminar(Sí, llego tarde, ejquestaba de viaje)
Xisca, a mi me tuvieron que acostar en la cama de mis padres y dejarme la luz encendida...
ResponderEliminarRebi: cochino!
EmeA, claro, jo, es que son tantas cosas que no sé a cuál se refiere Chache.
Vaaaale. Srta. Be lo que usted necesita es una sesión de choque: el video de thriller y la peli esa de vampiros adolescentes que no puede ni ver, seguidas. Eso sí, en todo momento con su amol (los amigos son opcionales) al lado, que tampoco es plan torturarla.
ResponderEliminar¡Fuera ponis! no dejemos que nos condicionen la vida.
Comeré ese animalito tan mono que no puedo comer porque me muero de pena solo de verlo al ajillo, si hace falta para quitarme el mío (snif).
besukis!!