Resumen de la situación: caseros no saben que gatina existe. Caseros se aproximan a casa. Gatina está en casa. La colisión gatina-caseros es inminente.
Ja.
Finalmente, decidí poner música a todo trapo para que el ruido tapara los (posibles) maullidos. Me decidí por música brasileña, de una cantante que tiene una voz muy bonita, pero que, con su perdón, es lo que más se parece a los maullidos de la gatina entre mi discografía.
La humedad está en el baño, que está al otro lado de la casa. Pero como mi casa tiene 30 metros cuadrados, "al otro lado de la casa" nunca es suficiente distancia. El casero se puso a mirar la humedad. La bossa sonaba. Y justo, cuando el tío estaba encaramado en la bañera mirando las manchas, empecé a oirla:
- Maaaau. Maaaaaau. MAAAAAAAAAAAUUUUU.- seguro que había oido el ruido de gente y como le encanta el follón, quería salir.
Se me pusieron los pelos de punta. Corrí (bueno, di cuatro zancadas) hasta el aparato de música y lo subí. Volví a dar cuatro zancadas hasta el casero.
- Tarde, ja de manhaaaaaaa...
- Pues esto es que se ha soltado este tubo y cae agua y...
- MAAAAAAAAAAAUUUUUUU.
- Uy, perdón.- y me fui a la cadena de música y volví a subirla un poco.
- Cuaaaando a nevoa toma conta da cidaaaadeeeeeeeee...
- Como decía el tubo se ha soltado...
- MAAAAAUUUUUUUUUUUUUUUU...- en tono desesperado de gatina.
- Em, siiiip, estooo... la música.- Volví a correr para volver a subir (¡por tercera vez!) la música. Si es que cuando me encebollo en una idea tonta...
- Tao soooo, tao sooooooooo...
- ¡MMAAAAAAAAUUUUU!!!!!
- Oye, eso que suena... ¿es un gato?
Mierd*. Después de la escena más estúpida de producciones Misia de los últimos tiempos, tuve que rendirme a la evidencia.
-Em, sí. - Y entonces la acabé de pifiar- es de mi hermano... que se ha marchado... sí, durante, un mes. O algo así. Pero es suya. Yo se la devuelvo, pero es que está en, en... Alemania.
El casero levantó la ceja, pero supongo que mis orejas coloradas y mi nariz de Pinocho me delataron. No dijo mucho, al asegurarle que la gatina estaría fuera dentro de un mes. Pero a ver cómo justifico ahora la permanencia del animal en un futuro.
Cuando el casero salió por la puerta, hice dos cosas: soltar a la gatina y coger el teléfono para contarle a mi chico cómo había hecho el canelo. La gatina salió corriendo y se fue al baño. Mientras le chillaba a mi chico por teléfono, muerta de vergüenza, la gata seguía maullando.
De repente, me di cuenta. No, no maullaba por la falta de calor humano. Ni maullaba ahora por el enfado de haberla dejado encerrada. No. La causa: la llamada de la naturaleza. Y si recordáis, como dije al principio del post, había escondido las cosas de la gatina. Incluida su caja de arena. Así que cuando llegué al baño, en el sitio vacío de la caja, sobre los baldosines, me encontré con dos preciosas caquitas: el perfecto colofón a mi historia ridícula.
¡Pobre gatina! ¡Cómo la maltratas!
ResponderEliminarPobreta!!
ResponderEliminarEl mes que viene vuelta a los nervios.
No podrías simplemente dialogar con el casero?? Si los gatos no manchan casi nada ...
que estrés,¿no? Bueno, el mes que viene le dices a tu casero que a la novia de tu hermano le ha surgido una repentina alergia a los gatos (que por supuesto ella no sabía que tenía) y que te la tienes que quedar y que si no le importa y eso. Se la enseñas y con lo monísima que es seguro que claudica. :-)
ResponderEliminarbesukis!!
Buenísimo, me he reído rato largo.
ResponderEliminarLa próxima vez pon todas las cosas de la gata donde esté encerrada, seguro que entonces no hace ruido y nadie nota nada. xD La cuestión es ocultarla :P
Si tuvieses un gato como el mio que le da miedo la gente... Nadie se enteraría de que tienes gatín en casa XD
ResponderEliminar¿Y tu casero no te miró con cara de "esto es para llamar a la policía" cuando subiste la música por tercera vez?
ResponderEliminarMoraleja de Jurassic Park: 'La vida se abre camino'.
ResponderEliminarbien te está!! jajaja
ResponderEliminaryo creo que, o dialogas, o te cambias de casa.. una con habitación para gatina?
El mío es un auténtico puñetero: maulla para que se le deje salir al descansillo y rondar la escalera, para que se le haga caso, para que se le abran las puertas y para estar con gente, aunque no necesariamente encima, sólo controlando al personal.
ResponderEliminarNo sé qué puedes hacer, a lo mejor los de la ONU te arbitran una solución pactada para alojar a los refugiados felinos.
Lucía, según el casero no tienes que confiar... A mí una casera con la que compartía tapia de terraza envenenó a una gatita preciosa que tenía. Estuve un mes llorando, y como sabía que había sido ella, cada vez que hablábamos le decía "Ay Cati, algún hijodelagranputadesgraciaoquemecagosusmuertostós me la envenenó. Todavía lloro cuando entro por la puerta y no me sale a saludar..."
ResponderEliminar¡Qué guay! Motivo de deshaucio de libro.
ResponderEliminarY yo me pregunto: ¿Si tenías prohibido meter animales, por quélo hiciste?
Chache, ella me maltrata a mí: sólo hace falta ver mis piernas llenas de arañazos porque le encanta treparme.
ResponderEliminarLucía, Sheena, jajaja, algo me tendré que inventar. La bola irá aumentando de tamaño!
Jill, es tan puñetera que habría maullado aún con miles de cosas ricas que comer a su alrededor y montones de cajas de arena por estrenar.
Cattz, esta es una miedica, pero sólo cuando aparece su enemigo mortal: el aspirador.
The Inner girl, jajaja.
Josef, y tanto. A poco se abre paso encima de mi colcha...
Géminis, tomo nota.
Illuminatus, el tuyo es más puñetero que la mía, desde luego. Aunque mi gatina protagoniza un intento de fuga tipo fuga de alcatraz cada vez que llegamos a casa.
Gato, la tal Cati no tiene perdón de dios.
Towsend, leímos el contrato y no está prohibido. A mí simplemente me preguntaron "¿tienes animales?" y yo dije "no". Y era cierto. ¿Deshaucio a pesar de eso?
Subestimas la capacidad de la gata para tocar las narices por mero placer. En cualquier caso, ese casero ¿quién se ha creído que es?
ResponderEliminarLa casa es de la gatina, que nos la deja.