Hace unos días perdí o me robaron el móvil. Como soy así de chula (en realidad, así de tonta) no tenía copia de la agenda en ninguna parte. He perdido todos los números de teléfono, que eran muchos (tengo mi número de teléfono desde hace años y tenía la tarjeta desde hace un porrón de años, así que han sido mucho tiempo y oportunidades de acumular teléfonos ahí).
Eso tiene su parte buena y su parte mala, como todo.
Ventajas
Se me ha quedado la agenda despejadita, despejadita. Sin números absurdos que me daba cosa borrar, de sitios a los que no quiero volver, de personas de las que hace siglos que no sé o de gente a la que no quiero volver a ver. Tenía incluso números de gente que no sabía quiénes eran ya (¿cómo podía tener el teléfono de una tal Marisa y no recordar ni por asomo quién era ella, por ejemplo? ¿soy lo peor? ¿es el alzheimer? ¿a alguien más le pasa?). Ahora, todo se ha perdido. Una especie de limpieza de karma en versión móvil y con mp3. Evidentemente, en esa limpieza total se han ido los teléfonos de mis ex novios, novietes, historias raras, rollos y chungos. No tengo contacto regular con ninguno de ellos, así que no me ha importado demasiado haber perdido sus teléfonos. Nota: novio querido, debes estar muy contento.
Resumiendo, uno de mis amigos dice que perder la agenda del móvil te hace filtrar las amistades: recuperas a los amigos, pierdes definitivamente a la gente que ni fu ni fa.
Desventajas
La parte mala es que me he quedado con la agenda vacía de amigos y estoy ahora molestándoles para que me manden un mail con los teléfonos. Llevo días copiándolos a la dichosa agenda y echando de menos números que me hubiera gustado tener a mano. Además, es la ley de Murphy: hay números que no has necesitado en años y que de repente, zas, una situación en la que te hubieran servido de mucho.
Otro efecto secundario de la pérdida de agenda es que sin los números de teléfono tienes menos armas contra las llamadas o sms bomba. Una de las razones por las que no borraba los números de alguno de mis ex era poder neutralizar sus posibles intentos de acercamiento. No acabé mal con (casi) ninguno, pero generalmente no mantengo mucho contacto porque no me convence eso de ser amigos después de una relación (en mi caso, me cuesta demasiado trabajo cuando estoy involucrada y no me merece la pena cuando no lo estoy. Además, si el asunto dolió, la distancia en mi caso es mi mejor sanadora). Pero todos tenemos un ex que reaparece de la nada y que decide que, oh, después de cinco años quiere saber qué tal estás. En el facebook, le ignoras. Pero ¿y si te llama? es mejor tener su teléfono almacenado para identificar la llamada e ignorarla si no te apetece hablar con el susodicho. En fin, que me gusta tener controladas las "reapariciones estelares".
A mí me han hecho varias de esas "reapariciones estelares" y más vale neutralizarlas. Entre otras, he recibido un par de sms bombas en Nochevieja. Otro de mis ex me llamaba dos veces al año a las tantas de la madrugada (coincidiendo con las fiestas de su pueblo, en las que se debía agarrar unas melopeas de cuidado) para decirme machaconamente, una y otra vez "Misia, tía, eres una tdía de pfuta maddre, en serio. Porque eres una tdía de pfuta maddre, Misia. ¿Te he dicho ya que eres una tdía de pfuta maddre?". Al principio tuve paciencia y no le colgaba el teléfono (además solía estar demasiado dormida como para reaccionar), pero las últimas veces al ver su nombre en la pantalla ni cogía el teléfono (no me importa que me digan que soy "una tdía de pfuta maddre", pero que te despierten para eso...). En fin, ya hace un año que no me llama. Un alivio. Otro que reapareció hace poco fue el chunguito poeta, que hace un par de meses me mandó un sms (aunque en su caso, aunque no hubiera tenido su teléfono hubiera reconocido su estilo rimbombante en cualquier parte). Un horror.
En fin, que esto de perder la agenda tiene muchas más desventajas que ventajas así que en cuanto acabe de recopilar mis teléfonos básicos, hago una copia de la agenda. Ni limpieza de karma ni ná.
Por cierto, estas Navidades me han hecho un twitter. ¡Investigando me hallo!
Eso tiene su parte buena y su parte mala, como todo.
Ventajas
Se me ha quedado la agenda despejadita, despejadita. Sin números absurdos que me daba cosa borrar, de sitios a los que no quiero volver, de personas de las que hace siglos que no sé o de gente a la que no quiero volver a ver. Tenía incluso números de gente que no sabía quiénes eran ya (¿cómo podía tener el teléfono de una tal Marisa y no recordar ni por asomo quién era ella, por ejemplo? ¿soy lo peor? ¿es el alzheimer? ¿a alguien más le pasa?). Ahora, todo se ha perdido. Una especie de limpieza de karma en versión móvil y con mp3. Evidentemente, en esa limpieza total se han ido los teléfonos de mis ex novios, novietes, historias raras, rollos y chungos. No tengo contacto regular con ninguno de ellos, así que no me ha importado demasiado haber perdido sus teléfonos. Nota: novio querido, debes estar muy contento.
Resumiendo, uno de mis amigos dice que perder la agenda del móvil te hace filtrar las amistades: recuperas a los amigos, pierdes definitivamente a la gente que ni fu ni fa.
Desventajas
La parte mala es que me he quedado con la agenda vacía de amigos y estoy ahora molestándoles para que me manden un mail con los teléfonos. Llevo días copiándolos a la dichosa agenda y echando de menos números que me hubiera gustado tener a mano. Además, es la ley de Murphy: hay números que no has necesitado en años y que de repente, zas, una situación en la que te hubieran servido de mucho.
Otro efecto secundario de la pérdida de agenda es que sin los números de teléfono tienes menos armas contra las llamadas o sms bomba. Una de las razones por las que no borraba los números de alguno de mis ex era poder neutralizar sus posibles intentos de acercamiento. No acabé mal con (casi) ninguno, pero generalmente no mantengo mucho contacto porque no me convence eso de ser amigos después de una relación (en mi caso, me cuesta demasiado trabajo cuando estoy involucrada y no me merece la pena cuando no lo estoy. Además, si el asunto dolió, la distancia en mi caso es mi mejor sanadora). Pero todos tenemos un ex que reaparece de la nada y que decide que, oh, después de cinco años quiere saber qué tal estás. En el facebook, le ignoras. Pero ¿y si te llama? es mejor tener su teléfono almacenado para identificar la llamada e ignorarla si no te apetece hablar con el susodicho. En fin, que me gusta tener controladas las "reapariciones estelares".
A mí me han hecho varias de esas "reapariciones estelares" y más vale neutralizarlas. Entre otras, he recibido un par de sms bombas en Nochevieja. Otro de mis ex me llamaba dos veces al año a las tantas de la madrugada (coincidiendo con las fiestas de su pueblo, en las que se debía agarrar unas melopeas de cuidado) para decirme machaconamente, una y otra vez "Misia, tía, eres una tdía de pfuta maddre, en serio. Porque eres una tdía de pfuta maddre, Misia. ¿Te he dicho ya que eres una tdía de pfuta maddre?". Al principio tuve paciencia y no le colgaba el teléfono (además solía estar demasiado dormida como para reaccionar), pero las últimas veces al ver su nombre en la pantalla ni cogía el teléfono (no me importa que me digan que soy "una tdía de pfuta maddre", pero que te despierten para eso...). En fin, ya hace un año que no me llama. Un alivio. Otro que reapareció hace poco fue el chunguito poeta, que hace un par de meses me mandó un sms (aunque en su caso, aunque no hubiera tenido su teléfono hubiera reconocido su estilo rimbombante en cualquier parte). Un horror.
En fin, que esto de perder la agenda tiene muchas más desventajas que ventajas así que en cuanto acabe de recopilar mis teléfonos básicos, hago una copia de la agenda. Ni limpieza de karma ni ná.
Por cierto, estas Navidades me han hecho un twitter. ¡Investigando me hallo!
A veces viene bien deshacerse del pasado. :-)
ResponderEliminarlos mensajes de nochevieja son LO PEOR, los más peligrosos son los que te llegan al corazón (en ese momento por los efluvios del alcohol) y que al dia siguiente te rallas pensando si el que te lo mandó también andaba algo intoxicado,o de verdad pensaba lo que escribia, deberian prohibirlos!
ResponderEliminarA mí hace un par de años me robaron el móvil. Más vale que tardé pocos minutos en darme cuenta, y aun así tuve que pagar una llamada a Argelia que había en mi factura...
ResponderEliminarTampoco yo borro los números de aquellas personas de quienes no quiero volver a saber, por si acaso reaparecen...
Lo mejor de lo que te ha pasado, es que a partir de ahora tendrás una agenda telefónica en papel, y si un día te sucede lo mismo, gran parte de tus contactos estará a salvo. Es lo que aprendí yo.
Besos
Ana-ónima
Hay otra ventaja:
ResponderEliminarlo que le va a joder al que te robó el móvil que le despierte un tio a las tantas de la madrugada para decirle
Misia, tía, eres una tdía de pfuta maddre, en serio.
Me paso hace tres semanas lo mismo, y todavía estoy dudand entre si fue algo bueno o algo malo. Pero lo cierto es qu todo lo que has contado, es el dilema que problamente tendré durante el resto de all of my life ;-)
ResponderEliminaray esos sms/llamadas de ex novios/rollos borrachos XD
En estos casos, las desventajas son más por el control de información que puedes ejercer. A menos que cambies de número directamente, claro.
ResponderEliminarPues yo tengo a una Carolina, a un o una DAMARIS (¡quién coño puede ser!!)a Irene, Jaime, Jose, Manolo, Miriam, Mónica, Sandra, Santi, Susana, Toni, Vanesa, Xisco y Yolanda. Todos ellos absolutamente perdidos en la memoria. Cuatro Mari Carmenes y sólo una identificada. Si tu eres lo peor por una tal Marisa... ¿Yo qué soy?
ResponderEliminarLa desventaja de no poder identificar si te está llamando un ex-novio o ex-chungo es terrible. Yo a ciertos personajes los tengo en el movil con una melodia propia, para no tener que molestarme ni en sacar el teléfono del bolso. Viva la tecnología!
ResponderEliminarBelixario, de acuerdo. ¡Lo malo es que con mi pasado se ha ido todo mi presente!
ResponderEliminarLa otra yo misma, jajaja, sí, suelen traer cola y muchas dudas sin despejar sobre el estado mientras se escribían.
Ana-ónima, tengo que tomar conciencia y comprarme una agendita para hacerlo. Perezaaaaa.
JuanRa Diablo, jajaja, ¡se lo regalo!
Tocohulat, jamás conseguiré entender qué se les pasa por la cabeza a algunos en determinados momentos.
Illuminatus, puf, me da pena (y pereza) perder el número después de diez años. Además tengo lo de la permanencia hasta... puf.
Gato, eran un par más, pero tu me ganas de lejos. Jeje, ¡despiste total!
Cordelia Naismith, jeje, viva la tecnología (lo malo es que después asocias la melodía y es simplemente oirla y que te entren escalofríos. Me ha pasado, puf).