viernes, febrero 18, 2011

Degenerados

Estaba contando a mis alumnos pequeños (13 - 14 años) ciertas costumbres de la Edad Media y les estaba hablando de la edad temprana en la que algunos matrimonios se celebraban.

- Y sí, en la Edad Media, algunas chicas de vuestra edad ya estaban casadas.

La indignación cundió por la clase:

- ¿¿Qué????

- ¡Pero si eran pequeños!

- ¡Qué burros!

- ¡Esta gente de la Edad Media eran unos bárbaros – palabra que aprendieron cinco temas atrás y les encanta – y unos... parias! – palabra que han aprendido este tema. Aunque aún no la controlan demasiado.

- ¡Hala!

- Pero profe, eso es... ped... ped... ped... ¡PEDIATRÍA!

Los pediatras. Esos degenerados.

lunes, febrero 14, 2011

Nivel de ahogamiento dos: culazo&co

Yo también tengo señoras en la pisci, como Molinos. En el vestuario, tres señoras del tamaño de morsas marinas y de la edad de un galápago viejo, hablaban y reían de una forma en la que yo sólo podía pensar “estoy en un post de Molinos. Si de repente veo aparecer a una chica con un bañador transparente y un trasto de música de agua fulminando a estas viejas con la mirada, será ella”.

Pero como siempre las cosas pueden volverse más terribles, una se fue y se despidió de su desnuda compañera al grito de “¡ADIÓS, CULAZOOOOO!” mientras le daba una palmada en el susodicho.

Repito la asociación: tamaño de morsa, edad de tortuga vieja y desnudez.

Yo estaba estupefacta, pero aún aluciné más cuando Culazo decidió corresponder como se debía a su amiga y le dedicó un bailecito meneando sus tetas ombligueras, sus tres barrigas debajo y, claro, su culazo mientras ella misma se daba azotitos en el trasero y gritaba en el vestuario “AAUUUHHH”. Me reí un poco interiormente ante las escena, no lo pude evitar.

Ese día me olvidé el peine y el cepillo en casa y no pude desenredármelo. Me lo sequé para no coger una pulmonía, me lo mesé un poco con los dedos... y salí de mi primer día de la piscina peor que la duquesa de Alba en un bad hair day.


Fue un castigo divino por haberme reído de Culazo y tocaculazo, seguro.

jueves, febrero 10, 2011

Nivel dos de ahogamiento

Últimamente tengo la espalda pochapochísima. De vez en cuando me duelen la lumbares cosa mala, lo que hace que me mueva como una tortuga artítrica. Con las vacaciones de Navidades aparqué el baile y al cabo de unos días mi espalda se fue arrugando y tuve un par de momentos de levantarme y quedarme encasquillada en un ángulo de sesenta grados. Parece que tengo que hacer más ejercicio para fortalecer la espalda, así que decidí retomar la natación. Sé nadar, pero para coger el ritmo y obligarme un poco, preferí ir a clases.

Fui a hacer la prueba de nivel hace unas semanas a la piscina:

- Haz tres largos: uno a crol, otro a braza y el último a espalda.

Tres largos después...

- Emm, bueno, nadas bien, te voy a poner en el nivel alto, pero la verdad es que te falla un poco la respiración.

¿Que me fallaba un poco la respiración? ¿UN POCO? el chico fue muy diplomático, porque casi me ahogo después de los tres largos. Y no por no saber nadar, sino por mi deplorable estado de forma y mi lamentable capacidad pulmonar.

Así que con estos antecedentes fui a la primera clase un poco acogotada. Me imaginaba hordas de nadadores expertos pasándome por la calle a toda velocidad y mirándome mal por ser tremendamente lenta. Con todos estos pensamientos de agobio en la cabeza llegué al sitio de la pisci donde era mi clase.

Decir que había un montón de gente sería inexacto. No había mucha gente esperando. ¿Un par? no. Más bien, nadie esperando. Porque, como más tarde averigüé, la clase es muy pequeña: Soy yo. Bueno, y el monitor. El monitor y yo.

El chaval me tuvo cuarenta y cinco minutos nadando sin parar. “Claro, como estás sola no tienes descanso... ¿no te iría bien otra hora, para que estés menos solita y sea menos aburrido?” me preguntó, con voz melosa. Luego me di cuenta de que su horario laboral acaba cuando mi clase termina... y si estoy yo ahí no puede escaparse un ratillo antes. Pero para fastidio del pobre monitor, ese es el único horario que me va realmente bien, así que le tengo ahí, hastiado dándome clase a mí sola. A mí no me importa demasiado lo de estar sola y, en contra de todos los pronósticos, aún no me he ahogado en mitad de la piscina, hundida por el peso de mi propia cabeza. Pero creo que el monitor va a vengarse de mí, porque al acabar la primera clase: me dijo:

- He pensado que un día a la semana te voy a poner a hacer abdominales. Y sentadillas. Y...

Eso sí, que quede constancia de que estoy aprendiendo mucho. Estoy aprendiendo exactamente cómo colocar los brazos en crol y cosas así. Y, bueno, la enseñanza más importante: la importancia del color. Me explico. Estaba yo nadando mi primer largo a espaldas y oí así como distorsionado y a lo lejos “nooooOOOOOOUUUUUUuu”. No lo relacioné conmigo y dos segundos después oí “plonc”. Eso sí que no lo oí distorsionado ni a lo lejos. Lo oí bien alto y clarito, exactamente a la vez que mi cabeza impactaba contra el bordillo y hacía un daño que te cag*s. Así que la primera enseñanza útil de mi monitor fue “¿ves los colores de las cosas estas que separan las calles? Mira de reojo y si las ves de color rojo, PARA”.

Anda, si resulta que lo de los colorines tiene razón de ser y no es sólo para hacer bonito.

sábado, febrero 05, 2011

Con ella llegó la revolución

Este post va de hacer risas tontas sobre un asunto serio. Otros hacen risas negras y listas, como uno de los manifestantes que tuiteaba el otro día desde la plaza Tahrir: Want to laugh? I'm thinking to myself, "if I get arrested, moms going to kill me... And Mubarak"

Tengo el pasaporte caducado. Eso para un periodista es una cosa muy lamentable, porque mi trabajo es contar cosas desde la Bolsa, o desde el Ministerio de Economía, o desde la redacción de mi tele, pero imagínate que me mandan a Egipto a contar la revolución de estos días. Que me hubiera encantado, pero no hubiera podido por no tener el pasaporte en regla (*).

Así que mientras me decido a entrar de lleno en el proceso de renovación (mi dni está caducado también) me he puesto a hojear el pasaporte. Y me he encontrado algunos sellos.


Verano del 2007, viaje de superamor a un Túnez lleno de peces, picaduras de medusa y tomates, en Mahdía, el mayor puerto pesquero del país. Diciembre de 2010, un joven tunecino llamado Mohamed Bouazizi protesta después de que su puesto callejero de frutas fuera confiscado, dejándole sin trabajo, sin fuente de ingresos, sin medio de mantener a su familia, quemándose a lo bonzo. Su acción, unida al descontento de la gente por la subida de los precios de los alimentos básicos, la crisis económica y la corrupción en el país, dieron lugar a una revolución sin precedentes que consiguió derrocar a Ben Alí.


Verano de 2009, viaje de aventuras, turismo y gastronomía con Maricalpi, me dejé medio corazón en El Cairo y el otro medio en el Nilo. Enero de 2011, contagiados por la exitosa revuelta de Túnez y con un poco de ayuda en Internet, Egipto ruge. Una multitud de manifestantes, con gran presencia de mujeres, de jóvenes, de familias, protesta contra el régimen de Hosni Mubarak. Durante días se hacen fuertes en la plaza Tahrir, desafiando a las cargas policiales, a la falta de comida y agua, a los cortes de las telecomunicaciones móviles e Internet. El punto álgido es la "marcha del millón de hombres", la manifestación multitudinaria del 28 de enero. En este caso el presidente se resiste a dejar el poder, y manda a sus hombres, organizados, a enfrentarse con los manifestantes (¿qué pasa? ahora no soy periodista, soy bloguera). Armados con palos, piedras, cócteles molotov y en algunos casos armas de fuego, se enfrentan a la multitud. Tras unos días de acoso a la prensa internacional y detenciones de activistas y trabajadores de las organizaciones de derechos humanos, el gobierno promete el cambio, sí, pero con tiempo de tomar represalias y llevar a cabo un Tiananmen con cuentagotas. Cientos de miles de egipcios siguen protestando, pidiendo el cambio "ya", confiando en que pueden cambiar las cosas.

¿Casualidad? No lo creo.

Con este mismo pasaporte he viajado a Cuba, Roma, Londres, Estambul, y ya hay quien se pregunta si imitarán los cubanos a Egipto. Aquí hay una pauta, y no soy la única que la ve.

¿Qué opináis? ¿Será Cuba la próxima en caer? ¿Le seguirá Turquía y luego Londres? ¿Y después Cádiz?

Y, sobre todo, ¿dónde voy este verano?

(*) No me han mandado a El Cairo, pero lo he contado desde aquí con ayuda de nuestra corresponsal, de la agencia Reuters, de Al Jazeera y de twitter, lo mejor posible en esas condiciones. Y lo he vivido con una ilusión que hace mucho que no sentía. Hasta el 2 de febrero, mi mensaje de gtalk era "en la tele pero soñando con Egipto", 3 de febrero lo cambié a "en la tele pero sufriendo con Egipto", y ayer volvía a ser "soñando".

También he pensado en
mi copto, con el que hablé el día antes de que empezaran las revueltas y del que no había vuelto a saber hasta este miércoles: "No te preocupes por mí, estoy con mi familia lejos de El Cairo. (…) la situación ha dejado de ser apasionante para ser peligrosa solamente (…) ¡Hablar contigo resulta muy peligroso porque al día siguiente pasan los líos!".

viernes, febrero 04, 2011

Dancing with myself

Últimamente, me está costando bastante escribir en el blog. Se me han cruzado un par de pensamientos inquietantes por la cabeza difíciles de controlar (¿qué pasaría si en el trabajo descubrieran? ¿me podría meter en problemas? ¿tiene algún sentido que escriba, así en general?). Creo que no soy la única, una de mis bloggers preferidas, Perlita de Huelga, está pensando en abandonar el blog (dear, no lo hagas. El tuyo suele ser el primer blog que nombro cuando alguien me pide recomendaciones. En serio. Me encanta como escribes y tu forma de contar las cosas y, de verdad, creo que tienes talento. Compártelo con nosotros y si tienes que dejar algo, deja algún foro, que seguro que no aprecian tus palabras como yo y sigue dándole a la tecla como Perli).

En resumen, que estoy un poco plof con lo de escribir, así que para motivarme he decidido escribir sobre algo que me encanta (aunque me va a salir un post bastante aburrido, aviso).

Baile.

No, no de los míos, que ya he dado mucho la lata. Sino sobre otro baile que me encanta, que fue el primer tipo de danza que me hizo exclamar "guau. Ojalá yo pudiera hacer eso". El ballet. Cuando lo descubrí tenía ya unos once-doce años y era una cría tímida y patosa que estaba muy frustrada porque cierto ejercicio de gimnasia deportiva no le salía después de estar cuatro años practicando. Pero esa es otra historia.

Un verano vino una compañía de danza a Palma, creo recordar que fue la compañía de ballet de Cuba, dirigida por Alicia Alonso y le pedí a mi madre que me llevara a ver el espectáculo. Salí emocionada. A partir de entonces me enamoré del ballet y fui a ver espectáculo tras espectáculo.

Pero nunca llegué a apuntarme clases de ballet. Supongo que esa cría regordeta pensó que ya era tarde para poder ponerse unas puntas y nunca pidió que le apuntaran a ballet. Supongo que pensó que con esos kilos de más y con esa gracia de menos nunca podría encajar dentro de un tutú. No me acuerdo. Pero leyó mil y una veces "hijos de jueves" (una novela juvenil sobre un crío y su hermana que bailaban. Se lo dejé a una ........ y nunca lo volví a ver. Aún añoro ese libro), robó a su padre las cintas de música de Tchaychovsky, Stravinsky o Rimsky-Korsakov, suspiró por Julio Bocca y dio la tabarra mucho a su mamá para ir a ver espectáculos de ballet.

Muchos años después, me sigue encantando el ballet. Lo alterno con danza contemporánea, que descubrí aún más tarde y que tiene cosas maravillosas. Quisiera ir mucho más a menudo y saber más sobre historia del baile y sobre técnica, pero voy aprendiendo poc a poc. Así que estoy encantada en estos meses, porque están saliendo bastantes documentales y pelis sobre el tema.

Primero, Black Swan, peli que en cuanto estrenen iré a ver a la carrera.

Seguimos con "El esfuerzo y el ánimo", un documental sobre cómo la Compañía de Maurice Béjart de Lausanne está viviendo tras la muerte de Béjart.



En tercer lugar, "La danza", sobre el Ballet de la Ópera de París.



Y finalmente (creo) "Pina", una peli en 3D con la obra de la coreógrafa Pina Bausch.



¿Cuántas se estrenarán en España? Posiblemente todas, aunque creo que sólo los privilegiados de Barcelona y Madrid podrán verlas todas.

"El esfuerzo y el ánimo" creo que se presentó en Barcelona pero no en Madrid, "La danza" está ahora en los Verdi, ver "Black Swan" no creo que sea un problema y con "Pina"... veremos.