Inspirado por el post de Misi (no he podido resistirme). Pero no se confíen, no es una semana temática de los hombres desnudos en Quédate a Dormir. Aún.
Compartir piso con hombres, es lo que tiene. Cuando me vine a vivir con el Hombre Malo y el Ingeniero Fantasma, Sheena me dijo: "Be, estate atenta y en cuanto los veas desnudos escríbenos un post". Desde entonces han pasado 19 meses, el Ingeniero Fantasma (que se fue a vivir con su novia pero sigue en nuestras vidas, porque es un sol), el Hardcore Gamer con novia robiacremas (que poco después se convirtieron en abono de geranios) y Scottie, el inglés que aún sigue aquí. Y yo he sido terriblemente discreta.
Pero todo eso se acabó.
Adiós a la discreción. Ya os conté mi drama de aquel día que tras un baño relajante descubrí que mi toalla estaba lejísimos (en mi habitación), pero me dejé sin contar otros pequeños episodios. Lo de los demás. Y os los merecéis por buenos lectores y commentaristas. Así que allá van.
EPISODIO UNO:
El Ingeniero Fantasma (I.F.) es un chico monísimo, esbelto y encantador con su poquito de tripita como buen consolero (ojo, es un punto a favor: yo soy una firme defensora de las barriguitas confortables). El caso es que un día, al mes y medio de compartir piso, volví de comer con mi madre y según abro la puerta me lo encuentro con una toalla atada a la cintura, sentado en la mesa baja del cuarto de estar, jugando a la consola.
Be (con voz de superfeliz): -Hola, I.F. Mira, Mamá, vas a conocer a mi compañero de piso que aún no has visto, I.F.
I.F (dejando la partida abandonada mientras corría hacia su cuarto agarrando la toalla como podía): -¡¡Pero no así!!
A los dos minutos se llevaron a cabo las presentaciones, con I.F. ataviado con vaqueros y una camiseta molona. A mi madre le cayó fenomenal.
EPISODIO DOS:
El año pasado celebramos la Nochevieja cenando en casa unos cuantos amigos. Me pasé 48 horas cocinando, preparando la receta de Capón a los Tres Rellenos de mi madre y un consomé muy rico. Cuando éste último ya estaba casi listo, serví un poco en un vaso de beber tekila para que mi compañero, que acababa de empezar a arreglarse, lo probara.
Llamé a la puerta del baño:
Be (con voz de superfeliz): -Hombre Malo, abre un momento y prueba esto.
Hombre Malo: -¿uybytvfjhbmnlkj?!?!?!
Be (canturreando): -Que te traigo un vasito de consomé, a ver qué tal.
Hombre Malo: -¿lkmopinoiujkpoytdtc?????
Be (vocalizando clarísimamente): -Que tengo una cosa para que pruebes, es un segundo.
Y el Hombre Malo, que aún no había entendido lo que le decía, abrió la puerta del baño. Lo primero que noté fue su cara de desconcierto. Pensaba que me ocurría algo terrible y pedía ayuda, que me había quemado, nos atacaban los zombies, no sé, y me encontraba toda feliz y con un vaso de algo en la mano. Lo segundo que noté fue que estaba en la ducha. Desnudo. Lleno de jabón. Lo tercero que fue que mis ojos se estaban dirigiendo peligrosamente de su cara hacia su… su… en fin, su Hombrecillo Malín.
Utilizando toda la fuerza mental de la que soy capaz me concentré, recobré el control de mis pupilas y las clavé en las del Hombre Malo. Le pasé el vaso de caldo sin dejar de mirarle a los ojos, él lo probó, dijo que estaba perfecto, me lo devolvió, cerró la puerta y siguió con su ducha. Y yo seguí cocinando.
Les juro que no vi al Hombrecillo Malín. Lo que no sé es si la causa fue mi férreo autocontrol o que mi compañero de piso estaba haciendo un Buffalo Bill tipo El silencio de los corderos.
EPISODIO TRES:
No hay episodio tres. Todavía. Bueno, el Hombre Malo ha visto cosas pero es cosa suya decidir si quiere contarlas o no.
En cuanto a mí, varias amigas que se han quedado a dormir me han dicho que desde el sofá-cama se aprecia con claridad que nuestro Scottie canta en la ducha. Pero aún nadie ha visto la coreografía.
Esto es todo de momento. Quién sabe qué nos deparará 2009.
Compartir piso con hombres, es lo que tiene. Cuando me vine a vivir con el Hombre Malo y el Ingeniero Fantasma, Sheena me dijo: "Be, estate atenta y en cuanto los veas desnudos escríbenos un post". Desde entonces han pasado 19 meses, el Ingeniero Fantasma (que se fue a vivir con su novia pero sigue en nuestras vidas, porque es un sol), el Hardcore Gamer con novia robiacremas (que poco después se convirtieron en abono de geranios) y Scottie, el inglés que aún sigue aquí. Y yo he sido terriblemente discreta.
Pero todo eso se acabó.
Adiós a la discreción. Ya os conté mi drama de aquel día que tras un baño relajante descubrí que mi toalla estaba lejísimos (en mi habitación), pero me dejé sin contar otros pequeños episodios. Lo de los demás. Y os los merecéis por buenos lectores y commentaristas. Así que allá van.
EPISODIO UNO:
El Ingeniero Fantasma (I.F.) es un chico monísimo, esbelto y encantador con su poquito de tripita como buen consolero (ojo, es un punto a favor: yo soy una firme defensora de las barriguitas confortables). El caso es que un día, al mes y medio de compartir piso, volví de comer con mi madre y según abro la puerta me lo encuentro con una toalla atada a la cintura, sentado en la mesa baja del cuarto de estar, jugando a la consola.
Be (con voz de superfeliz): -Hola, I.F. Mira, Mamá, vas a conocer a mi compañero de piso que aún no has visto, I.F.
I.F (dejando la partida abandonada mientras corría hacia su cuarto agarrando la toalla como podía): -¡¡Pero no así!!
A los dos minutos se llevaron a cabo las presentaciones, con I.F. ataviado con vaqueros y una camiseta molona. A mi madre le cayó fenomenal.
EPISODIO DOS:
El año pasado celebramos la Nochevieja cenando en casa unos cuantos amigos. Me pasé 48 horas cocinando, preparando la receta de Capón a los Tres Rellenos de mi madre y un consomé muy rico. Cuando éste último ya estaba casi listo, serví un poco en un vaso de beber tekila para que mi compañero, que acababa de empezar a arreglarse, lo probara.
Llamé a la puerta del baño:
Be (con voz de superfeliz): -Hombre Malo, abre un momento y prueba esto.
Hombre Malo: -¿uybytvfjhbmnlkj?!?!?!
Be (canturreando): -Que te traigo un vasito de consomé, a ver qué tal.
Hombre Malo: -¿lkmopinoiujkpoytdtc?????
Be (vocalizando clarísimamente): -Que tengo una cosa para que pruebes, es un segundo.
Y el Hombre Malo, que aún no había entendido lo que le decía, abrió la puerta del baño. Lo primero que noté fue su cara de desconcierto. Pensaba que me ocurría algo terrible y pedía ayuda, que me había quemado, nos atacaban los zombies, no sé, y me encontraba toda feliz y con un vaso de algo en la mano. Lo segundo que noté fue que estaba en la ducha. Desnudo. Lleno de jabón. Lo tercero que fue que mis ojos se estaban dirigiendo peligrosamente de su cara hacia su… su… en fin, su Hombrecillo Malín.
Utilizando toda la fuerza mental de la que soy capaz me concentré, recobré el control de mis pupilas y las clavé en las del Hombre Malo. Le pasé el vaso de caldo sin dejar de mirarle a los ojos, él lo probó, dijo que estaba perfecto, me lo devolvió, cerró la puerta y siguió con su ducha. Y yo seguí cocinando.
Les juro que no vi al Hombrecillo Malín. Lo que no sé es si la causa fue mi férreo autocontrol o que mi compañero de piso estaba haciendo un Buffalo Bill tipo El silencio de los corderos.
EPISODIO TRES:
No hay episodio tres. Todavía. Bueno, el Hombre Malo ha visto cosas pero es cosa suya decidir si quiere contarlas o no.
En cuanto a mí, varias amigas que se han quedado a dormir me han dicho que desde el sofá-cama se aprecia con claridad que nuestro Scottie canta en la ducha. Pero aún nadie ha visto la coreografía.
Esto es todo de momento. Quién sabe qué nos deparará 2009.
Pene, cari. Se dice pene.
ResponderEliminar...¡o el origen del mal!
¡BWAHAHAHAHA!
¡¡Hombrecillo Malín!!
Tienes toda la razón, Somo. Ahora pregunta quién se ha inventado el nombre.
ResponderEliminarJajaja, grandes historias Be!!
ResponderEliminarEsas cosas son las que molan de compartir piso.
ResponderEliminarYo también soy defensora de las barriguitas confortables... SuperAFavor.
Tengo que saberlo!!!! ¿quién inventó lo de "hombrecillo malín"? quien? quien?
ResponderEliminarbesukis!!
PD: el Ingeniero Fantasma es que era para verle en toalla (y mejor si era de lavabo), en serio...y en serio espero que la novia del aludido no lea este blog.
PD2: osea, mejorando lo presente que es el Hombre Malo...
PD3: cariño, no era yo la de la PD1, me ha obligado la gata a ponerlo (o algo)
Hombre Malo, manifiéstate y díles que de malín nada, que lo tuyo es pedazo de malote man, :P
ResponderEliminarHombre, yo veía a Xau en calzoncillos fardahuevos un día sí y otro también. Claro que el hecho de que fuera gay hacía que yo tampoco me preocupara demasiado por cerrar la puerta del baño...
Be, has abierto la veda para que nos hablen de tus desnudos involuntarios...
La otra noche, suena mi movil y en la pantalla aparece "Be"... si, la compañera de piso de la que me separan un tabique y apenas tres metros:
ResponderEliminarBe: oye, voy a contar lo de cuando te vi en la ducha ¿Te molesta?
Yo: No mujer, mucho me ha extrañado que tardaras un año.
Be: y como quieres que me refiera a tu...eso, a tu cosa.
Yo: ein?
Be: pues eso, que como lo llamo ¿La maquina del mal?
Yo: la verdad, yo no la llamo (viene sola), pero lo normal es llamarla con el diminutivo del dueño... no se, Pequeño Hombre Malo, o Hombrecillo Maligno.
Be: Vale *click*
Yo: (murmurando) ...loca.
------------------
...Asi que declaro que el adjetivo "malín" es enteramente elección (y seguramente invención) de alguna mente perturbada con poca memoria y peor juicio.
Ciertamente e sun burdo rumor.
Bueno, es absolutamente necesario copiar y pegar en esta entrada ésta última aclaración de El Hombre Malo.
ResponderEliminarRepito, absolutamente necesario.
>haciendo un Buffalo Bill tipo El silencio de los corderos.
ResponderEliminarJoooo, a mi nunca me habeis enseñado el sótano donde tenis encerradas a adolescentes semidesnudas. Claro, eso es para amigos de verdad y no visitantes ocasionales plastas, ¿no?
Como me chive a mi prima que curra en el CESID os vais a enterar.
Miss Mole, gracias, el mérito es enteramente de mis compañeros de piso... ;)
ResponderEliminarInner, ¡SuperAFavor! Deberíamos hacer un banner y ponerlo entre las buenas causas de la barra de la derecha...
Sheena, ¡jajajaja! En un solo comment has podido enfadar a la novia del Ingeniero Fantasma, al Hombre Malo y a tu novio. ¡El que seguro que no se enfada es el I.F! ¡Jajajajaja!
Gato, jijiji, yo no uso de eso: ¡los míos o son voluntarios y posando o no son!
Mira, Hombretón Malote, entre "Máquina del Mal" y "Hombrecillo Maligno" era mejor la mía que la tuya. Pero es que queda mejor "Malín" que "Maligno", ¡donde va a parar!
JuanRa Diablo, lo voy a considerar, pero que sepas que es una burda mentira falsa y falaz.
Nene, en nuestra casa no entran "visitantes ocasionales plastas". Yo tengo una porra telescópica ilegal y el Hombre Malo un machete de la jungla. Cuando uno de esos intenta entrar terminamos haciendo relleno para arepas.
Con "Nene" quería decir, obviamente, don E. Martin.
ResponderEliminarSuerte,Be. Y la próxima vez, mirada directa, sin cortarse.
ResponderEliminarY cuenta.
¿Hombrecillo Malín? Por primera vez, creo que no se me ocurre nada que decir
ResponderEliminarMariajesusparadela, ¡JAJAJAJA! Vale, pero porque tú me lo pides.
ResponderEliminarNoa, jijiji, ¿te has leido el comment del Hombre Malo? ¡La culpa es suya!
Meh, después de casi ocho años de Karate estoy acostumbrado a desundos (masculinos, los otros... bueno, ahí cada uno se apañará como pueda...).
ResponderEliminarMenos mal que d elos visitantes que se envuelven en mantas no dicen nada.
ResponderEliminarIlluminatus, hoy he visto por la tele a un hombre en un gimnasio. Estaba de rodillas sobre una colchoneta. Su entrenador le sujetaba de los tobillos mientras el hombre bajaba el resto del cuerpo totalmente recto hacia la colchoneta, muy lentamente, hasta poner todo el cuerpo en horizontal. No sé si me he explicado bien, pero ¿usted cree que este tipo de cosas son posibles o que se trataba de un CGI?
ResponderEliminarCapitán, un día hablaré, largo y tendido, de las sorpresas que nos da la vida...
>Yo tengo una porra telescópica ilegal
ResponderEliminar¡Como sois las tías! ¡Hala, directa al grano!. Primero va una cenita romántica, luego un paseo a la luz de la luna y después ya se vería.
>y el Hombre Malo un machete de la jungla
Y yo el de Jason Vorhees, que es más largo y más duro. Y él ya me lo ha visto, ji ji ji ji...
Illuminatus, hoy he visto por la tele a un hombre en un gimnasio. Estaba de rodillas sobre una colchoneta. Su entrenador le sujetaba de los tobillos mientras el hombre bajaba el resto del cuerpo totalmente recto hacia la colchoneta, muy lentamente, hasta poner todo el cuerpo en horizontal. No sé si me he explicado bien, pero ¿usted cree que este tipo de cosas son posibles o que se trataba de un CGI?
ResponderEliminarEs físicamente posible pero el tipo tendrá unos musculacos en las piernas como émbolos hidráulicos y los tendones como cuerdas de violín. Es como lo de Bruce Lee: el tío, técnicamente, sería mejor o peor (lo de que los grandes sifús le echaron del círculo y no le enseñaron más después de su contacto con los occidentales es rigurosamente cierto) pero físicamente era una mala bestia porque había llevado su cuerpo al límite.
Gracias por el piropo, Be, guapa!!
ResponderEliminarPero como aspirante a Ingeniero Fantasma GQ Esquire tengo que decirte que la poca barriguita consolera que me queda tiene sus días contados (a la vuelta de navidad), y no es por petición popular, que mi amor ya duerme cómodamente sobre ella. Esperamos cambiarla por brazos (y manos) de guitarrista como proyecto para 2009.
No digo que sea cómodo apoyar la cabeza en una tabla de planchar, pero se duerme mejor en un colchón firme que en uno blando, Una barriga viscoelástica sería lo ideal, aunque entiendo que se puede someter a debate.
Un besete y que os comáis las uvas enteras, con sus huesos y todo. Y recuerdos a tu madre.
E.Martin, pues ahora la pobre porra está priapística: la abrí y se ha quedado encajada y no puedo cerrarla. Pobre.
ResponderEliminarIlluminatus, yo me quedé impactada. Sólo podía pensar en lo que eso debe de doler.
Ineniero Fantasma, los brazos de guitarrista te van a quedar superbien. Besitos y buena entrada en 2009.