jueves, mayo 31, 2007

¡Quédate A Dormir Te Necesita!

Queridos lectores y compañeros de cama, ya somos mayores. Hemos cumplido un año y dos amigos a los que adoramos nos han regalado los dominios http://www.quedateadormir.com/ y http://www.quedateadormir.es/ para los próximos 12 meses. Sí, somos mayores ¡y hasta tenemos dominio propio! ¡¡¡DOS!!!

Estamos súper contentas. Tanto, que habíamos pensado celebrar una fiesta de pijamas en mi terraza en cuanto empezara el buen tiempo e invitar a todos los lectores y commentaristas. Pero claro, sois un buen puñado. La cantidad de visitas diarias se sitúa entre 400 y 500 (sí, bueno, fluctuamos, ¿qué pasa?). Y aunque esperamos un buen número de bajas con el verano… aún serían demasiados hasta para la paciencia de R., el santo varón con el que comparto piso.

Luego pensamos en una orgía colectiva. Pero resulta que una ola de amor recorre Europa y estas posteadoras están feliz y contentamente emparejadas (menos Noa, que sigue living la vida loca). Lo de la orgía no nos apetece nada.

Así que nos hemos decidido por hacer chapitas. Y para esto necesitamos vuestra ayuda… porque nos hemos dado cuenta de que ¡¡¡no tenemos imagen corporativa!!!

Necesitamos urgentemente un logo, simbolito o dibujín que nos represente… Queda convocado el concurso “Un Logo Para QaD”.

TIOSAMOK BASES:
- Los diseños deben ser de tamaño reducido, conforme a su finalidad de convertirse en chapitas modernillo-blogosféricas.
- Deben representar el espíritu de Quédate A Dormir en cualquiera de sus vertientes (y hay unas cuantas, jijiji).
- Los interesados han de enviar sus diseños a nuestro email grupal quedateadormir@gmail.com antes del 15 de junio.
- Podrá haber un ganador, varios ganadores o ningún ganador, según decida el jurado compuesto por Misia, LaPerri, Noa y Be.
- Los ganadores se llevarán la eterna gratitud de las posteadoras y una cantidad a convenir de las chapitas con su obra impresa.
Esperamos sus contribuciones con ilusión. (Como no nos llegue nada, nos pagan ustedes el prozac, ¿eh?)

miércoles, mayo 30, 2007

Tristeza (poquita)

Ayer hice limpieza profunda y reordenación en mi habitación. Los papeles, apuntes y libros me comían, así que decidí retirar algunos de ellos y bajarlos al trastero. Sopesando las opciones, decidí que los que debían iniciar el descenso a los infiernos eran los textos y apuntes del master, de los dos años de doctorado y de mi proyecto de tesis.
Puede ser una tontería, son sólo papeles, pero me entró una tristeza momentánea... sé que perderlos de vista significa abandonar el proyecto por un largo tiempo, seguramente para siempre. Desde hace unos meses no trabajaba nada en ello, pero por lo menos estaban aquí, a la vera de mi cama y sobre mi ordenador. Ahora no están y es como admitir que no voy a acabar algo que me encantaba.
Supongo que los intereses van cambiando y que surgen otras cosas. Me encanta mi trabajo y dar mis clases de Historia del Arte y demás, porque aunque son de un nivel de divulgación básico, son muy gratificantes. Pero también echo de menos la Antropología, la investigación, los mitos, el parentesco, las conferencias, las crónicas del siglo XVI y todos esos temas que suenan un poco a marciano y que son cosas (aún más) difíciles de conciliar con mantener la propia economía a flote.
En fin, que da igual, que ahora no es el momento, pero, quien sabe, quizás más adelante me da la vena y la emprendo de nuevo con la Antropología (pobre Antropología, cuando llegue ese día). Como diría Bebe, p´afuera telañaras y por ahora me dedicaré a mi arte, a mi Historia o al museo que corresponda. Y tan feliz.

martes, mayo 29, 2007

¿Es que todo el mundo en esta ciudad conoce mi identidad secreta?

Parece que alguien en mi curro conoce Quédate A Dormir. Bueno, sé que hay gente que lee el blog -o que es posible que lo hagan- porque les he dado la dirección o les he hablado de él. Pero ayer descubrí que hay gente que se queda a dormir a escondidas.

El caso es que iba a entrar en una sala y escuché a 3 personas refiriéndose a mí como “la del blog”. Entré inmediatamente, porque “quien escucha, su mal oye”... Poner a caldo a la gente en el trabajo es normal (al menos en el mío), y yo casi prefiero no enterarme.

Entré y se quedaron callados (jo, les corté el rollo mogollón). El chico que hablaba se puso rojo hasta las orejas… y, como me cae bien, preferí pensar que no iba a decir alguna maldad. Lo puse fácil.

-Ah, ¿lees mi blog?
-No… pero últimamente se habla mucho de él por aquí.
-Ajá.

Veamos. Yo pensé que en la radio conocían mi blog 4 personas:

· Uno es un compañero al que tengo mucho cariño que se pasa por aquí de vez en cuando y comenta como Canalla.

· Otra es mi niña Cascabel, mi pequeña técnica de sonido que es un encanto y me quiere tanto como la quiero yo.

· Otra es Parker, que es mala como Satán pero tan divertida que mi vida laboral sería un erial sin ella.

· Y el otro es aquel Técnico Anónimo que sirvió de McGuffin introductorio para la leyenda urbana masculina de que las mujeres frinkan cuando quieren… y que de momento tiene todas las papeletas para ser la filtración. Y es que igual no nos contó la anécdota sexual que ilustra aquel post por la confianza por la ayuda prestada en el caso de su ETS, sino simplemente porque le mola hablar mucho pero mucho.

Pero es sólo una sospecha.

En fin, que dicen por ahí que lo importante es que hablen de ti, aunque sea bien (¿es de Oscar Wilde esta cita?), y las posteadoras de este blog escribimos en Internet para que nos lea quien quiera. Eso sí, siguiendo los consejos de Canalla, voy a tener más cuidado con mi identidad secreta a partir de ahora. Ha dicho no-se-qué de que me parezco a Daredevil Born Again, me ha recordado lo mucho que me gusta mi trabajo que -además- paga el alquiler… y me ha recomendado que borre mis rastros.

En fin, señores, que sepan ustedes que, por motivos de seguridad, si alguno da por error mi nombre real, verá su comment borrado sin piedad. Y eso que mi nick no es nada críptico y mi novio dice que “con CandyGirl vivíamos mejor”.

Por lo demás, nada va a cambiar. Que tampoco digo cosas malas de mi curro, ni cuento cosas fuertes de la gente sin pedir permiso antes (Pequeño Técnico Anónimo McGuffin es testigo). A no ser que lo merezcan, claro, como mi chungo el nazi. Yo seguiré escribiendo lo que se me ocurra, y ustedes seguirán -si quieren- quedándose a dormir y disfrutando de este blog a sus anchas.

Recomiendo especialmente la columna de la derecha, donde hemos actualizado los enlaces musicales inspirándonos en Redronin1b y la encantadoramente halagadora imagen que tiene de nosotras (visiten su Es Pop, Mamá, que por cierto anda de celebración: no se arrepentirán). Gracias a él, y a todos los demás lectores, visitantes y commentaristas, por hacer que me sienta tan a gusto en este rincón de la blogosfera.

lunes, mayo 28, 2007

La tía Carmen o la digna sucesora de Amparico

La tía Amparico tuvo una digna sucesora en su hija Carmen. Carmen no sólo heredó su fuerte carácter, sino también el llevar a todo el mundo de cabeza tras su muerte.
Carmen había sido monja, aunque había tenido que abandonar el convento porque había ingresado en una orden con voto de silencio y, según cuentan, por su mala leche y sus ganas de mandar no pudo soportarlo. Luego se metió en política, en el PP, porque según sus palabras "en el pueblo no hay nada más a la derecha". Llegó a concejala y llevó al alcalde más recto que una vela en sus legislaturas.
Era una mujer de armas tomar, mi tía Carmen: brusca, arisca y muy intransigente. Cada vez que venía de visita desde Levante, examinaba mi ropa, mi casa, mi vida y, claro, nunca quedaba contenta. En una de esas gloriosas visitas me preguntó, ceñuda:
- ¿Tienes novio?
- No, tía, no tengo novio.
- Pues entonces estudia- me dijo, mirándome con cara de pena y desprecio.
A pesar de todo ello, era una buena mujer, aunque a veces se empeñara en disimularlo.
Cuando se murió y se leyó su testamento, había dejado un pequeño "regalito" a sus sobrinos: el encargo de que se dijeran MIL MISAS GREGORIANAS en su nombre, por la paz de su alma. Mi tía N., que es una bendita, tuvo que recorrerse todas las iglesias de Madrid, para ver dónde podía cumplir el deseo de la tía porque encargar misas, mil concretamente y encima gregorianas, no es tarea fácil. Pero merecía la pena, porque como me dijo mi tía N.:
- La tía Amparico quería aparecerse a todo el mundo, así que me da pánico que tu tía Carmen haya aprendido el truco de su madre y venga a vernos de sorpresa si no le encargo las misas, que conociéndola es capaz de armarle la gorda a San Pedro, o a quien sea para poder salir de donde esté y venir para echarme la bronca por no hacer exactamente lo que pidió. Y mejor que se quede donde esté, ¿no crees?
Al final mi tía N. encontró una especie de parroquia que es como algunas farmacias, 24 horas, y que da constantemente misas (si el pecado no duerme, anda que lo van a hacer ellos). A una misa diaria se supone que se tardarán unos dos años y nueve meses en decir las mil misas... así que quizás, mientras estás leyendo esto, en un lugar de Madrid se esté celebrando una misa por la tía Carmen. Aaaamén.
Post-post: Por cierto, se me olvidaba: el viernes estuve en la fiesta. Moló. Estuvieron por allí Be, Emea, Sark, Zarajota, Lorz, Hermano Pequeño, Hermano Mediano (ambos de Lorz) y Hermano (el mío) & company. También Anómalo, Edu-im (muchas gracias, pequeño), E., B. y Merisuan (qué guapas ibais todas, las disfrazadas y la que no). Pues eso.

viernes, mayo 25, 2007

Maravillosos años

Hay gente que tiene pinta de cría. Por ejemplo Winona Ryder, o mi jefa, que cuando nos dijo que cumplía 40 alucinamos. Pero no todo el mundo es así. Otros, tipo Ángela Lansbury, aparentan unos cuantos años más de lo que marca el DNI. Y no les gusta nada que se lo digan.
Así que no entiendo como pretenden que funcione una cosa que he visto por la Red: Agester.
Es como una especie de sitio para “conocer gente” en el que te apuntas, das tu foto y otros usuarios intentan adivinar tu edad. Y tú también puedes jugar: calculas los años del individuo de la foto y luego ves si has acertado y si coincides con la media de lo que le echa la gente. Si te mola alguien puedes contactar con ellos, pero yo creo que eso es lo de menos.
Lo venden como “un sitio entretenido en el que pasar largas horas adivinando la edad de los personajes que van apareciendo”. Lo que no dicen es el número de depresiones que piensan causar. Porque entretenido sí es, he echado un vistazo y hay mucha gente a la que la media de edad calculada es como 7 años mayor que la real.
Por ejemplo, este chico:
Yo dije 24. Y tiene…
Tiene 18 y le echan más de 26. O sea, un drama.
Vale, vale, que aún está en esa época en que quieres parecer mayor, sobre todo en EEUU donde, si no eres Lindsey Lohan, tienes que tener 21 para comprar una cerveza. Pero esto también le pasa en esa web a gente de 40 o 50.
Cieeeeerto, también hay muchos a los que echan menos años. Pero me agobia, porque aunque tengo la suerte de ser más del club Ryder que del club Lansbury... soy malísima adivinando las edades de la gente. Pero mala-mala.
Lo he sabido desde pequeña, cuando podía ordenar a la gente de menor a mayor pero era incapaz de calcular cuantos años separaban a cada individuo. Y viendo la cara que se le queda a la gente cuando les echan años de más, decidí que prefería quedarme corta.
Ya ven.
Eso verde que llevo puesto es una versión de mi preciosa capita negra con hebillas de barbie sadomaso. (Más cosas del autor del dibu, aquí y aquí).
Ah, y hoy se cumplen 112 años del arresto de Oscar Wilde (mi escritor preferido del mundo) por cargos de "sodomía y bruta indecencia." Un triste día... Voy a vestirme de negro y esta noche ahogaré mis penas en coca-cola light y canciones de Calipo A. Si van al sarao del Orgullo Friki, allí me verán, como alma en pena.

jueves, mayo 24, 2007

Los Chungos de Nuestra Vida: La Novia De Toda La Vida

Queridos amigos, gracias a Ebsen -autor del post de hoy- voy a ganar una superapuesta con un supervillano, cosa que no sucede todos los días. Aquí tiene, señor Davgard, un post de chunga en condiciones. Lea y dígame, ¿qué he ganado?
Del post, que es estupendo, llama mi atención la facilidad con que se menciona, en el último párrafo, algo contra lo que ya hemos alertado desde aquí: los partidos homenaje (visiten el post y "just say no!").
Una vez dicho esto, termino recordando a los dos adorables jovencitos que me han prometido colaboraciones para esta sección que están tardando en llegar (poneos-a-ello!!!). Y a todos ustedes, queridos lectores, ya saben que la dirección para enviarnos sus chungos (redactados, no lo olviden, siguiendo El Pentálogo), es ésta: quedateadormir@gmail.com. Y ahora, disfruten de la chunga.
Corría el año 96 cuando, jóvenes y atontaos, nos enamoramos como solo los jóvenes y atontaos pueden hacerlo. Ella era la mejor amiga de mi hermana y yo un adolescente medio con hormonas revueltas y escasa (ejem... nula) experiencia previa.

Sin darnos cuenta paso el instituto, y poco a poco empezamos a coleccionar aniversarios hasta casi tener 10. ¿Y cómo mantuve semejante contrato en exclusiva con una chunga de tal calibre? Era amor del bueno, del de toda la vida (¿He oído “INGENUO” al fondo de la sala…? Espere, que aun se queda corto...)

Los años se me pasaron volando, ella era cariñosa y nos queríamos. Es cierto que había “pequeños detalles” que rechinaban de vez en cuando (inexistente relación con su familia, apática con la mía, amigas que en dos días pasaban a no ser ni saludadas por la calle...). ¿Pero qué importancia tiene eso cuando estás enamorado? (Además que lo que pasaba es que TOOODOS ellos le tenían manía).

Y llegó el día en que se apuntó a un grupo de teatro de gran prestigio y trascendencia en los medios locales de media España. Nuestra relación se había vuelto un “pelín” (véanse las comillas) endogámica y cinéfila así que me pareció bien que cambiara un poco de aires. Conoció gente nueva, hizo amigos y hasta encontró un objetivo en su vida sobre las tablas del escenario.

Algo ya debía haber sospechado cuando empezó, cada vez más, a hablarme de un tío simpático, un poco friki y que olía raro, con el que seguuuro me llevaría genial porque teníamos gustos muy parecidos (jo, y tan parecidos).

Llegó la primavera y, con la sangre alterada, el famoso grupo de teatro se fue de gira por los territorios nacionales durante un mesecín entero. Hablábamos por teléfono bastante a menudo, pero reconozco que yo mismo pasé por etapas de chunguez debidas, seguramente, al síndrome de abstinencia afectiva.

La última etapa del tour fue en un teatro al aire libre de gran prestigio, donde me presenté por sorpresa con los progenitores de ella, debido a la cercanía de la localidad (apenas unos 400 kilómetros). Aparte de una simpática insolación de aquella visita me quedó el regustillo de que algo no iba bien, cuando tras intentar besarla (después de un mes sin verla) ella me dijo que era mejor no hacerlo en público porque se había enterado que un compañero se había enamorado de ella y no quería hacerle daño.

El tiempo siguió pasando y nuestra relación iba haciendo aguas por todos lados poquito a poco, llegando el punto de que pasaba horas hablando con su compañero despachándome con un correcto “Buenas noches, pero hoy estoy muy cansada y quiero acostarme pronto”. Por supuesto, los pocos ratos que pasábamos juntos teníamos de banda sonora los múltiples y variados toques y mensajes del compañero enamorado. Y claro, por mantener la armonía grupal, por ser algo no correspondido y por no perder una amistad tan importante no quiso poner fin a la situación (si creen que hemos llegado al límite de la pardillez esperen que todavía queda).

Así continuó pasando el tiempo, con semi-ruptura incluida. Llegaron las navidades y el barco tenía ya más agujeros que mis exámenes de química cuántica, pero, ainnsss, por costumbre o por membrillo seguía enamorado de ella. Como todos los años, una tarde la llamé para hacer juntos las compras de Reyes, pero (oh, maldición) ya tenía planes con una amiga para hacer compras. Yo viendo buena oportunidad para estudiar de cara a los cercanos exámenes le dije que estupendo y que ya iríamos otro día. Así que fluorescente en mano me puse repasar apuntes, hasta que al muy maldito (del fluorescente) le dio por descabezarse. Como mi amada se hallaba de compras, raudo y veloz cogí el móvil para pedirle que me comprara alguno. El teléfono sonó una vez (que raro, lo tendrá sin sonido), dos (lo mismo tiene el móvil en el bolso de una amiga) y hasta tres veces, cuando finalmente me contesta el padre diciendo que se lo había dejado en casa (y yo que hasta entonces creía que se lo había injertado quirúrgicamente... pero le puede pasar a cualquiera).

Por suerte uno ha leído muchas novelas de Sherlock Holmes de pequeño y algo ha aprendido del arte deductivesco: “Si está con una amiga, le mando un sms al móvil de la amiga, diciéndole que no se asuste si cree que ha perdido el móvil y pidiéndole el fluorescente (de las narices ya) y to solucionao”. Pues bien 5 minutos después me contesta la amiga confesando que llevaba 4 días en otra ciudad y que no sabía nada de nada.

...

No hace falta decir que, si bien no sabía donde estaba, sí sabía con QUIÉN estaba. Cuando llegó a casa me llamó y le pregunté que qué tal lo había pasado y dónde había estado, y tras el tira y afloja habitual de estas situaciones acabo confesándome que se había citado con el compañero enamorado para dejarle claro que lo suyo era imposible porque ella me quería a mí, y que no me había dicho nada porque seguro que yo no le habría dejado ir (aquí es cuando me di cuenta de que en casi 10 años apenas se había molestado en conocerme). En mi contra he de decir que me lo creí (o casi).

Así que 3 días después, estando ella estudiando en la biblioteca municipal y teniendo yo que recoger un paquete, decidí pasarme por allí y darle una sorpresa (1 minuto para dejar pasar la risa tonta del que ya ve lo que se avecina), y como uno es así de tontola... detallista, encima le compré un colgante. Llego a la biblioteca, subo la escaleras y... no está (aunque sus cosas sí), así que imagino que ha salido a merendar y salgo a buscarla. Tras un paseín la encuentro, a 50 metros de mí, del brazo con el compañero enamorado, y con un colgante en el bolsillo al que se le había desencajado la mandíbula a mi costa.
Les sigo. Les alcanzo en la puerta de la biblio. Primero me ve él. Sale corriendo escaleras arriba (es muucho mas grande que yo). Luego me ve ella. Cara de circunstancias. Le entrego el colgante y me voy con el poquitín de dignidad que encontré en un bolsillo de la chaqueta de casualidad. Ella me sigue. Trata de explicar no se qué, pero no tengo ganas de hablar con ella. Subo al coche y me voy. Al rato recibo un mensaje suyo diciendo (literalmente) que sentía mucho que YO estuviera así, pero que tenía que comprender que era uno de sus mejores amigos y que una amistad así no se encuentra todos los días (en cambio novios de casi 10 años los hay a patadas...)

Aun así, con más moral que el Alcoyano, decidí darnos otra oportunidad (ya dije que lo de pardillo se quedaba corto). Le llamé, le quise hacer entender que algo no iba bien, que lo estaba pasando mal y que encima tenía los exámenes ahí al lao. Ella me dijo que tenía razón, que me estaba haciendo daño y que lo mejor era dejarlo.

Obviamente la cosa no quedo ahí, e incluso seguimos acostándonos juntos durante un par de meses más o menos, en las que me buscaba cuando el otro no andaba disponible, rogaba por mi amistad (después de una relación tan larga), mentía, mangoneaba emocionalmente y perrohortelaneaba que daba gusto.

Finalmente no pude más, le deseé buena suerte y le dije adiós muy buenas; tras lo que entré en la etapa totalmente asexual durante casi un añito (de la que, gracias a Leonardo -la beca, no la tortuga ninja-, me hallo satisfactoriamente curado en la actualidad).

miércoles, mayo 23, 2007

Animales comestibles

Post no apto para todos los públicos. Abstenerse estómagos sensibles.

El otro día me llevaron a un restaurante muy chulo y con una carta bastante particular. Ya me habían dicho que su especialidad eran el carpaccio, pero cuando llegamos comprobé que no se trataba de carpaccios cualesquiera. No. Unas cuantas carnes "raras" campaban a sus anchas por la carta, haciendo que me planteara mis límites carnívoros.

Hasta ahora me había atrevido con los animales feos y catalogados como no-monos. En Mallorca es muy típico comer caracoles y desde pequeña me acostumbré a comerlos, de hecho me encantan (eso sí, prefiero no imaginármelos vivos y babeando cuando tengo una olla delante). También cuando estuve en México mi amiga Maya me convenció para comer chapulines en un mercado de Oaxaca.


Chapulines=grillos o saltamonte pequeño o bicho semejante

Los chapulines no tienen salvación, no os los recomiendo. En ciertas zonas de México se toman de aperitivo, como aquí las pipas, y se consideran un manjar, pero a mí me pareció estar comiendo la cáscara de una gamba reseca con sabor a limón y chile. Aquello se me quedó atascado en mitad de la garganta y me causó bastante angustia vital: a ver cómo mi familia le explicaba a la gente que la niña murió porque se atragantó con un grillo. Qué poco glamour (por cierto, si vuestro estómago se atreve y queréis ver unas cuantas recetas con insectos, haced click aquí, entre ellas la de los chapulines en otras variantes).

En la categoría de animales más dignos y monos, en aves he probado de todo. Por probar, resulta que una vez hasta me comí a un mirlo y un par de gorriones. Qué penita me dio, pero fue sin saberlo: unos pájaros sin identificación flotaban en un arroz brut (plato típico mallorquín) y zas, al buche.

Después de todas estas reflexiones en el restaurante, me di cuenta de que yo, escrúpulos, pocos, y que soy toda una señora carnívora. Así que sin remilgos, nos atrevimos con un ave bien grande: pedimos avestruz. Vale, en el primer momento me acordé de esto


Mi imagen del messenger de hace unos cuantos años

y pensé "Ohhh, que pena". Pero en cuanto me la trajeron solo pensé "pues... está rica, la jodía avestruz". También probé la gacela, y me sentí como el león del Serengeti del documental de la 2 (también está rica, la jodía gacela). Lo de comer canguro ya lo hemos dejado para la próxima vez, que ese ya da un poquito más de penita.
Post-post: Por cierto, el viernes por la noche será la fiesta del Orgullo Friki, con concierto de Viruete incluido. En el Círculo de Bellas Artes. Esta posteadora irá, con Hermano&friends. Quizás se acerque alguna otra posteadora del Quédate. Animaos, será divertido.

martes, mayo 22, 2007

Al-Ándalus, Tierra de Contrastes

A la Perri, con cariño.

Tras trabajar todos los festivos existentes desde Navidad, incluido el día del trabajo, el viernes pasado me tomé el día libre. Y me fui a Málaga, a ver a mi novio que ha recalado allí en su periplo por el Profundo Sur. El plan era levantarnos tarde, ir a la playa y, cuando alcanzáramos el punto óptimo de tueste, comer algo como esto:

Porra antequerana (parecido al salmorejo, alimento del amor), almejas, chopos, boquerones, aceitunas y ensalada de pimientos. Dependiendo del día, cambiamos las almejas por coquinas y los chopos por calamares. Los chanquetes son fijos, aunque también ilegales y los restaurantes los han quitado de la carta. Ñamñamñam.

Y luego más playa.

Después de anochecer tocaba pasear por los alrededores de la Catedral, que están plagados de sitios preciosos. Como La Tetería, justo enfrente de la iglesia de San Agustín, donde tienen mil tipos de té, de batidos, de cafés.

El Castillo de Gibralfaro mira desde arriba. De noche se ilumina y paseando por ahí me acordé de cosas de cuando era muy pequeña (pero pequeña pequeña, en plan de 4 años), del año y medio que vivimos en Málaga. El Castillo. Cortilandia en Navidad. La Caracola. Las siestas obligadas en Semana Santa para poder quedarme despierta hasta las mil y ver las procesiones.

Siguiendo con el paseo, abajo, al pie del cerro de la Alcazaba, está el teatro romano. Todo de mucho amor. Y fue pasar el teatro y entrar en una nueva dimensión. Pasar el teatro, y escuchar mucho jaleo. Como de fiesta, pero fiesta moderna, con batería y “fanes” gritonas. Nos fuimos acercando… era un sarao considerable en mitad de la calle, vean:

De la nada habían aparecido un montón de adolescentes, que se congregaban alrededor de un escenario. Allí tocaba un grupo de chavales de colegio de lo más pijo. En total, un par de temas propios y mil versiones de… ¿de quién? Venga, adivinen, que es fácil… mil versiones de… El Canto del Loco.

Pero la sorpresa mayúscula llegó cuando descubrimos el lugar donde se expendían las bebidas…

En serio. Porque el lugar donde se celebraba la fiesta era…

¿No lo leen? Veamos si con un poco más de detalle…

Traduzco: HERMANDAD DEL SANTO CRISTO CORONADO DE ESPINAS Y NUESTRA SEÑORA DE GRACIA Y ESPERANZA

Recapitulando: niños pijos, niñas fanes, el canto del loco, baterías, cañas, rebujito, tronos de alpaca plateada, cruces floridas, Cristos coronados de espinas. Todo junto y a la vez, y ni siquiera era Semana Santa. ¿No se lo creen? Yo tampoco, y pensé que La Perri nunca me creería y que necesitaba pruebas tangibles. Como el impresionante documento adjunto a continuación (lo que gritan de fondo es “Volverás”, ese temazo inmortalizado por Dani Martín):


Con experiencias traumáticas como ésta, y mágicas como el camino de lucecitas en el suelo del cruce entre la calle Granada y la calle Calderería, señores, me voy convirtiendo en una experta en Al-Andalus y sus Contrastes.

lunes, mayo 21, 2007

La tía Amparico

La tía Amparico vivía en un pueblo del levante español. El día que cumplió ochenta años decidió que era el momento de prepararse. Fue a la ciudad más cercana y encargó su traje de amortajar, un vestido negro y sencillo. Estaría listo en unos días.
A la semana siguiente, fue a su peluquería de toda la vida:
- Antoñita, ponme guapa para hoy. También te voy a pedir algo más: el día en que me muera, quiero que vengas a casa y me peines antes de que me metan en el ataúd. Ponme guapa también ese día. Y te digo una cosa: si no lo haces, me apareceré a ti y a tu familia.
Después de que la pobre Antoñita le arreglara el pelo, la tía Amparico se fue a la ciudad. Recogió el vestido, se lo puso y se fue al mejor fotógrafo del lugar:
- Quiero que me haga una foto en la que salga guapa. Es para ponerla en el cementerio y para que la gente, cuando pase por allí, pueda decir: "mira que guapa estaba la tía Amparico".
Después volvió al pueblo, se quitó el vestido y lo colgó en una percha. Ese traje no se descolgaría de allí hasta el día de su muerte.
En las siguientes semanas, la tía Amparico inició su particular periplo por el pueblo. Primero fue a casa de Octavio, el albañil:
- Octavio, cuando me muera tienes que cerrar tú el hueco de mi tumba y colocar la lápida. Si no lo haces, vendré del otro lado y me apareceré, y no te dejaré en paz por no haber cerrado mi tumba personalmente.
También fue a casa de Joaquinín, el de los muebles:
- Joaquinín, vengo a pedirte que lleves mi ataúd a hombros hasta el cementerio. Si no lo haces, ten en cuenta que volveré y me tendrás en tus sueños después de muerta.
Y así fue visitando a muchos de los habitantes del pueblo, encargando flores, misas, cantos, portes y todo lo que un entierro como Dios manda requería.
El día en que Amparico murió, todo el pueblo estuvo revolucionado. Cuentan que una de las que llegó primero a la casa de la tía Amparico fue Antoñita, la peluquera, que dejó a una clienta a medio peinar para salir disparada hasta la casa en cuanto se enteró de la noticia. Ella fue la primera, pero ninguno de los citados faltó a su deber impuesto por la tía Amparico. Y es que vértelas con Amparico, una mujer de carácter, enjuta, severa y un poco malhumorada no era fácil, pero vérselas con su fantasma ya quedaba más allá de cualquier aguante humano.
Hace más de treinta años de todo aquello y aún hoy Amparico sigue mirando a los que pasan por el cementerio desde su foto, en la que aparece con su traje negro, con los huesos de los pómulos marcados y angulosos, con sus pequeños ojos duros tras sus grandes gafas de concha y con un rictus serio.
La tía Amparico era mi bisabuela. A veces me da un poco de miedo pensar que compartimos unos cuantos genes, porque, quien sabe, quizás la herencia familiar salga dentro de unos años a flote y me encuentre amenazando a mis descendientes con aparecerme tras la muerte si me dejan en una residencia.

jueves, mayo 17, 2007

Los Chungos de Nuestra Vida: El Ornitorrinco

El chungo de hoy es, en opinión de esta posteadora, uno de los más hardcore que han pisado la sección (pero yo soy una incomprendida, así que quiero ver qué pensáis vosotros). Antes de invitaros a disfrutar del chungo contado (muy bien) por mi amiga y ex becaria JanisJoplin, quiero hacer una aclaración: he trabajado en dos radios distintas, y ambas tienen en plantilla a multitud de técnicos de sonido. Así que no hagan porras.
Ya está. Ahora a disfrutar.
Pues sí. Encontré el amor… Y no uno cualquiera, sino uno de esos que te miran cuando te has dormido, te rastrean de arriba a abajo con mirada pícara cuando te pintas el ojo y te enfundas la minifalda, y sigue sonriendo con esa cara de ¡por fin los reyes (magos, se entiende) se acordaron de mi scalextric! cuando descubre que no llevas ropa interior (jejeje… quería dar un poco de envidia al personal –he estado 24 años en el otro lado- y corroborar esa teoría de que las mujeres somos unas perras entre nosotras).

Claro que todo ha sido fruto del destino, la casualidad y esa oscura necesidad de enamorarse que uno experimenta a partir de los 25 cuando no ha tenido una relación estable en su vida… Porque ¡nada cómo la soltería!

La soltería… ¡¡¡ahhh!!! Qué tiempos aquellos, cuando a una se le estropeaba el móvil justo ese día que esperaba una llamada especial. El siniestro (¿no os parece que los móviles los carga el diablo? como a las pollas, o al menos así rezaba el título de la primera obra de un director de cortos pervertidos que conocí en una acampada cuando era girl scout…) y le dice a su mejor amiga, compañera de piso o las dos cosas a la vez, como era mi caso: “tía prueba a llamarme… a ver si es que se me ha estropeado el móvil…”.

Qué nostalgia la mía… Sin la soltería, uno no podría morrearse en una discoteca con un tío y después preguntarle: “oye, ¿cómo dijiste que te llamabas?”… “Emmm… bueno… en realidad es la primera vez que hablamos”. Muy común también la situación inversa, es decir, que el que pregunte sea el tío… Clásico de las mañanas de domingo después de un (normalmente) absurdo y terrorífico polvo con un tipo que tiene el miembro más ancho que largo (os juro que me ha pasado y hay un término que me encanta para definir aquello que es más ancho que largo, y que también aprendí en los boy scouts: oblongo).

Pero he aquí mi favorito… el chungo de mi vida… de hecho, me gustaría compartirlo con vosotras/os y que sea también EL CHUNGO DE NUESTRAS VIDAS. Nada como estar soltera para vivir un momento así…

El compañero de trabajo que te hace “tilín”, pero sin pasarse… Salida a tomar cañas con los “más guays” del trabajo que normalmente también son los más alcohólicos (y a cuyo grupo suelo pertenecer independientemente del trabajo)… Cerveza arriba, copa abajo… ese líquido amniótico que colapsa los cerebros, pero que nosotros pensamos que nos hace más atractivos y elocuentes. De repente él se acerca y después de emitir un gruñido parecido al de un ornitorrinco o un oso hormiguero con hemorroides (que no sé como deben de sonar, pero seguro que hacen un ruido tan raro como el que emitía este técnico de sonido de una radio que no mencionaré a petición de una de las anfitrionas de este blog). Pues eso, que después del gruñido y con el acento que sólo los etílicos saben poner, te dice: “te quiero… jajaja (risa de borracho)… jajajaja… te quiero tía…”

La cuestión es que para cualquier persona normal eso habría significado el principio y el fin del rollete laboral… Pero no. Veinticuatro años de soltería hacen que ni tú mismo comprendas tus propias reacciones.

Así que la aventura continúa y te encuentras morreándote con un tipo que no es capaz de articular palabra. Todos sus amigos se marchan y te toca decidir: “¿le dejo que se vaya en su coche, se mate en la carretera, y mañana pongo cara de póker o me lo llevo a mi casa?” (visto así, es comprensible, pero no…).

Total que dejas tu moto bien atada en una plaza de Madrid (costumbres que uno pierde cuando se viene a vivir a Latinoamérica porque casi es mejor parar a un marero y decirle: “venga, te regalo mi moto”) y arrancas el coche de tu ¿rollo? (no sé si por el sexo o por lo coñazo) rumbo a tu casa. Por el camino vas experimentando unos patéticos y frustrados intentos de meterte mano; una sutil manera de recordarte: “hoy vamos a frinkar” (aquí se dice así, ¿no?).

Total que llegas a casa un poco escéptica… vamos, que sabes que no te espera la noche del jaguar, pero te resignas… Ya en la cama, después de otros patéticos y frustrados intentos por cubrirte (por decirlo en un término más científico) decides que es hora de dormir…

(Bueno chicos y chicas, tranquilos, que está cerca el desenlace)

Me despierto en medio de la noche sobresaltada… ¿estaré soñando?.. No, él ha resucitado de su coma etílico y está de pié, en una postura muy rara… sospechosa… Cierras los ojos pero algo hace que los abras de nuevo… Agua… agua, agua… Suelo despertarme pensando en eso cuando bebo más de una cerveza y media…. Pero ¡oh! ¡cielos! ¡no estoy soñando!... ¿una pesadilla quizá?…

¡NO! ¡Es él! De pie… los ojos en blanco y sosteniendo lo que horas antes no respondió a ningún estímulo… Estoy soñando o…

¿¿¿ESTE CABRÓN ESTÁ MEÁNDOSE EN MI BONITA ALFOMBRA DE IKEA???

Claro que detrás siempre hay un sabio comiendo altramuces…. A mi amiga (llamémosla) Ambar, uno de los rollos que tuvo en Irlanda le dejó un bonito recuerdo fecal después de una desastrosa noche de (más bien poca) pasión. ¿Será algún tipo de ritual de una secta satánica que no conozco?

La diferencia con mi amiga Ambar es que yo, después de un par de sonrisas y mensajitos románticos… repetí… (el hombre, ese animal que no deja de tropezarse con piedras).

Y es que, como os decía al principio de mi interminable historia… ¡¡¡NO HAY NADA COMO LA SOLTERÍA!!!

(Be... nunca podré agradecerte como mereces que me recordases esa bonita etapa de mi loca juventud…)

Efeméride

Da comienzo EL DÍA INTERNACIONAL DE LA LAVADORA 2007!!!

Para más información.
Para más información sobre la convocatoria original.

miércoles, mayo 16, 2007

Desastres naturales II

Hace un par de semanas estaba en casa viendo el mejor programa de miedo de los domingos por la noche. No me refiero a "Cuarto Milenio", sino a "Cambio radical". De repente, empecé a oir ruidos en el baño, así como glgllggllglgg-uuuuugggg. Intrigada fui hasta allí: había vuelto a pasar. Al poner la lavadora, el bote "sinfónico" se había vuelto a atascar y el agua salía a borbotones del suelo. Fui corriendo hacia la terraza para coger la fregona y cuando estaba volviendo hacia el baño (¡mi parqueeeeeet!) oí otro ruido en la terraza. Volví corriendo para ver qué había pasado y me encontré con otro desastre. Con la fuerza del centrifugado, el bote de cinco litros de detergente líquido lleno había salido volando y había esparcido el gel por toda la terraza. No sólo por el suelo, en el que ya había una capa de gel cubriéndolo todo, sino que había proyectado regueros de jabón que habrían hecho las delicias de los CSI por todas las paredes. Todo a la vez: El baño y el pasillo inundados, la terraza pringosa y mis tuberías colapsadas.
Después de unas semanas agotadoras, de trabajar demasiado (de ahí mi desaparación temporal), de tener los nervios a flor de piel, de arrastrar sueño y hambre, aquello me superó. Y en vez de correr y que me diera la histeria, como me suele pasar, me senté durante unos minutos en el sillón. Porque cuando los elementos se alían contra ti, es mejor pasar de los elementos y ponerse a chillar del horror al ver al dentista en marcha.

martes, mayo 15, 2007

Me llamo Be y soy un personaje de tebeo

AVISO: Éste es uno de esos post que hacen exclamar a algunos comentaristas (Somo, no miro a nadie) “¡¿pero qué mierda pegajosa es ésta?!”. Pero paciencia, que también es un post muy pero que muy egomaniaco. Y es que, el otro día, mi novio me dijo:

-Amó, eres como un personaje de dibujos.

¿De qué personaje hablaba? He hecho una lista de posibilidades, según las cosas que me dice que soy.

Sexy:
Como Catwoman, el dibujito más sexy que pueda existir ¡WOW!

Mona:
Como Yotsuba, la niña de pelo verde más mona del mundo mundial.

Coqueta:
Como Mary Jane de soltera, o sea MUY coqueta.

Caprichosa:
Como Akemi, la inquilina de Maison Ikkoku… ¡pero sólo algunos días!

Payasa:
Como Harley Quinn, pero en sentido figurado.

Lista:
Como Hulka, la… Uy, no, éste no. ¡Rápido, otro dibujo antes de que Eme empiece a gritar “DEMASIADA INFORMACIÓN!!!”! Uno en que salga en el juzgado… sí, eso.

Como Hulka, la superheroína abogada y soltera que además practica mucho el sexo. (¡Aaaargh, lo he vuelto a hacer!)

Tecnófila:

Como Oráculo (vamos, Barbara Gordon). Para poder hacer un reportaje digno en 30 minutos partiendo de cero conocimiento (digamos, por poner un ejemplo sacado de la vida real, sobre Black Sabbath), hay que llevarse bien con las máquinas. Y a mí se me dan, ya sea el portátil de mi padre, la cámara digital de mi madre, el fax de la redacción o la lavadora de la Perri.

Progre Buenista:
Como Lisa Simpson, la gran progre buenista de cuatro dedos.

Llorona:

Como Candy Candy, pero sin ser huérfana y sin ver morir a Anthony más que por la tele. Eso sí: lloro en el cine, en el teatro y hasta en el sofá de casa…

Cursi:

esther3

Según mi novio, como Esther. Pero no sé por qué lo dice, porque ninguna de las dos somos nada cursis. He elegido una foto con beso porque… porque… porque son las más chulas. Eso.

Chica Dura:
Como Cactus, que por cierto está supersonriente por salir por fin en este blog de mujeres fuertes (¡ya era hora!).

Y además, me sienta bien el verde…
Como a Poison Ivy (y, ahora que me fijo, a muchas de las otras chicas de la lista).

…y las Medias de rayas:
Como a la Bruja Madrina, que mola infinito.

AGRADECIMIENTOS:
Gracias a mi novio por la inspiración... A Eme A por la ayuda en la documentación... A Juan Bobillo y mi escáner por los dibus de Hulka... A esta web por los dibujitos de Bruce Timm (Catwoman, Harley Quinn y Poison Ivy)... Y a google e Internet en general (lo siento, no recuerdo los orígenes), por las demás.

viernes, mayo 11, 2007

Perriodismo del güeno

LO QUE CENARON LOS PERRIODISTAS GUAYS
DE VIAJE POR TARRAGONA
Espuma de romesco en chupito con gamba de Tarragona
Vino: Avreo, D.O. Tarragona
***
Mi-cuit de foie de oca relleno de membrillo con crujiente de pistacho y compota de higos.
Vino: Roigenc’05, D.O. Montsant
***
Taco de Bacalao sobre torrija con crema de calabaza y crujiente de ibérico.
Vino: Tous Andreu Chardonnay’04, D.O. Tarragona
***
Espaldilla de lechal asada a baja temperatura con crema de patata, tempura de verduras y salsa de ciruelas.
Vino: Les Terrases’04, D.O. Priorato
***
Sopa de fresones con tallarines de piña y sorbete de cactus.
Vino: Monferrant Rosé Brut, D.O. Cava
***
Tiramissú casero en decostrucción.
Vino: Edetaria’04, D.O. Terra Alta
Y el viaje duró 2 días...
(a veces mi trabajo mola mogollón)

jueves, mayo 10, 2007

Los Chungos de Nuestra Vida: La Pérfida Albión

La sección se masculiniza poco a poco... hoy gracias a Charles M. Towsend que ha abierto su corazón para contarnos como una Pérfida y Chunga Albión le persigue hasta hundir todas sus relaciones. A disfrutar.

La chunga de mi vida, queridos amigos, es Inglaterra. No las inglesas, señoritas por las que siempre he sentido el mayor de los respetos y admiración, sino esa tierra gris, cargada y hostil que es Inglaterra -y añadidos-, en la que consideran que el pastel de riñones...
...es una exquisitez. Desde que empecé a tener relaciones in-estables, Inglaterra se ha interpuesto una y otra vez en el camino de mi felicidad.

Mi primera novia (aquella que ya presentas a tus padres), a la que mis amigos apodaron la encantadora menor, en cuanto terminó el COU, decidió que necesitaba irse un año entero a Inglaterra a estudiar inglés, porque flojeaba en aquel idioma. Yo le animé, claro. Por aquel entonces, me parecía una idea estupenda aquello de salir de casa de mis padres, y poder pasar un año sabático en Inglaterra. ¡Londres Cosmopolita!

Ella decidió que la mejor manera de hacerlo sería encontrar trabajo de au-pair –mundo, que por otro lado, necesitaría un post en sí mismo-. Después de buscar durante un par de semanas, encontró lo que buscaba. Una pareja de bo-bo's hartos de la multitudinaria city, habían comprado y restaurado una ermita medieval en lo más recóndito de Gales, ideal para criar en el campo a sus retoños. Yo le objeté que en Gales no había más que ovejas y minas de carbón, pero ella estaba convencida de que aquello era exactamente lo que necesitaba: una pequeña comunidad rural donde poder ganar algo de dinero –gastando poco- y, ya de paso, aprender inglés.

Al cabo de seis meses, cuando volvió harta de montañas, ovejas y lluvia había decidido que necesitaba espacio para ella misma, y que nuestro noviazgo terminaba en aquel aeropuerto.

Mi segunda novia, la bellísima artista, pasó por una crisis parecida. Al terminar la carrera de psicología, decidió que había tirado los mejores años de su vida, estudiando una carrera con la que no disfrutaba y que no le ofrecía ninguna salida laboral interesante, que lo que ella realmente querría haber estudiado era Diseño de Moda, y que por lo tanto, lo que necesitaba era irse a Inglaterra para aprender inglés, y de paso ganar dinero trabajando como camarera de un hotel.

A mí ya no me apetecía tanto separarme de mi novia, pero entendiendo que era lo que realmente quería hacer, le animé a ello, esta vez sin tanto entusiasmo como la primera. A los dos meses, cuando yo ya no entraba por las puertas, me llamó para decirme, que sentía –en lo más profundo de su corazón, fijo- que lo nuestro se había acabado.

Y yo con el Europa 15 recién contratado.

Mi tercera, la enigmática borde, tras año y medio de convivencia, quiso de pronto, irse a Inglaterra para poder estudiar inglés, porque estaba convencida de que aquello le promocionaría en su trabajo. Yo, ya escarmentado por las anteriores experiencias, le dije que me parecía una idea estupenda, que llamase cuando llegase, y que mandase una postal con sus señas para saber donde le podía enviar sus cosas. Decidió que no se iba, pero a partir de ese momento, uno de los argumentos que esgrimía con mayor vehemencia en nuestras cada vez más frecuentes discusiones era que yo le había impedido irse a Inglaterra a estudiar inglés y así progresar en su carrera profesional.

Al final se largó, claro, pero no a Inglaterra, sino al otro lado de la ciudad, donde se ve que se apuntó a una academia de inglés.

Ahora tiemblo cada vez que mi actual novia habla poniendo ojitos de de cordero degollado de ir a ver la última de Hugh Grant. Le escondo los catálogos de Ryan Air y los discos de Robbie Williams. Y cada vez que alguien propone ir de fin de semana a Londres, que si, que sale muy baratito, yo desvío hábilmente la conversación hacia la cria de gamusinos de corral. Llamadme paranoico, pero estoy convencido de que al final, Inglaterra se interpondrá en nuestro camino.

¡¡Khaaaaaaan!! ¡Yo te maldigo, Inglaterra! ¿¡Por qué siempre tienes que arrebatármelo todo!?

miércoles, mayo 09, 2007

Mi novio es un Gremlin

Sábado por la mañana. La luz entra a raudales por la ventana. Suena un móvil:

-¿Sí?
-¿Be? Soy La Perri, que si os venís a tomar el aperitivo.
-Un momento… Cariño, es La Perri, que si bajamos a tomar el aperitivo.
-Mmmmmhhmmhhhhhhñññññññññggggggggggggmm
mmmmññññ
ñññgggggggggggmmm
mmmmmm
mmmmmññññññññhhhhhhññhhhhhh….......!

-Madre mía, Be… ¡Tu novio es un Gremlin!
-Sí, Perri. Lo sé.

Empecé a sospechar por los ruiditos, como tú. Pero otras cosas han venido a confirmarlo.

Como su fobia a las luces brillantes.

- ¡Be, echa la cortina! ¡Que no veo!
- ¿¡Al sol!? ¡Nooo! Vamos a la sombra…
- ¡Que ya no me caben más pecas! ¡Que me quemo!


Lo del agua también se cumple: en la ducha parece que se multiplica. Pero no le salen clones, le salen brazos.
Así que después de medianoche sólo le doy infusiones. Imagínate qué susto: no me gustan nada los chicos con cresta.
Lo que no sé, Perri, es si le voy a poder despertar a tiempo... ¿Quedamos mejor para una merienda-cena?

lunes, mayo 07, 2007

Una montaña de basura emocional

Hace unos días fui al Instituto de un amigo a dar una charla a sus alumnos. Empezamos hablando de periodismo y terminamos debatiendo sobre Cambio Radical y si Figo es más guapo que Beckham. Vamos, que lo pasamos bien. Además, recomendé a los que les gustara escribir que se abrieran un blog y practicaran.

Para entrar ya en el tema del post, que no está nada claro con un título tan críptico y tras un primer párrafo tan difuso, esto va de lo jodido que es tener 15 (14, 16, 17…) años, del momento en que empezamos a saber cómo es el mundo de verdad y a -queramos o no- buscar nuestro sitio: de la adolescencia, esa época asquerosa que poca gente atraviesa sin traumas.

Hablemos de las chicas, que es de lo que yo sé: unas se sienten solas y buscan el grupo para estar siempre con gente, otras también se sienten solas y deciden aislarse aún más, otras piensan que nadie les entiende y no saben qué hacer, otras lloran hasta dormirse sin saber muy bien por qué, otras se desesperan porque les pasan cosas que no pueden contar a sus padres como antes y no saben dónde buscar consejo, otras luchan como locas por una libertad que "necesitan" y sus padres les niegan, algunas se tiñen el pelo de colores, o visten de negro, otras están perdidas porque la variable “chicos” ha desequilibrado su relación con su “mejor amiga” (esas amistades pseudolésbicas que tenemos muchas a esa edad), algunas hacen pleno con todo lo anterior… y todas son un hervidero de hormonas descontroladas.

En mi caso, me acuerdo de que las situaciones se me iban de las manos sin saber por qué. No fui especialmente problemática, pero en una comida familiar saqué tanto de quicio a mi padre que dio un puñetazo en la mesa y partió el cristal por la mitad.

La mayoría de las cosas que nos agobian a esa edad no son ni graves ni duraderas, aunque esto no sirve de alivio a quienes se tienen que enfrentar a ellas. Al contrario: aisla (“eso a lo que no das importancia me está amargando la vida”).

Que te digan que “es normal” tampoco ayuda nada, que “todos están pasando por lo mismo”, menos. La inseguridad es algo generalizado a esas edades, pero como hacemos todo lo posible por que nadie lo note, como exagerar la actitud opuesta o disimular todo el rato, la única inseguridad evidente para cada uno es la suya propia.

Pero es verdad que todos estábamos hechos un lío, pasados los años la gente confiesa. Por ejemplo una gran proporción de mi clase de 1º y 2º de BUP era gay, en un colegio pijo y conservador que habían elegido sus padres. Y no se atrevieron a confesárselo unos a otros hasta pasado bastante tiempo. Y yo por aquel entonces pensando que estaba fatal porque mi padre no aprobaba el largo (o más bien el corto) de mis faldas.

El otro día recomendé a estos chicos que abrieran un blog y ahora mi amigo me propone que sea la Montaña de Basura emocional de sus alumnas.

Alumnas que, por cierto, si leyeran esto no sabrían qué es eso de la Montaña de Basura. Por si acaso, pongo un video (fijaos bien a partir del minuto 3’12”).

La Montaña de Basura de los Fraggle lo sabe todo.

Mi amigo cree que molo y que soy un buen ejemplo de alguien que ha salido airosa de la procelosa adolescencia y vive para contarlo. La realidad es que mi amigo me quiere mucho y no ve que lo de montaña de basura emocional casi me pega más en sentido literal que en plan oráculo. ¡Si yo a los 15 escribía un diario en forma de cartas a un personaje de una serie! No al actor… ¡al personaje!

Pero por si estáis por aquí, chicas, voy a hacer de Montaña de Basura una sola vez y contaros todo lo que sé del tema:

Hace millones de años que no soy adolescente, pero me siguen agobiando cosas parecidas. Lo que pasa es que he ido aprendiendo tres trucos que me funcionan casi siempre:

-Nada es tan importante.
-Todo pasa.
-No te tomes tan en serio.

A lo mejor ni siquiera coinciden con los que serán vuestros trucos, pero no os preocupéis: también vosotras descubriréis los vuestros, quizá algo menos progre-buenista, como “Feng Shui, Pilates y Manolos” o “Aikido, Absolut y Venganza Sangrienta” o “Tele, Novio y Ben&Jerry's”.

Y contra las historias más terroríficas que han ido apareciendo (alquiler, facturas, contratos basura, jefes chungos, dilemas, tíos Jeffreys…), improviso sobre la marcha y me va bastante bien.

Así que paciencia y fuerza, que esto pasa… y no pasa nada. Y sobre el blog, vosotros veréis, pero escribir desahoga y podéis utilizar esas emociones desatadas para contar cosas chulas, que una historia donde no pasa nada mola menos tres. Puede que, como me dijo alguien, Internet no necesite otro blog de “hoy me ha mirado”… pero y qué, a lo mejor vosotros sí… y además puede que haya algún gran escritor entre los alumnos de mi amigo.

Ya está. Eso es todo lo que sé sobre la adolescencia. Y como alguien mencione la palabra autoayuda en los comments, lloraré.

viernes, mayo 04, 2007

Semanita toledana

Aprovechando el par de días de fiesta que hemos tenido en Madrid, me he ido a Toledo. En los viajes se aprende tanto... se culturiza una tanto... viajar es tan edificante para el espíritu... Sí, he aprendido un montón de cosas:

- Las calles normales son cuestas (cuesta arriba, casi siempre). Si una calle ya se llama “cuesta”, tiende a la vertical.
- Ser conductor dentro de Toledo es tener poco aprecio a tu coche.
- Ser peatón dentro de Toledo es tener poco aprecio a tu vida y sobrevalorar tu capacidad de saltar lateralmente para esquivar a los coches. Los toreros y corredores de San Fermines se entrenan allí.
- Ser mecánico chapista en Toledo debe equivaler a montarse en el euro.
- Mi capacidad de perderme en Madrid es grande. Mi capacidad de perderme en Toledo tiende al infinito. La próxima vez, me voy con GPS.
- He hecho cálculos matemáticos: ¿la fuerza que empuja a mis glúteos hacia arriba por subir las cuestas compensa la fuerza que empuja mis glúteos hacia abajo por comer mazapanes rellenos de yema?
Ains, si es que viajar es tan educativo...

jueves, mayo 03, 2007

Los Chungos de Nuestra Vida: El Cobarde

Quédate A Dormir vuelve un día más con otro chungo de nuestra vida: una nueva, conmovedora y escalofriante historia que nos trae Inocente Crédula. Las cuatro bloggeras queremos darle la bienvenida y felicitarle por este chungo tan bien contado. I.C., ¡quédate a dormir cuando quieras! Los demás, ¡disfrutad y commentad!
Me dijo algo así como que no quería salir conmigo porque yo, con el tiempo, acabaría dejándole y que nuestra relación de amistad era tan importante para él que prefería renunciar a estar conmigo como pareja.

Y sí, lo admito, me lo creí. Y con un convencimiento ciego. ¿Se puede ser más panoli? Íbamos juntos al cine, de paseo, de marcha. Nos llamábamos casi cada día. Lo más gracioso de todo es que al final la gente creía también que estábamos enrollados. De hecho, un par de veces, como el roce hace el cariño, hubo algo de contacto, pero sin culminar...

Al final, nos convertimos en una especie de novios pero sin sexo. Yo estaba enamorada y, sin darme cuenta, renunciaba a conocer otros chicos. Y volveréis a preguntaros ¿se puede ser más boba? Pues sí, esa era yo, una chica conmovida por la supuesta fragilidad de un muchacho herido por una anterior relación que me apreciaba tanto que era capaz a dejar en un segundo plano los placeres mundanos y que me valoraba por encima de mi teórica belleza física -no soy una modelo pero tampoco un adefesio, que conste-.

Con el tiempo, me fui dando cuenta de que él sí que tenía sus escarceos con otras chicas, con lo cual ya consideraréis que era una mema sin remedio. Evidentemente, él no me contaba nada y lo llevaba prácticamente en secreto. Supongo que él lo consideraba ser discreto, pero era una ocultación deliberada. No me había prometido nada, así que nada me debía. Supongo que su conciencia estaba tranquila. Y así fueron pasando los meses.

Igual os preguntaréis cómo acabó la historia, o igual no, total, hay poco sexo. Lo cierto es que finalmente conocí a otro chico. El protagonista de esta historia se enteró porque, claro, como éramos uña y carne, bien tenía que contárselo. Él, entonces, enseguida se postuló como amigo en el que apoyar el hombro cuando me diera el batacazo. Y me aseguraba que mi flirt seguro que le contaba a sus colegas lo que hacíamos en la cama.

¡A eso le llamo yo ser un buen amigo!

Lo cierto es que la relación con el nuevo chico fue más bien algo intermitente, aunque agradecí compartir con él algo más que interesantes conversaciones. El nuevo chico era todo lo sexy y lanzado que no había sido nuestro protagonista, así que por lo menos tuve algo de diversión, pero vamos, que no fructificó.

Pero entonces allí estaba nuestro protagonista, dispuesto a consolar a esa pobre chica a quien un tipejo indeseable había menospreciado. Tanto me consoló que por fin hubo tema. Yo, en ese caso, ya escarmentada, lo tomé como algo bonito pero curioso. ¡¡¡¡¡Es que me tiene que dejar otro chico para que quieras estar conmigo!!!!!

Bueno, por aquel entonces yo ya tenía claro que entre sus intenciones no estaba tampoco la de ser mi novio, quiero decir que no había oportunidad para la redención mediante algo así como “no supe lo que te quería hasta que me di cuenta de lo que te echaba de menos al estar con otro”... En realidad, aprovechó que se iba a vivir por un tiempo a otra ciudad para no tener que hablar conmigo sobre lo que había pasado.

Por suerte, yo por aquel entonces ya tenía claro que mi camino iba por otros andurriales. Supongo que intenté aprovechar los momentos de algo que para mí era una asignatura pendiente. Por lo que respecta a mi chungo, creo que simplemente era un tipo retorcido. Le subía la autoestima que le fuera detrás pero no quería nada conmigo. Pues nada, tan amigos, aunque fuera en la distancia.

Pasaron los meses y volvió a aparecer alguien en mi vida. Y, qué casualidad, la noche que yo quedaba para ir a cenar en plan romántico con este nuevo chico, el retorcido atormentado decidió que me necesitaba urgentemente a su lado porque había tenido un disgusto laboral. No le habían cogido en un trabajo. Fui a verle a su casa, para escucharle y darle ánimos, pero no renuncié con mi cita. ¿¿¿Y qué pasó??? El sujeto dejó de hablarme, me colgaba el teléfono y me hizo saber por terceras personas que le había traicionado solemnemente.

Me lo hizo pasar fatal pese a que debería haberle ignorado. Nunca pensé que, después de saber como era él, todavía pudiera afectarme su rechazo de aquella manera. Fue una canallada, pero la decepción me hizo más fuerte. Creo que muy en el fondo todavía mi corazoncito creía lo que me había dicho años atrás. ¿Se puede ser más mentecata? En fin, ahora creo que distingo mejor a los buenos amigos de los capullines... o, al menos, eso espero. Con el susodicho hice las paces al cabo del tiempo y sigo manteniendo una relación relativamente cordial.

Volvió a intentar tocarme lo que no suena, pero ya no lo ha conseguido. Siempre persigue lo que no tiene y desprecia lo bueno que se le acerca, por lo que he llegado a compadecerme de él. Es uno de los mayores cobardes que he conocido nunca... y todavía pienso que en el pastel de la tontería me han dado ración doble.

martes, mayo 01, 2007

Disturbios en el barrio

Estaba durmiendo el sueño de las progres buenistas, cuando me ha despertado una escándalo enorme. No, en serio: para que yo me despierte tienen casi casi que caer bombas. Pues así: gritos, ruidos, golpes…
Primero he pensado que serían unos descerebrados tajadísimos y afortunados que no tenían que trabajar hoy martes (no como yo, que he debido de hacer algo malísimo en otra vida porque tengo programa hoy y mañana, como todos los festivos en lo que va de año) y habían decidido jugar al mayumaná con los cubos de basura de San Vicente Ferrer (no sería la primera vez), pero el griterío iba increscendo y de repente han empezado a sonar mogollón de sirenas.

Así que me he puesto mi bata supercalentita de forro polar y he salido a la terraza. Había más de 50 policías sólo en esa calle corriendo arriba y abajo, niñatos con pintas que les gritaban, una chica que sangraba por la cabeza, decenas de cubos de basura volcados, cartones, papeles, cristales rotos, una moto volcada y pateada, hasta un pedazo de fuego en medio de la calle (¿un contenedor?) un poco más allá...

Y eso que cuando he salido ya estaba todo mucho más calmado. Los polis se reagrupaban, intentaban despejar la calle de basura y cristales y apagar el fuego, que parecía que ya duraba horas. Algunos se dirigían al nuevo epicentro de los disturbios (que por lo visto ya no estaba detrás de mi casa, sino en la calle de La Palma).

Entonces me he puesto a hacer lo mismo que las viej… ancianas que viven enfrente: sacar fotos con mi cutremóvil para asegurarme de que no lo estaba soñando. Os las pongo aquí, aunque no sé si podréis ver algo, porque seguro que el móvil de esas viejecitas va mejor que mi cacharro.

Los puntitos son las chaquetas fosforescentes de los polis.
La mancha de luz por el suelo cerca de ellos,
lo que quedaba de la enorme fogata.


"Eso" es un montón de cubos de basura volcados, papeles, cristales...
y la moto amarilla hecha polvo en el medio.

Y yo pensando: ¿Serán antisistemas que leen el Quédate y se han enterado que la Presi vive aquí? Joder, qué dormida estaba… ¡Y ahora son las 4 y no puedo dormir!
A falta de más información, me temo que otro año nos hemos quedado sin fiestas en el barrio.