MANAZAS

Yo, Be, me he cargado la plantilla milenaria de QaD por torpe y con un solo clic. Me autoflagelo ante mis copropietarias y me comprometo a dejarla lo más parecida posible, si no mejor. ¡Palabra!

viernes, octubre 30, 2009

My Horror Love: Igor y la Dama Blanca


Halloween, esa época del año llena de brujas, vampiros, fiestas de disfraces, calabazas... ¡y eventos especiales en El Emperador de los Helados! Lo que van a leer a continuación es mi participación "en donde Noel", pero tiene muchas más y todas molan mil. ¡Pásense!

Momento nostalgia: hubo un tiempo en que en la tele no había (tanta) mierda y durante unas horas cada tarde los niños podían ver series, dibujos y programas chupis (y otros no tanto).

Empiezo en plan abuela cebolleta para ponerme a tono con el objeto de mi amor.

Todo empezaba cada tarde con Maria Luisa Seco, y a partir de ahí cada día era distinto. Y cuando se acababa una serie nunca sabías qué vendría después. producciones Inglesas, italianas, austriacas, alemanas, australianas, checas… Un día, procedente del país del Este, llegó La Tía de Frankenstein (1987).

Esto va de que el nieto de Frankenstein quiere seguir con la tradición familiar y quiere dar vida a un cuerpo superfuerte con un cerebro superinteligente. Su intención es robar el cerebro de Einstein pero sus esbirros se equivocan de tarro. En el pueblo se recuerdan lo ocurrido tiempo atrás, deciden convertirse en "masa" y tomar por asalto el castillo… y se lía parda. Y en esto llega la tía a poner orden.

La tía Hanna encuentra no a su sobrino, que se ha largado, sino al monstruo "Albert" -con la mente de un adolescente salido-, al conde Drácula, un Hombre Lobo, un Hombre Fuego, un Hombre Anfibio, la Dama Blanca -un fantasma que atravesaba paredes, interpretada por Mercedes Sampietro- y un tal Igor -el típico criado anciano-.

Por ahí había también un niño pelirrojo y huérfano, que no recuerdo muy bien cómo llegaba… El caso es que la tía Hanna -que era una empedernida fumadora de puros!!!- terminaba por convertir el castillo en un "hogar" para una "familia" y educaba al pequeño huerfanito y al vacaburra de Albert, que pasa de ser "la hez" a "un tío bastante apañao".

La serie era rara -la estética era "sucia"; los personajes, monstruos; algunos sucesos, terribles-, y molaba mil.

La historia estaba cuajada de historias de amor. La más evidente, la de Albert con Klara, la farmaceutica del pueblo (una muestra de manual de que "el amor salva" con final feliz). También estaba el Hombre Anfibio, que vivía enamorado de una sirena que le dejó… y a la que recupera al final. El Hombre Lobo conoce a una loba muy mona una noche de farra. El Hombre fuego se lía con la herrera del pueblo. La tía decide adoptar al niño pelirrojo. Y, ¿quién queda?

Quedan Igor y la Dama Blanca.
Su historia venía de largo, de dos siglos atrás, cuando se enamoraron… cuando sucumbieron a ese amor prohibido (ella era una dama, él un criado) y fueron condenados a muerte (él en la horca, ella emparedada) y a vagar eternamente después, sin poder estar juntos. Al final de la serie la maldición se rompe, y ellos vuelven a la vida, vuelven a tocarse -¡sus caras cuando se tocannnnnn!-, vuelven a dormir (y lo que no es dormir).

Lo más. Mariposas en el estómago al mirarlos, señores. ¡Me molaba Igor! (La Dama Blanca también, pero menos).

Todos tenemos nuestras perversiones, esta era la mía a los 10 (una de ellas, tenía más). Ahora el mundo está lleno de enamoradas de Edward Cullen. Tan lleno que de cara a Haloween unos señores han lanzado un vibrador refulgente llamado The Vamp. Así que no me gruñan.

23 comentarios:

Gato dijo...

Y a qué niña no le conmovió esa historia. Me daba rabia que no salieran más en la serie...

redronin1b dijo...

Oh Oh Oh!!!

Aun a riesgo de estropear mi estereotipada imagen de meo-de-pie alfa de esos que beben bourbon, escupen, se rascan viendo el futbol y dicen "...maybe, honey" he de reconocer que el ultimo capitulo marco un antes y un después entre bocadillos de nocilla.

Y no solo por aquella clase de buenas costumbres en la mesa en la que Alfred tuvo que aprender a servir vino con el meñique levantado (una tremenda horterada, por cierto), sino principalmente por la historia de la Dama Blanca y el Viejin con Chepilla.

Por un lado estaba una historia de amor de esas que nos recuerdan que, a veces, el amor no es solo eterno mientras dura (al menos en los cuentos), y por otro estaba la historia en si.

Creo que fue la primera vez que fui consciente de la complejidad que puede tener una historia (un relato, un cuento) en la que una serie de hechos dispersos a lo largo de titantos capitulos, acababa teniendo un desenlace tan coherente como inesperado.

(...ejem... tenia 6 años y aun me quedaban muuuchos años para descubrir el Born Again y ver a Matt perdonando a Karen).

(PD.- Poderes de los buenos los suyos, Miss Be...)

Inner Girl dijo...

Jo, Be. Me sorprendes un montón. Yo también veía esa serie, pero se ve que mi memoria ya falla bastante porque no habría sabido recordar ni el título de la serie ni nada parecido. Conforme iba leyendo tu post iba atando cabos, pero el único que recordaba bien era Igor, un detalle bastante pobre como para dar pie a tanta información...

Necesito rabitos de pasa, está claro...

JuanRa Diablo dijo...

Pensaba que yo era el único habitante de este país que recordaba a Maria Luisa Seco!! Me he quedado tan noqueado que lo de Frankenstein y su tía ya no ha tenido importancia :P

_Xisca_ dijo...

A mí lo que me gustaba más era la Dama Blanca, sigo reconociendo a la Sampietro por ese papel. No recordaba que su historia finalmente fuera ésa, pero sí la intriga que tenía, que era mucha. Luego recuerdo vagamente a Klara y a la de los puros.

Entonces había más series de temática paranormal para niños, recuerdo un par que seguro eran británicas: una de un mundo subterráneo con dos gemelos, niño y niña, que uno tenía una piedra roja y el otro azul y se encendían que era muy buena, con Leonard Rossiter. La otra la veía en TV3 y era de historias de fantasmas, recuerdo una de un niño ahogado que salía de los armarios y otra de un soldadito que había muerto porque le habían pintado entero de fósforo para simular una aparición en un cementerio.

Y sí, eran para niños.

Illuminatus dijo...

La recordaba tan lejanamente... Sin embargo, la recordaba y creo que es prueba de que una historia bien construida acaba marcando, creando un apego emocional. El último capítulo me dejó por dentro una sensación de melancolía sólo comparable a la del último de David el Gnomo o a Sleeping in Light (prueba de fuego: si uno se ve entera Babylon 5 y en el último no le cuesta aguantarse las lágrimas es que tiene una patata por corazón).

Punto de Luz dijo...

Madre mía, también amí me sorprende que alguien más se acuerde tan tan bien de esta serie. Yo la he recordado todos estos años como algo especialísimo y de hecho, fué una de las primeras cosas que busqué en internet. Atí te gustaba Igor? yo creo que por aquel entonces ya quedé fascinada con Mercedes Sampietro(apuntando maneras), que me sigue pareciendo una 10.
Eran exactamente siete episodios, que por aquí tengo yo grabaditos así que en cuanto te quieras autoinvitar, le damos un pase.

Cattz dijo...

Pues yo no vi esa serie, recordaría algo así. Pero en casa teníamos muchas restricciones televisivas (y eso con 2 canales, llega a existir el actual Tele5 y mi madre no permite un cable de antena en casa).
Ahora me dais envidia.
Y vaya comentaristas frikis: uno con daredevil, el otro con babylon V... cómo mola.

Achab dijo...

Cómo me gustaba esa serie... ¿No había un herrero que acababa orbitando la tierra o algo por el etilo?

Illuminatus dijo...

Sobre Babylon 5 ya se excribió aquí hace tiempo (sobre Ivanova, concretamente).

Zirie dijo...

No es por repetirme, pero estoy impresionada. A veces pensaba en esta serie y me preguntaba si era un cortocircuito de mi imaginación lo de Mercedes Sampietro en una serie tan particular. En fin. A mi la serie me impactó. Si no me equivoco, me suena que la daban los viernes por la tarde.

Erik D'Lan dijo...

Yo también recuerdo La Tía de Frankenstein con mucho cariño, aunque no recordaba con tanto detalle la historia de Igor.

A ratos, cuando voy a servir vino en una cena un poco especial, me sorprende comprobar que tengo el dedo meñique levemente levantado... A veces incluso recuerdo por qué.

Be dijo...

Gatito, ¡y que fuera una serie tan cortaaaa! ¡Sólo 7 episodios!

Redronin1b, te quiero por este tipo de comments.

Inner, no te preocupes, guapa, que lo que pasa es que tengo el coco lleno de información inútil! Mola que te acordaras de Igor!!

JuanRa Diablo, Maria Luisa Seco era una Grande.

Xisca, no quería dejar me ir por los derroteros de la nostalgia, pero... ¿y aquella en que había un "país de los cuentos de hadas" donde vivían todos los personajes de los cuentos, y las princesas tenían unos anillos que les dabas la vuelta y te concedía un deseo, y allí llegaban unos niños y las princesas salían al mundo normal y se liaba una tremenda?

Illuminatus, recuerdo esa sensación, A mí también me pasó. Y recuerdo también la escena de la estación... Los habitantes del pueblo, totalmente entregados a la familia Frankenstein a estas alturas, se quedan tristes cuando los monstruos se dispersan y la tía Hanna y el niño pelirrojo se van. Y en ese momento llega un tren y se apean el Dr.Frankenstein (nieto) y un montón de extraños seres bajitos que yo recuerdo verdes...

Puntito, como me sigas dejando autoinvitarme cada vez que me dé por ahí... El plan me parece superapetecible, que lo sepas.

Cattz, yo soy miembro de pleno derecho de la generación de niños educados por la tele. Por suerte, era buena tele.

Capitán, ¿el marido de la herrera que acaba con el hombre/duende del fuego? Esto no lo recuerdo bien, me lo estoy inventando un poco con las imágenes que me vienen.

Illuminatus, en la sección sobre Grandes Heroínas de Ficción, abandonada desde hace demasiado tiempo. Que alguien se anime, venga!!

Zirie, es que sólo eran 7 episodios que sólo vimos una vez, cuando teníamos 10 años!!! Lo raro es que me acuerde yo. Por este tipo de cosas mi memoria va fatal y no me acuerdo de lo que he cenado, por ejemplo.

Erik D'Lan, el último párrafo me llena de ternura y me parece sexi a un tiempo. Lo cual es superbueno.

Chache dijo...

Yo la recuerdo. Aunque creo que ahora lo único que recuerdo es al "mostruo" obsesionado con besar a las chicas en "sus labios de fresa" y a la Dama Blanca enseñando al niño a atravesar paredes ¡y lo conseguía!
Bueno, y cuando descongelaban los sesos del monstruo en una sartén.

Mejor paro que igual acabo recordando la serie entera.

Pablo dijo...

:-DDDDDDDDD, que grande... Maria Luisa Seco.

Be corazoncito, ya tienes una edaz... acordarse de la Seco casi es pregunta de trivial.

Mi memoria de pez no da para recordar esa serie.

Un millon de besos.

PS: Anda, quejate que desde que me invitaste a quedarme a dormir te comento siempre.

el lector dijo...

jo*er, pues no me he emocionado y tó...

EmeA dijo...

Yo tengo el libro... "La Tía de Frankenstein", de Allan Rune Pettersson

Be dijo...

Chache, claro! Por eso mis hermanas y yo nos pasábamos la media hora siguiente al capítulo haciendo como que atravesábamos paredes al estilo de la Sampietro: con pose!

Pablo, a Maria Luis Seco hay que reivindicarla mucho. De quien no me acuerdo es de ti, y creo que si alguien en el mundo real me llamara "corazoncito" lo recordaría... Claro que últimamente salgo mucho. ¡Compartimos memoria de pez!

Lector, como debe ser!! XDDD

EmeA, y ese libro está en Madrid o es susceptible de estarlo? ;)

Be dijo...

¡Ya me acuerdo! ¡Si sólo hace cuatro posts! ¡Llamadme Dori!

EmeA dijo...

Dori, no está en Madrid pero te lo buscaré

Be dijo...

EmeA ^_^

Anónimo dijo...

Ooooohh!!!!Me he acordado muchas veces de la serie, pero sólo recordaba qu había un castillo y muchos raros, un hombre lobo, la dama y un jorobado...con esa descrición nunca he conseguido que alguien recordara a qué serie me refería!Gracias!!

Be dijo...

Anónimo, de nada! ;)