MANAZAS

Yo, Be, me he cargado la plantilla milenaria de QaD por torpe y con un solo clic. Me autoflagelo ante mis copropietarias y me comprometo a dejarla lo más parecida posible, si no mejor. ¡Palabra!

lunes, marzo 30, 2009

SuperBe contra la Ola, la Corriente/Resaca y el Bicho


Me encanta el mar.

Si no voy a la playa unos diítas en verano es como si no hubiera tenido vacaciones. Me encanta todo, tostarme (moderadamente, que soy muy blanca) al sol mientras escucho el ruido del mar, darme bañitos largos y relajados (nada de nadar miles de kilómetros, a mí me mola chapotear, flotar relajadita y jugar con las olas), dormir la siesta a la sombra, ver atardecer (por la tarde es cuando mejor se está en la playa, mmmmmm), volver a casa agotada pero feliz... Es donde mejor desconecto.

Me encanta el mar.

Pero también le tengo mucho respeto.

Mi ex me llama cobardica por mi especial relación con los tres grandes peligros del mar: la Ola, la Corriente/la Resaca y el Bicho.

LA OLA

A mí lo que me mola es el Mediterráneo (el Mediterráneo chupi: no el que está calentorro y lleno de gente, sino el limpísimo y de temperatura perfecta), pero durante algunos años las BeSisters nos vimos abocadas, por obra y gracia de nuestros padres, a pasar las vacaciones de verano en Asturias. Muy bonito, mucha comida rica, mucha marcha nocturna (ou yeah)… pero el mar es un asco.

Tú te metes… si puedes, porque el agua está helada… hasta donde puedes, porque el agua está helada… y cuando vas a empezar a hacer el tonto y pasarlo bien… en el miniratito que tarde en llegar la hipotermia… va la OLA, viene, y se te lleva. Cada verano la OLA se lleva por delante 723 partes de arriba de bikinis, 351 partes de abajo, 2878 horquillas/gomas de pelo y dos docenas de niños menores de 5 años de los brazos de sus madres. Y eso sólo en Asturias.

Y de noche ni te acerques.

LA CORRIENTE/LA RESACA

En Asturias si no te congelas se te lleva la ola, y si no se te lleva la ola te arrastra la CORRIENTE. En el Mediterráneo de vez en cuando hay… RESACA.

Recuerdo un verano, en una maravillosa playa de Gerona, cuando yo no era más que una pequeñísima Be que jugaba con su prima Gordi haciendo el indio en un colchón inflable, y la RESACA se nos fue llevando, llevando… arrastrándonos más y más adentro… hasta que mi papá vino al rescate, porque un poco más y acabamos en Marruecos (sí, desde Gerona, qué pasa).

Recuerdo otro verano, en una maravillosa playa de Menorca, que una pequeña Be hacia el tonto sobre una tabla de windsurf que era como 8 veces ella… y cuando se quiso dar cuenta estaba ya en la quinta puñeta secuestrada por la RESACA y su papá se acercaba nadando para rescatarla y devolverla a la orilla.

Menos mal que estaba mi papá. La RESACA es malvada y traicionera.

EL BICHO

En Asturias están los ariegos, unos peces con pinchos que se entierran en la arena para que el único de la playa que haya sobrevivido a la ola y la corriente/resaca vaya y lo pise. El BICHO duele que no veas.

En el Mediterráneo viven las p*tas medusas. Yo conocí una de cerca en Túnez y casi no lo cuento. Aquí el héroe de la historia fue Efe, que me rescató, desenredó el tentáculo asesino que se aferraba a mi tobillo con tres vueltas y me restregó tomate tunecino remedio local– en la zona afectada.

En Almería hay pececitos preciosos que los he visto yo haciendo snorkel. Y en Mallorca hay peces varios que tampoco tienen pinta de morder. Pero seguro que también habrá cosas (BICHOS!!!) peores. Que sí, que he visto todas las de Tiburón.

Pues que les den a las tres cosas. Porque esta Semana Santa me voy a convertir en… ¡¡¡SuperBe Buceadora!!!

Éste es mi traje de superheroína, pero el Hombre Malo ha mencionado algo de buscarme uno lo más parecido posible al traje de Princesa de Comando G (¡¡rosa!!) si me aficiono de verdad al submarinismo.

Éste es mi traje de superheroína empaquetado. En realidad es una excusa para enseñaros la pared tan chupi que tenemos en casa en el salón pequeño.

Voy a hacer un cursillo intensivo con Streetgirl y una amiga suya que tiene antecedentes de terminar las noches de farra tocando el yembé en topless en los paseos marítimos. Y planeamos pasarlo genial.

Y como voy a tener que estar pendiente de otras cosas, que me ha dicho mi primo Sunrider que si haces algo mal buceando explotas o implotas o algo así… me parece que de la Ola, la Corriente/Resaca o el Bicho se va a preocupar Rita.

viernes, marzo 27, 2009

La yoga queen

Las clases de yoga siguen su curso. Sigo sin captar la parte mística pero voy mejorando en los ejercicios físicos. La profe es agradable y aunque a veces se mete en jardines insalvables (esta semana lo del mulabanda volvió con fuerza y le dedicó una clase entera a localizarnos el periné y a indagar cómo hacíamos nosotras pis. Indescriptible). Las compañeras son un poco mayores que yo: casi todas están entre los cincuenta y los setenta (¡hay una que tiene ochenta y tres!) pero es gente agradable y es esperanzador ver como algunas están en una forma fantástica.

Sólo hay una chica más joven que las demás, debe tener treinta y tantos y viene con su madre. Lleva la voz cantante en la clase y es la que más habla, la que más se estira, la que más peticiones hace a la profesora... es la auténtica yoga queen de Chonilandia. Seguro que si habéis estado en una clase de cualquier cosa os suena el prototipo de alumno del que os hablo. No tengo nada en contra de ese tipo de alumnos, de hecho a veces estimulan la clase y la hacen avanzar. El problema es que la yoga queen me ha cogido manía. Jar. Como en el instituto pero con una saca de años más.

En las primeras clases quedó claro que yo no tenía ni idea de yoga pero que cuento con una ventaja indudable: soy bastante flexible. Eso se lo debo a que de pequeña hice durante años gimnasia deportiva. Tenía dos profes que eran muy machacas y aún recuerdo con dolor cuando haciendo el “sapo” se sentaban encima de mi espalda para forzar la apertura de las piernas.


Esto es el "sapo", pero llegando hasta abajo

Al cabo de los años y de hacer el burro así, toda la tripa se me apoyaba en el suelo y podía hacer el "sapo pasado" (es ese ejercicio en el que pasas el umbral del dolor y el desencaje y desde el sapo , con todo el cuerpo apoyado en el suelo, llevas el torso hacia delante y las piernas hacia atrás y te quedas tumbada boca abajo normal).

La cuestión es que algo de esa flexibilidad retengo y para yoga me viene de perlas. La profe ya se ha dado cuenta y en algunos ejercicios me da indicaciones específicas para forzar un poquito más. El cuarto día hicimos un ejercicio para el que la profesora repartió cojines y gomas, pero pasó de largo a mi lado sin darme nada. La madre de la yoga queen la miró, me miró y le dijo a la profesora:

- ¡Eeh, a esa chica no le has dado cojín! - muy seria.

- No lo necesita, llega al ejercicio bien.

- Bah, claro, como es joven... - dijo en tono despectivo, con un poquito de ritintín.

- No es eso, es que la chica es elástica y eso no depende de la edad.

- Sí, ya, claaaro. Ya verás, "bonita", dentro de unos años.

Yo estaba flipada por la mala leche de la señora, así que la estuve observando. Ella y la hija, la yoga queen, me miraban con cara de asquito cada vez que la profesora venía a darme una indicación (¡por dios, que soy nueva y lo necesito!).

La cosa no ha quedado en eso. La yoga queen, aparte de mirarme con cara de odio cuando yo, por ejemplo, me toco los pies más que ella (¡oh, qué ofensa, sólo comparable a lanzarle un guante a la cara!) ahora le ha dado por reírse de mí. Y es que hay algo que se me da fatal del yoga:

MANTENER EL EQUILIBRIO

Se me da fatal. Me caigo todo el rato. Hay veces que estando en una asana sobre los dos pies pero con el cuerpo hacia un lado, o estirado de determinada forma, me tambaleo y tengo que deshacer la posturita para no caerme. No hablemos ya de las asanas en las que estás sobre un solo pie. Patético.

Es curioso, porque de pequeña tenía buen equilibrio. En gimnasia hacía ejercicios sobre la barra de equilibrios de competición (10 cm. de ancho) pero mucho me temo que:

a) Crecí yo, pero no mis pies y tengo menos base.

b) Me crecieron las tetas, perdí mi centro de equilibrio y aún no lo he vuelto a encontrar (pues ya es hora, la verdad).

Cada vez que me desequilibro, veo una sonrisita burlona en la cara de la yoga queen. Incluso una vez se le escapó una risita jijiji cuando a poco di con los morrines en el suelo.

Resumiendo: que esta pánfila ha hecho de una simple clase una competición. Me fastidia un poco que la peña busque rivalidades donde no las hay, cuando podría ser un contexto tan relajado. Pero parece ser que no es tan raro, tengo una amiga a la que le pasa algo parecido en clase de baile: una compañera la mira con cara de odio y envidia, ellas incluso han tenido un roce por los comentarios que la envidiosa va soltando por ahí. Mi amiga ha optado por hacerlo cada vez mejor y hacer que la otra se muera de rabia.

Y yo, ¿qué debería hacer? ahora la ignoro, pero...

¿Debería esforzarme en convertirme en la yogui total y darle donde más le duele? Menudo duelo en la cumbre: yoga queen vs. drama queen, jeje.

¿Imagino que es aire y me olvido de su existencia?

¿Debería mandarla a un campeonato de petanca para que desfogue sus ganas de lucha?

miércoles, marzo 25, 2009

Piropeando

Una de las actuaciones de los últimos meses fue en una sala madrileña que generalmente se usa para conciertos. Justo al pie del escenario hay mesas donde la gente se toma algo mientras escucha o ve el espectáculo. Mola. porque el ambiente de la sala es recogido pero tienes la primera fila de gente a un metro y casi debajo de ti, y eso llevando faldas de vuelo es peligroso. Pero, para variar, este post no va de pasear a mis bragas.

Estábamos Adalias, la doctora Bells y yo en el escenario y cuando acabamos nuestro número saludamos. Justo en ese momento de saludar, oí un grito:

- ¡¡AAAAAAAHHHHH, QUÉ RICAS TODAAAAAAAS!!

No lo pude evitar. Giré la cabeza instantáneamente para ver quién había sido el heredero de Miki Nadal (cuánto daño has hecho, Miki). Ahí, en la primera fila estaba un chico jovencito que NO parecía un gañán de setenta años, gritándonos como un obrero desatado. Se me abrieron los ojos como platos. Que lo entiendo, mis dos compis son unos auténticos pibones, pero, pero, pero... ¿gritarles ricas a unas chicas a las que tienes a un metro de distancia? ¿en público?

La semana siguiente me dí cuenta de que esta práctica de ¿piropear? a lo bastito se ha extendido más de lo debido. Fui a ver con la Bella S. a Sara Baras, en su espectáculo Carmen. Al final, cuando ella salió a saludar un exaltado del público le empezó a gritar:

- ¡¡¡¡TÍA BUENAAAAAA!!!!!

Que sí, que es una mujer guapa y atractiva. Pero ¿estás en el teatro y le gritas a Sara Baras, que se acaba de marcar un espectáculo brutal de taconeo, mantones y abanicos tía buena? Yo de verdad, no entiendo a la gente. ¿Qué será lo próximo que oiré en un teatro? ¿Esto?



Post-Post: este sábado hay una gala benéfica de danza oriental. Van a actuar algunas de las mejores bailarinas de danza oriental y tribal de Madrid. Los beneficios irán destinados a un refugio de animales de Alcalá de Henares, la APAP. Yo ya tengo mi entrada...

martes, marzo 24, 2009

Vikingos, Judíos y Hombres Perfectos


Hay cosas en la vida en las que es preciso mojarse. Una toma una decisión, y la defiende a muerte. O ni siquiera llega a tomar la decisión, a veces es algo que se lleva escrito en los genes y punto.

O se es fan del Prototipo Hombre Vikingo, o no se es.

O se es fan del Prototipo Judío Guapo, o no se es.

Prototipo Hombre Vikingo

Alto, grandote, sanote, de dientes perfectos, probablemente rubio, puede levantarte con una sola mano, puede matar un animal salvaje para alimentarte/defenderte/abrigarte con su piel, puede rescatarte de una catástrofe natural o salvarte de un holocausto nuclear… Estos hombres apelan a tu lado más básico, desatan tus hormonas, son seeexis.

Ejemplos:

Alexander Skarsgård (Eric Northman en True Blood)

Jason Lewis (Smith Jerrod en Sexo en Nueva York)

y, por supuesto, Viggo Mortensen (todos esos hombres espectaculares en tantas pelis)


Prototipo Judío Guapo

Alto, delgado, desgarbado, de gran nariz, probablemente moreno, probablemente con gafas, puede hablarte de miles de cosas interesantes porque su cabeza guarda miles de conocimientos, puede escribirte poemas/canciones/cartas, pintar(te) cuadros, tocar melodías para ti en diversos instrumentos… Estos hombres te hacen reír, te apasionan con lo que saben, son seeexis.

Ejemplos:

Adrien Brody

Ben Stiller

Jacob Dylan

Vale, tres ejemplos MUY obvios, pero conste que lo de menos es que sean judíos (no hace falta ni que estén circuncidados).

La virtud NO está en el punto medio

A mí me gustan los dos. Soy muy muy partidaria de ambos prototipos de hombre. Así, a priori y sin personalizar, no me puedo decidir por uno sólo. Me encantan los vikingos y sus músculos. Me encantan los judíos y su nariz. Lo que no me gusta es lo light. El "ni chicha ni limoná". Hagamos las cosas bien, señores. El punto medio no mola nada.

La perfección es la suma de dos absolutos

La perfección no existe, dirán algunos.

Falso.

Existe. La suma de todo lo anterior, sin ser en realidad ni vikingo ni judío.

Un hombre fuerte, sanote:

Con un físico despampanante, endorfinizante:

Esposo y padre devoto:

Un hombre inteligente, sensible:

Creativo, con sentido del humor, seeeeexi:

Y que canta y baila genial y sin cortarse un pelo:



Varias veces, si hace falta:



Hugh Jackman. Isn’t he the best, or what?

(Quiero agradecer la inspiración para este post a Efe, mi súperamigo y exnovio, con el que comparto tantas y tantas cosas… por ejemplo, nuestro gusto en hombres)

lunes, marzo 23, 2009

Mi amigo el fantasma


En el pequeño hogar que comparto con el Hombre Malo y el pequeño Scottie además de tres dormitorios, dos salones, un baño (con bañera) y un minibaño (con ducha) y una cocina chiquita pero completa, tenemos un fantasma.

Lo notamos nada más mudarnos. Ruidos raros, crujidos, pasos como si alguien caminara por la casa… especialmente por las noches, pero no sólo por las noches. El piso siempre está unos cuantos grados más frío que la calle. De vez en cuando explota alguna bombilla, sobre todo en el baño, que debe de ser el epicentro de la actividad paranormal del piso como la nevera en casa de Sigourney Weaver, aunque aún no hemos llegado a estos extremos:



En fin, lo normal cuando hay fantasmas.

No se lo había contado a mis hermanas por aquello de no asustarlas, que a veces se quedan a dormir, pero el otro día salimos a cenar y las puse al día. Y Ro me contó que un par de meses atrás a ella le tocó lidiar con Merceditas.

-Merceditas es el fantasma que vive en la casa de mi amiga en Toledo. Es una niña que existió de verdad, que iba allí a pasar las vacaciones y al morir volvió al lugar donde más feliz había sido. La han visto varios miembros de la familia de mi amiga, y como que se nota la presencia… Los tíos que venían con nosotras, que medían todos dos metros, no se atrevían a bajar al baño solos. Yo sí bajaba sin problemas, bueno, sin problemas tampoco. Bajaba pero no miraba a los espejos, porque dicen que se la ve reflejada… Yo no quería saber nada así que iba mirando al suelo. Y luego por la noche resulta que teníamos un espejo al lado de la cama, y yo ahí, con mi novio de entonces, y sin mirar al espejo... Él a su bola, pero yo fatal…

-Ro, tu amiga tiene que llamar a Melinda.

Nosotros no, porque nuestro fantasma no da nada de miedo. Al menos a mí, que le he puesto nombre: Sebastián, Sebastian, Sebas, Bastian. Cuatro nombres en uno, para las distintas ocasiones.

· Sebastián, para los días de diario.
· Sebastian, para cuando vienen visitas y hay que hacerse el snob.
· Sebas, en plan casual para momentos buenrollistas como cuando le pedimos que nos devuelva algo que nos ha escondido.
· Bastian, en plan personal entre él y yo, para cuando estoy sola en casa (leyendo en el sofá, haciendo la cena, o dándome un baño).

En fin, cosas buenas de convivir con ectoplasmas, espíritus y otros fantasmas:

-Puedo hablar sola sin problemas si intercalo un "Bastian" de vez en cuando (no pasa nada, es que hablo con el cuarto compañero de piso).

-Tienes alguien a quien echarle las culpas si se rompe/pierde algo.

-La casa siempre está fresquita porque los graditos de diferencia con la calle se notan (claro que en invierno no mola tanto).

-Si entran ladrones seguro que él se encarga (me lo imagino como una especie de Van Damme incorpóreo).

-A lo mejor a Bastian le mola cantar y un día cuando haya más confianza empezamos a hacer duetos molones.



O no…

viernes, marzo 20, 2009

Edadepiedrix

Está haciendo un tiempo estupendo en Madrid. La primavera ha llegado, y con fuerza. La gente, como siempre en Madrid, se ha lanzado a la calle a disfrutar de las terrazas, los parques y los paseos (hoy he pasado por Plaza España y en cada metro cuadrado de césped había tres personas, en serioooo). El domingo estuve con unas amigas, después de comer y dar una vuelta estuvimos sentadas en unos escalones. Llegó la hora de irme, así que me levanté, me despedí y bajé a la acera. En ese momento se me cayó la chaqueta que llevaba colgada del bolso, me agaché a cogerla y...

ZACAAAAAAA - así sonó el golpe que me habían dado en el trasero, bien fuerte.

Me incorporé y me giré rapidísimamente para ver qué leches había pasado. Me quedé patidifusa al averiguar qué me había golpeado:

¡¡Un viejo me había dado un garrotazo en el culo!!

El señor era híper mayor, clavadito a Edadepiedrix. Y con su mala leche, por supuesto, como pude comprobar perfectamente. Se me abrieron los ojos como platos y mi reacción, que generalmente hubiera sido pegarle un grito o un bofetón al imbécil que me hubiera tocado el culo, fue diferente por el alucine:

- Señoooooooooor, ¿por qué me pega usted con el bastón en el culo? - pregunta obvia, desde luego. Le pregunté educadamente, demasiado educadamente si consideramos que el tío me había dado un garrotazo. Incluso me salió sin querer un tono levemente lastimero.

- ¡Estás en medio de la calle! - me dijo con una mala leche increíble mientras blandía el bastón.

- Bueno, señor, pero eso no es razón para que me pegue con la garrota. Usted diga que me aparte y yo me aparto, que sólo estaba recogiendo mi chaqueta. Pase usted.

- Blablablablabla jóvenes blablablablabla maleducación blablabla - me empezó a gritar sin moverse del sitio.

- Pase usted, señor.

- Blablablablabla no hay respeto blablablablabla idiotas. - y blandía la garrota (y yo ya me había enterado de que la sabía utilizar).

- Pase usted, señor.

Se estableció un diálogo muy estúpido: él gritaba y yo sólo le decía "pase usted, señor". Me dio la sensación de que el señor sólo quería bronca y pasé, pero vamos, que le tuve que decir lo mismo unas quince veces para que el viejo entendiera que de mí no iba a lograr una buena discusión ni desahogo y por fin se marchó.

La escena fue igual a esta (aunque la mme y yo nos parecemos como un huevo a una castaña, jiji)

En resumen, en un minuto se me enguarró la chaqueta, me llevé un garrotazo, me gritaron y me llamaron maleducada, idiota y otras lindezas. Parte negativa. Parte positiva, nos ha procurado unas buenas risas... ¡y seguro que ese señor se fue muchísimo más frustrado que yo !

miércoles, marzo 18, 2009

Me trata bien


Hace una semana estuve con una amiga a la que hacía tiempo que no veía. Irradiaba tranquilidad y felicidad. Ha cambiado de trabajo y hace meses que se ha ido a vivir con su novio. Estaba un poco sorprendida: "me ha ganado porque... ¡me trata tan bien!".

El comentario me resultó muy familiar. Demasiado familiar. Mi cabecita se fue unos años atrás, a esa época en la que hablando de algún novio/rollo lo primero que decía de él, alucinada, era "pues Fulanito, Fulanito... me trata bien" o "lo único que quiero de un tío es que se porte bien conmigo". En aquel momento me parecía normal soltar la dichosa frase, porque lo anormal era que actuaran correctamente conmigo y, por lo tanto, esa era la cualidad más destacable de una pareja (sí, cuando era más jovencita tuve una puntería horrorosa eligiendo parejas).

Supongo que después de un chungazo y varios chunguitos (que suelen tratarte a patadas y dejarte hecha un asco emocional) al final bajas el listón y no buscas a alguien que sea inteligente/divertido/atractivo/buena persona/culto o que tenga las cualidades que más le importen a uno, sino simplemente buscas a alguien que piensas que cumplirá con eso de tratarte bien. Y no me refiero a que te invite a cenar, al cine o que te lleve a casa en coche. Eso son simples detalle. Coñis, que yo no creo que sufra el síndrome de princesita*, simplemente quiero cariño, pasión y que me acepten como soy.

¿En qué momento acabas asumiendo inconscientemente que un buen trato es un plus, cuando en realidad debería ser un mínimo, un requisito imprescindible? ¿En qué punto empiezas a soltar el consabido "este me trata bien"? ¿Cuándo aprendes a no soportar a esos/as idiotas que no te respetan y que no tienen la más mínima consideración contigo? ¿Eso se aprende con la edad o cuando encuentras alguien que te mima?

Yo no sé bien cuándo lo aprendí. Creo que hace ya unos años, aunque en alguna ocasión no me funcionó toda la experiencia previa y volví a caer en errores del pasado. Pero ahora estoy con alguien y no porque me trate genial (que lo hace) sino por todo lo que es (inteligente, divertido, bueno y un largo etcétera). Soy consciente de que tengo suerte. Si las cosas cambiaran y la vida diera un vuelco, creo que tengo la lección bien aprendida. Supongo que cuando ya has probado lo bueno es más fácil descartar lo malo.

*Síndrome de princesita: dícese del síndrome que sufren algunas mujeres que exigen a sus parejas "un llévame-tráeme-invítame-mímame-adórame-halágame-regálame... pero ni pienses que yo haré lo mismo por ti, lacayo". También existe su equivalente masculino, of course, el síndrome del marquesito (del principito no, porque ese es un personaje de un bonito libro y además, como dice mi Anómalo, los príncipes están demasiado ocupados haciendo galletas de chocolate como para dejarse mimar).

martes, marzo 17, 2009

Marchando un TopTen de Viejunos Sexis


Llevo flipando desde el fin de semana (no este último, el anterior) que vi Gran Torino. Me encantó la peli: me reí, lloré, me gustó la música, los diálogos, la historia… y Clint Eastwood.

Hubo dos momentos durante la proyección en que les comenté a los amigos que habían ido a ver la peli conmigo lo espectacular que es el Sr. Eastwood. Ellos asintieron en silencio.

Bueno, así lo viví yo. Según Isabelo, Xisca y Sark lo que ocurrió fue lo siguiente:

Se apagan las luces, empieza Gran Torino, sale Clint en pantalla y yo exclamo:

-¡Madre mía qué bueno está este hombre…!

Toda la fila de delante se da la vuelta para mirarme.

Continúa la película, pasan cosas y llegamos a la escena en que Clint sale tranquilamente dándose un baño relajante en la bañera mientras habla con su perro. Yo digo:

-Es que es impresionante lo buenísimo que está…

Las dos filas de delante se dan la vuelta para mirarme.

Yo creo que Isabelo, Xisca y Sark exageran, porque no me di ni cuenta. Y además a mí plin: Clint es El Hombre Definitivo.

Una opinión que debería ser universalmente reconocida como verdad impepinable, pero que sorprendentemente no lo es. Porque el sábado me encuentro con que las 12 personas que vinieron a casa a comer variaciones de queso (fondue, raclette y en ensalada) me acusan de extrañas perversiones. Y así, entre gritos de "gerontofílica" y "octogenariolover", se me ocurre este…
Top Ten De Viejunos Sexis
…es decir, diez señores que son mayores que mi padre (que tiene 60), o que lo parecen, y que están absolutamente frinkables:

10. Juan Pardo (67)

No se sorprendan que ya lo había comentado por aquí. Quizá es una apuesta arriesgada, porque hace tiempo que no lo veo, pero qué demonios. Juan Pardo, I Love You desde la primera vez que te vi cantar en la uno "Si yo pudiera decirte lo que oigo aquí en mi interior… y solamente me atrevo si es con tu voz. Serás mi dueña, señora. Serás mi amante a la vez. Porque te quiero, señora, ¡y te querré!". Ha envejecido fenomenal y me pone mil.

9. Rodrigo Rato (60)

No se dejen llevar por los prejuicios: me lo encontré el otro día en mi trabajo, nos cruzamos en la escalera… y me quedé prendada de la buena facha que tiene, y de lo interesante y sexi que es, hasta con la perilla que luce últimamente.

8. Christopher Plummer (80)

Que sí. El padre de los Von Trapp me ha puesto de toda la vida, pero es uno de esos señores que siguen estando buenos con los años. Miren qué ojos… Christopher, ven pa’cá que te cante Edelweiss.

7. Josep Antoni Duran i Lleida (56)

Con éste he dudado, porque es cuatro años más joven que mi padre. Tener 56 años no es ser viejuno, las cosas como son. Pero finalmente me he decidido, porque esta lista necesita a Josep Antoni como hombre guapo, coquetón y sexi, aunque sea en la subcategoría "madurito interesante". A mí me ennnnnnnncanta, tiene pinta de oler superbien a jabón. Y me gusta más con gafas que sin.

6. Manuel Marin (60)

Otro político (es por currar de periodista, que veo más políticos y empresarios que actores, casi). Manuel Marín, ex presidente del Congreso y señor estupendo, es de las mejores cosas que han pasado por el Hemiciclo. ¡Y Misia le conoce en persona!

5. José Sacristán (71)

Me pone mil desde pequeña, pero es que me sigue poniendo. Vamos, que me pone su actual ser, no el Sacristán de los 80. Es un pedazo de señor, atractivísimo, interesante y con preciosa voz. Mi madre lo odia.

4. Xabier Elorriaga (64)

Palabras mayores. Siempre me pareció interesante, pero hace cuatro años lo conocí en un acto que organicé para una asociación de memoria histórica. Qué planta, qué presencia, qué ojazos. Es encantador, educadísimo y molón. Y tuvimos un momento de tonteo, leve, ligerísimo… que terminó cuando cruzó el local de punta a punta para despedirse de mí con una frase encantadora y dos besos. No le he vuelto a ver, pero desde entonces le quiero. Qué tío tan sexi.

3. Daniel Pennac (65)

Mes de agosto –el de mi cumple– de mi Calendario de Escritores Desnudos, le quiero por los libros que escribe, por lo que dice, porque le gusta leer, porque le gusta enseñar, porque reivindica personajes compasivos, empáticos y con sentido del humor, por cómo habla, por lo que dice, por cómo lo dice, porque es el padre de los Malaussène. Pero es que mírenlo, es un señor tela de sexi.

2. Leonard Cohen (74)

Leonard es una constante en mi vida desde que fui consciente de su existencia allá por 1988. Hace 20 años que me gusta. Pero como dije una vez, me gusta en tiempo real, es decir, hace 20 años me gustaba el Leonard de hace 20 años, y ahora me gusta el Leonard Cohen de ahora. Espectacular.

1. Clint Eastwood (78)

Self-made, de una pieza, duro por fuera y blando por dentro, con principios, defensor de los suyos y de lo que considera que está bien. De los que ya no fabrican. Perfecto para miles de cosas para las que hace falta Un Hombre De Verdad. Por ejemplo, para tener cachorros.

Le cuento mi teoría a mi amigo Gus, y él me contesta que el problema sería al ponernos a hacer los cachorros, porque "llegados a cierta edad las balas son de fogueo, y eso si hay balas". Yo le dije que "seguro que sus soldaditos van mejor que los de muchos de 30" y que en la peli "Clint emana potencia y masculinidad por todos los poros". Y el otro, empeñado en que "por muy masculinos que sean sus poros, es un abuelo". Pura envidia.

Que no, señores, Clint no es un abuelo. Clint es El Hombre.

lunes, marzo 16, 2009

La horrenda noche de la lejíiiiiiia

Por fin ha pasado, ya he actuado con la compañía de danza oriental. Después de todos los nervios me he quedado agotada y dolorida (mi cuerpo se ha relajado y me duelen hasta las pestañas) pero estoy contenta. La función salió bien y tuvimos bastante público.

Pero no todo fue tranquilidad y buenos alimentos. No. Se trata de mí, no podía hacerlo todo bien, o por lo menos, normal. La lié parda, pero bien liada, una noche antes de la representación.

Así que, de la autora de "La espantosa noche de la estadística" llega...

LA HORRENDA NOCHE DE LA LEJÍIIIIIA

Al día siguiente era la famosa representación. Meses y meses ensayando y casi todo preparado. Sólo me faltaba acabar de preparar la ropa. El primer traje que llevaba era un bombacho blanco y top blanco con mangas anchas, con un fajín verde y un pañuelo marrón. Decidí lavarlos, porque de los ensayos estaban un poco guarros (vamos, que se podían mantener ellos solos de pie, incluso bailar algunos números. Se sabían las coreos mejor que yo...). Los metí en la lavadora, con programa de prendas delicadas y a 0 grados.

¡Erroooooooor! cuando saqué la ropa tenía un pañuelo marrón, un fajín verde, un bombacho blanco y, y, y... ¡UN TOP ROSA! Bueno, no del todo rosa: como las mangas y el cuerpo eran de diferente material, tenía el corpiño rosa y las mangas abombachadas blancas. No sé de dónde salió el rosa, si no había nada rojo. Supongo que del marrón, pero en fin.

Tuve un primer momento de histeria. Pero en el segundo momento pensé en mis clases de yoga e intenté centrarme, relajarme y recitar un mantra para tranquilizarme. Lo conseguí si consideramos "centrarse y relajarse" correr por toda la casa agitando los brazos con el top mojado golpeándome la cara y entendemos como "mantra para tranquilizarse" gritar "ohdiosohdiosohdiosohdiosohdiosohdiosohdios".

En ese momento tenía claro el desastre: se suponía que yo tenía que salir de blanco impoluto al escenario e iba a salir rosa, porque no sabía bien si podría desteñir el desteñido y en caso de que no pudiera no sabía si habría en la tienda un top igual. Planeaba sobre mí una bronca de la directora de la compañía, evidentemente...

Pensé en mi madre: cada vez que pasaba algo de este tipo, decía la palabra mágica: lejía. Para desteñidos, lejía. Y en Hermano, que ponía Kalia para que su kimono fuera blancoblanquísimo. Os juro que hasta fui a este post by Gato for Mortadela de Luxe a ver si ponía algo de desteñidos, pero nada. Y era demasiado tarde para llamar a Gato, a Madre o a quien fuera que no estuviera en Nueva York.

Metí el top rosa en agua caliente, lejía y kalia.

Y me senté en el sillón a esperar. Diez minutos.

Fui a ver el top. Seguía rosa.

Volví al sillón.

Diez minutos después fui a ver el top, seguía rosa.

Me fui al sillón.

Llamé histérica a mi chico.

Fui a ver el top. Seguía rosa.

Intenté que la gatina no se bebiera el agua con lejía, kalia y algo de colorcillo rosa ("di no a las gatinas rosas").

Así durante una hora.

De repente, enmedio de todos los nervios, me vino una inspiración divina. Pensé que las cosas siempre pueden empeorar. Me acordé del maldito examen de estadística. Supe, en ese momento, que las notas habrían salido y que sería un suspenso como una casa. Después de un mes y pico esperando las notas, de haber mirado por internet esa misma mañana y que la dichosa nota siguiera sin salir, en ese momento me dio esa sensación y lo miré. Efectivamente, la nota había salido ¡y suspensa, claro!*

Si es que tengo una capacidad de ir añadiendo mi*rda y de ir empeorando las cosas que ni el Murphy ese.

Jo. Sabía que tenía muchas probabilidades de suspender, pero aún así se me juntó todo y empecé a suspirar, a hacer pucheritos y en un minuto el "ohdiosohdiosohdios" se transformó en un inmenso "buaaaaaaaahhhhhhh". Mis idas y venidas entre el sillón y la bañera se empezaron a ver más borrosas y ahora mismo podría hacer un exhaustivo y riguroso estudio científico demostrando que los lagrimones no eliminan los desteñidos rosas.

A las cuatro y media me fui a dormir, agotada de tanto viaje sillón-bañera, y me desperté a las ocho. En esas tres horas y media os juro que dormí, pero con la imagen de cierto top rosa fijada en mis sueños. Me fui a la bañera y mi top ya no era rosa.

Era rosita.

Resignada y con la fe perdida (a dios pongo por testigo que jamás volveré a confiar en la lejía) esperé dos interminables horas hasta que abrieran la tienda y cuando llamé, aleluya, había un top igual pero en blanco. En fin, toda una noche toledana resuelta en una llamada (y en un paseo de la tarjeta). Qué alivio.


Pasatiempo: Encuentra las siete diferencias



En fin... que todo ya pasó y ahora vuelvo a tener mis fines de semana para mí. De todo esto me quedo con dos cosas (Misia coge aliento y el cetro de la cursilidad, se lleva la mano al corazón como las misses y modo recoger un oscar on):

Primero, me quedo con las risas en los ensayos. Con mis compañeras. Con Adalias y la doctora B., tan absolutamente bellas por fuera y por dentro. Con un rosario de iniciales (L, V, S, C, N) que lo han hecho todo divertido y fácil.

Y en segundo lugar, y lo mejor de todo para mí, fue bailar sabiendo que estaban ahí mi familia y mis amigos. A todos los que vinisteis, muchísimas gracias. Fue muy importante para mí saber que estabais ahí y cada giro, cada movimiento, cada sonrisa fue pensando en vosotros. Muchas gracias por venir, de verdad. Espero que disfrutarais como yo.

Modo recoger un Oscar off.

*En cuanto al examen de estadística... lo único que me consuela es que me salió tan absolutamente mal que aunque hubiera contestado las dos famosas preguntas que dejé en blanco y las hubiera respondido bien, hubiera seguido suspensa. Pero bueno, el resto de exámenes los he aprobado y bien aprobados. Será que como la estadística es tan aburrida necesita unas vacaciones en un sitio animado como Mallorca. La llevaré a la playa y, si se tercia a la discoteca. Lo que sea con tal de que me apruebe de una vez.

viernes, marzo 13, 2009

Sister Acts


Sark dice que me encanta meterme en la vida de la gente (lo que es rigurosamente falso). Otro amigo me dijo hace poco que me paso al echarme al hombro los problemas de amigos, conocidos y desconocidos, y hasta empeñarme en encontrarles solución. Una antigua amiga, enfermera, actriz y andaluza, me decía: "Be, tu tiene un compleho de hermana mayó horroroso que te va morí".

Puede que me encante organizar y manejar y me preocupe por todos y me de por solucionarle la vida a la gente y darles colocaos y galletas de chocolate. Vamos, que algo de razón tenía mi amiga: soy una hermana mayor vocacional.

Y eso que a los pocos meses de nacer mi hermana MeriLein -tenía yo 3 años- le dije a mi madre muy seria: "¿Te acuerdas de cuando era hija única?" (Es que ser hija única molaba mil). Otros 2 años y pico después nació Ro y yo ya me hubiera pegado con cualquiera que osara mirarlas mal. (Es que son mis niñas y ser hermana mayor mola también).

Ser tres era genial cuando éramos pequeñas. No tanto en el comedor del cole, porque las monjas se empeñaban en que si mis hermanas no querían comer el puré (que era una desgracia) era mi culpa (y no: las BeSisters mostraron desde pequeñísimas que tenían claro lo que les gustaba y lo que no, además de una férrea voluntad).

Pero era lo mejor a la hora de jugar. Teníamos el triple de pinipones. Cubríamos el suelo del cuarto de jugar con la Casa Grande, la Calle, dos Jardines de Agua, el Parque, los Coches de Choque, el Lago, dos Granjas, el camping y la Maleta Casita. Y la Casa de los Family Feber. Juntábamos 14 barbies entre las tres… Y como hermana mayor, yo organizaba y decidía (=la felicidad: siempre me gustó mangonear, y jugando se dejaban).

Mi primera independencia llegó cuando tomé posesión del cuarto de jugar que se convirtió en una habitación para mí sola. Luego llegaron las llamadas de chicos a casa, los primeros pintalabios, la música alta y la ropa molona. Y mis hermanas mirando con los ojos muy abiertos. Yo me llevé las primeras broncas por llevar minifalda (aaay, mi padre), y ahora Ro lleva cinturones sin más problemas que un "¿eso no es un poco corto?". Yo luché por abolir el toque de queda, y mis hermanas casi ni han sabido lo que es eso.

Mi amiga Coco, la muy perraca, decía que las trataba como si fueran mis muñecas barbie. Cuando las BeSisters empezaron a salir venían a mi cuarto, decían "Be, ¿qué me pongo?", y yo les elegía la ropa y las maquillaba y las peinaba. Aún me piden consejo cuando estoy en CasaPadres. Y a mí me encanta.

Y aunque Ro aún me recuerda que una vez le metí un zapato en la boca y MeriLein que solía esconderme tras la esquina del pasillo para darle sustos de muerte (nimiedades), también recuerdan que he sido la que las enseñó a pintarse los ojos; la que les habló de la regla, de sexo seguro y divertido y de los ejercicios de Kegel; la que las encubrió y cuidó en los primeros excesos alcohólicos; la que las consoló aquella vez que les rompieron el corazón; la que aconsejó a aquella amiga suya que se escapó de su casa y se refugió en la nuestra; la que les dio un cursillo práctico de cómo poner un preservativo (con la mano y con la boca); la que se quedaba en vela toda la noche si hacía falta cuando una amiga les fallaba; la que se gastó su primer sueldo en llevarlas de compras…

Mi segunda independencia llegó hace cerca de tres años, cuando me fui a vivir por mi cuenta. Las echo de menos cosa mala, pero hablamos mucho por teléfono y aparte de vernos en CasaPadres quedamos a cenar y hacer cosas. Como anoche.

Salimos a cenar (japo) y a tomar algo (daikiris), y me decían que habían flipado, que había conseguido que las cosquillas superinocentes que nos hacíamos de pequeñas (y de adolescentes y jóvenes adultas, añado yo) hayan llegado a sonar como algo erótico-festivo.

MeriLein me daba envidia con su última adquisición en DVD: Marisol rumbo a Río (es esa en la que son dos hermanas, Marisol y Mariluz, anda que no mola esa peli).

Ro me contaba que últimamente sueña con lo último que haya hecho antes de dormir, y que el otro día se leyó 20 páginas de la última de Crepúsculo y flipó con los sueños tan guays que tuvo.

Me contaban que Ro no conocía a los Jona's Brothers hasta el otro día que salieron en El Hormiguero (MeriLein y yo sí les conocemos porque somos adictas a las pelis del Disney Channel) y que le parecieron unos sosos:

-Son como unos ex alumnos del Retamar, les faltaba el mini y un hervor. ¿Y qué es ese rollo de los anillos de la virginidad? ¿Qué pasa, que cambian de color cuando f*llas?

Yo les contaba una disyuntiva que tengo, en plan: "Si me muero mañana creo que preferiría habérmelo frinkado a no". Y ellas me contestaban: "Ya, pero y si no te mueres, ¿qué? En ese caso es mejor que no te lo frinkes, y a lo mejor es una variable que debes considerar" .

MeriLein se quejaba del trabajo mientras yo le decía: "Podría ser peor, podrías ser Solange".

Y Ro nos contaba que su actual "gustante" no dura nada:

-Dura poco.
-Poco, ¿cuánto?
-Poco.
-Pero ¿poco en plan "¿Ya?"?
-Sí, pero no creáis que no piensa en mí… Y lo bueno es que lo puede hacer mil veces.
-¿Lo bueno?
-Hombre, eso también tiene sus ventajas, ya sabes, típico "en el coche de Mamá, por favor, dura poco".
-¡¡¡JAJAJAJAJA!!!

(Por cierto, Mamá, se me ha olvidado avisarte al principio de que a lo mejor prefieres no leer este post).

jueves, marzo 12, 2009

Podría ser peor (podrías ser Solange)


De tener de becarios al porcentaje de integración de la radio he pasado a tener dos niñas listas, simpáticas y trabajadoras. Como uno de mis cometidos es enseñar/coordinar/mandar a los becarios del equipo, que sean listas y con buena actitud ha mejorado mi calidad de vida en varios puntos.

Y a este paso me va a proporcionar infinito material para este blog.

Me encontraba yo curioseando por Facebook con mi maravillosa becaria MeriBella, que tiene un bate de baseball con el que juega a Crepúsculo en su cuarto... si es que somos almas gemelas… a ver, que me lío. El caso es que estábamos, en uno de esos rarísimos momentos de asueto que nos permitimos durante la jornada laboral, cotilleando por el Facebook a la española novia del CSI negro guapo, esa que es hija de uno del PP de Madrid y que conoció al ex-CSI (lo echaron de la serie por drogata, creo) en Ibiza y han mimetizado tanto que está más morena que él… y, de pronto, nos encontramos con "ella".

No, no vamos a poner fotos. Lo único que diremos es que "ella" es Solange (pronúnciese /SOLANSH/).

Desde su minifoto de presentación nos llamó la atención, con un corsé rojo con ligueros y sin medias. Y tenía el perfil abierto y lleno de fotos… no me digan que no es provocación.

Solange es "aspirante a miss Venezuela 87" meets "nudista/budista" meets "gogó metida en una jaula". Trrrrrrrrrrrrremendo. Hipnótico.

En algunas fotos está muy guapa, una morena con una carita preciosa de las que me molan. En otras es difícil tener claro si es una mujer disfrazada de hombre disfrazado de mujer, porque le sale cara de Amor de Gran Hermano luchando por ser la Reina del Carnaval de las Palmas.

En algunas fotos sale desnuda sin mostrar "nada", para lo cual pone posturas que más que sexis quedan de lo más extraño. Os comento nuestras fotos preferidas, que son dos.

Una: Solange aparece sentada en un banco del parque, con las piernas y los brazos entrecruzados tapando todo lo tapable, sentada directamente en el bando sin nada de ropa entre ella y las hormigas que presumiblemente quieran acudir a merendar.

Dos: Preciosa puesta de sol en una playa paradisíaca. Solange aprovecha para hacer pis en un rincón mientras el fotógrafo decide que ésa es la pose más sexi y aprieta el disparador. Solange intenta sonreír: no, Solange, no se puede ir de guapa en esa postura, prueba mejor a poner cara de "fiera". Los chicos no sé, pero cualquier chica -hetero o no- al ver la foto piensa: "y además entre los juncos, para que haya más posibilidad de infección".

Claro que las fotos en que lleva ropa son peores aún, y es que la pobre chica debería matar a su estilista. En algunas fotos sale en bikini, los bikinis más feos del mundo. En otras sólo se cubre el cuerpo de cadenas. En otras se envuelve en las cortinas del salón, o en el hule de la cocina… Solange, desde aquí te lo digo, para llevar eso puesto es preferible ir desnuda.

El problema del Facebook de Solange es que nos da miedo. Porque Solange va a unos sitios superraros por la noche, llenos de camas con dosel, de sofás de terciopelo "he desollado un oso amoroso", estampados de leopardo y botellas de J&B. Y porque Solange tiene unos amigos superraros con los que se saca fotos, unos señores enormes, otros llenos de tatuajes y músculos, otros con cara de no enterarse mucho de nada desde hace una o dos décadas, otros con extraños estilismos en plan "eso no será pelo, será unas algas que ha recogido de la playa". Y porque Solange no parece feliz.

A mi becaria MeriBella le preocupa que Solange sea una lectora de QaD y este post le rompa el corazón. A mí me preocupa más que este post se torne en relato de Poe para descubrir que todos llevemos una Solange en nuestro interior. Porque Solange es el equivalente facebookero a la exposición de Francis Bacon que vi el otro día.

Pero como MeriBella es una sabia y una superviviente y de todo saca algo positivo, desde que conocemos a Solange tenemos una nueva filosofía de vida:

¿Qué tienes tanto curro que te sale por las orejas y te dan más?

Piensa que siempre podría ser peor, podrías ser Solange.

¿Que has discutido con uno de tus "gustantes" y el mal humor te impide salir a cenar con otro como tenías planeado?

Piensa que siempre podría ser peor, podrías ser Solange.

¿Qué no te sale la producción del reportaje urgente porque todos los departamentos de prensa de España han decidido que mola la jornada intensiva/los teléfonos que suenan no hay que cogerlos/los viernes no curran?

Piensa que siempre podría ser peor, podrías ser Solange.

¿Qué vas a Zara a por un trapito mono que has visto y resulta que medio Madrid lo ha visto antes que tú y no queda tu talla?

Piensa que siempre podría ser peor, podrías ser Solange.

¿Que te piden que trabajes más horas por el mismo dinero, y tú ves que es tiempo perdido porque no tienes medios para que esas horas extra rindan?

Piensa que siempre podría ser peor, podrías ser Solange.

Que ves los EREs por todas partes, cada vez se cierra más el círculo y te preguntas dónde demonios van a encontrar trabajo todos esos periodistas que ya no lo tienen?

Piensa que siempre podría ser peor, podrías ser Solange.

¿Que, como a nuestra compañera Gemi, Solange te ha intentado agregar a sus amigos de Facebook y andas loca pensando de qué puede conocerte una Chica Playboy y por qué tú no te acuerdas?

¡No pasa nada! Piensa que siempre podría ser peor, ¡podrías ser Solange!

lunes, marzo 09, 2009

Con los cinco sentidos


(Adoro a mis compañeros de piso, pero a veces echo de menos cosas de vivir con chicas. Al Hombre Malo puedo pedirle masajes en los pies, pero que me acaricie la espalda mientras vemos Soap como que no. Mis hermanas y yo hacíamos sesiones de cosquillas en la espalda mientras veíamos la tele por la noche con turnos organizados: cambiábamos de lugar cada vez que había anuncios. Así que aprovechando que Cattz estaba de visita le pedí cosquillas y me dijo que sí. Le pedí que me dejara contarlo aquí y me dijo que sí. Me puse a recordar y se me ocurrió este post)

Vista

Los Prerrafaelitas son visualmente lujuriosos, si te gustan las cosas bonitas te apasionarán, con sus cuentos de hadas, su Arturiada y sus mujeres perturbadoras. Prometo post sobre la exposición 'La bella durmiente', de pintura inglesa del siglo XIX en el Museo del Prado que vi ayer y me llenó el corazón de colores.

Un amigo me pasa este video con la sugerencia implícita de que TENGO que aprender bachata:



Que digan lo que digan: éste es un video porno. Me encanta.

Oído

For my lover – Tracy Chapman


Take this waltz – Leonard Cohen


The one I love – REM


Le temps de vivre – Georges Moustaki


Secret Smile – Semisonic


Fight Song – The Appleseed Cast


Olfato

Me despierto y es por la mañana. Abro los ojos, inspiro hondo… puedo olerlo cerca, en algún punto de la almohada. Es un olor indefinible, mezcla de jabón, desodorante, ropa limpia por un detergente y un suavizante que no son los míos, colonia suave… y olor a él. Sonrío, cierro los ojos y sigo soñando.

Puedo notarlo desde el otro lado de la mesa, por encima del olor -delicioso de otra manera- de la comida. Es algo suave, huele a limpio, a que es un olor familiar, antiguo, que conozco. Siento el impulso de acercarme y respirar más de eso tan bueno, pero no lo hago. Un rato después, ya en la calle, me arrimo, de puntillas, hasta su cuello… y respiro hondo.

Mmm…

Gusto

Un punto salado, un punto dulce, un punto a nueces, un punto inusual. Un toque de granada. Y una salsa suave de nueces y crema y queso. Y chiles poblanos rellenos de carne y frutos secos.

Bizcocho de chocolate relleno de chocolate caliente que se sale al partirlo. Más chocolate, del fuerte, derretido en el plato. Me meto en la boca una cucharada de todo y un poco de helado de vainilla, muy rico, del que tiene semillas, más por el contraste de temperatura que de sabor. Tengo que cerrar los ojos de lo fuerte que es la sensación.

Ron añejo, azúcar de caña, hierbabuena… hielo y sifón.

Tacto

Me siento de espaldas a Cattz, me levanto la camiseta por encima de los hombros y cierro los ojos. Noto como unas manos frías y muy muy suaves se apoyan en mi cuello. Y empiezan a deslizarse, despaaacio, por mi columna vertebral, bajando hasta el borde del pantalón para volver a subir por los costados, donde ya casi no es espalda. Cosquillas con movimientos verticales, desde mi nuca hasta el final de la espalda… cosquillas en círculos rodeando mis omóplatos, alrededor de mis hombros, trazando espirales sobre mis costillas… cosquillas horizontales que cruzan mi espalda por la línea donde estaría el sujetador si lo llevara… cosquillas simétricas cuando las manos de Cattz dibujan diagonales, bajando suavemente de la columna hacia fuera, hasta la piel más sensible de los laterales. Las puntas de sus dedos se mueven centímetro a centímetro, recorren mi piel dejando a su paso la carne de gallina. Mi respiración se hace más lenta, más profunda, más calmada, mientras las manos frías de Cattz acarician mi espalda arriba y abajo, por todas partes, causando gustito, endorfinas segregadas, felicidad.

viernes, marzo 06, 2009

Pelis contra la pochez


Ayer fue un día de mierda en todos los sentidos. Hacía frío. Llovía. Me tuve que levantar antes de lo habitual para que me arrancaran pelos de partes muy sensibles de mi anatomía. Durante la comida me rompieron el corazón un poquito sin querer. En la radio se me trabó la lengua una vez por párrafo durante mi sección, cosa que me da una rabia que me muero. Y a lo largo del día fui testigo de varias maneras de cómo la crisis arrecia y de lo cerca que estoy de que me toque a mí.

Lo único bueno fue sentir que tengo amigos muy buenos y muy sabios y muy dispuestos a ayudarme y ponerme las pilas.

Pero vamos, que después de un día de mierda cambié de planes y, en lugar de salir a cenar como había quedado, me fui a casa, me di un baño caliente, me metí debajo del nórdico, me comí una piña helada y me puse una peli de crisis.

Peli de crisis: dícese de las pelis que Be se pone cuando está pocha; pelis para sentirse mejor; el equivalente en celuloide a un edredón calentito, a un chocolate caliente con mini marshmellows, a un abrazo terapeútico.

Se pueden dividir en tres tipos.

Clasicazos de antes de Be:

El hombre tranquilo

Me encanta esta peli. Me encanta él, me encanta ella, me encanta el cortejo, me encanta cuando la cama se rompe, me encanta cuando la arrastra de los pelos, me encanta el beso bajo la lluvia.

Me pone de buen humor y me hace amar la vida.

Confidencias a medianoche

Doris Day es una decoradora repipi que comparte línea de teléfono con un compositor donjuán. Se odian, él se hace pasar por un texano supertierno para seducirla, ella le decora la casa cual burdel de Kamchatka, se enamoran.

La asistenta de Doris es mi personaje preferido.

Desayuno con diamantes

Audrey, Capote y un gato sin nombre.

La mejor fiesta, las mejores gafas de sol, la mejor banda sonora, los mejores modelitos, la mejor receta para las depresiones (cruasant+diamantes).

Y sale Anibal Smith de joven.

Charada

Audrey y Cary Grant. Intriga en París, falsas identidades, besos… Y más música de Henry Mancini. Cary se ducha vestido y Audrey le pregunta que cómo se afeita por dentro del hoyito de la barbilla.

Es genial, a parte de una preciosidad de peli.

Vacaciones en Roma

Audrey y Gregory Peck. Roma, vespas, una princesa y un periodista.

Es el póster de la cabecera de mi cama y la peli que me puse anoche.

Y me quedé nueva, señores.


Clasicazos de después de Be:

Dirty Dancing

Porque nobody puts Baby in a corner.

No hay que decir más, esta peli es lo más del universo.

Y ya está.

Una habitación con vistas

Maravillosa adaptación de la novela de E.M.Forster.

Helena Bonham-Carter se lleva al huerto a Julian Sands: se conocen en Florencia, se enamoran… y dos superbesos y un tiempo después vuelven a Florencia.

Lady Jane

Una peli con mucho amor y muchas lágrimas, basada en la vida de Lady Jane Grey, que fue reina de Inglaterra durante una semana. La historia de amor es preciosísima, y Cary Elwes está jovencísimo y superguapo.

Y sale el capitán Picard (aka. Profesor Xavier).

Hechizo de luna

Uno de los mejores besos de la historia del cine. Una de las historias de amor más bonitas.

Cher se llevó un oscar. Loretta, su personaje, se llevó a la cama a un manco Nicolas Cage. Y él la llevó a ella a la ópera. Me encanta.

Mamma Mía

Mi última adquisición para la lista salvadora. La vi dos veces en el cine y me compré el DVD según salió. Una isla en el Mediterráneo, madres e hijas, amigas, amor y canciones de ABBA.

Es la peli que mejor rollo me da de los últimos tiempos.

Inclasificables/incomprensibles:

Los tres mosqueteros (la de Chris O’Donnell)

Lo sé, es una chunguez.

Pero a la niña de los 80 que hay en mí me encanta ver a Charlie Sheen de Aramis y a Kiefer Sutherland de Athos.

Y me sé los diálogos de memoria.

Búsqueme a esa chica

Marisol y el Dúo Dinámico, un puñado de canciones chupis y la mujer a la que quiero parecerme cuando sea vieja: miss Nellie, alias Isabel Garcés.

Ésta la he visto con mi madre por lo menos 20 veces.

Al filo del abismo

Christian Slater es un skater chungorro hasta que matan a su hermano adoptivo vietnamita. A partir de ahí se reforma, se pone camisa, se liga a la novia del hermano muerto y descubre una red internacional de tráfico de armas mientras patina a toda velocidad.

Mola pero taaaanto.

Quiero ser como Beckham

Ésta la vi en el cine cuatro veces. Me encanta.

Jesminder es una chica angloindia que juega al futbol sin que lo sepan sus padres y cuyo mayor ídolo es David Beckham. Sale Londres, salen saris y sale Jonathan Rhys-Meyers con la camisa blanca más sexi del mundo ¡y con un jersey de criquet!

Contacto sangriento

La mejor peli de la historia universal. Me sé los diálogos, las onomatopeyas, los movimientos chungos y las expresiones de la cara de Van Damme.

Y, cuando éramos pequeñas, mis hermanas y yo parábamos el VHS en el mismísimo momento en el que Jean-Claude se sube el slip después de frinkarse a la periodista intrépida.

¿Y ustedes qué toman para las crisis?

jueves, marzo 05, 2009

Nada mística

Como parece ser que no estoy lo suficientemente ocupada día a día (ejem), me he apuntado a clases de yoga. Dicen que es bueno para la flexibilidad, para la postura y la relajación, así que he decidido probar. Como no estoy muy sobrada de dinero, me he apuntado en el centro cultural cercano a mi casa y llevo un par de semanas de práctica.

El problema que le veo al asunto es que yo no soy nada mística. Yo esto de las energías y los chakras no lo acabo de ver claro y como va en el lote del yoga físico pues... ahí voy, intentando desentrañar si lo que la profe nos suelta tiene algún sentido para mí y, sobre todo, intentando no reírme cuando nos dice que nos encerremos en nuestra burbuja de energía o que adquiramos la energía por los pies (seré muy rara, pero es que yo la energía la adquiero por la boca, cuando me tomo mi cola-cao).

Entre otras cosas me he enterado de que debo tener mi primer y segundo chakras hechos unos jabatos, porque se movilizan con los movimientos y torsiones de cadera y cintura y yo de eso hago mucho en baile. Además, somos una clase súper educada: todos los días saludamos al sol, un par de veces, de hecho. Cuando no esté en la clase espero que mis compañeras le den recuerdos de mi parte.

Pero bueno, todo me lo esperaba... hasta la segunda clase. El gimnasio es muy estrecho, así que nos ponemos en dos largas filas, mirándonos unas a otras. Entonces la profesora empezó a explicar el siguiente ejercicio:

- Ahora vamos a apretar los esfínteres. Apretamos la zona del ano, como quisierais retener la caca. Después apretáis la zona de la vagina y la uretra como si quisierais cortar el pis. Y en tercer lugar, cerráis el ombligo.- vamos, los ejercicios de kegel de toda la vida (por cierto, creo recordar que alguien nos debía un post sobre eso). Pero en místico - ¡cerrad el tapón, cerrad los esfínteres! la energía se contiene y no se escapa, no se disipa. Esto se llama mulabanda y lo vamos a aplicar a las asanas - que son las posturitas del yoga.- Por cierto, contraed y soltad, que si mantenéis y mantenéis os causará agujetas en esa zona y son horribles.

Yo estaba estupefacta.

1) ¿Se puede cerrar el ombligo?

2) Pensé que lo que escapaba por esa zona no era la energía.

3) Si sabes que las agujetas en esa zona son horribles, por algo será.

Pero lo peor, lo peor, fue la situación. Es decir, tú vas tranquilamente en el bus haciendo tus ejercicios de kegel y da igual: tú a tu bolilla y nadie lo sabe. Pero aquí tienes una fila de siete señoras enfrente, que saben que estas haciendo mulabanda. Y casi peor, tú sabes que ellas están contrayendo sus esfínteres. En fin, que a mí me dio una gran vergüenza. Lo siguiente fue hacer el saludo al sol con mulabanda ("uno manos, inspiro, ¡mulabanda! subo brazos, expiro, bajo manos a los pies ¡mulabanda!, etc.) y lo del movimiento añadió espectáculo al asunto.

Lo bueno es que a la profe se le ha olvidado lo del mulabanda en las siguientes clases y no lo ha vuelto a mencionar. De momento.
Bueno, como hay que mantener una actitud receptiva ante las cosas, estoy intentando superar mis prejuicios y voy a intentar recibir las enseñanzas del yoga con la mente abierta. Y los esfínteres cerrados, parece ser. Por eso he buscado los pasos de preparación para el principiante de yoga:

Ahimsa - No violencia, abstenerse de matar y dañar, también a uno mismo.
Bueno, esto lo llevo bien

Satya - No mentir, seguir la verdad, ser veraz, auténtico, no engañarse a uno mismo.
Esto no tan bien... siempre me digo que por una madalena más mojada en el colacao no va a pasar nada... y ahora estoy a dieta.

Asteya - No robar, no apropiarse de lo que no nos pertenece.
Ok, no problem

Aparigraha - No codiciar, no tomar más de lo necesario, abstenerse del deseo de poser o acumular bienes, desprenderse de las cosas con alegria.
Hombre, pues no. Que mi Bichito es mío y solamente mío. Si acaso de mi hermano.

Brahmacharyia - Celibato, abstenerse del placer sensual, de la concupiscencia, y de usar la sexualidad inadecuadamente para generar bajas pasiones.
¿ QUÉEE? JA.

Creo que, definitivamente, yo no estoy hecha para ser una buena yogui.

miércoles, marzo 04, 2009

Be y la diagonal Vicky Mendoza


El otro día, contando mis últimos bandazos vitales a un amigo con el que hacía tiempo que no hablaba me dijo: "Tranquila, que aún no has cruzado la diagonal Vicky Mendoza".

Para ilustrar dicha diagonal me pasó el siguiente video:



Vale. Estoy en el lado positivo de la línea sexi/loca. Ahora sólo queda ver la capacidad de maniobra que me queda.

Así que con la valiosísima ayuda de mi compañero de piso el Hombre Malo me puse a hacer una...

Lista de momentos loca:

-Exijo besitos, cosquillas y masajes en los pies.

-Amenazo con un imaginario bate de purpurina (a pesar de tener una porra telescópica real al alcance de mi mano).

-Estoy suscrita a los fascículos de Tarta de Fresa con 30 años ya cumplidos.

-Dejo que personas prácticamente desconocidas cocinen en mi casa mientras yo duermo.

-Veto pelis porque me parecen deprimentes.

-Canturreo cuando estoy muy contenta/cuando estoy muy cabreada.

-Cuando estoy amenazando a alguien me comporto como un dibujo animado: giro la cabeza 15º, miro de medio lado con los ojos muy muy muy abiertos, pestañeo un par de veces y sonrío mientras canturreo una pregunta amenazadora…

-Gozer el Gozeriano vive en mi garganta (aunque últimamente sale poco).

-Pongo a mis amigos a hacer un brainstorming de pruebas de mi locura.

Capacidad de maniobra que me queda:

-Aún no bajo las escaleras haciendo el pino-puente para atrás.

En este estado de cosas, si -como dice mi amigo- aún no he cruzado la diagonal Vicky Mendoza… es que debo de ser tela de sexi.

BE: Luego te paso el post, creo que me está saliendo supercreído.

AMIGO: Pues ya tiene mérito, escribir de tus neuras y pensar que te está saliendo "creído".

BE: La vanidad es fuerte en mí, pequeño.

Claro que mi amigo me regaló hace tiempo la siguiente camiseta:

Así que me temo que igual no es imparcial.

martes, marzo 03, 2009

Constipado

Estoy muy constipada. Constipadísima. Dar así clase es un infierno, porque se junta:

a) Tu voz de moco. La otra variante es la voz de Leonard Cohen (en una cosa de 1,64 m. y cincuenta y tantos kilos NO es sexy).

b) Los pañuelos de papel hechos un gurruño y ligeramente húmedos. Son tantos que vas dejando un rastro. Si Pulgarcito hubiese estado constipado como yo, otro gallo le habría cantado al rastro de piedrecitas.

c) El embotamiento mental. No entendía la mitad de cosas que mis compañeros o alumnos me decían. La otra mitad directamente no la oía, que esto del resfriado me deja medio sorda.

d) Pérdida de vocabulario: "este cuadro tiene unos, unos... ¿cómo se llamaba esto? esas cosas diferentes y brillantes, que son muchos... Colores. Eso, colores. Este cuadro tiene unos colores...".

En las clases del viernes puse a mis alumnos a leer en voz alta el libro, simplemente haciendo incisos para explicar palabras complicadísimas como abdicar o incautar (si pensáis que cualquier adolescente sabe esas palabras es que no conocéis a mis alumnos). A los que les tuve que explicar Arte... lo intenté, pero tras quedar patente que los mocos se me pegan a las neuronas del lenguaje impidiendo salir las palabras... bueno, pues estudiaron mucho latín, que tenían examen después.

El sábado, como no, ensayé para el espectáculo de danza oriental. Normalmente tengo poca capacidad pulmonar, pero con el catarro parecía a una marsopa en movimiento.

Con todo este panorama, fui a la farmacia. Y no, no pude pedir un antigripal, ni un Efferalgan/aspirinas/couldina o simplemente "algún medicamento contra el resfriado". No, entré decidida, me di cuenta de que iba en mi parra e improvisé:

- Hola, buenas tardes, quería un.. un... un... ANTI-MOCOS.

La farmacéutica no lo pudo evitar. Abrió mucho los ojos, intentó contenerse, pero no pudo. Y soltó una carcajada que se debió oír hasta en Murcia (los de Murcia, ¿la oísteis?).

Así que, amiguitos, aquí estoy a las seis de la mañana, desvelada desde hace un par de horas por el catarrazo y pensando que este anti-mocos que me vendió la señora no me ha hecho mucho. Mocosa, desvelada y un poquitito humillada. Hay que fastidiarse.

lunes, marzo 02, 2009

Contadores de historias


Compadezco a los niños a los que no cuentan cuentos de pequeños. A mí, mi padre me leía un cuento todas las noches antes de dormir. En cuando mi hermana MeriLein tuvo uso de razón, mi padre empezó a leernos dos, uno elegido por cada una. Y a partir de que nació Ro, tres. Qué tiempos.

Lo mejor era cuando se los inventaba él. Los cuentos que inventaba mi madre era más bien moralizantes, ya sabéis, del tipo "La niña que no quería comer coles de Bruselas" y cosas así, pero los de mi padre eran algo completamente distinto. Se inventaba historias y les ponía nuestros nombres a las protagonistas. Algunas trataban de aventuras por Europa en plena segunda guerra mundial, otras eran más simples y sucedían en el Parque de Atracciones, o en el campamento, o yendo de visita a los abuelos. Molaban infinito.

Puede que por eso, a pesar de que mis hermanas y yo seamos muy diferentes y tengamos gustos muy distintos en casi todo, a las tres nos gusta leer. Leer, y otras cosas.

Llamadlo complejo de Electra, si queréis, pero hace muchos años, cuando me eché a mi primer novio "en condiciones", una noche cualquiera le pedí que me contara un cuento mientras me quedaba dormida. Él no sabía qué contarme, y como el chico era rolero le sugerí que me contara, a trozos, alguna partida que le hubiera molado mucho. Terminando en cliffhanger, a poder ser.

Resultó espantoso.

Bolas de energía y cosas rarísimas así como random.

Fatal.

Para la siguiente vez, él optó por buscar inspiración en libros de relatos de terror y yo gané con el cambio.

El novio pasó a la historia, con el tiempo, pero la perversión eléctrica no. Porque si cierro los ojos y me pongo a diseñar el hombre perfecto… quiero… quiero… un chico que sepa contarme cosas y apasionarme con sus historias.

Un chico que pueda tanto inventarse un cuento para dormirme como tenerme hablando hasta la madrugada.

Que si me pierdo el capitulo de House me lo sepa contar de forma que mole casi tanto como si lo veo.

Que si me cuenta una novela que no voy a leer porque, por ejemplo, sólo se encuentra en chino mandarín, idioma que casualmente desconozco, me den ganas de escribir a todas las editoriales para que la editen en español y así la pueda releer yo cada vez que quiera.

Que me mate de la risa al contarme sus batallitas.

Que me cuente sus viajes por el mundo y me haga vivirlos como si estuviera allí.

Que si se arranca a contarme sus sueños o sus planes, los haga tan reales que los vea.

Y, por supuesto, que sepa hacer llamadas guarras de las que te arrastran, te llevan, te traen y te dejan sin aliento.

No pido nada, ¿a que no?