Una vergonzosa nace. Nunca se hace. Y cuando una es dibujada así, con el gen de la verguenza no hay nada que hacer: el exceso de riego facial en los momentos más comprometidos, ridiculizante y violentos está asegurado. Así, además de sentir verguenza por un hecho concreto, te da verguenza que los demás se den cuenta de la verguenza que tienes... verguenza elevada a infinito... esa es la historia de las dibujadas vergonzosas.
Cosas como caerte en plancha a la entrada de una fiesta de un colegio mayor masculino en plenos exámenes de junio y que la falda se te levanten... curte. Pero la verguenza siempre está ahí, acechante, latente....
Puedes pasar una temporada en que solo te dan verguenza actos ajenos... (una verdadera vergonzosa... siente a veces con tanta fuerza la verguenza ajena como la propia... y llega a tener que irse del salón cuando en la tele hay una escena demasiado chunga y violenta,,, lo pasa tan mal que no le vale con taparse con el cojín,,, tiene que abandonar la estancia)...
Pero cuando estás tranquila, cuando piensas que estás en una buena racha... derepente... tienen lugar una cadena de acontecimientos que hacen que desees meterte en la cama para no salir nunca... y lo peor, lo peor... el fin del mundo es cuando esa cadena de acontecimientos los coprotagonizas con otro vergonzoso... alguien que en vez de normalizar la situación, tratar de quitarle hierro o reirse... la hace (involuntariamente claro) más violenta, insoportable, inductora al suicidio...
... porque cuando eres vergonzosa y estas en medio de un ataque de verguenza no puedes reaccionar con naturalidad... lo que suele generar más situaciones vergonzosas y así hasta el infinito o hasta que te tires por el lugar más alto que encuentres para dejar de sufrir...
... solo os dire que os escribo desde la cama... que sigo con el estómago como una colchoneta de feria... los hombros cual anillas de gimnasia masculina deportiva (cuando el gimnasta está haciendo el cristo) y deseando no volver a ver a ningun otro ser humano en mi vida porque creo que no seré capaz a volver a relacionarme con normalidad jamás.
7 comentarios:
Se te ha olvidado comentar que una verdadera vengonzosa se pone colorada cuando narra una situación en la que se puso colorada. Y también se sonroja sólo de recordar aquella situación. Aunque esté sola. Aunque nadie la mire.
Calma, se va pasando poco a poco. Yo he fabricado un personaje, un payaso que se ríe de sí mismo en público, que cuenta sus meteduras de pata tal sin ahorrar ni los detalles más escabrosos. Y,(aunque me pongo roja cuando me río), la cosa pierde hierro.
Jo, yo también soy de la cofradía de la vergüenza paralizante. Cuando era pequeña leí en una revista (superpop o ragazza) que un buen truco cuando te sonrojas es apretarte el lóbulo de la oreja para que toda la sangre que tienes en la cara se vaya allí. Sí, ya sé que es una soberana estupidez, pero de pura desesperación por lo mal que lo pasaba yo lo hacía, por si acaso. Así que parecía doblemente idiota, por estar roja como un tomate y por estar pellizcándome las orejas.
Jajajajajajaja... Misia, yo me ponía super-roja pero no intentaba ni disimularlo. Hubiera sido inútil. Ahora me pasa menos, y además me río de mis propias tonterías.
Aunque me da que la situación de perri no era de fácil risibilidad...
"...una verdadera vengonzosa se pone colorada cuando narra una situación en la que se puso colorada. Y también se sonroja sólo de recordar aquella situación. Aunque esté sola. Aunque nadie la mire."
Justo, Gato. La verdadera vergonzosa se tapa la cara con la sábana al acordarse de algo vergonzoso al despertar. Aunque esté sola, aunque nadie la mire.
Qué identificada que me siento...
perras... y entonces ¿qué es mejo?... ¿juntarte con un desvergonzado total que te hará enrojecer hasta la muerte pero no será nada violento ni raro sino natural y preparado para la risa... o con un vergonzoso que te comprende pero cuando se produzca una situación nare hará que todo resulte tan sumamente violento que querrás morir?
En esos momentos de rojez máxima, perri mía, prueba a ofrecer al susodicho (o chucho dicho) una gominola de corazón de melocotón...Conozco un caso real en el que funcionó.
Lola 3,15... funcionar no sé, pero cierto es que se quedó sin palabras. Y mira que es difícil!
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