Los Credit Default Swaps -o CDS- son un instrumento o producto financiero creado para asegurar el riesgo de crédito (por posible quiebra o default) de los bonos emitidos por empresas o por los estados. Básicamente se intercambia, se transfiere, el riesgo de impago. En principio el riesgo lo corre el que compra el bono; con este sistema el riesgo recae en la aseguradora, que tendría que pagar si la empresa emisora de la deuda -o el país en el caso de la deuda soberana-, no puede.
Mi trabajo, a veces, consiste en contar por la tele cosas como éstas y hablar de por qué se quiere regular estos productos.
Y yo me pongo guapa (bueno, me ponen guapa las chicas de hair&makeup, que son unas genias), y hablo con mis fuentes (catedráticos de Economía listísimos y encantadores y que saben mogollón) y salgo por la tele explicando que la entidad emisora de los swaps te asegura el riesgo de que la empresa no te pague o de que el país tarde en pagarte (los países no dejan de pagar, pero declaran moratorias). [comienza el rollo] Así que el precio de estos swaps lo que expresa es el grado de confianza que da la inversión que asegura. Cotiza el riesgo de impago (o de moratoria), de manera que los CDS se utilizan también para medir el riesgo de la deuda que aseguran. No es tan fiable como el riesgo país, que lo que hace es calcular el diferencial respecto a la deuda alemana: los CDS lo que utilizan es su precio: si sube es que sube el riesgo de impago... o la percepción de riesgo de impago, porque los mercados se mueven por emociones. Y como éste es un mercado muy poco líquido, es muy volátil, y el precio es muy sensible a un aumento de la oferta o a un aumento de la demanda.
Y yo explico que asegurar el riesgo de una inversión es algo que se hace, y que no está mal a priori. Y que el verdadero problema es la proliferación sin control, sin transparencia y sin apenas liquidez. Y que la falta de regulacióno, de transparencia y de liquidez facilitan el mal uso de los swaps: asegurar el riesgo de una inversión que no tienes (lo que se llama contratar CDS "al desnudo"). Por ejemplo, tener Credit Default Swaps sobre la deuda de Grecia sin haber invertido en deuda griega. Algo así como tener un seguro sobre la casa del vecino [fin del rollo].
Otros días me toca explicar lo que ha pasado en la Sesión de Control al Gobierno o en el debate sobre el Estado de la Nación. Otros hago repors sobre actos donde han estado Rodrigo Rato, de la Vega, o Rajoy. Otros cuento la última hora del diálogo social. El primer caso le encanta a mi madre -que por primera vez en su vida está en Mode MamáDeLaArtista On-, porque procuro hacerlo divertido. La segunda opción también le gusta, porque se trata de que el espectador viva el evento desde dentro, así que cuento entresijos. La tercera posibilidad tiene como aliciente que es en directo desde dónde sea, y eso es más difícil y emocionante, y mi madre lo sabe y lo disfruta. Cuando salgo por la tele hablando de cosas tan espesas como los swaps lo paso genial, porque es un reto para mi formación de periodista y filóloga. Pero mi madre (ingeniero) esos días me me llama y me comenta lo que opina de mi ropa, pelo o maquillaje.
Mi padre casi nunca dice nada (aparte de que estoy muy guapa). Pero hace un par de fines de semana me dijo que una de mis informaciones le había gustado mucho.
-La de los swaps. Muy buena, muy clara. Y no es un tema nada fácil.
Me puse gorda de orgullo. (Es que mi papá, además de saberlo todo y no ser dado a los halagos, es Economista)