La semana pasada se celebró –dentro y fuera de la blogosfera– el Día del Libro. Aunque Quédate a Dormir no hizo post al respecto, el evento no pasó desapercibido a sus bloggeras.
Yo, por ejemplo, aparte de pulirme lo que me quedaba de presupuesto de abril en las recomendaciones literarias de Sark –que no suele fallar–, recibí por duplicado (papel y formato digital) el regalo de los señores de Nórdica Libros para celebrar tan señalada fecha. Con el título "Un buen comienzo", se trataba de las primeras frases de 59 títulos fundamentales de la Literatura Universal de las cuales reconozco no sin rubor que sólo he leído 25 –¡y eso que soy filóloga!–.
Consciente de que algunas son "tramposillas" (ya sea por la traducción o por dónde han decidido que empieza el libro), selecciono diez entre las más facilitas:
1. En un lugar de La Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme…
2. Todas las familias felices se parecen unas a otras, pero cada familia infeliz tiene un motivo para sentirse desgraciada…
3. Si de verdad les interesa lo que voy a contarles, lo primero que querrán saber es dónde nací, cómo fue todo ese rollo de mi infancia…
4. Un modesto joven se dirigía en pleno verano desde Hamburgo, su ciudad natal…
5. Pueden ustedes llamarme Ismael…
6. Cuerpo de mujer, blancas colinas, muslos blancos…
7. Cuando, una mañana, Gregor Samsa se despertó de unos sueños agitados, se encontró en su cama convertido en un monstruoso bicho…
8. Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Pecado mío, alma mía. Lo-li-ta.
9. Cuando yo tenía seis años vi una vez una lámina magnífica...
10. El Nellie, un bergantín de considerable tonelaje, se inclinó hacia el ancla sin una sola vibración de las velas y permaneció inmóvil...
Ahora toca decepcionar a aquellos de nuestros lectores que más disfrutarían si esto fuera un concurso de los de hacerse los chupiguays (vosotros sabéis quiénes sois, y nosotras también lo sabemos, que os tenemos fichados). Se trata de un concurso "autorregulado": si seleccionan el espacio en blanco a continuación, descubrirán fácilmente las soluciones.
1. Miguel de Cervantes, Don Quijote de La Mancha; 2. Lev Tolstói, Ana Karenina; 3. J.D. Salinger, El guardián entre el centeno; 4. Thomas Mann,La montaña mágica; 5. Herman Melville, Moby Dick; 6. Pablo Neruda, 20 poemas de amor y una canción desesperada; 7. Franz Kafka, La metamorfosis; 8. Vladimir Nabokov, Lolita; 9. Antoine de Saint-Exupéry, El principito; 10. Joseph Conrad, El corazón de las tinieblas.
Por supuesto len invito contarnos en los comments cuántos títulos han acertado sin mirar la solución. Pero en fin, que el verdadero meollo del asunto viene a continuación. Porque esta bloggera quiere aportar su granito de arena a tan magna iniciativa.
Con una pequeña variación, eso sí. Como han visto en el título del post, yo voy a proponer comienzos chic. O comienzos chick, ya que lo que yo les propongo son las primeras frases de algunas de mis novelas de chick lit favoritas. No resoplen aún, es un género con mucha morralla/mierda/caquita, sí… pero también con cosas muy molonas.
Reivindico la chick lit como perfecto libro de piscina (por mí, durante el mes de agosto que se metan el Ulises donde les quepa). Como literatura de evasión de calidad (sólo hay que buscar). Como género divertidísimo lleno de geniales escritoras de humor. Como placer culpable (por supuesto, sin limitarse a leer sólo esto, menudo rollo si no). ¡Vivan los placeres culpables!
Les traigo una selección de 10 títulos, fruto de una laboriosa investigación de casi 20 años. Antes de empezar tengan en cuenta que algunas traducciones son mías porque sólo tengo los libros en inglés. Y para la solución (y todo el rollo que pienso soltar de cada libro), ya saben, seleccionar la parte "en blanco".
Empecemos:
1. BUENOS PROPÓSITOS DE AÑO NUEVO. NO: Beber más de catorce copas a la semana. Fumar. Gastar dinero en: máquinas para hacer pasta, máquinas para hacer helados, u otros aparatos culinarios que nunca utilizaré.
El Diario de Bridget Jones, de Helen Fielding. Poco hay que decir de este libro que ya es un clásico popular. Todo el mundo conoce la historia (aunque sea por las pelis). Y, diga lo que diga, los que lo odien lo seguirán odiando (sin ningún criterio, claro) y nada de lo que ellos digan podrá hacernos cambiar de idea a los que nos mola. He de decir, eso sí, que la novela tiene ya 12 años y ha envejecido regular.
2. Lunes 27 de enero. 58,6 kg (cuerpo todo grasa), 1 novio (¡hurra!), 3 polvos (¡hurra!), 2.100 calorías, 6000 calorías quemadas por los polvos, así que, calorías totales: 1.500 (ejemplar).
Bridget Jones: Sobreviviré, de Helen Fielding. No he podido resistirme. La segunda parte no mola tanto como la primera, pero entra dentro del canon. Me niego a aceptar que el destrozo causado por la señorita Fielding en sus columnas/continuación forme parte de la continuidad.
3. Vale. No te asustes. No te asustes. Sólo es la factura de la VISA. Es un trozo de papel y unos cuantos números. O sea, ¿cuánto miedo pueden dar unos números?
The Secret Dreamworld of a Shopaholic (Loca por las compras), de Sophie Kinsella. La historia de una chica inglesa cuyo mayor hobby son las compras, lo que la mete en muchos líos porque siempre gasta más de lo que debe/puede/tiene. Al principio odiaba esta novela de la angustia que me daba, pero acabé enganchándome y con los años he acabado teniendo los 5 libros de la saga (para abreviar, se va a vivir a EEUU, se casa, le sale una hermana secreta y tiene un niño), dos de ellos robados de un hotel.
Eso sí, todos me producen una ansiedad tremenda mientras los estoy leyendo. Creo que es por culpa de estos libros que le tengo pánico a las tarjetas de crédito (a las mías, se entiende) hasta el punto de no querer tener ninguna.
4. Desde hacía semanas se respiraba una atmósfera extraña en la revista Femme, una sensación de que algo no funcionaba bien.
Sushi para principiantes, de Marian Keyes. El primero de esta autora que leí. Va de una tía que dirige una revista de moda en Londres y se pega el susto de su vida cuando la que mandan al culo del mundo (Dublín) a lanzar una nueva revista allí. Y de su ayudante, que tiene que pasar de chica-para-todo en una revista tirando a provinciana al ambiente de las producciones de moda, las promociones con cosméticos y las fiestas con famosos. Keyes hace una chick lit muy irlandesa, y a mí me encanta Irlanda.
Muy recomendables las cuatro novelas que tiene en las que cuenta la historia de cuatro de las cinco hermanas Walsh (Claire, Rachel, Margaret y Anna, el libro con la de Helen aún está por escribir). Aviso a navegantes, los libros de Marian Keyes tienen unas escenas porno repartidas por la novela que pueden provocar sonrojos si alguien lo lee por encima de vuestro hombro en el metro.
5. A veces parece que todo lo que hago es mentir. Mi madre cree que estoy reprimiendo mis sentimientos sobre este asunto. Yo le he dicho: “No, mamá, en serio. Me parece bien. Mientras seas feliz, yo soy feliz”.
The Princess Diaries, de Meg Cabot. Éste es el libro en el que basaron (basaron, y un cuerno) con muchísima libertad (¡JA!) la peli "Princesa por Sorpresa", protagonizada por la inefable Anne Hathaway (link). Qué lástima, qué desperdicio, qué ganas de partir piernas con mi bate de baseball de purpurina. Porque The Princess Diaries es un libro divertidísimo, pensado para un público adolescente pero que se deja leer pero que muy bien, con un lenguaje total (que creo que no ha pasado bien la prueba de la traducción).
Vamos por el noveno libro de la saga de Mia Thermopolis, la chica neoyorquina a la que un buen día informan de que es la princesa heredera de un principado europeo tipo Mónaco. Sólo queda un libro más. A más o menos una entrega al año, hay un montón de lectoras de un rango de edad muy amplio esperando a ver cómo acaba todo. Y deseando que Mia termine con Michael y sean felices para siempre.
6. Quieren que lo ponga por escrito. Todo. Lo llaman “mi declaración”. Mi declaración de cómo sucedió todo, desde el principio. En la tele, cuando alguien presta declaración, siempre hay alguien sentado escribiéndolo todo mientras hablan, y todo lo que hay que hacer es firmarlo al final. Y además les dan café y donuts y tal. A mí sólo me han dado un montón de folios y un boli. Ni siquiera una coca Light.
When the Lightning Strikes (Cuando Cae el Rayo), de Meg Cabot. El primero de otra de las series de Meg. De mi serie favorita, además: se llama Missing, y va de una chica de Indiana, Jess, a la que un día le cae un rayo encima (bueno, la parada del bus en la que está frena un poco la descarga) y desde ese día tiene el poder de saber dónde están las personas desaparecidas, con sólo ver su imagen. Al principio lo utiliza, básicamente, para encontrar a los niños desaparecidos que salen en los cartones de leche en EEUU, pero luego pasan más cosas.
De esto han hecho una serie para la tele, que tampoco tiene nada que ver con la historia original. Pero qué mal han tratado los guionistas las obras de Meg hasta la fecha.
7. Top Ten de razones por las que no aguanto a mi hermana Lucy: 10- Me toca heredar su ropa usada, sujetadores incluidos. 9- Cuando me niego a ponerme su ropa usada, en especial sus sujetadores, me gano una charla sobre el derroche, los residuos y el medio ambiente. Vale, a mí me preocupa el medio ambiente, pero eso no significa que me tenga que poner los sujetadores viejos de mi hermana.
All American Girl, de Meg Cabot. Sí, otro de Meg. Me encanta esta mujer. Éste va de una chica que vive en Washington y un día por casualidad impide que un psicópata se cargue al Presidente. Sam se hace famosa de un día para otro hasta el punto de que ya no puede ni viajar en metro. Por ejemplo, la escayola que le ponen para curarle el brazo que se rompió impidiendo el atentado va al Smithsonian… En fin, una historia muy diver, para lectores ligeramente más mayores que Princesa Diaries (en la segunda parte ¡hay sexo!). Ah, algunos de sus libros para adolescentes han sido censurados/prohibidos en algunos institutos de EEUU, aunque luego los han descensurado/desprohibido. Meg dice que está muy decepcionada, porque siempre quiso ser una escritora súper de culto de esas que prohíben y censuran, como los que le molaban a ella en su época de instituto (parece que por allí esas cosas pasan bastante).
8. “¿Hola? ¿Hay alguien?” La chica del probador de al lado tiene voz de ardilla. “¿Hola?” Exactamente como la de una ardilla. Oigo acercarse a un vendedor. “Sí, señorita, ¿en qué puedo ayudarle?”. “Sí”, oigo la voz -de ardilla- de la chica al otro lado de la pared. “¿Tenéis estos vaqueros en algo más pequeño que la XXS?”
Size Twelve Is Not Fat (Una 44 no es gorda), de Meg Cabot. Ya termino con ella, lo prometo, pero es que es total. Porque Meg también escribe cosas para adultos. Ésta es la primera de una serie de tres novelas protagonizadas por Heather Wells, la tercera cantante teen más famosa de los 90 después de Britney y Cristina, que tras retirarse ha engordado un par de kilos y ha perdido todo su dinero. En realidad se lo ha mangado su madre, que se ha fugado a Argentina con su nuevo novio. Heather estudia en la universidad y trabaja de consejera en una residencia de estudiantes mientras comparte piso con el hermano de su ex novio (una especie de Backstreet Boy –el ex, no el hermano, el hermano es detective–). Y entonces empiezan los sucesos que harán que su lugar de trabajo sea conocido como "la Residencia de la Muerte".
Esta tía tiene un sentido del humor total. Si no os atrevéis con los libros, echad un vistazo a su blog (link). Buenísimo, desde las recomendaciones literarias, pasando por el repaso a las series (es fan de Gossip Girl, como Noel (link)) o realities que ve, hasta el post sobre cómo vivió ella el 11-S (vive en Nueva York con su marido y sus gatos). Y ya paro con ella.
9. El día de mi muerte empezó mal y enseguida se puso peor.
Undead and Unwed (Ni Muerta, Ni Casada), de Maryjanice Davidson. Maravillosa historia de una treintañera recien cumplida, amante de los zapatos y que vive en Minnesotta, a la que -días después de ser atacada por una extraña criatura a la salida de un restaurante- atropella un coche y se muere. Y a las pocas horas se despierta convertida en vampira. Pero no en cualquier vampira. Buajaja.
¡Vampiros! ¡Chick Lit! ¡Zapatos! La culpa la tiene Sheena (link), porque conocí a Betsy a través de su blog (link). Además, ella me prestó los dos primeros libros. A partir de aquí ya todo es responsabilidad mía, y de Amazon.
10. San Francisco, por la noche. Me escabullo por el parking, intentando escapar. Pero mis botas resuenan en el cemento, retransmitiendo mi localización a cualquiera que esté escuchando. Y sé que están escuchando. Tomo nota mental de no volverme a poner estos zapatos si hay posibilidad de verme envuelta en una persecución.
The Spellman Files (Spellman & Asociados), de Lisa Lutz. Lo último que he leído. Estupenda novela sobre una familia de detectives privados en la que nadie tiene respeto por la intimidad de nadie. Todos parecen estar de acuerdo con esto hasta que la hija mayor, Isabel, decide dejar el negocio familiar. Me la recomendó Sark (fan de todo lo que tenga un detective dentro), y le ha gustado hasta a Efe. Es decir, recomendable hasta para aquellos a los que llevan un buen rato repitiendo chick lit entre dientes con cara de asco.
Diosmio, estaba leyendo el artículo de la wikipedia sobre el tema y acabo de descubrir que ¡hay chick lit católica! ¡¡¡Y hay Indian chick lit!!! Amazon, allá voy.