Yo, Be, me he cargado la plantilla milenaria de QaD por torpe y con un solo clic. Me autoflagelo ante mis copropietarias y me comprometo a dejarla lo más parecida posible, si no mejor. ¡Palabra!
YulietLuis está de vuelta en el hogar, durmiendo como una buena fetito encima de la tele.
Y ya está resuelto el misterio: el culpable es...
EL HOMBRE MALO
Volvía mi compañero de piso tras una noche de juerga, turbado por los vapores del alcohol, cuando "sin querer" -dice él- se lió a golpes. Fetito, temiendo por su seguridad, se refugió detrás del mueble de la tele, donde permaneció escondida dos semanas.
Pasado ese tiempo, Jona se puso a cuatro patas y extrajo a mi fetito de su refugio.
Desde hace unos meses tenemos un cuarto habitante en casa. Es un fetito de 12 semanas que tengo a medias con un compañero de curro. Él es el responsable de que el bicho esté en mi poder, y yo tengo la custodia.
Se llama YulietLuis, aunque de cariño le decimos Fetito.
Vive encima de la tele, que es un sitio céntrico en el salón y calentito (es lo que tiene tener una Black Trinitron de los 80, que le sacas utilidades).
Aunque debiera decir "vivía"... porque un buen día, desapareció.
Fetito dejó de estar encima de la tele. Y aunque aún no nos han pedido un rescate, ya hay una lista de sospechosos. Básicamente, mis amigos de la Logia que pasan regularmente por casa.
Consideren esto una cyberreunión de sospechosos, y a mí Hércules Poirot (pero sin bigote ni acento y con un infinitamente mejor sentido de la moda).
"Todos los aquí presentes tienen motivos para secuestrar a Fetito... Por ejemplo,Lorzagirlpodría habérselo llevado para que hiciera compañía a Arale y haberlo rebautizado Gatchan...
Los motivos deZarajotano los conozco aún, pero su cara de mudito maligno habla por sí misma: sólo calla y sonríe...
Isabeloporque Fetito simboliza a la derecha más recalcitrante, y prepara movilizaciones sociales y terrorísticas.
Xiscaporque por fin ha decidido matar a alguien y ha pensado que un feto de plástico le va a ser más fácil que una persona.
Sheena, porque necesita un bebé resistente para ir practicando con Tou, a ver si además de macho-alfa y abogado puede ser buen papá.
Touporque ha conocido en uno de sus juicios a una pareja de ricos americanos que promete pagar bien... y además para que no lo vea Sheena y no le den ideas.
El Hombre Malo, para empezar su granja de cría tailandesas en cautividad, proyecto que lleva años queriendo montar.
Jona(aka Sark), para para amenazarme y que mande ya los emails a las editoriales, y para demostrar que soy una madre descuidada y él tiene razón (para lo cual, por otra parte, no era necesario secuestrarlo: lo tengo desnudo y encima de la tele, dos cosas que los servicios sociales no aprueban para nada).
Eme A, porque uno de los miles de otakus que conoce le ha propuesto un negociazo que no puede rechazar: venderle YulietLuis a un viejo japonés "very fond of children".
Scarlett Witch, no lo sé, pero siempre viene a casa en bañador, botas y capa, así que es la más sospechosa de todos.
Tenéis los comments para intenar defenderos y pasaros la patrata caliente los unos a los otros".
¿Quién es el secuestrador?
Para los que no conozcan a los personajes, hagan clic en los enlaces. Espero que no sea un post muy "meta": es una manera diferente de recomendar los blogs/formsprings de mis amigos. (Querido Zarajota, no sé si es tu mano: si no es, mándame un dibu o algo que ponga, anda).
Aprovecho para recordarles mi propio juguete: si quieren saber algo, pregúntenme. Tengo todas las respuestas. Por ejemplo, sé quién es el responsable de la desaparición de YulietLuis...
Luego he hecho un test sobre empatía y he sacado un 64 (sobre 80). Eso es que soy ultraempática.
Efe (en cuyo post encontré los enlaces a los tests) dice que ya lo sabíamos. Que eso significa que tengo superpoderes rarunos, como aquel chico de las antenitas de X-Static. Que eso me capacita para liderar un grupo de freaks y ropita de colores. Y que no hemos descubierto nada nuevo.
Pues sí, ya lo sabíamos. Cuando era pequeña empatizaba con todo lo que se movía. Y con lo que no se movía: personas, animales, plantas y personajes de ficción.
A continuación, mis cinco momentos mega-drama de la infancia:
A Pinochose lo come un ballena
Walt Disney era un sádico y odiaba a los niños, es un hecho observable a poco que te fijes. Yo me fijé cuando, teniendo yo tres años y pico, mi madre me llevó al cine a ver Pinocho.
Las pelis de Disney tienen todas alguna escena chunga donde pasan cosas espantosas y el malo da un miedo que te cagas, pero también suelen tener una historia de amor para compensar el mal rollo. Pinocho no. Pinocho es un cuento italiano de terror con moraleja: hay que ser bueno y no decir mentiras ni hacer pellas ni fumar, porque te saldrán orejas y cola de burro y se te comerá una ballena.
A mis tres años y pico el pobre Pinocho me dió una pena terrible desde el principio: hecho de madera y queriendo ser un niño de verdad. Según avanzaba la película, me iba encontrando peor. Con Pinocho sufriendo las terribles consecuencias de ser demasiado tonto se me hizo un nudo en el estómago. Cuando luego se fue convirtiendo poco a poco en un burrito, los ojos me empezaron a escocer. Cuando finalmente fue tragado por la ballena, rompí a llorar como una descosida, como sólo los niños saben.
Mi madre, que había tenido un examen esa mañana y no había dormido más de dos horas la noche anterior, se había quedado frita al poco de apagarse las luces... y se despertó al oir mis desgarrados sollozos. Ah, y las voces de la gente informándola amablemente de que su hija se estaba muriendo, o lo parecía.
Me da igual que al final el pobre Pinocho acabase bien y el hada lo convirtiera en un niño de verdad: esta peli casi acabó conmigo.
La muerte de Anthony
No sólo me hizo sufrir a mí, la muerte del primer amor de Candy-Candy fue el momento más terrible de la infancia de muchas niñas de mi generación. Para los que no hayan participado de tan dolorosa experiencia, Anthony muere así: cuando Candy es feliz por fin, una gitana le echa las cartas a su amor verdadero y le sale la muerte. Al poco, en una cacería, Anthony se cae de un caballo y se rompe el cuello.
Menuda pena mora, por dios. Venga a llorar, venga a pensar en la pobre Candy, que tras una vida de sufrimiento había tocado la felicidad con los dedos... y de repente volvía a estar sola.
Choky como una especie de luz. A mí me recordaba una especie de galaxia espiral pequeñita. Tenía una pinta como así:
Era un ser de otra galaxia que se ponía en contacto con un niño inglés, al que ayudaba con los deberes de física y mates y le enseñaba cosas. Al final de la serie -inglesa-, cuando Chocky se vuelve a su planeta y deja a Matthew, me entró una tristeza y un vacío enorme.
Siempre me he acordado de esta historia pero nunca la había podido encontrar. La semana pasada Sark me consiguió la novela en que se basa la serie (para mi gusto muy recomendable), y he descubierto que el vacío que yo sentí se parece mucho al que sintió Matthew cuando Choky se fue. Pasé un par de semanas MUY triste porque un alienígena de una serie de tv se iba a su planeta.
Valentina (de Piruetas) arruina su vida
Serie de dibus que va de una niña que hace gimnasia rítmica.
Aparte de la trama deportiva estaba la amorosa. Más que triángulo, tetraedro: a Valentina, la prota, le mola un perezas que hace gimnasia deportiva que se llama Mario. Mario pasa de ella y tienen una novia más perezas todavía que es la superchampion del equipo. Y en el cuarto vértice estaba Coque, un chico guapo guapo con el pelo morado que torturaba (a base de guasa y desconcierto) a Valentina por amor desde la casa de al lado.
Pues al final de la serie a Coque lo dejan colgado, la pava rollazo sigue ganando campeonatos aunque por fin con la prota en dura competencia, y Mario y Valentina terminan abrazados. Un horror, vaya. Esto no fue pena, fue enfado total. Y angustia. ¡NO PODÍA TERMINAR ASÍ!
Y a lo mejor no terminaba así en la realidad: lo vi en Telecinco y hace mil años, así que quién sabe. Pero me quedé traumada durante días, a cada rato mi mente volaba a la serie: "¡Valentina, no lo hagas! ¡No te líes con Mario! ¡Que es un cataplasma! ¡No arruines tu vida!".
Holmes se queda solo
Hay una escena maravillosa en esta peli maravillosa en que los compañeros de clase de Holmes y Watson están hablando de qué van a ser de mayores:
-Yo quiero ser militar. General. -Los militares no ganan dinero. Yo quiero ser escritor. -Los escritores tampoco ganan dinero. -Yo quiero ser abogado. -¡Esos sí que ganan dinero! -Yo quiero ser médico. -¡Nadie te ha preguntado! -¿Y tú qué quieres ser, Holmes?
Él está mirando por la ventana, fuera está Elizabeth paseando al perro... y contesta:
-No quiero vivir solo.
Al final de la peli Elizabeth muere. La mata el malo malísimo, el que luego sería Moriarty, y Holmes se queda hecho polvo. Watson intenta animarle.
-Tienes toda la vida por delante. -Y la viviré solo.
La respuesta de Holmes me parecía terrible y emocionante. Durante meses me emocionaba y me ponía triste cuando pensaba en ello. ¡¡Unos llánticos!!
Mi Madre (que Mola Mil) me decía que no lo pensara y que dejara de hacer el tonto, que eran personajes de ficción.
La pobre pensaba que le había salido una hija rara y que se me curaría. ¡Pues he sacado un seis y un 64!
Para más y mejores monitos -aunque, espero que estén conmigo, mejores es difícil-, visitenel blogdel autor del dibujo.
Llevo tres días afónica perdida. Apenas un hilillo de voz sale de mi garganta y eso, trabajando dando clase, es un problema, al menos en principio.
El primer día en el que estuve afónica, el grupo al que tengo más cariño, del que soy tutora, intentó subírseme a las barbas aprovechando la coyuntura. Fue entonces cuando saqué una de las tácticas más sucias que se pueden emplear en cualquier ámbito: el chantaje emocional. Es arriesgado y no siempre funciona, pero ante la indefensión había que intentarlo (si se desmandan mis gritos con mi voz de pito dejan secos a los alumnos, sin mi voz de pito es todo más difícil).
- ¡CHICOOOOS! - usé mi último soplo de voz para soltarles un grito. - ¡Me parece indignante! ¡Qué decepción! creo que me porto siempre bien con vosotros y vosotros... vosotros... ay. ¡Para un día que os pido un favor porque estoy ENFERMA... y me tratáis así! - pausa dramática, quejidito impostado de dolor de garganta - ay, cof, cof - pausa - yo que confiaba en vosotros...¡no me lo puedo creer! qué decepción - y finalicé el discurso con una cara dramática en plan actriz antigua, mezcla de decepción y pena.
Soltar el grito acabó de cascarme la voz, pero la culpabilidad ha sido mano de santo: llevan dos días callados como muertos, escuchándome atentos como si les fuera a decir el próximo número ganador de la lotería y, curiosamente, hablándome muy bajito (deben pensar que aparte de afonía, he desarrollado una hipersensibilidad auditiva). Ah, y cuidándome: "profe, cúrate pronto". "Profe, decansa la voz y no hables en casa". "Profe, toma leche con miel, que es bueno". "Profe, ¿quieres una juanola?".
Pero ya puedo cuidarme y recuperarme pronto: no creo que el efecto dure mucho más y esta táctica de drama queen chunga cuela una vez, dos no creo.
Me enamoré de Sherlock Holmes de bastante pequeña. Del perro de dibujos, del chico alto y delgado que decía "The game's afoot!", del personaje de las novelas que me regalaron un (maravilloso) verano.
Por supuesto mi percepción de él era la que me daba a mí la gana (inteligentísimo, inglés, chupi, sexi) y minucias como que pasara un poco de la humanidad o que se pinchara cocaína me daban totalmente igual.
La serie de dibujos, según me informó Efe hace tiempo, es de Miyazaki (al menos seis episodios). No tiene nada que ver con el Sherlock Holmes de verdad, ya, y qué. Molaba taaaaaaanto...
No me digáis que no es sexi (el de la izquierda).
Las novelas las empecé a leer un verano de esos eternos de la infancia, dos meses y pico de vacaciones y un regalo raro: un pato (al que llamamos Nicolás) y montón de libros de Sherlock Holmes. Éste sí era el auténtico y fui feliz cual perdiz.
Después llegó "El Secreto de la Pirámide", y supuso tal revolución en mi colegio que jugábamos a revivir la peli enterita, fotograma a fotograma, en los recreos (algo que sólo recuerdo que hiciéramos con "Grease").
Aquel Holmes robó mi pequeño corazón y Nicholas Rowe pasó a formar parte de mis chicos de carpeta. Y creo que hasta marcó mi futuro gusto en hombres.
Esa cara de pepino, esa nariz: ¡inconfundibles!
Tras interpretar al joven Sherlock Holmes, Rowe desapareció de la faz de la tierra (al menos para mí) hasta que hizo del colgadísimo J en Lock and Stock. Me lo encontré de sorpresa, y quise a Guy Ritchie por ello.
Por eso cuando me enteré de que él iba a dirigir Sherlock Holmes me pareció que todo tenía sentido. Y cuando después supe que Robert Downey Jr. sería Holmes, todo pareció encajar como en un gran puzzle sideral. Cuando ví el trailer, con Jude Law y Rachel McAdams, fui feliz.
Todo podría haberse ido a la mierda cuando el domingo fuimos a verla Sark, el Hombre Malo, la Perri y yo. Pero no.
Soy partidaria de jugar con los clásicos (tengo 7 versiones distintas de Pride&Prejudice, algunas francamente peregrinas), sobre todo si me gusta el resultado final. Y este me ha gustado.
Una trama criminal entretenida, unos personajes vivos y con ganas de juerga (acompañando las del espectador), un Londres molón (aunque, señores, el Puente y el Parlamento no están NADA cerca)... pura aventura, pura diversión. Me encantó.
Si quieren una reseña más al uso, con referencias a Alan Moore incluidas, vayan donde Efe, que se ha marcado un post con monito de lo más molón. Por mi parte, les dejo con esto:
Las razones para mi celibato voluntario son varias, pero la decisión fue tomada la mañana que me desperté con la persona equivocada al lado.
Y sin siquiera la opción de escapar de puntillas mientras me visto a toda leche por el pasillo, porque era mi casa. Tuve que pasar hasta por el maldito protocolo desayuno (mi boca: "¿quieres zumo de naranja?"; mi mente: "que diga que no, que diga que no, que diga que noooooo").
Algunos se reirán, algunos se horrorizarán, algunos se identificarán conmigo, algunos pensarán "tanto va el cántaro a la fuente blablabla" y otros juicios de valor por el estilo. El caso, señores, es que a veces pasa (y debo decir en mi defensa que al menos éste no tenía novia).
En fin, que tomé una decisión y ahora estoy como Angela la de Bones, "tomándome un tiempo" (que tampoco cunda el pánico: yo soy yo y esto es temporal y no durará).
Y con nada interesante a la vista, porque hacía mucho tiempo que no tenía tan vacío el carnet de baile. Vamos, que si Jona y Tou se ponen a hacerme la servilleta como el año pasado esta vez les valdría con una de cóctel y aún les sobraría espacio para escribirse todas las alineaciones del Real Madrid cronológicamente.
Que no me gusta nadie, vaya.
Bueno, hay uno que me hace gracia pero no es viable por: a) es un compañero de trabajo, b) no vive en Madrid, y c) cada vez que abro la boca fuera del contexto laboral, la cago.
¿Ejemplo? Por cuestiones de trabajo hablamos por teléfono dos o tres veces cada día, hasta el punto de que me sé su número de memoria. Para él soy eficaz y encantadora en el trabajo, y una tía rarísima fuera de él. Por ejemplo la semana pasada, tras un día agotador as usual, salgo de trabajar y decido llamar a mi madre. Marco. Suena el tono. Espero. Contestan.
Voz-rara-para-ser-mi-madre: ¿Sí...? Yo: ¿Mamá? Voz: Be, soy Juan Antonio. Yo: Mierda.
Y así todas las veces.
Creedme, está siendo la temporadita de abstinencia menos difícil de la historia.
He tenido una semana (pasada) lamentable. Nueva temporada, nuevo programa, prácticamente nuevo trabajo. Muchísimo más trabajo. Jefa nerviosa que no parece nada contenta con nada. Nervios, pequeños desastres, pequeñas victorias, agotamiento, nervios, kilo y medio menos.
Mientras el 80% de las mujeres de Facebook gritaba al mundo el color de su sujetador, yo gritaba el de mi ánimo: NEGRO.
En fin, que lo del curro ya os lo contaré cuando pase un tiempo prudencial (tengo el post del primer día escrito desde el lunes pasado, pero no quiero que me despidan tan pronto). De momento necesito buen rollo.
¿Y de dónde lo sacamos? De mi juguete nuevo: "osprin". De una pregunta que me mandó hace tiempo JorgitoPop (que por cierto prometió petarme el "osprin" y últimamente me tiene superabandonada, se habrá enamorado):
Q: ¿Cómo fue tu primer beso? DETALLES.
A: Fue con el chicodel tiesto, quice días después del incidentedel tiesto. Yo tenía 12 años casi 13 y él 15 casi 16, estábamos de campamento de verano en el Pirineo de Huesca. Tras unos días de corretear por los montes, de bañarnos en el río, de jugar al rescate, de cantar canciones alrededor de la hoguera y demás foreplay raruno, llegó una noche peciosa.
Cielo estrellado, nosotros dos solos mientras el resto del mundo jugaba a tonterías varias. Tras una conversación torpe y demasiado larga sobre cómo, por qué y cuánto nos gustábamos, y alguna pregunta absurda ("¿qué quieres?") el sioux me besó...
Fue un beso raro, de niños, pero con un fondo que daba ganas de más y un poco de miedo. Duró horas.
Cuando se terminó (el beso, la sesión de besos, las horas) y me quedé sola, empecé a llorar sin saber por qué -no eran lágrimas de pena-, hasta que me quedé dormida. Moló.
¿Nos ha traído este recuerdo de la Be Doceañera el buen rollo que queríamos? (Siiiií!) ¿Es el primer beso de esta bloguera suficientemente ñoño para contrarrestar el efecto asco del lunes? (Nooo! Queremos más!) ¿Queremos más ñoñez? (Siiiiiiiiiií!!) ¿Queremos más ñoñez? (Siiiiiiiiiiiiiií!!) ¿Dónde la buscamos? (Aquí!) ¿Me contáis vosotros los vuestros? (Estooooo... ¡me he dejado algo en el fuego!)
Hace unos días perdí o me robaron el móvil. Como soy así de chula (en realidad, así de tonta) no tenía copia de la agenda en ninguna parte. He perdido todos los números de teléfono, que eran muchos (tengo mi número de teléfono desde hace años y tenía la tarjeta desde hace un porrón de años, así que han sido mucho tiempo y oportunidades de acumular teléfonos ahí).
Eso tiene su parte buena y su parte mala, como todo.
Ventajas
Se me ha quedado la agenda despejadita, despejadita. Sin números absurdos que me daba cosa borrar, de sitios a los que no quiero volver, de personas de las que hace siglos que no sé o de gente a la que no quiero volver a ver. Tenía incluso números de gente que no sabía quiénes eran ya (¿cómo podía tener el teléfono de una tal Marisa y no recordar ni por asomo quién era ella, por ejemplo? ¿soy lo peor? ¿es el alzheimer? ¿a alguien más le pasa?). Ahora, todo se ha perdido. Una especie de limpieza de karma en versión móvil y con mp3. Evidentemente, en esa limpieza total se han ido los teléfonos de mis ex novios, novietes, historias raras, rollos y chungos. No tengo contacto regular con ninguno de ellos, así que no me ha importado demasiado haber perdido sus teléfonos. Nota: novio querido, debes estar muy contento.
Resumiendo, uno de mis amigos dice que perder la agenda del móvil te hace filtrar las amistades: recuperas a los amigos, pierdes definitivamente a la gente que ni fu ni fa.
Desventajas
La parte mala es que me he quedado con la agenda vacía de amigos y estoy ahora molestándoles para que me manden un mail con los teléfonos. Llevo días copiándolos a la dichosa agenda y echando de menos números que me hubiera gustado tener a mano. Además, es la ley de Murphy: hay números que no has necesitado en años y que de repente, zas, una situación en la que te hubieran servido de mucho.
Otro efecto secundario de la pérdida de agenda es que sin los números de teléfono tienes menos armas contra las llamadas o sms bomba. Una de las razones por las que no borraba los números de alguno de mis ex era poder neutralizar sus posibles intentos de acercamiento. No acabé mal con (casi) ninguno, pero generalmente no mantengo mucho contacto porque no me convence eso de ser amigos después de una relación (en mi caso, me cuesta demasiado trabajo cuando estoy involucrada y no me merece la pena cuando no lo estoy. Además, si el asunto dolió, la distancia en mi caso es mi mejor sanadora). Pero todos tenemos un ex que reaparece de la nada y que decide que, oh, después de cinco años quiere saber qué tal estás. En el facebook, le ignoras. Pero ¿y si te llama? es mejor tener su teléfono almacenado para identificar la llamada e ignorarla si no te apetece hablar con el susodicho. En fin, que me gusta tener controladas las "reapariciones estelares".
A mí me han hecho varias de esas "reapariciones estelares" y más vale neutralizarlas. Entre otras, he recibido un par de sms bombas en Nochevieja. Otro de mis ex me llamaba dos veces al año a las tantas de la madrugada (coincidiendo con las fiestas de su pueblo, en las que se debía agarrar unas melopeas de cuidado) para decirme machaconamente, una y otra vez "Misia, tía, eres una tdía de pfuta maddre, en serio. Porque eres una tdía de pfuta maddre, Misia. ¿Te he dicho ya que eres una tdía de pfuta maddre?". Al principio tuve paciencia y no le colgaba el teléfono (además solía estar demasiado dormida como para reaccionar), pero las últimas veces al ver su nombre en la pantalla ni cogía el teléfono (no me importa que me digan que soy "una tdía de pfuta maddre", pero que te despierten para eso...). En fin, ya hace un año que no me llama. Un alivio. Otro que reapareció hace poco fue el chunguito poeta, que hace un par de meses me mandó un sms (aunque en su caso, aunque no hubiera tenido su teléfono hubiera reconocido su estilo rimbombante en cualquier parte). Un horror.
En fin, que esto de perder la agenda tiene muchas más desventajas que ventajas así que en cuanto acabe de recopilar mis teléfonos básicos, hago una copia de la agenda. Ni limpieza de karma ni ná.
Por cierto, estas Navidades me han hecho un twitter. ¡Investigando me hallo!
Hace un par de semanas fui a mi oficina bancaria a que me contaran cosas de tarjetas de crédito. He mandado la mía a la mierda (¿habéis leído "Shopaholic"?, pues eso) y quería que me hablaran de otras posibilidades que se adecuaran más a mí. Había varias opciones, y finalmente dímos con una que parecía la menos dañina para mi perfil de consumidora-consumista-irresponsable.
-Esta es la que mejor te puede ir. El pago es tal y cual y las cuotas cual y pascual, pero tengo que advertirte de que la tarjeta lleva dos niños con síndrome de down.
-Creo que no te entiendo.
-Sí, que la tarjeta lleva la imagen de dos niños con síndrome de down.
-Y...
-Pues que te lo tengo que avisar, porque han venido clientes enfadados a devolver la tarjeta.
-¿Por la foto de los niños?
-Sí, decían que no podían llevar eso en la cartera.
Flipé.
Al final no me hice la tarjeta porque tengo la sana intención de pirarme a otro banco y que sean otros los que me roben, aunque aún no tengo decidido a quién otorgar el privilegio. Lo que sí sé es que a vosotros os dejo los comments de este post para que digáis lo que sea que os inspire lo arriba expuesto. Es que yo he tenido "otro de esos días" en el curro y por hoy he gastado mi cuota de palabrotas.
La nueva temporada televisiva me tiene machacada, y no precisamente por las muchas (o pocas, como algunos opinan) series que veo. He estado dos días sin acercarme a twitter (drama!!!), día y medio sin siquiera abrir Facebook y ni sé el tiempo sin leer blogs.
Lo que se dice un erial.
A cambio, ahora hay más posibilidades de que me veáis si ponéis la tele al azar un día cualquiera a una hora cualquiera en un canal cualquiera (yay!!!). Son pocas, eso sí. Ínfimas, diría yo.
A lo que voy. Éste es un posteo de emergencia para compartir con vosotros una cosa que me ha pasado El Hombre Malo.
Espero que os guste, y que alguno que lee esto a escondidas se sienta identificado.
Estos últimos días hay por la blogosfera un montón de posts sobre los regalos guays que han traído los reyes magos. Yo este año no me puedo quejar (¡un netbook! ¡ropita guay! ¡libros!... ¡¡un sable!!), pero no quería escribir de los regalos guays, sino de los otros. Y no de los de ni fu ni fa, sino de los que hacen que la mandíbula se te desencaje por feos o por inadecuados. Esos que hacen que te plantees qué tipo de ideas tienen sobre ti los regaladores y qué tipo de pensamiento se les cruzó por la cabeza por el que relacionaron ESA COSA contigo y encontraron coherente comprarla pensando que te gustaría.
Yo tengo un par de familiares especialistas en hacer regalos espantositos. Cada vez que mi tío Z y mi tía V (su mujer, dios les cría y ellos se juntan para hacer regalos terribles) se acercan sonrientes con un paquete, Hermano y yo temblamos. La lista de regalos raros que nos han hecho es extensa y largamente recordada.
A Hermano le deben tener conceptualizado como el conejo apresurado de Alicia en el País de las Maravillas, porque, que nosotros recordemos, le han regalado ya tres relojes. Pero no, no relojes normales, de llevar en la muñeca: le han caído dos relojes de bolsillo de estética muy muy dudosa (aparte de que el concepto se aleja kilómetros del estilo de Hermano) y un engendro que era un reloj-llavero (feo, muy feo).
Con veintidós años le debieron ver tan estresado, que le regalaron un bonsai. Hermano y yo nos mirábamos, mirábamos el bonsai, el bonsai nos miraba a nosotros aterrorizado... y falleció tres meses después, porque ser una planta y caer en mis manos es sentencia de muerte firmada. No digo que un bonsai sea un mal regalo para una señora de cincuenta años, para un fan de Felipe González o para alguien que haya expresado un mínimo interés por el mundo de los árboles enanos. Pero para un chico de veintidós... no acabo de verlo.
A mí me regalaron el que posiblemente fuera el jersei más feo del mundo. Un jersei de punto, de ochos, de color naranja butano. Odio el naranja. ODIO el naranja. Y ese jersei era naranja fosforescente. Si el color era terrible, no lo era menos la forma: cuando me lo dio mi tía me anunció orgullosa que el jersei lo había hecho ella... a medias. Me hizo ilusión que lo hubiera tejido para mí, aunque fuera el espanto universal, pero no, era un concepto muy perverso de "hacerlo uno mismo": había comprado la pieza frontal, la parte de detrás y las mangas por separado y las había unido ella, cosiéndolas. El resultado era un jersei informe, inmenso (hubiera podido servirle al yeti) y de mangas cortas. El horror hecho algodón. Y no sólo era un regalo feo, sino que además añadía el plus de culpabilidad: alguien le dedica su esfuerzo a hacerte un regalo y tú no te lo pones ni una vez. Agh. Pero es que os juro que convalidaba como "chaleco reflectante" en el código de circulación.
Hace cuatro años me regalaron una perritera. Creo que es el rey de los artilugios inservibles. Sin palabras me quedé cuando lo vi y aún estoy sin ellas. Lo usamos un vez: empalar el pan en el pincho fue el desmigue universal y tener las salchichas ahí como cadáveres ahogados no moló. Y ocupaba un estante para él solo. Nuevo agh.
Este año me han regalado un salto de cama y su correspondiente batín negro. Horrorérrimos, por dos razones: Primero, ¡es muy turbio! ¡la familia jamás debería regalar esas cosas! Segundo: parezco un cruce entre Blanche Deveraux con sus saltos de cama ochenteros de señora vieja y Harry Potter con su túnica de Hogwarts. El antisexy. Es ponértelo y que te sorba años de vida. Lo único bueno que tiene es... que en esta ocasión lleva ticket regalo.
Por estas cosas, cuando le dije a Hermano que tenía un paquete para él de mis tíos y que ya se lo llevaría a Palma, empezó a interrogarme:
- ¿Es pequeño? ¿Puede ser un reloj de bolsillo OTRA VEZ?
- No creo.
- ¿Tiene pinta de estar vivo? ¿respira?
- Umm, nop.
- ¿Es lo suficientemente grande como para ser una perritera?
- Hermano, ya lo verás.
Al final era un pequeño disfraz de tío Z.: una camisa rancia y un jerseicito de color pastel. Así que mi Hermano y yo decimos desde aquí una cosa, sin que sirva de precedente:
Amigos, estamos viviendo El Resurgir de los Chungos. Y nos encanta. No porque os lo hayan hecho pasar mal en la vida, sino porque queráis sacar algo bueno del asunto y decidais compartirlo con nosotras. Y últimamente os pasa mucho: tenemos tres chungos más esperando publicación.
El de hoy me ha encantado, porque demuestra que hay chungos de todas las edades. Les dejo con el Chungo Niño, cortesía de V10. Enjoy!
Pues hoy que vengo con el dedo calentito (risas, comentarios, codazos) os voy a contar la historia de mi primer Chungo: El Niño Chungo.
Es sabido que en esta vida he sido precoz para 3 cosas, a saber:
- Para aprender a leer. - Para aprender a nadar. - Para sufrir por amor.
Estaba yo recién llegada al Colegio Católico Privado (en adelante CCP) cuando mi mirada se cruzó con la de un niño rubio y muy bien peinado. En adelante el Niño Chungo. Mis hermanas mayores dicen que eso era lo que me gustaba de él "que iba muy bien peinado y jugaba muy bien al fútbol".
Bien, motivos espúreos aparte, resultó que aquél niño y yo nos hicimos amigos. Jugábamos con los bichos bola en los recreos, nos cambiábamos los bocadillos, nos sentábamos juntos. El CCP pensaba que hasta los seis años los niños no tienen pensamientos impuros, ergo podían recibir una educación conjunta. El Niño Chungo y yo nos hicimos novios.
Fueron dos cursos felices. En nuestro afán de hacer las cosas bien nos casamos por la Iglesia en algún recreo, o alguna misa. No recuerdo muy bien. Casualidades de la vida, la hermana mayor de Niño Chungo y las dos hermanas mayores de servidora iban a la misma clase y consideraban que éramos muy monos, así que alentaron el noviazgo.
He de decir que el Niño Chungo y yo fuimos muy moderados en nuestras manifestaciones amorosas. Si bien llegó un Patio del Recreo en el que (y esto lo recuerdo perfectisimamente) el Niño Chungo me estampó contra una buganvilla y me subió la falda. Y ya no recuerdo más.
No es que reprima el recuerdo, creedme, me haría mucha ilusión saber si llegó a bajarme las bragas o a meterme mano. Pero el caso es que sólo me acuerdo de cómo pinchaba la jodía buganvilla y de que me levantó la falda.
El verano pasó y al volver al cole resultó que el Niño Chungo ya no iba a mi centro, sino al de al lado, que era sólo para varones, pues el CCP consideraba que con 6 años es la edad perfecta para empezar en el mundo de lo impuro.
Dejé de ver a Niño Chungo en clase, aunque, soñadora de mí, pensé en que seguiría coincidiendo con él cuando fuera a coger el bus con su hermana mayor (ya os he dicho que era del grupo de mis hermanas). Sin embargo Niño Chungo decidió que durante el verano yo había adquirido un súperpoder... ¡¡¡Me había vuelto invisible para él!!!
Indignada por su desprecio se me saltaron las lágrimas. Niño Chungo ya no me miraba, ni siquiera hacía comentarios. Andaba todo el camino callado y agarrado a la mano de su hermana mientras las Mayores nos decían tonterías, como que si ya no nos queríamos. ¡¡Yo sí le quiero!! Me daban ganas de decir.
Pero el caso es que nunca lo dije. Durante los dos años siguientes que estuve en el CCP (me cambié de cole con 8 años) tuve que olvidar mi amor por el Niño Chungo, pues pasaba de mí olímpicamente y se iba a coger el bus con los amigotes.
Hasta aquí ustedes han leído una historia divertida. Ahora viene la parte CHUNGA CHUNGA QUE TE CAGAS.
Pues aaarresulta de que hace cosa de un año (digamos que) descubrí que la compañera de piso de una de mis Hermanas Mayores es tía carnal de Niño Chungo. No veáis qué arrebol me entró cuándo mi hermana dijo bromeando delante de la Tía: ¿¿te acuerdas cuando eras la novia de Niño Chungo?? Por mi hermana me he informado del destino de Niño Chungo: estuvo en el seminario y va para sacerdote. Así pues: el primer tío que me metió mano es medio cura.
Me lo he encontrado un par de veces por la conexión con la Tía. Y os juro que he pensado en preguntarle dos cosas:
Primera. Niño Chungo, ¿dejaste de hablarme porque con 6 años ya tenías claro que querías ser curita?
Segunda. Niño Chungo: ¿¿¿me bajaste las bragas aquél día en la buganvilla o no???
Mirad lo que nos han traído los Reyes!! Una anécdota chunga de Be!! Es un tema surgido en la cosa esa de que me preguntéis cosas, gracias a Jorgito Piscinas (aka jorgitopop). Me ha quedado tan largo que más que una consulta era un post hecho y derecho así que lo pego aquí. Gracias, Jorgito!
Esto ocurrió hace unos cuatro años. Estaba yo chateando -en ventanas separadas- con dos amigos que no se conocían entre sí.
Con uno (A) había estado liada, con otro (C) me liaría no mucho después, pero eso es otra historia.
A uno (A) le conocía mucho, a otro (C) le estaba conociendo.
Con uno (A) charlábamos de "nuestras" cosas y de "nuestros" amigos, con el otro (C) todo era una excusa para tontear descaradamente... hasta que de repente la conversación tomó un giro insospechado que terminó con el tonteo (temporalmente) y nos llevó a los procelosos territorios de la divulgación del saber.
VENTANA 1 C: es lo que decidí con mis amigos a los 17: la mujer de mi vida será la que sepa lo que es el adamantium B: ya, pero eso con las pelis de x-men ahora es muy fácil C: claro, ahora es más fácil ser friki, entonces éramos una panda de inadaptados con aficiones raras y pasatiempos poco recomendables B: no me digas que me vas a hablar del "momento galleta"... (ni puta idea de por qué saqué el tema. los nervios, supongo) C: XDDDD eso es un bulo, en serio. B: ¿sí? C: nadie ha jugado a eso.
Yo cambié de ventana.
VENTANA 2 B: Oye A, te acuerdas de lo de la galleta que me contaste que jugabas? A: Claro. B: Me dice un amigo que es una trola, que a eso no ha jugado nadie. A: Pues dile a tu amigo que ahora no disimule, que a eso hemos jugado muchos.
Volví a la ventana que antes iba de tonteo y ahora iba de galletas (mientras yo seguí acordándome de la maldita musa satánica que me inspiró para sacar el tema, en fin).
VENTANA 1 B: pues yo conozco uno que jugaba. y a sus amigos. C: no. en serio, no. eso no pasa, de verdad. B: entonces? es algo que decís para fardar y dar arcadas? C: sip, salvo enfermos si. y si lo hace le doy dos años antes de pasarse al Bukakake.(sí, lo escribió así, y obviamente yo vi miles de kas y de aes y la lié) B: vaya, me asustas. q es Bukakake? C: te lo buscas en internet. eso si que ya no te lo explico. B: jajajajajaja, ok, me lo imagino por la fonetica C: fonetica? joer eso de la filologia tiene su punto B: es que suena como a coprofagia, no me digas por q. luego le hago un google. C: ehhh no, para nada. pero yo no te explico eso, no sabria como hacerlo B: ok, ok, ok, que me estoy asustando. C: "viene una...abejita y...bueno...la abejita llama a la colmena...y bueno..." B: jajajajajaja ¿ay, son cosas maaaalas de sangre y tal? C: nooooooo
Pero no me lo aclaraba, así que decidí buscar ayuda en otra parte. Volví a la ventana de mi amigo y ex-rollete.
VENTANA 2 B: oye, A, qué es el Bukakake? A: CÓMO?? B: el bukakake, que qué es. A: pero cómo has oído hablar de eso? B: pues lo ha mencionado el amigo de antes, pero ahora no me quiere explicar que és y me estoy asustando. A: haces bien: huye.
Y volví al del ex tonteo donde se había abierto la caja de pandora de lo raro.
VENTANA 1 B: me dice un amigo que mi miedo está justificado y q deje esas compañías. o sea, a ti. C: jajajajjaja B: ^_^ C: perdoname, me parece que hay un tremendo error B: si? C: ¿uno de esos amigos a los que les gustan las galletas me pretende censurar? B: jajajaja! de hecho es el de las galletas, que quiere que te diga que lo de la galleta es real, que él ha jugado pero nunca perdió. C: claaaaro. B: ;) C: y él habla de mí? pero si esto empezó porque yo te dije que este chaval no decía la verdad, y SI lo hacía le daba un par de años en practicar el Bukkake. ...y algo debe saber, si conoce el término. B: jajajajajaja... también lo sabes tú C: perdona... yo no hago esas cosas!
Y como ninguno de los dos me lo explicaba, hice un google (de bakakake, porque las aes y las kas se multiplicaban ante mis ojos). Y volví a la ventana de C, que era el que estaba más divertido esa noche.
VENTANA 1 B: vamos a ver. en google dice bakakake de hipopotamos, bakakake de mujeres, manga bakakake... C: bUkkake B: no pienso abrir ningun enlace, mieeeeeedo C: con U B: vale, hago otro google...(esta vez sin errata, por fin)mira, venden camisetas, tazas y relojes de bukkake C: qué? dónde!? B: esto no me aclara nada. solucion: wikipedia C: no lo hagas, no mires, no preguntes B: no? C: dejalo pasar. para que? ayer pudiste dormir sin saberlo B: que soy perriodista!! necesito saber!! C: jajajja tampoco es importante, no es ni nada de lo que te asustes ni nada parecido
Y entonces, en la VENTANA 1... B: jajajajajaja vale, ya se q es. saber ingles es muy practico C: yes B: es la fantasia de los cum face lovers... con muchos amigos C: yes B: mmm... la de cosas que estoy aprendiendo contigo!! C: nunca te acostaras sin saber algo más B: oye, y como llegaste tu al concepto bukkake? yo a traves de ti y tu..... C: soy un tipo muy leido B: jajajajajajaja C: ...no te jode B: jajajajajaj C: cielo B: jajajajajjajajaja
Y así fue. Espero que los Reyes os hayan traído a todos muchas muchas cosas!!
Sé que existen algunos afortunados a los que el año pasado les ha dejado un estupendo sabor de boca. He oído hablar de ellos.
Yo por mi parte sólo puedo decir que por fin se ha acabado el put* 2009.
A ver, que no todo ha sido malo.
En lo profesional me ha supuesto mucho mucho curro, mucho mucho estrés y algún que otro mal rollo -cosa a la que no estoy acostumbrada-, pero también más conocimientos, soltura y recursos. Y más diversión (mi madre insiste también en la "visibilidad", pero tampoco mucha que mi tele es pequeña).
En lo familiar, en fin. Mi padre ya ha dado "el bajón", así que de momento está estable. Nos hemos reajustado y los engranajes vuelven a funcionar bien. He encontrado una manera de llevarlo bien sin que se me coma la pena, y es quererle mucho. Le quiero tanto que no tengo sitio para nada más: ni para estar triste, ni para pataleos, ni para adelantar acontecimientos.
En cuanto a amistades, ha sido un gran año. Ha habido reencuentros (mis amigas del cole, TresQuince después de aprobar su opo, Jörg que estuvo unos meses viviendo en España, iBoy que volvió del culo del mundo y nos reunió para su boda), ha habido confirmaciones (de que sí -empezando por Efe que es lo más, niñas tontas, no sé qué hace sin novia- y de que no -aquí paso de mencionar a nadie porque no hace ni falta-), ha habido sorpresas agradables (Heike, para empezar, y Cattz, que es una de las mejores cosas del año pasado).
En lo sentimental ha sido un año movidito. He tomado un montón de malas decisiones, como lanzarme a la piscina con quien no debía, protegerme de quien no era necesario, cerrar unas puertas antes de tiempo y mantener abiertas otras que tenía que haber cerrado de un portazo... Ha habido flechazos, amores verdaderos, asuntos pendientes, tensión sexual, bonitos besos, sexo salvaje, cambios de planes, amores de fin de semana, rollos de una noche, adioses, mucho descontrol y un celibato voluntario que me dura un par de meses.
En lo blogueril, la primera mitad del año fue productiva y chupi, y en la segunda las musas se fueron de vacaciones (posiblemente a Egipto, las muy perras). A cambio he sido muy activa en Facebook, me lo paso chupi con Twitter y tengo un juguete nuevo, una especie de cosa de preguntas y respuestas interactiva: vosotros preguntáis, yo contesto (lo que mola abrir la página y encontrarse con preguntas insospechadas que te incitan a hablar de temas que no tenías previsto comentar).
Precisamentre en twitter encontré la inspiración para celebrar la Nochevieja. Me lo dijjo Ditta (Von Teese). A mí y a sus otros 205.249 seguidores.
"Last year, I had friends over to make collages for what we wanted in '09. [...] Got a lot of what I asked...had to tell my friends to pick theirs up from my house because their things were starting to happen to me!"
Y eso hicimos: collages de lo que queremos para 2010. Os dejo los míos:
Ya lo sé, parecen diseñados por el maquetador de la Ragazza.