Y no, señora Gomendio, no tengo trabajo fijo.
(Me refiero a estas declaraciones de nuestra excelsa secretaria de estado de educación, que ha dicho "los docentes tienen un puesto trabajo asegurado, mientras que los padres se están enfrentando a unas tasas de desempleo muy elevadas y dificultades económicas importantes
y, por tanto, entiendo que en este momento evitar que los alumnos vayan
a las aulas y que continúen su formación no beneficia a nadie, ni a
padres, ni a alumnos ni a la sociedad en su conjunto").
Sus declaraciones implican varias cosas: si tienes trabajo, tienes que aguantar todo lo que te echen sin decir ni mu. En caso contrario eres un insolidario con la gente parada. Segundo, si no tienes trabajo fijo asegurado, ¿no puedes hacer huelga? ¿es lícito que te larguen cuando protestas si no tienes un puesto de funcionario? tsk, tsk. Se nos ve demasiado el plumero, señora mía.
Yo soy interina, que va teniendo trabajo según sale a lo largo del curso y como máximo de septiembre a junio (el 30 de junio, todos nosotros a la calle). Me paso media vida preparando clases y otra media intentando buscar tiempo para estudiar las oposiciones (y sí, he aprobado las últimas veces que me he presentado, aunque sin plaza). En fin, que mi vida fácil, estable y cómoda, no es. No es que me queje, tengo trabajo (ve, señora Gomendia, reconozco lo suertuda que soy en un país con tantos parados), es el camino que he elegido y me encanta el trabajo. Merece la pena el esfuerzo. Pero recochineos por su parte, los justos, por favor. En fin, debe resultarle raro que alguien como yo haga huelga y más por las razones por las que hoy estoy en casa.
Usted ha declarado que nuestras protestas y las huelgas tienen que ver con "las mejoras salariales, la disminución de la carga lectiva y la del número de estudiantes por aula" y que "las razones de esta huelga no están en absoluto relacionada con la reforma educativa que proponemos".
Pues no, hoy no estoy en clase porque ustedes me hayan bajado el sueldo, o hayan aumentado la ratio de alumnos por aula (que son cosas que no hacen gracia, evidentemente, pero eso ya lo hicieron en los años anteriores).
Yo estoy en casa hoy porque la LOMCE, esa ley que va enmendando las anteriores, me parece un horror. No voy a desgranar todos los puntos por los que la ley me parece un fiasco (la exposición de motivos es delirante), pero vayamos sobre algunos:
- Realizar tres reválidas después de cada una de las etapas (primaria, secundaria y bachillerato) es un despropósito. Supone que no se fían de los profesores y de su capacidad de evaluar a sus alumnos. Necesitan TRES evaluaciones externas. TRES. Si la PAU es un mal trago para los estudiantes, imaginemos tres exámenes más (sí, la PAU desaparece, pero se queda el examen final de bachillerato y las pruebas que realicen las universidades). Además, uno de los principios que han regido en las últimas reformas educativas ha sido la evaluación continua, es decir, no juzgar a los alumnos sólo por el resultado de unos exámenes sino valorando todo el proceso de aprendizaje y la adquisición de una serie de competencias. Estupendo, con esas reválidas que hay que aprobar y que tienen gran peso en la nota final, se cargan todo ese esfuerzo de evaluar a los chicos por su trayectoria, trabajo y esfuerzo continuo y no por lo que hagan un día.
- Dan un sitio a la religión en la escuela que no debería tener, desde mi punto de vista. Evaluable y con peso en las medias. Y en la ley no hay ni rastro de una alternativa que había antes a religión, Historia y cultura de las religiones. Sólo queda Valores éticos. Supongo que no interesa dar un punto de vista histórico y crítico de las religiones en el mundo.
- Adiós a la Historia de filosofía. Hasta ahora todos los estudiantes de segundo de bachillerato tenían que cursar esa asignatura, ahora desaparece la opción de cursarla para los de ciencias y queda sólo como opcional para humanidades y ciencias sociales. Interesante eliminación, sobre todo cuando en su exposición de motivos dicen que quieren promover el pensamiento crítico. JA. También han eliminado educación para la ciudadanía, claro, no vaya a ser que a los alumnos les de por pensar si se tocan temas sociales o políticos (y, ojo, no estoy diciendo que el temario fuera polémico, la mayor parte de libros eran muy neutros. Pero se hablaba de derechos humanos, instituciones políticas, obligaciones y derechos de los ciudadanos... sí, son cosas que pueden ser muy incómodas para ciertos políticos corruptos. Y no miro a nadie).
- Se establece que dinero público pueda financiar a centros que segregan alumnado por sexo. Como los tribunales han dicho que no, que eso no se puede hacer por la ley anterior... pues a cambiar la ley y a consagrar la discriminación por sexo subvencionada por el Estado. Bravo.
- Se adelanta la elección del camino futuro un año. Ahora los chicos tendrán que elegir un año antes qué hacen con su vida. Después de tratar con adolescentes y ver el lío vital que tienen muchos y lo complicada que es esa edad... no me parece una decisión acertada.
- Ahora los directores pueden seleccionar el personal para sus centros, tanto funcionarios como interinos. Dice la ley que los directores pueden "establecer requisitos y méritos específicos para los puestos ofertados de personal funcionario docente e interino". Ah, y pueden rechazar interinos. Eso significa que los cauces de asignación más o menos objetivos que había hasta ahora (méritos, puntos, listas) se pueden ir a la porra. Basta que se cree un perfil a medida de la persona concreta a la que quieres traer y voilá. Como si no hubiera suficiente amiguismo y "dedismo" en este país...
Podría seguir, pero paso. Sé que va a dar igual lo que los docentes digamos, o los sindicatos, o el resto de partidos. Tienen una estupendísima mayoría absoluta y aprobarán lo que les salga de los deditos a sus diputados votadores. Sé que seguirán vilipendiando e insultando a los profesores en cada medio de comunicación por el que pasen. Sé que el día de hoy me va a costar un buen piquito de dinero, pero me da igual. Aunque sea sólo por pundonor, hoy estoy de huelga.
En fin, que ya hay un punto en el que el cabreo sordo se convierte en risa floja. Risa floja que se convierte en carcajada cuando se leen frases en su ley como la siguiente: "esta ley orgánica es el resultado de un diálogo abierto y sincero, que busca el consenso, enriquecido con las aportaciones de toda la comunidad educativa".
Riámonos todos juntos y que llore nuestro futuro.