Tranquila, S.J. Parker, que esto no va de que después de la tercera copa tú anuncias que necesitas ir al baño diciendo “me hago super pis” y yo diciendo “me meo infinito”… Éste no es un post de autoescarnio, es un post de denuncia social.
Se me terminaron las vacaciones el 28 de agosto. Estas 3 últimas semanas han sido una sucesión de desastres tecnológicos, uno tras otro. Cortes de luz, apagones Internáuticos, fastidiosos virus informáticos, ordenadores que se apagan solos, teletipos que se amotinan, impresoras que se declaran en huelga, tonners que desaparecen… Hemos estado trabajando en condiciones prehistóricas, aprendiendo a valorar los avances de la técnica de 100 años a esta parte, y luchando por controlar los brotes de locura asesina que surgen en las mentes de los periodistas del siglo XXI cuando falla la digitalidad.
Pero lo de ayer… lo de ayer… Cuando parecía que las cosas volvían a la normalidad, y nosotros a 2006, llegamos a la radio y ¡¡¡NO HABÍA AGUA en todo el edificio!!! Sí podíamos beber agua, había en las máquinas expendedoras esas típicas de oficina con vasitos… lo que no había era agua corriente, con todas las molestias que eso conlleva.
Las chicas de mi programa (por cierto, tenemos un chico nuevo en el equipo, creo que es un intento de los jefazos de evitar que el nombre del programa cambie por aclamación popular a “Villa Bragas”)… ¿qué decía? Sí, decía que las chicas del programa bajábamos (estamos en una décima planta) a la calle en pandillas para usar los baños del centro comercial de al lado.
Yo creo que eso atenta contra los derechos humanos. Así que se lo he consultado a un compañero con el que confraternizo, ése del que ya hablé en otra futbolística ocasión, y me ha hecho 3 sugerencias:
1: “Si conseguís reunir 1 millón de firmas, podréis llevar el asunto de la falta de agua al Parlamento Europeo para que se denuncie”.
Se me terminaron las vacaciones el 28 de agosto. Estas 3 últimas semanas han sido una sucesión de desastres tecnológicos, uno tras otro. Cortes de luz, apagones Internáuticos, fastidiosos virus informáticos, ordenadores que se apagan solos, teletipos que se amotinan, impresoras que se declaran en huelga, tonners que desaparecen… Hemos estado trabajando en condiciones prehistóricas, aprendiendo a valorar los avances de la técnica de 100 años a esta parte, y luchando por controlar los brotes de locura asesina que surgen en las mentes de los periodistas del siglo XXI cuando falla la digitalidad.
Pero lo de ayer… lo de ayer… Cuando parecía que las cosas volvían a la normalidad, y nosotros a 2006, llegamos a la radio y ¡¡¡NO HABÍA AGUA en todo el edificio!!! Sí podíamos beber agua, había en las máquinas expendedoras esas típicas de oficina con vasitos… lo que no había era agua corriente, con todas las molestias que eso conlleva.
Las chicas de mi programa (por cierto, tenemos un chico nuevo en el equipo, creo que es un intento de los jefazos de evitar que el nombre del programa cambie por aclamación popular a “Villa Bragas”)… ¿qué decía? Sí, decía que las chicas del programa bajábamos (estamos en una décima planta) a la calle en pandillas para usar los baños del centro comercial de al lado.
Yo creo que eso atenta contra los derechos humanos. Así que se lo he consultado a un compañero con el que confraternizo, ése del que ya hablé en otra futbolística ocasión, y me ha hecho 3 sugerencias:
1: “Si conseguís reunir 1 millón de firmas, podréis llevar el asunto de la falta de agua al Parlamento Europeo para que se denuncie”.
2: “Otra opción podría ser colocar un cartel en el que se ruegue la racionalización del uso de los baños. Algo así como una cartilla de racionamiento para ir a los lugares excusados, en la que se debería distinguir tres tipos de cupones: "para aguas mayores", "para aguas menores" y "otros". Incluso, para ambientar un poco el cotarro y retrotraeros mejor a gloriosas épocas añoradas en las que tales cartillas representaban un hecho cotidiano, podríais pasar fragmentos del No-DO. No creo que desentonara demasiado”.
3: “O bien, se me ocurre como última salida hacer en el imagino ahora solitario despacho de Lord Janson*, una especie de cuadra con caballos, aves de corral, etc. (tengo entendido que por falta de espacio no iba a ser, puesto que casi se puede jugar un partido de fútbol en él) e ir a hacer las deposiciones allí, entre el heno y la viruta”.
Jo. Y eso que él ha conseguido alejarse de la nave nodriza un puñado de miles de kilómetros y puede hacer pis cuando le da la gana.
*Un reputado colaborador que nos ha dejado para recorrer el mundo sobre ruedas.
Jo. Y eso que él ha conseguido alejarse de la nave nodriza un puñado de miles de kilómetros y puede hacer pis cuando le da la gana.
*Un reputado colaborador que nos ha dejado para recorrer el mundo sobre ruedas.
10 comentarios:
Créame que le comprendo, señorita Be. Me ha hecho retrotraerme a los viejos tiempos (hace cosa de 10 años), cuando, por causa de vivir en el culo del mundo (un barrio periférico de una ciudad de provincias) y por cortesía de los militares (justo al lado se encuentra la Academia General Militar) me quedaba sin agua semanas enteras.
¿Me ha entendido? Semanas. Sin agua. Sin nada de agua. Lo pienso y me dan escalofríos.
Al menos, señorita Be, tenga en cuenta que esto nos ayudará a sobrevivir cuando sobrevenga ese futuro post-apocalíptico del que tanto se hablaba en los años 80, y que yo estoy convencido de que llegará (es el sueño de mi infancia).
Sabremos sobrevivir sin agua...
Me lo he pasado genial leyendote,
prometo volver.
Bezitos Srta. Be,
condió
Imagínese. En gran parte de Turquía y Grecia, cas cañerías de desague son tan lamentables, que no pueden tirar papel higiénico por ellas por miedo a que revienten, y han de usar... un cubo.
Lo dije en su día y me reitero: uno no aprecia de verdad la tecnología y la civilización hasta que tiene que cagar fuera de casa.
Uy, Somófrates, eso lo había leido yo en una guía antes de ir a Atenas. Pero luego me dijeron que puedes tirar el papel al water en los hoteles con nombre extranjero: tuve suerte!
Hombre, también puedes hacer como en Dune: una sonda que extrae los líquidos de tu cuerpo y los vuelve a reconvertir en agua. Un circuito cerrado, vamos.
Yo estuve en un pequeño pueblo de Palencia cinco días en agosto sin auga., nos íbamos al pueblo de al lado a buscar agua a la fuente. De ahí a retozar en la era, sólo había un paso. Unas vacaciones de lo más rural-chic, la verdad.
Eso no son condiciones de trabajo dignas; sindiquense, manifiestense y exijan cisternas llenas de Perrier!
Hay carencias peores... en mi ultimo lugar de trabajo la calefaccion brillaba por su ausencia y no habia agua caliente (habia calentador de agua, pero lo tenian apagado para ahorrar).
¿se puede presentar una queja si tienes que bajar dos pisos para ir al lavabo?
Trabajé en un lugar horrendo en el que las señoras de la limpieza dejaban los rollos de papel higiénico en el suelo ¡antes de fregarlo!; cuando acababan de fregar los colocaban en sus cacharritos correspondientes.
Este descubrimiento me obligó a descartar la teoría de que las infecciones en salva-sea-la-parte que sufría la mayor parte del personal femenino eran inoculadas a través de la máquina de café.
Moraleja: ante la duda, pañuelos de papel.
Pero dónde está la queja... Gracias al trasiego perdéis tiempo en el camino y se fomentan las relaciones interpersonales en la oficina...
Y existe la posibilidad de usar el agua de los desagues de los aires acondicionados... En Pearlworks la usan en casos similares...
Lo de Grecia es cierto, lo atestiguo por haber pasado allí un par de semanas este verano.
También atestiguo que si tiras el papel al váter, las tuberías no revientan. Y eso que estuve en hostales y moteles de mala muerte con nombres griegos...
O quizás tuve muy buena suerte. Nunca se sabe.
Eso del papel higiénico salía al principio de "Mi Familia y Otros Animales"...
También pasa en China, me han contado.
Ah, ya tenemos agua.
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