Ayer hice limpieza profunda y reordenación en mi habitación. Los papeles, apuntes y libros me comían, así que decidí retirar algunos de ellos y bajarlos al trastero. Sopesando las opciones, decidí que los que debían iniciar el descenso a los infiernos eran los textos y apuntes del master, de los dos años de doctorado y de mi proyecto de tesis.
Puede ser una tontería, son sólo papeles, pero me entró una tristeza momentánea... sé que perderlos de vista significa abandonar el proyecto por un largo tiempo, seguramente para siempre. Desde hace unos meses no trabajaba nada en ello, pero por lo menos estaban aquí, a la vera de mi cama y sobre mi ordenador. Ahora no están y es como admitir que no voy a acabar algo que me encantaba.
Supongo que los intereses van cambiando y que surgen otras cosas. Me encanta mi trabajo y dar mis clases de Historia del Arte y demás, porque aunque son de un nivel de divulgación básico, son muy gratificantes. Pero también echo de menos la Antropología, la investigación, los mitos, el parentesco, las conferencias, las crónicas del siglo XVI y todos esos temas que suenan un poco a marciano y que son cosas (aún más) difíciles de conciliar con mantener la propia economía a flote.
En fin, que da igual, que ahora no es el momento, pero, quien sabe, quizás más adelante me da la vena y la emprendo de nuevo con la Antropología (pobre Antropología, cuando llegue ese día). Como diría Bebe, p´afuera telañaras y por ahora me dedicaré a mi arte, a mi Historia o al museo que corresponda. Y tan feliz.
9 comentarios:
Te entiendo perfectamente. A mí me pasa lo mismo cuando reorganizo mi caspeta de porno en el pc.
misia, con el arte que tú tienes... para qué quieres más? ahora en serio, a todos nos ha pasado que por X o por Y muchos de los proyectos que tenemos no van tal y como los planeamos. La pena es que muchas veces es, tal y como dices, porque la economía de uno a veces no se puede conciliar con lo que uno quiere.
Un beso! Fdo: Quelitas
Pd. te mando fotos
Yo sigo el sistema del alud. Cuando los papeles se precipitan en avalancha lo sordeno para evitar una muerte atroz.
Welcome to the world. La verbalización nos indica que lo llevas relativamente bien. On est fiers de toi. Gracias por deleitarnos con tus tejemanejes.
Lo que peor llevo es quitar de en medio las cosas de los ex. ¿Qué hacer con ellas? ¿cuál es la medida justa de melodrama? Si lo que te regaló te gusta, pero no quieres recordar ni en pintura la relación... malo. Si no te gusta, la tentación de tirarlo es tan grande... pero ey!, son recuerdos! y soy la reina de la nostalgia! Aishh... dilemas.
Me agito en un mar de decisiones cambiantes...
Ah, qué jodido es recordar el doctorado abandonado. Igual es la única cosa que me jode de verdad de entre todas las elecciones tomadas en bifurcaciones vitales (y me parece curioso seguir hablando de esto aquí. Es lo mismo, en realidad, que la entrada de cinco de mayo de mi bló...)
A algunos se nos queda clavada esa espinita para siempre. Excusas hay, pero de repente leemos cosas como estas y vuelven los remordimientos. En fin, a lo mejor un día de estos...
Pset...
Para meterlos en el trastero tiralos a la basura. El resultado es el mismo: Nunca más los tocarás y ganas espacio en el trastero para meter cosas que si te serán de utilidad más adelante.
Una idea. Por qué no intentas digitalizar todo lo que puedas?? tienes escaner? No lo pierdes y te ahorras mogollón de espacio. Coñazo es, pero igual en algún sitio pueden hacértelo.
Para los ciegos hay un aparatejo que escaneas las cosas y en vez de guardarlo como imagen te lo guarda en word.
Igual no puedes hacerlo con todo, pero con lo que más te interese... no ocupa lugar, no coge polvo, no lo ves si no quieres, pero ahí está. Pregunta en reprografías, igual hay alguna forma.
Publicar un comentario