Sigue la sección "chungos" con un post a cuatro manos: dos de Lozagirl y dos de Zarajota (¡cuánto amoooooor!). No lo olviden, en todo hay perspectivas y puntos de vista. Enjoy!
Esta es la historia de dos chungos que ahora son pareja. Se trata de un documento único, porque por primera vez podemos seguir la historia del chungo no sólo desde el punto de vista de la víctima (la chungovictim) sino también desde la perspectiva del propio chungo.
Primero, la versión de ella:
Yo ya tenía 16 años y no era ninguna niña, pero mi padre se negaba a verlo.
Un día por fin decidí que ya no tenía que seguir sus normas, y así fue como conocí a E.
Era su fiesta de cumpleaños y yo me colé, pero como no le gustaba Mecano ni se fijó en mí ni nada hasta que no estuvo prácticamente inconsciente.
Al día siguiente se acordaba de mí, pero no de mi cara.
Yo sí que me acordaba de él, pero sabía que con mi aspecto nunca se fijaría en mí, así que me sometí a una dolorosa intervención que me dejó sin voz durante tres días, y me fui en su busca, dejando atrás a mi familia, mis amigos... bueno, mis amigos me siguieron, pero mejor que se hubieran quedado donde estaban porque el chungo era muy chungo y para una vez que se vieron casi se los come.
Total, que sin avisar me planté en un sitio por el que sabía que iba a pasar, con muy poquita ropa encima para asegurarme de que se fijaría en mí. Y sí, se fijó, tanto que me llevó a su casa, aunque ni se acordaba de mí ni nada, ya le vale.
Convivimos durante un tiempo en el que hice todo lo posible por adaptarme a sus ridículas costumbres, pero él no parecía apreciar mis esfuerzos, y a veces era como si ni siquiera me escuchara.
Parecía tener problemas para comprometerse, y yo me decía que es que era así, pero de pronto va y decide casarse con la primera bruja que se le cruza por el camino...
¡¡¡Mientras yo todavía vivía con él!!!
El muy cretino ni siquiera me invitó a la boda, pero yo todavía le quería, así que mo colé otra vez.
La boda fue un desastre y ni siquiera llegó a terminar porque en mitad de la ceremonia se dió cuenta de la cacho arpía que tenía al lado y se arrepintió.
La dejó plantada allí mismo, y se vino corriendo conmigo, el muy chungo.
Y yo voy y le perdono.
Ya me vale.
La versión de él:
Lo último que recuerdo de mi fiesta de cumpleaños es estar abrazado a una tía en sujetador.
La mañana siguente amanecí inconsciente en la playa.
Ni rastro de la tía, ni de mis regalos de cumpleaños.
¿Se puede ser más chunga?
Pues no contenta con eso aparece a los pocos días, con menos ropa todavía, y negándose a hablarme.
Yo fingí que no la reconocía porque me molaba mogollón y no quería tener que hablar de lo que pasó en mi cumpleaños.
Sabiendo que era un poco chunga me la llevé a mi casa, la acogí como si fuera de la familia, y aguanté a sus amigotes, que me dejaron la cocinaa hecha un asco.
Poco tiempo después conocí a la mujer de mi vida y decidí casarme con ella, pero como mi chunga no tenía donde ir le dejé que se quedara en mi casa, aunque no le invité a la boda porque todas las fiestas a las que iba terminaban en desgracia.
Pues la muy chunga se plantó en la boda con treinta o cuarenta amigos y la boicoteó. Atacaron a la novia, que acabó alejándose de mí y transformándose en un monstruo resentido.
Después de esto, y de las amenazas veladas del chungopadre, no me quedó más remedio que volver con mi chunga.
Al menos ya me habla.
Y la la versión de Disney.
No es chungo todo lo que reluce.
Esta es la historia de dos chungos que ahora son pareja. Se trata de un documento único, porque por primera vez podemos seguir la historia del chungo no sólo desde el punto de vista de la víctima (la chungovictim) sino también desde la perspectiva del propio chungo.
Primero, la versión de ella:
Yo ya tenía 16 años y no era ninguna niña, pero mi padre se negaba a verlo.
Un día por fin decidí que ya no tenía que seguir sus normas, y así fue como conocí a E.
Era su fiesta de cumpleaños y yo me colé, pero como no le gustaba Mecano ni se fijó en mí ni nada hasta que no estuvo prácticamente inconsciente.
Al día siguiente se acordaba de mí, pero no de mi cara.
Yo sí que me acordaba de él, pero sabía que con mi aspecto nunca se fijaría en mí, así que me sometí a una dolorosa intervención que me dejó sin voz durante tres días, y me fui en su busca, dejando atrás a mi familia, mis amigos... bueno, mis amigos me siguieron, pero mejor que se hubieran quedado donde estaban porque el chungo era muy chungo y para una vez que se vieron casi se los come.
Total, que sin avisar me planté en un sitio por el que sabía que iba a pasar, con muy poquita ropa encima para asegurarme de que se fijaría en mí. Y sí, se fijó, tanto que me llevó a su casa, aunque ni se acordaba de mí ni nada, ya le vale.
Convivimos durante un tiempo en el que hice todo lo posible por adaptarme a sus ridículas costumbres, pero él no parecía apreciar mis esfuerzos, y a veces era como si ni siquiera me escuchara.
Parecía tener problemas para comprometerse, y yo me decía que es que era así, pero de pronto va y decide casarse con la primera bruja que se le cruza por el camino...
¡¡¡Mientras yo todavía vivía con él!!!
El muy cretino ni siquiera me invitó a la boda, pero yo todavía le quería, así que mo colé otra vez.
La boda fue un desastre y ni siquiera llegó a terminar porque en mitad de la ceremonia se dió cuenta de la cacho arpía que tenía al lado y se arrepintió.
La dejó plantada allí mismo, y se vino corriendo conmigo, el muy chungo.
Y yo voy y le perdono.
Ya me vale.
La versión de él:
Lo último que recuerdo de mi fiesta de cumpleaños es estar abrazado a una tía en sujetador.
La mañana siguente amanecí inconsciente en la playa.
Ni rastro de la tía, ni de mis regalos de cumpleaños.
¿Se puede ser más chunga?
Pues no contenta con eso aparece a los pocos días, con menos ropa todavía, y negándose a hablarme.
Yo fingí que no la reconocía porque me molaba mogollón y no quería tener que hablar de lo que pasó en mi cumpleaños.
Sabiendo que era un poco chunga me la llevé a mi casa, la acogí como si fuera de la familia, y aguanté a sus amigotes, que me dejaron la cocinaa hecha un asco.
Poco tiempo después conocí a la mujer de mi vida y decidí casarme con ella, pero como mi chunga no tenía donde ir le dejé que se quedara en mi casa, aunque no le invité a la boda porque todas las fiestas a las que iba terminaban en desgracia.
Pues la muy chunga se plantó en la boda con treinta o cuarenta amigos y la boicoteó. Atacaron a la novia, que acabó alejándose de mí y transformándose en un monstruo resentido.
Después de esto, y de las amenazas veladas del chungopadre, no me quedó más remedio que volver con mi chunga.
Al menos ya me habla.
Y la la versión de Disney.
No es chungo todo lo que reluce.
10 comentarios:
MIAUUUUUUUUUU!!!!!
Esto debe ser el efecto de postear a las 3 AM.
Pero claro mira tu la versión original de Pinocho (Asesino maniaco depresivo y suicida) y la q luego se hizo en Disney.
PD: primer.
cncwkwwo
Jopé, como ha cambiado el cuento ¿no?
besukis!!
oyes, y nadie va a escribir sobre parejas chungas??? q se me está ocurriendo alguna cosa q otra.
El caso es que me suena curiosamente cercano y familiar...
Pd.- No, los coments no funcionan.
algún día dejaré de reírme de este chungo
(algún día)
Jo...
Tengo la lengua llena de tiritas ya, cabrones...
Juas, qué grande.
Me siento muy cerca de la versión de él, la verdad. Esa E no era trigo limpio.
Edu-im, ¡pues escríbelo y nos lo mandas!
Esto se parece a la pelicula "lo dijo ella-lo dijo el". ;)
Parece una peli romanticona de enredos norteamericana lista para ser consumida una tarde de domingo.
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