El viernes fue el santo de una de las hermanas de mi madre y tuve que hacer acto de presencia. Mi madre pretendía que aquel día fuera la presentación en sociedad de mi Amó, una barbaridad a la que yo me negué en un primer momento.
Luego ella empezó en plan: “Hija, son las únicas hermanas que me quedan”. Y yo: “Sí, mamá, pero son unas pesadas”. Y ella: “Porque son mayores, pero son muy buenas personas”. Y yo: “Mamá, van a empezar a hablar de don Modesto (su cura de cabecera, recientemente fallecido) y de Federico (sí, ése), y mi novio no está ni bautizado”. Y ella: “Pues que les siga la corriente”. Y yo: “Mamá, nos van a preguntar que cuando nos casamos y me dará un ataque de nervios”. Y ella: “Que va, hija, ya verás como no… ¡es que me hace una ilusión!”. Y claro, se lo propuse.
Menos mal que dijo que “ni loco” (al final me esperó con unos amigos en una cafetería a tres manzanas). En fin, que fui yo sola. Menos mal. ¡Menos mal!
Pongámonos en situación: mi padre, mis hermanas y tres señoras de Huesca de mediana edad celebrando el día del Pilar. Cuando yo llegué las tres oscenses ya iban un pelín pedo.
Padre: -Hola hija.
Hermanas: -¡Hola, Be!
Tía Soltera 1: -¡Qué guapa vienes!
Tía Soltera 2: -¡Pero qué guapa!
Madre: -Ven aquí y besa a tu madre.
Besé a todo el mundo y me sentaron entre mi madre y la más pedo de sus dos hermanas mayores solteras. Según me siento…
TS1: -¿Qué tal, Be?
YO: -Muy bien, tía.
TS2: -¿Y qué tal tu novio?
YO: -Pues muy bien.
TS1: -¿Cuándo os casáis?
YO: -Tía… pues no sé si nos casaremos, en fin, es pronto.
TS2: -¿Pero es majo?
YO: -Sí, es muy majo.
TS1: -¿Y estás a gusto?
YO: Sí, estoy muy a gusto.
TS2: -Pues eso es lo importante.
Entonces mi madre decidió comprobar si desde que cumplí los 30 se me ha caído el culo, para lo cual metió su mano por debajo de mi falda y me pegó un pellizco.
YO: -Mamá, para, anda.
M: -Soy tu madre y toco porque puedo.
YO: -Vale.
Fue como provocarla: por un lado es mi madre y toca porque puede, y por otro no estaba mi perro y para mí que lo echaba de menos, porque aquello era rarísimo. Mi madre, ¡¡la mujer que odia que la toquen!!
YO: -Mamá, en serio, para.
M: -Que te calles.
Yo me callé –por el momento–, pero mis tías no.
TS2: -Qué mal carácter tienes a veces, con lo dulce que tú eres.
TS1: -¿Dónde has dejado a tu novio?
YO: -En una cena…
TS2: -¿Y cómo es?
YO: -Es… ((¿ateo y anticlerical?)) Muy majo.
TS1: -¿Y qué tal con él?
YO: -Pues muy bien, tía.
TS2: -¿Habéis pensado en casaros?
YO: -Pues no, tía, aún no hemos pensado en eso. Es un poco pronto.
TS1: -¿Pero es majo?
YO: -Sí, tía, es muy majo.
TS2: -¿Y estás a gusto?
YO: -Sí, estoy muy a gusto.
TS1: -Pues eso es lo importante.
Y mi madre seguía a lo suyo.
YO: -Mamá, deja de meterme mano.
M: -Ay, hija, de verdad, cómo eres.
YO: -En serio, para ya.
M: -Calla y come.
Mi Tía Soltera número 1 introduce un nuevo tema de conversación.
TS1: -Con lo dulce que eres y el mal carácter que tienes a veces… ¿Has leído el libro del Papa?
YO: -(Flipo) No…
TS1: -Pues es precioso. Te lo tienes que leer.
YO: -(Sigo flipando, pero algo se me ocurre) Pero yo he leído que el Papa advertía que no era un libro para todos los públicos…
TS1: -Yo estoy impresionada por el prólogo, qué cosa tan bonita…
YO: -Lo leí en algún sitio… Decía que la gente no se lo comprara pensando que era un libro sobre la figura de Cristo, que se trata de un escrito teológico sobre la santidad de nosequé cosas…
TS1: -Pues el prólogo es una maravilla. Da las gracias, y habla de todas las personas que han tratado esos temas antes… de Pappini, de… Te lo tienes que leer.
YO: -No suelo leer ese tipo de libros, la verdad…
TS1: -¡Pero si el prólogo es una preciosidad!
YO: -Ya tía, pero si no consigo pasar del prólogo de poco me va a servir…
TS1: -Pues a mí me tiene maravillada. Aunque me quede en el segundo capítulo.
YO: -Tía Soltera número 2, ¡pero qué ricas están las croquetas! Buenísimas…
Sí, intenté desviar la conversación a la comida, pero no sirvió de nada.
TS2: -Pues luego te llevas unas cuantas y que las pruebe tu novio… ¿Qué tal es?
YO: -Pues muy majo.
TS2: -¿Le gusta comer?
YO: -Sí, tía.
TS1: -¿Es goloso?
YO: -Bueno, menos que yo, pero sí.
TS2: -¿Y para cuando lo de casaros?
YO: -(Dioooooooooooos, menos mal que no ha venidooooooo) Pues aún no lo hemos pensado.
TS1: -¿Pero estás a gusto?
YO: Sí, tía, mucho.
TS1: -Pues eso es lo importante.
Decidí probar hablando de libros que no fueran el del Papa y le pregunté a mi padre si le gustaron los últimos que le presté. Mi madre, que pasa del Papa, se había puesto ya a acompañar la jota que sonaba: La Magallonera.
M: -Pulidaaaaaaa… magalloneeeeeeeraaaaaaa…
YO: -Papá, ¿te has terminado “El Caso Jane Eyre”?
P: -Sí, claro, ahora estoy con el de “Las Ovejas de Glenkill”.
TS1: -¿Te has leído el que te regalamos por tu cumpleaños?
YO: -¿El de Paolo Coelho? Er... aún no.
M: - Andaaaaaaaa y dileaaaaaaaaaaaaaaal Santo Cristoooooooooooooo…
P: - Pero creo que el que más me ha gustado de los tres es el de “La Pesca del Salmón en Yemen”.
YO: -Sabía que ése te iba a encantar. Es que es-
TS1: -¿Habéis leído “El Último Encuentro”?
YO: -No… ¡Sí! El de Sándor Márai… Me lo regalaron por Navidad.
M: -Pulidaaaaaaaaaaaaa… magalloneeeeeraaaaa…..
TS1: -¿A que es precioso?
YO: -Sí, un poco triste el final. Los personajes están todos tan solos…
TS1: -Claro, es que el autor se suicidó y se nota en la historia. Anda, come un poco de queso con salsa de mermelada.
YO: -Gracias… Bueno, es que están básicamente esperando la muerte.
M: -Que cuandoooooooooooooo me llame al cieloooooooooooooo…
P: -Pues ése no me lo prestes, ¿eh?
TS2: -Es precioso, precioso. Lo que pasa es que se nota que el autor se suicidó, y por eso.
TS1: -¿Y quién te regaló el libro?
YO: -…mi novio…
TS1: -¿Y qué tal? ¿Es majo?
YO: -La verdad que sí, tía.
TS2: -¿Y pensáis casaros?
YO: -Tía… pues no lo sé… pero estoy muy a gusto. Y eso es lo importante, ¿no crees?
TS2: -Claro que sí, hija, claro que sí. A ver cuándo nos lo traes.
M: -Que me caaaaaaaaaaaaaannnnten la oliveraaaaaaaaaaa….
Se acaba la canción y ella vuelve a tocarme la pierna.
YO: -Mamá, deja de meterme mano.
M: -Ay, hija, de verdad, cómo eres.
YO: -En serio, para ya.
TS1: -Ay, Be, con lo que a mí me gustaría tener aquí a mi madre, que está muerta, y me tocara así.
YO: -(Visualizando a mi abuela volviendo de la tumba para sobar la pierna de mi tía) Si quieres te presto a la mía.
TS1: -Es que no es lo mismo.
YO: -Vale. Mamá, ¿quieres que me quite el vestido para que te sea más fácil?
TS2: -Ay, Be, qué mal carácter tienes, con lo dulce que tú eres siempre…
YO: -Ya…
TS1: -¿Y tu novio qué tal es? ¿Es cariñoso?
YO: -Pues sí… Tía, que buenísimo está esto, ¿cómo lo haces?
Mi Tía Soltera número 2 trae una cesta llena de chaquetitas de bebé que hace para la parroquia.
TS2: -Mira que cosa tan bonita…
YO: -¡Qué monada! Qué pequeño, tía, tiene que ser dificilísimo.
TS2: -No, bueno, depende del punto.
TS1: -A ver si te casas y te hacemos jerseicitos para ti.
YO: -Bueno, tía, aún no entra en mis planes. Mamá, en serio, deja de meterme mano, por favor.
TS1: -Be, con lo que me gustaría a mí tener a mi madre, que está muerta, y que me tocara o lo que ella quisiera. ¡Con lo dulce que tú eres...!
Y así to-da-la-no-che. Y cuando me fui, me metieron mano las tres. Menos mal que no vino mi novio.
Bueno, son familia. Y ya pasó. Y eso es lo importante. En fin, que viva la Virgen del Pilar.
Luego ella empezó en plan: “Hija, son las únicas hermanas que me quedan”. Y yo: “Sí, mamá, pero son unas pesadas”. Y ella: “Porque son mayores, pero son muy buenas personas”. Y yo: “Mamá, van a empezar a hablar de don Modesto (su cura de cabecera, recientemente fallecido) y de Federico (sí, ése), y mi novio no está ni bautizado”. Y ella: “Pues que les siga la corriente”. Y yo: “Mamá, nos van a preguntar que cuando nos casamos y me dará un ataque de nervios”. Y ella: “Que va, hija, ya verás como no… ¡es que me hace una ilusión!”. Y claro, se lo propuse.
Menos mal que dijo que “ni loco” (al final me esperó con unos amigos en una cafetería a tres manzanas). En fin, que fui yo sola. Menos mal. ¡Menos mal!
Pongámonos en situación: mi padre, mis hermanas y tres señoras de Huesca de mediana edad celebrando el día del Pilar. Cuando yo llegué las tres oscenses ya iban un pelín pedo.
Padre: -Hola hija.
Hermanas: -¡Hola, Be!
Tía Soltera 1: -¡Qué guapa vienes!
Tía Soltera 2: -¡Pero qué guapa!
Madre: -Ven aquí y besa a tu madre.
Besé a todo el mundo y me sentaron entre mi madre y la más pedo de sus dos hermanas mayores solteras. Según me siento…
TS1: -¿Qué tal, Be?
YO: -Muy bien, tía.
TS2: -¿Y qué tal tu novio?
YO: -Pues muy bien.
TS1: -¿Cuándo os casáis?
YO: -Tía… pues no sé si nos casaremos, en fin, es pronto.
TS2: -¿Pero es majo?
YO: -Sí, es muy majo.
TS1: -¿Y estás a gusto?
YO: Sí, estoy muy a gusto.
TS2: -Pues eso es lo importante.
Entonces mi madre decidió comprobar si desde que cumplí los 30 se me ha caído el culo, para lo cual metió su mano por debajo de mi falda y me pegó un pellizco.
YO: -Mamá, para, anda.
M: -Soy tu madre y toco porque puedo.
YO: -Vale.
Fue como provocarla: por un lado es mi madre y toca porque puede, y por otro no estaba mi perro y para mí que lo echaba de menos, porque aquello era rarísimo. Mi madre, ¡¡la mujer que odia que la toquen!!
YO: -Mamá, en serio, para.
M: -Que te calles.
Yo me callé –por el momento–, pero mis tías no.
TS2: -Qué mal carácter tienes a veces, con lo dulce que tú eres.
TS1: -¿Dónde has dejado a tu novio?
YO: -En una cena…
TS2: -¿Y cómo es?
YO: -Es… ((¿ateo y anticlerical?)) Muy majo.
TS1: -¿Y qué tal con él?
YO: -Pues muy bien, tía.
TS2: -¿Habéis pensado en casaros?
YO: -Pues no, tía, aún no hemos pensado en eso. Es un poco pronto.
TS1: -¿Pero es majo?
YO: -Sí, tía, es muy majo.
TS2: -¿Y estás a gusto?
YO: -Sí, estoy muy a gusto.
TS1: -Pues eso es lo importante.
Y mi madre seguía a lo suyo.
YO: -Mamá, deja de meterme mano.
M: -Ay, hija, de verdad, cómo eres.
YO: -En serio, para ya.
M: -Calla y come.
Mi Tía Soltera número 1 introduce un nuevo tema de conversación.
TS1: -Con lo dulce que eres y el mal carácter que tienes a veces… ¿Has leído el libro del Papa?
YO: -(Flipo) No…
TS1: -Pues es precioso. Te lo tienes que leer.
YO: -(Sigo flipando, pero algo se me ocurre) Pero yo he leído que el Papa advertía que no era un libro para todos los públicos…
TS1: -Yo estoy impresionada por el prólogo, qué cosa tan bonita…
YO: -Lo leí en algún sitio… Decía que la gente no se lo comprara pensando que era un libro sobre la figura de Cristo, que se trata de un escrito teológico sobre la santidad de nosequé cosas…
TS1: -Pues el prólogo es una maravilla. Da las gracias, y habla de todas las personas que han tratado esos temas antes… de Pappini, de… Te lo tienes que leer.
YO: -No suelo leer ese tipo de libros, la verdad…
TS1: -¡Pero si el prólogo es una preciosidad!
YO: -Ya tía, pero si no consigo pasar del prólogo de poco me va a servir…
TS1: -Pues a mí me tiene maravillada. Aunque me quede en el segundo capítulo.
YO: -Tía Soltera número 2, ¡pero qué ricas están las croquetas! Buenísimas…
Sí, intenté desviar la conversación a la comida, pero no sirvió de nada.
TS2: -Pues luego te llevas unas cuantas y que las pruebe tu novio… ¿Qué tal es?
YO: -Pues muy majo.
TS2: -¿Le gusta comer?
YO: -Sí, tía.
TS1: -¿Es goloso?
YO: -Bueno, menos que yo, pero sí.
TS2: -¿Y para cuando lo de casaros?
YO: -(Dioooooooooooos, menos mal que no ha venidooooooo) Pues aún no lo hemos pensado.
TS1: -¿Pero estás a gusto?
YO: Sí, tía, mucho.
TS1: -Pues eso es lo importante.
Decidí probar hablando de libros que no fueran el del Papa y le pregunté a mi padre si le gustaron los últimos que le presté. Mi madre, que pasa del Papa, se había puesto ya a acompañar la jota que sonaba: La Magallonera.
M: -Pulidaaaaaaa… magalloneeeeeeeraaaaaaa…
YO: -Papá, ¿te has terminado “El Caso Jane Eyre”?
P: -Sí, claro, ahora estoy con el de “Las Ovejas de Glenkill”.
TS1: -¿Te has leído el que te regalamos por tu cumpleaños?
YO: -¿El de Paolo Coelho? Er... aún no.
M: - Andaaaaaaaa y dileaaaaaaaaaaaaaaal Santo Cristoooooooooooooo…
P: - Pero creo que el que más me ha gustado de los tres es el de “La Pesca del Salmón en Yemen”.
YO: -Sabía que ése te iba a encantar. Es que es-
TS1: -¿Habéis leído “El Último Encuentro”?
YO: -No… ¡Sí! El de Sándor Márai… Me lo regalaron por Navidad.
M: -Pulidaaaaaaaaaaaaa… magalloneeeeeraaaaa…..
TS1: -¿A que es precioso?
YO: -Sí, un poco triste el final. Los personajes están todos tan solos…
TS1: -Claro, es que el autor se suicidó y se nota en la historia. Anda, come un poco de queso con salsa de mermelada.
YO: -Gracias… Bueno, es que están básicamente esperando la muerte.
M: -Que cuandoooooooooooooo me llame al cieloooooooooooooo…
P: -Pues ése no me lo prestes, ¿eh?
TS2: -Es precioso, precioso. Lo que pasa es que se nota que el autor se suicidó, y por eso.
TS1: -¿Y quién te regaló el libro?
YO: -…mi novio…
TS1: -¿Y qué tal? ¿Es majo?
YO: -La verdad que sí, tía.
TS2: -¿Y pensáis casaros?
YO: -Tía… pues no lo sé… pero estoy muy a gusto. Y eso es lo importante, ¿no crees?
TS2: -Claro que sí, hija, claro que sí. A ver cuándo nos lo traes.
M: -Que me caaaaaaaaaaaaaannnnten la oliveraaaaaaaaaaa….
Se acaba la canción y ella vuelve a tocarme la pierna.
YO: -Mamá, deja de meterme mano.
M: -Ay, hija, de verdad, cómo eres.
YO: -En serio, para ya.
TS1: -Ay, Be, con lo que a mí me gustaría tener aquí a mi madre, que está muerta, y me tocara así.
YO: -(Visualizando a mi abuela volviendo de la tumba para sobar la pierna de mi tía) Si quieres te presto a la mía.
TS1: -Es que no es lo mismo.
YO: -Vale. Mamá, ¿quieres que me quite el vestido para que te sea más fácil?
TS2: -Ay, Be, qué mal carácter tienes, con lo dulce que tú eres siempre…
YO: -Ya…
TS1: -¿Y tu novio qué tal es? ¿Es cariñoso?
YO: -Pues sí… Tía, que buenísimo está esto, ¿cómo lo haces?
Mi Tía Soltera número 2 trae una cesta llena de chaquetitas de bebé que hace para la parroquia.
TS2: -Mira que cosa tan bonita…
YO: -¡Qué monada! Qué pequeño, tía, tiene que ser dificilísimo.
TS2: -No, bueno, depende del punto.
TS1: -A ver si te casas y te hacemos jerseicitos para ti.
YO: -Bueno, tía, aún no entra en mis planes. Mamá, en serio, deja de meterme mano, por favor.
TS1: -Be, con lo que me gustaría a mí tener a mi madre, que está muerta, y que me tocara o lo que ella quisiera. ¡Con lo dulce que tú eres...!
Y así to-da-la-no-che. Y cuando me fui, me metieron mano las tres. Menos mal que no vino mi novio.
Bueno, son familia. Y ya pasó. Y eso es lo importante. En fin, que viva la Virgen del Pilar.
25 comentarios:
¿Y no nos vas a desvelar el gran secreto?: ¿Qué buscaba tu madre? Y lo que es más importante...
¿cuándo piensas casarte?
Por qué a las mujeres mayores les da por meter mano? Será por nostalgia?
¿Y no te dieron ganas de meterte en un armario a ver si te llevaba lejos de allí? ( A Narnia o algo). Lo que hay que aguantar a la familia...
besukis!
La próxima vez q te pregunten si has pensado en casarte, diles "De momento no, ¿y tú?" o "Con lo bien q te ha ido a tí de solterona, prefiero seguir tu ejemplo" y ya verás como no preguntan más.
En cuanto a lo de las madres manoseadoras... yo no puedo, me levanto y me cambio de sitio echando leches.
Seguramente tu familia pretendía que te ganaras el cielo esa tarde, por si te daba por vivir en pecado :P
Al menos madre no hay más que una.
De todas meras siempre puede usted decir "me caré en septiembre" hya unos amigos que llevan 10 años tocando esa canción.
Vaya, llevarse mal con la familia veo que tiene sus ventajas, no se atreven a meterme mano aunque sean muy maliciosos a la hora de preguntar cosas como esa, yo tengo permiso para no traer a mi novio precisamente.
En cuánto a las tías ultrarreligiosas de esa clase, a mí una especialmente boba e irritante me preguntó una vez qué me parecía el Rey y yo le dije que mejor que no hubiese o algo así de republicano, y se ve que se lo tomó a mal, me dieron un sermón de que tenía que mentir sobre mis ideas sólo para que esa señora tan pesada se sintiera bien y hasta le entraron paranoias de que yo la odiaba y la miraba mal, le decía a mi madre que me tenía miedo, tanto fue así que dije "Pues dile que la mataré".
De todas formas como cuento de miedo es inmejorable, yo me voy, qué pesadilla...
Hija, de alguna forma hay que ganarse el cielo, que dirá tu tía la del croché...
que santa paciencia, madre de dior
Uh...
¿Vuestras familias os meten mano...?
¿Y leen libros del Papa...?
Vaaaaaaaaaleeee...
(El mohino de tu novio no sé, pero yo sí tengo ganas de ir a una de tus reuniones familiares).
A mí lo que más me ha gustado ha sido la interpretación de 'Pulida magallonera'. Muy sentida, muy bien. Halamañá!
Uy, ejhem, qué vista la de tu novio, eh... Si es que, había algo raro en ese plan tan raro queee...
Las croquetas nostabanmal, no.
Querida Enemiga, después de esto mi novio no va a querer, ya sabes, por si es genético.
Guandar, pero si mi madre aún no ha cumplido los 54!!! Qué gente más rara.
Sheena, ¡o debajo de la mesa!
Merisuan, ¿cómo le voy a decir eso? ¡Con lo dilce que soy yo! Jajajajaja...!
Estrella, eso pensaba yo mientras tanto: "después de esto ya tengo el cielo ganado".
Sir Villet, me lo apunto. Pero son capaces de obligarme a poner al cielo por testigo o algo así.
Xisca, qué grande eres, en serio, qué grande.
Eva Luna, es que aparte de dulce soy muy paciente, jajajajaja!
Somo, pues a la próxima vas tú y dices que eres yo...
Uy, Hans, pues nos sabemos unas cuantas más!
Efe, pues yo no veo lo raro por ninguna parte. ¡Verás cuando escriba los posts navideños!
Pero dónde estaba yo que acabo de aterrizar aquí por primera vez?!?
Una, que no se entera de nada, pero que se va a sentar a leer posts como si no tuviera nada mejor que hacer un lunes, por majas!
un saludo!
Si le gustó La pesca del salmón en Yemen que pruebe con Inglaterra, Inglaterra. Es del estilo. ^_^
Vale Be, pues será que eres sencillamente irresistible. Lo sé, es una pesada carga...
Nonono, ni hablar. De Julian Barnes no te leas Inglaterra, Inglaterra, que pese a la premisa, que mola, es una novela flojita.
Yo sigo prefiriendo El Loro de Flaubert, pero creo que soy el único entre sus lectores habituales con ese gusto.
Mmmm... De todos modos, es un autor que leí mucho hace unos años y que a estas alturas ya ni recomiendo. Lo he enterrado con otras preferencias, imagino, entre ellas, el dichoso libro de los salmones.
Iba a decir algo, pero me he imaginado a mi padre metiendome mano y se me ha ido la imaginacion a tomar por culo... y han venido las ganas de soltarle collejas asi de repente... no se porque.
¿¿Sera que los del PP conocian a tu familia y por eso se negaban a los matrimonios homosexuales?? es decir, hasta hace 2 años aprox, madre no habia mas que una... en fin, que te ha quedado un post la mar de salao.
Todavía estoy intentando dilucidar si tu relato es uno de terror splatterpunk, uno erótico-incestuoso o una osada mezcla de ambos.
Eso si, me se han puesto los pelos como escarpias, mira mira...
Desterrada, pues bienvenida y quédate a dormir cuando quieras!!!
Versión07, pero ¿es un libro feliz? Porque sólo quiero pasarle libros felices...
Guandar, que va, yo lo llevo muy bien!!
Efe, tú pásamelos y ya veremos si coincidimos.
Rebi, gracias ;)
E. Martín, jijiji, a su servicio.
Pero...pero....pero tu madre te mete mano????? Diossss... Voy a hacer como que no recuerdo este concepto. Yo también es la primera vez que comento, aunque hace semanas que leo el blog. Es muy divertido!
Bueno, bueno, que al final va a ser que llevas bien lo del metimiento de mano. Di que sí, todo queda en familia.
Aprendiendo, jajajaja, sí, yo también intento no acordarme...
Que no, Guandar, que es puro pragmatisno: mejor tener que desear (en plan mi tía, ya sabes).
luego un ratero me alo arrebato pero cuando paso el tiempo lo aparecio y lo enpeño a una tia mia pero cuando le quitaron mis familiares yo ya me avia sacadu cel pagando parte por parte y con el sudor de my frente porque mi tia nunca me daba nada .hoy dia me golpeo como si yo le uviese agarrado su dinero pero no fue haci y me a botado de su casa diciendome yo no quiero intrusos en my familia q mala ...
jajajajajajaja..buenísimo...jajajajajaja..lo que me he reído.
Moli, no sabes lo tranquilo, satisfecho y feliz que sonreía Efe desde la cafetería a tres manzanas. Yo llegué medio histérica, y él me recibió con cara de "si ya lo sabía yo"...
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