El otoño me pone triste. Es inevitable, cada año por esta época viene la ola de pena y… ¡zas! Triste.
Madrid se vuelve gris, el sol empieza a durar menos y yo me pongo melancólica y me dan ganas de escuchar canciones bonitas y tristes en francés. En esos momentos (estos) tengo que andar con cuidado, porque estoy hipersensible. Sólo leo libros bonitos y sólo veo pelis si me aseguran que van a acabar bien.
Y así andaba yo por la Gran Vía, con cuidado, intentando escapar de la ola mientras tarareaba “Le temps de vivre”, cuando pasé por ese agujero negro de la felicidad que es…
Madrid se vuelve gris, el sol empieza a durar menos y yo me pongo melancólica y me dan ganas de escuchar canciones bonitas y tristes en francés. En esos momentos (estos) tengo que andar con cuidado, porque estoy hipersensible. Sólo leo libros bonitos y sólo veo pelis si me aseguran que van a acabar bien.
Y así andaba yo por la Gran Vía, con cuidado, intentando escapar de la ola mientras tarareaba “Le temps de vivre”, cuando pasé por ese agujero negro de la felicidad que es…
¡TAPICERÍAS PEÑA!
Tapicerías “PENA” para los hipersensibles y gente con buena vista en general.
Háganme caso: es como los dementores pero a lo bestia. Veamos… ¿qué se puede uno encontrar en esta tienda? Echemos un vistazo al escaparate:
Más cerca...
Sí, amigos, han visto bien. En Tapicerías Pena podemos encontrar cosas como ésta...
...ésta...
...ésta...
...o ésta...
¿No es inquietante, perturbador y casi traumatizante? ¿Los hacen personalizados si les llevas una foto de tu perro muerto? ¿Salen los bichos de los cojines por la noche para jugar? ¿Si los miras fijo te persiguen hasta comerse tu alma para que nunca más seas feliz?
Estamos en octubre y hay muchos seres oscuros vagando por ahí para que la ola de pena prevalezca. Amigos, tengan cuidado ahí fuera.
22 comentarios:
Yo cada vez que paso por ahí acelero. No sólo es horrible en sí mismo, también es agobiante, asfixiante... te doy gracias por no haber sacado fotos de la tienda por dentro, una bomba para cualquier alérgico al polvo...
La odio.
Pues a mí me hace mucha gracia. Parece salida de una novela gótica, de esas en que las dueñas de la tienda son unas abuelillas que asesinan a sus maridos con arsénico en el té...
Un saludo
¡Qué repelús! :S :S
Que miedooooooooooooooo!!!!!
Estoy segurísima de que efectivamente sí se slaen por las noches por ahí a rondar, muero de terror
Podría ser peor, al menos no tienen tapices de payasos tristes... ¿O si los tienen y están agotados?
A mí me inquieta el perro con casaca.
Tía, estos posts...
Mete zombis, o ninjas, o algo...
Merisuan, es que si llego a entrar me sacan de allí presa de un ataque de nervios, en posición fetal y cantando bajito "I'm Thru With Love".
Tribeca, ¿para qué quieren arsénico si tienen las malvadas criaturas de los cojines prestas a obedecer sus órdenes?
Estrella, esa tienda es un misterio.
Carolina, a partir de ahora pasaré por la otra acera cuando vaya de noche por la Gran Vía.
E Martín, pues en el escaparate no vi ninguno... pero estate atento a próximos posts y verás.
Achab, ¡jajajaja! Mira bien y responde: ¿cuál de ellos?
Somo, tú tranqui que el otoño no dura para siempre y yo soy "fuete".
¡¡¡Pero qué post tan buenísimo!!! tienes razón, es como los dementores pero muy a lo bestia, jajaja...
Besotes, guapa!!
pues yo no quiero ser repelente (jajaja, como si me importara) pero ya han conseguido que hablen de ellos...
Llevo un tiempo leyéndote y siempre me sacas una sonrisa (aún recuerdo aquel post memorable del día que no tenías toalla en el baño). Pero hoy no me puedo contener.
A mí me tocó dormir una noche en el dormitorio de una amante segura de los criterios decoradores de Tapicerías Peña. La cama estaba cubierta de cojines con perritos, gatitos y otros animales, dicho sea de paso, todos con una cara de pena alucinante. Recuerdo que pensé si no serían los animalitos que se le habían muerto a la señora en esa casa, y me dieron escalofríos cuando descubrí en uno de los cojines la cara de Pepper, la perrita que tenían en ese momento.
Esa noche pasé mucho frío. Porque mi edredón lo utilicé para cubrir las millones de caritas de animales que me miraban obsesivamente desde el sillón donde la señora los había apilado. No podía dormir con tanto bicho mirándome...
Pues mira que yo creo que te ha hecho terapia... ;).
Palito, gracias, eres un sol.
Efedro, sí pero me da que los habituales de este blog somos más de Ikea que de Tapicerías Pena.
Irene, pues sigue quedándote a dormir cuando quieras, ¡y anímate a dejarnos más comments como éste, por favor!
Guandar, jajaja, igual lo que ha hecho es abrir las compuertas... ¡ya verás!
La verdad es que da grima. Brrrr es de esos sitios que piensas que en pleno siglo XXI ya deberían haber desaparecido. O modernizado.
Yo también estoy triste, aunque los días grises me afecten confieso que me gusta la lluvia. Siempre que me pille a resguardo, claro. Que si no me mojo.
Be: "vitaminón complex" a saco, con gin seng a ser posible y el otoño te parecerá fantabuloso.
Los perritos y animales satánicos varios de los cojines: brrrr, que grima ¿no? yo tb me cruzaré de acera (por si acaso)
besukis!!!!
Me pido el westy disfrazado de aparcacoches del Palace.
Si un tapiz de unos perros jugando al billar es inquietante, ¿cómo llamar a unas ranas disecadas jugando a las cartas?
A mi, lña tienda que me da un Mal Rollo Que Te Cagass es el "Sanatorio de Muñecos" que hay en la calle Preciados, justo enfrente de la FNAC.
Es como un cementerio de elefantes, pero de plástico y porcelana...
Dios, el cojín del cerdo...ya sé qué regalarle a cierto catedrático el día que se jubile...
Irene ha descubierto el terrible secreto que oculta Tapicerías Pena (de aquí en adelante, La Tienda, como la de King). La auténtica maldición vudú, la que se reservan para cosas gordas de verdad como espoilearle a alguien el final de El Sexto Sentido (lo de los zombis es algo que hacen para los turistas) es que a tu muerte tu espectro se reencarne en perrito de cojín de La Tienda.
Pues a mi me parece una tienda interesante, en la que puedes encontrar algo diferente. Los cojines de los perros son preciosos!
¿Preciosos? No me puedo creer lo que leo. Estás de coña... ¿No? Este sitio es, como dice Kurtz en "Apocalipsis Now" ¡El horrooooooor!
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