En una clase tengo un par de alumnos que son unos golfos y muy desastres en los estudios, tienen 15-16 años y han repetido unas cuantas veces. Muy duros por fuera, con sus pintillas, son los malotes de su clase. Expulsados día sí y día también del instituto, me cuentan a mí, no entiendo exactamente porqué, sus penas:
- Profe, yo es que estoy con la Vane, pero quiero cortar. Yo quiero una relación abierta: yo me enrollo con otras tías, tú con otros tíos... pero me da que no le va a molar. Así que le voy a decir "Vane, tía, que no me molas, que no me pones y corto contigo".
- Hombre, no sé... si tienes que dejarla, hazlo con delicadeza, pobre chica. No sé, dile, dile... - jo, menudo compromiso. Siempre me ha costado esa conversación de "quiero dejarte" y he tirado siempre por la sinceridad dulcificada, pero éste de dulce, tiene poco. Menos mal que me interrumpió el Iván, el otro.
- Que sí, tío, Javi, que a las tías lo que les va es el sentimentalismo. - el sentimentalismo. Decía el niño de los piercings, las mil amonestaciones y pinta de matón callejero. - pero no sé para qué hablo, si eres un cabr*n. Profe, este hijoputa le ha largado a la Luna, la tía que me mola, que a mí me gusta.
- Joer, pues claro. Cómo tú no haces nada, que eres un cortao, le he dicho "Luna, que le molas al Iván".
- ... vaya, ¿y qué ha dicho?
- Ná, esa se ha reído y no ha dicho ná.
- Yo quería esperar. Ver cómo le entro a la Luna, esperar, porque no tengo seguro que... ya sabes. Yo quería esperar, jod*r. Javi, lo has jod*do todo, mierd*. Profe, es que a mí la Luna me mola de verdad, de aquí- y se apretó el pecho con el índice. - mira- y entonces flipé. Iván, el malote, abrió la mano, y tenía escrito su nombre, dos corazones atravesados por una flecha y cuatro rayitas debajo - ¿ves? aquí es para poner su nombre: L-U-N-A.
Medio muerta de la risa, medio enternecida, le deseé suerte, mientras yo mentalmente me fui al pasado: ¿los tíos, que tanto miedo me daban con quince años, eran así? ¿Realmente existía una posibilidad de que tuvieran algo más que atracción por un buen culo y crueldad para todo lo demás? ¿tenían su lado sentimental? ¿Se escribían corazones en la mano? Menudo descubrimiento... ¡a mis 31!
Epílogo:
A la semana siguiente Javi estaba muy cabreado porque un tal Petter le tiraba los trastos a SU Vane y amenazó con partirle la cara. Una semana después, una vez espantado su competidor, dejó a la Vane. Tres días después empezó con María. Esta semana María le ha regalado una esclava de plata con su nombre grabado. Él planea comprarle un sello de oro "bien tocho" porque María le ha calado.
Iván sigue esperando el momento propicio para declararse a Luna.
- Profe, yo es que estoy con la Vane, pero quiero cortar. Yo quiero una relación abierta: yo me enrollo con otras tías, tú con otros tíos... pero me da que no le va a molar. Así que le voy a decir "Vane, tía, que no me molas, que no me pones y corto contigo".
- Hombre, no sé... si tienes que dejarla, hazlo con delicadeza, pobre chica. No sé, dile, dile... - jo, menudo compromiso. Siempre me ha costado esa conversación de "quiero dejarte" y he tirado siempre por la sinceridad dulcificada, pero éste de dulce, tiene poco. Menos mal que me interrumpió el Iván, el otro.
- Que sí, tío, Javi, que a las tías lo que les va es el sentimentalismo. - el sentimentalismo. Decía el niño de los piercings, las mil amonestaciones y pinta de matón callejero. - pero no sé para qué hablo, si eres un cabr*n. Profe, este hijoputa le ha largado a la Luna, la tía que me mola, que a mí me gusta.
- Joer, pues claro. Cómo tú no haces nada, que eres un cortao, le he dicho "Luna, que le molas al Iván".
- ... vaya, ¿y qué ha dicho?
- Ná, esa se ha reído y no ha dicho ná.
- Yo quería esperar. Ver cómo le entro a la Luna, esperar, porque no tengo seguro que... ya sabes. Yo quería esperar, jod*r. Javi, lo has jod*do todo, mierd*. Profe, es que a mí la Luna me mola de verdad, de aquí- y se apretó el pecho con el índice. - mira- y entonces flipé. Iván, el malote, abrió la mano, y tenía escrito su nombre, dos corazones atravesados por una flecha y cuatro rayitas debajo - ¿ves? aquí es para poner su nombre: L-U-N-A.
Medio muerta de la risa, medio enternecida, le deseé suerte, mientras yo mentalmente me fui al pasado: ¿los tíos, que tanto miedo me daban con quince años, eran así? ¿Realmente existía una posibilidad de que tuvieran algo más que atracción por un buen culo y crueldad para todo lo demás? ¿tenían su lado sentimental? ¿Se escribían corazones en la mano? Menudo descubrimiento... ¡a mis 31!
Epílogo:
A la semana siguiente Javi estaba muy cabreado porque un tal Petter le tiraba los trastos a SU Vane y amenazó con partirle la cara. Una semana después, una vez espantado su competidor, dejó a la Vane. Tres días después empezó con María. Esta semana María le ha regalado una esclava de plata con su nombre grabado. Él planea comprarle un sello de oro "bien tocho" porque María le ha calado.
Iván sigue esperando el momento propicio para declararse a Luna.
18 comentarios:
Sólo puedo decir que El club de los poetas muertos tuvo mucha influencia en mi curso de octavo de Egb y nuestra relación con las del cole de monjas.
Alguna de ellas aún tendrá algún poema de alguno de mis amigos :P
oh-my-god
El tal Javi lo que tiene es un morro "masculino" que se lo pisa. Vaya pieza parece que va a ser "de mayor".
El tal Ivan a ver si se declara a la tal Luna y por lo menos sale de dudas, que el chaval parece preocupado y es mejor "saber" (si le dice que no, siempre puede poner otro nombre en el corazón o si no quiere a otra, lavarse las manos por higiene)
besukis!!
Qué lejos cae ya todo eso ... (y yo que me alegro!!)
Y la Vane y la Luna tendrán conversaciones parecidas o simétricas. No dirán que quieren una relación abierta, por supuesto, lo que no impedirá que se morreen con el primero que se les tire encima en una fiesta.
Jajajajajajajajaja!!!
Fantástico post Misia, me ha encantado, jajajajajaja...
Veo que aquello de "oyes, que mi amigo se gusta de ti" sigue existiendo... Genial.
Ana-ónima
Yo a los quince años, con mayor o menos éxito, procuraba tener la misma dignidad que procuro tener ahora.
Y, desde luego, no me pintarrajeaba con un bolígrafo.
A menos que lo requiriesen mis oscuros rituales de culto a despiadados dioses alienígenas, claro...
El caso es que QIERO MÁS... esto es mejor que la novela...
Buff, Misia, qué realismo en esos diálogos. Parece que estaba viendo una serie de instituto de esas que hoy ponen en la TV. No dudo que habrá buena gente entre la juventud de hoy, cómo no, pero esa forma de hablar tan pobre me deprime un poco. ¿Te pasa a tí?
Jo, y El Iván se queda mirando a la Luna (como los lobos)
¿Lo del sello es para calentarlo al rojo vivo y marcarse su nombre a fueho o e spara mandar cartas?
A mi lo que me descompone es el uso del artículo ante los nombres propios. En fin, que sí: que la adolescencia masculina es también una cosa muy dura. Palabrita.
Tako, ¿poemas de alguno de sus amigos? ¿y no suyos?
Sheena, Javi tiene una novia cada dos meses. Típico niño con grandes ojos que es el terror de las nenas. Apuesto que María no le dura más allá de febrero...
Missmole, puf, y que lo digas.
E. Martin, seguramente estés en lo cierto.
Ana-ónima, vaya. Y lo de "¿quieres rollo?" también.
Somófrates, es decir, que hacía bien teniendo miedo a los quinceañeros.
Ephedro, jiiji, culebrón en tres trimestres.
Juanra Diablo, sí, deprime un poco. Es que no se puede tener mucho vocabulario si en la vida has abierto un libro.
Capitán, más bien para dejar marcado al pobre al que le des un puñetazo.
Hans, y yo que no era consciente con quince de eso...
Tú no me engañas: eso es el resumen de un capítulo de Aida.
Yo salí con uno de esos, aunque creo que los tuyos son conejitos en comparación con el mío: mangante, trucador de coches... bueno, una lindeza. Un capullo de campeonato, y un chungazo de narices, pero luego tienen esas cosas, ellos son así.
El lado oscuro también tiene su cara amable... pero peligrosa ;)
Van Hessa, jajaja... ojalá.
Anonimilla, es que el lado oscuro tiene su atracción. Ese te daba para un chungo de tu vida, jijiji.
Si sólo puedo pedirle un deseo a Dios en esta vida... Señor, que mis hijos no salgan como estos pollos, favortelopido.
No, que cuando hablo de un chungo todos los demás se dan por aludidos. Quita, quita.
Anonimaker, son muy desastre... pero en el fondo, sobre todo Iván, son buenos chicos.
Anonimilla, jajajaja.
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