Últimamente los controles de seguridad del aeropuerto me tienen mosqueada. En el último año no he conseguido pasar el arco de seguridad sin que pite o sin que antes o después me intercepte un guardia de seguridad, me señale un tremendo fallo para la seguridad internacional ("¡llevas la gabardina puesta!") y me haga quitar medio vestuario y retroceder al punto de partida, como en el parchís. Lo peor es que cada vez van añadiendo normas y normas a los controles y cuando llegas no sabes qué nueva pijotada te vas a encontrar.
Me dirigí al control de seguridad del aeropuerto decidida. Esta vez sería la definitiva y pasaría el control sin que pitara y sin que me pararan. Ya no por la molestia, sino por amor propio. Cojo una bandeja de esas para acumular tus cosas y empiezo a recontar lo que debo dejar en ella:
- No puedes pasar el arco con bolsas: naturalmente. Ok, dejo el bolso.
- No puedes pasar el arco con cosas metálicas: examino mis brazos. Dejo una pulsera de metal y un anillo dudoso. No llevo reloj nunca, así que un problema menos. No llevo cinturón tampoco, ni cadenitas. Examino mis bolsillos. Un kleenex arrugado y nada más.
- No puedes pasar el arco con el abrigo puesto: me quito la gabardina y la dejo en la bandeja.
- No puedes pasar el arco con las botas puestas: miro mis zapatos. Triunfante, miro mis bailarinas moradas. Se supone que no me las tengo que quitar y no tendré que andar descalza (otra vez) por el aeropuerto. Yupi.
Respiro y camino hacia el arco. Dejo la maleta y la bandeja llena de cosas en la cinta del escáner. Paso por el arco... ¡y no pita!
¡Lo he conseguido! ¡He pasado sin problemas!
- Eh, tú. - tono chulesco. Un guardia de seguridad. A mí. A mí. Me desinflé como un globo pinchado. Había cantado victoria demasiado pronto - llevas una bufanda puesta. Te la tienes que quitar. O examínasela.
Yo estaba indignada, porque:
En primer lugar ¿en una bufanda se pueden esconder objetos terroristas?
En segundo lugar ¿"eh, tú"? ¿y chulo? nunca he entendido porqué algunos guardias de seguridad, por la simple razón de que hayan hecho un cutre cursillo y les hayan dado un cutre uniforme, se creen con derecho a sacar de paseo la chulería y la mala educación (chulería y mala educación que ya llevaban encima antes que el uniforme, claro... pero que se ven amplificados por efecto de tener el control de la situación).
Y en tercer lugar, ¡POR FAVOR, ESO NO ERA UNA BUFANDA, ERA UN FOULAR!
Desalentada, hice el gesto de quitármelo. Pero antes de que llevara mis manos al cuello para desenrollarlo, se había plantado delante de mí una guardia de seguridad regordeta y pequeñuja, a la que sacaba una cabeza y pico.
- No hace falta que te lo quites.
Sin darme opción, me echó los brazos al cuello, me dio un tirón que me dejó medio encorvada y empezó a palpar, por la parte de mi nuca, el dichoso foular.
- Espera, que me lo quito.
- No. - mientras seguía palpando el foular. En ese momento, sus manos se engancharon con mi pelo y me dio un tirón de la melena.
- Ay, ay, ay - si pensáis que paró, equivocados andáis. Dio otro tirón para soltarse del enredo, me acabó de palpar el foular y se fue.
Me quedé parada un segundo y mi mente se fue lejos.
Sicilia, 1938
No, tanto no.
Praga, 1999 (o algo así, no recuerdo en qué año fue). Una joven Misia... No., em... Una aún más joven que ahora Misia llegó al aeropuerto de Praga. Justo antes de salir a la calle, unos policías la seleccionan de entre todo el pasaje (a ella y a una pareja gay) para registrar su equipaje. Una especie de Danko Calor Rojo con gesto imperturbable e incapacidad de hablar otra cosa que no fuera checo se pone unos guantes de cuero negro.
La aún más joven que ahora Misia se acojona (aún más, en realidad).
Danko Calor Rojo abre la maleta, despliega toda la ropa de Misia y comienza a examinarla. Abre todos los botecitos del neceser. Incluso los recipientes de las lentillas. Pero lo mejor llega con el fondo de la maleta: la ropa interior. Danko coge con sus guantes de cuero negro cada una de las braguitas dobladas de Misia, las despliega... y las palpa. Una a una, minuciosamente, pa-pa-pa, golpecitos para asegurarse de que ahí sólo había braguita. Después se fue. Sin decirle adiós,ni nada. Hombre, que cuando te han tocado así la ropa interior, por lo menos esperas un "bye" (aunque, la verdad, fue de agradecer que no le diera por palpar la que llevaba puesta).
(Fin del viaje en el tiempo mental)
En fin, que lo que yo pensé en ese aeropuerto español el otro día es que yo, que después de que un policía checo me palpara las bragas con aire profesional pensé que lo había visto todo, me he dado cuenta de cuán grande es el mundo y cuántas son las opciones para fastidiarte en los controles de seguridad.
Me dirigí al control de seguridad del aeropuerto decidida. Esta vez sería la definitiva y pasaría el control sin que pitara y sin que me pararan. Ya no por la molestia, sino por amor propio. Cojo una bandeja de esas para acumular tus cosas y empiezo a recontar lo que debo dejar en ella:
- No puedes pasar el arco con bolsas: naturalmente. Ok, dejo el bolso.
- No puedes pasar el arco con cosas metálicas: examino mis brazos. Dejo una pulsera de metal y un anillo dudoso. No llevo reloj nunca, así que un problema menos. No llevo cinturón tampoco, ni cadenitas. Examino mis bolsillos. Un kleenex arrugado y nada más.
- No puedes pasar el arco con el abrigo puesto: me quito la gabardina y la dejo en la bandeja.
- No puedes pasar el arco con las botas puestas: miro mis zapatos. Triunfante, miro mis bailarinas moradas. Se supone que no me las tengo que quitar y no tendré que andar descalza (otra vez) por el aeropuerto. Yupi.
Respiro y camino hacia el arco. Dejo la maleta y la bandeja llena de cosas en la cinta del escáner. Paso por el arco... ¡y no pita!
¡Lo he conseguido! ¡He pasado sin problemas!
- Eh, tú. - tono chulesco. Un guardia de seguridad. A mí. A mí. Me desinflé como un globo pinchado. Había cantado victoria demasiado pronto - llevas una bufanda puesta. Te la tienes que quitar. O examínasela.
Yo estaba indignada, porque:
En primer lugar ¿en una bufanda se pueden esconder objetos terroristas?
En segundo lugar ¿"eh, tú"? ¿y chulo? nunca he entendido porqué algunos guardias de seguridad, por la simple razón de que hayan hecho un cutre cursillo y les hayan dado un cutre uniforme, se creen con derecho a sacar de paseo la chulería y la mala educación (chulería y mala educación que ya llevaban encima antes que el uniforme, claro... pero que se ven amplificados por efecto de tener el control de la situación).
Y en tercer lugar, ¡POR FAVOR, ESO NO ERA UNA BUFANDA, ERA UN FOULAR!
Desalentada, hice el gesto de quitármelo. Pero antes de que llevara mis manos al cuello para desenrollarlo, se había plantado delante de mí una guardia de seguridad regordeta y pequeñuja, a la que sacaba una cabeza y pico.
- No hace falta que te lo quites.
Sin darme opción, me echó los brazos al cuello, me dio un tirón que me dejó medio encorvada y empezó a palpar, por la parte de mi nuca, el dichoso foular.
- Espera, que me lo quito.
- No. - mientras seguía palpando el foular. En ese momento, sus manos se engancharon con mi pelo y me dio un tirón de la melena.
- Ay, ay, ay - si pensáis que paró, equivocados andáis. Dio otro tirón para soltarse del enredo, me acabó de palpar el foular y se fue.
Me quedé parada un segundo y mi mente se fue lejos.
Sicilia, 1938
No, tanto no.
Praga, 1999 (o algo así, no recuerdo en qué año fue). Una joven Misia... No., em... Una aún más joven que ahora Misia llegó al aeropuerto de Praga. Justo antes de salir a la calle, unos policías la seleccionan de entre todo el pasaje (a ella y a una pareja gay) para registrar su equipaje. Una especie de Danko Calor Rojo con gesto imperturbable e incapacidad de hablar otra cosa que no fuera checo se pone unos guantes de cuero negro.
La aún más joven que ahora Misia se acojona (aún más, en realidad).
Danko Calor Rojo abre la maleta, despliega toda la ropa de Misia y comienza a examinarla. Abre todos los botecitos del neceser. Incluso los recipientes de las lentillas. Pero lo mejor llega con el fondo de la maleta: la ropa interior. Danko coge con sus guantes de cuero negro cada una de las braguitas dobladas de Misia, las despliega... y las palpa. Una a una, minuciosamente, pa-pa-pa, golpecitos para asegurarse de que ahí sólo había braguita. Después se fue. Sin decirle adiós,ni nada. Hombre, que cuando te han tocado así la ropa interior, por lo menos esperas un "bye" (aunque, la verdad, fue de agradecer que no le diera por palpar la que llevaba puesta).
(Fin del viaje en el tiempo mental)
En fin, que lo que yo pensé en ese aeropuerto español el otro día es que yo, que después de que un policía checo me palpara las bragas con aire profesional pensé que lo había visto todo, me he dado cuenta de cuán grande es el mundo y cuántas son las opciones para fastidiarte en los controles de seguridad.
21 comentarios:
Uy tu eres de las mías!! pues si vas a Amsterdam andaté con ojo en el aeropuerto de Schiphol. Hay una negra ENOOORME que no sólo te cachea a la española sino que además te mete la mano por dentro del pantalón... Que yo pensé, "bueno Pal ya has tenido sexo suficiente por este mes!!"
Pues la verdad es que te entiendo a la perfección, siempre, siempre, siempre me cachean, aunque con el tiempo uno va desarrollando técnicas y borderías:
- Londres, como siempre, siempre, siempre me cachean buscar el policia que te guste y ponerte a la cola.
- Paris, como siempre me miran la maleta, hacer que cuando te sacan las cosas, te las vuelvan a colocar como estaban, diciéndole al "amable" policia que tu no las sacaste (Funciona y a la 2ª vez que te toca el mismo, no te abre la maleta)
- Roma: cuanto más pijo vayas vestido no te piden ni la tarjeta de embarque.Porque todos sabemos que los terroristas van vestidos como homeless.
- Pekin: siempre te va a cachear una china bajita que efectivamente como a Pal te mete mano por todas partes, porque una cosa es cachear y otra lo que ellas hacen. En estos casos solo cabe sonreir, porque desde que en el scanner me han encontrado una vez una llave inglesa, y otra vez el cacharro que suelta chispas del mechero roto y que se había quedado entre las costuras de la mochila, pues como que no puedo protestar.
Vamos, no me lo puedo creer. En mis foulards no caben metralletas. Pero más indignante es que lo confundan con una bufanda, jajajaja...
Menos mal que yo no frecuento aeropuertos, algo me dice que la cosa sería peor para mí que para ti.
Besotes.
Más que un bye lo que deberían decir es "disculpe"... te deshacen la maleta entera en un aeropuerto delante de toda la gente porque sí y hale, hazla de nuevo. Vale que a veces tengan que hacer comprobaciones por si acaso, mejor eso que arriesgar, pero qué menos que pedir disculpas a quien no tenían por qué haberle palpado las braguitas!!
A quién se le ocurre, Misia, andar paseando a Miss Braguitas...Si vieras teleMadrid sabrías que ahora ya no se usa la ropa interior... (Y que te lo tenga que decir yo, que soy de la aldea...)
jo! tú y tus braguitas! mira que el lunes lo comentamos y mira! ya vuelven a tener protagonismo!
Un beso desde Palma!!!!
Y respecto al control... en qué aeropuerto fue? porque en el aeropuerto de Palma creo que los arcos están normalmente rotos y los seguratas están muy concentrados mascando chicle.
Fdo: Quelitas
Lo cojonudo es que si un terrorista fanático de esos quisiera hacer una bien gorda en un avión, podría pasar todos los controles de seguridad sin ningún problema y al día siguiente, si lo hiciera en el aeropuerto apropiado, las consecuencias podrían ser a escala mundial.
No doy detalles pero debo decir que el potencial de algunas licenciaturas para emplear los conocimientos para el mal es extremadamente alto.
Por si quieres montar un numerito, y conocer tus derechos. Un guardia de seguridad no puede registrarte en España sin tu consentimiento previo. Así que puedes protestar y exigir que sea un funcionario del estado quien lo haga ( policía o guardia civil ) eso sí, mejor que vayas con mucho tiempo de sobra, porque si molestas a estos amables funcionarios pueden hacerte pasar mucho tiempo en el arco.
Siempre puedes ir al Duty Free, comprar el kit del perfecto psicópatta (que lo venden, que yo lo he visto) y matar a la tiparraca... Para la próxima, si eso.
Yo en los aeropuertos de Sevilla o Jerez paso por el arco como si viviera allí, vamos, que los de seguridad ni se molestan, criaturitas. Eso sí, en el de Barcelona, sea invierno o verano, lleve botas hasta la rodilla o alpartatas de esparto, el arco de seguridad se pasa descalza. Bonicos son ellos pa sus cosas!!
Besines.
Esto me ha recordado que Divine (mira, otro posible look para la fiesta ochentera), de cara a los registros aduaneros de maletas, lo último que metía en dichas maletas eran las tetas postizas para que fuera lo primero que vieran los agentes de la aduana al abrirlas.
Y, en otro orden, los Sex Pistols en esos registros mandaban primero a Sid Vicious para que -tras ver los calzoncillos del chaval- se les quitaran las ganas de molestar al resto del grupo.
No te conozco como para adaptar a tu caso estas dos soluciones, pero ahí quedan.
¡¡¡¡CONFUNDIR UN FOULARD CON UNA BUFANDA!!! atrocidad increíble... juas!
vaya viajecitos de estresados que te traes nena, jajaja
Pal, vaya, pues esa negra enorme en ocasiones se habrá encontrado sorpresitas...
I-Boy, algunas de esas técnicas molan, pero me falta prestancia. Y... ¡¿una llave inglesa?! Espero que todo vaya bien por Pekin. Besoos.
Inner girl, sí, me intriga qué pensaban encontrar en mi cuello.
Estrella, mi chico siempre dice que me comprueban a mí porque tengo una pinta sospechosamente inocente, jaja.
María Jesús, ¡pues no me he enterado de ese asunto! Pero vamos, sea lo que sea, no pienso seguir esa moda.
Quelitas, pues fue en Madrid, pero en la vuelta en Palma no te creas que se quedaron cortos.
Illuminatus, qué miedito me has dado. Intuyo que mi licenciatura no es de las peligrosas, a no ser que aceptemos como arma peligrosa los libros arrojados contra la cabeza.
Anónimo, lo había oído, pero después de conocer a algún cuerpo del estado, sé que se pueden poner muy puñeteros, jaja.
Pimkie, la tía no debió hacerlo a malas, pero iba con el piloto automático puesto y fue brusca. El kit podría ser interesante en determinados momentos, jiji.
Ana, yo lo de los zapatos no lo acabo de entender del todo. ¿Será que se ahorran pasta en abrillantador de suelos?
Ca_in, jajaja, no, me da que no puedo usar cualquiera de esas técnicas.
Txispas, ya ves. Qué hartura...
En el último viaje a Londres nos registraron al Hombre Malo y a mí, pero dejaron pasar a Efe y Sark. De lo que se deduce que a los londinenses les gusta palpar tipos corpulentos pero no intelectuales
Misia, yo iba triunfal con mis zapatitos ayer... y me los hicieron quitar sin dejarme pasar por el detector ni siquiera. También era una zorra hobbit, creo que es la especie.
Yo creo recordar que en los episodios de Barrio Sésamo ya dejaban claras muchas cosas, entre ellas que en un foular o en una braguita no cabe nada que no sea un cuello o... bueno, no sé si fue en Barrio Sésamo o donde fue, pero eso lo sabe todo el mundo, ahi nadie mete drogas ni bombas.
A mí nunca me han metido mano tan a saco como en Londres, poco después del 11-S.
Además me deshizo todo la ingeniería bolsil y encima me regañaba porque tardé mucho en recomponer el tetris para poder volver a meter todo lo que llevaba.
Como me gusta taaaanto volar, es la mejor manera de empezar un viaje,ay qué asquito de aeropuertos!!
EmeA, ¿y yo, que no entro en ninguno de los dos tipos mencionados?
Gato, son unas absurdas.
Juanra Diablo, ¡creo que estos guardias no llegaron a esa lección!
Bichejo, I-boy tiene una teoría acerca de lo de recolocar las cosas.
Misia, resumiendo: tu problema es que eres una de esas mujeres a las que a un gran porcentaje de la población apetece palparle la ropa interior y verla quitándose la ropa
Vamos, que estás buena
Eme, jajajajajaja, gracias por lo que me toca.
Jajajaja, es de lo peor de los trayectos en avión ...
Pero casi lo consigues!!
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