Hoy os traigo una colaboración especial surgida de una de las miles de conversaciones egipcio-veraniegas con MariCalpi, compañera de periplos vacacionales y de nazismo. Nazismo justificado, como vais a ver en su post. Enjoy!
¿Se puede? Hola, antes de comenzar, sólo decir que estoy algo nerviosa ante éste, mi desvirgue oficial en QaD (bueno, mi identidad secreta ya había escrito algo tiempo atrás, pero considerémoslo el equivalente a unos tímidos restriegues mientras bailas una lenta con quince años). El caso es que yo quería hablar sobre esa bestia indómita que es el españolito en ultramar (o el italianutti, pero de eso hablaré más tarde). Creo que nada ni nadie ha hecho tanto por romper la integridad de Ejpaña o la de mi cordura como los turistas.
Cuando salgo al extranjero me dan ganas de hacerme armenia, como bien, y de subirme a una torre con un kalashnikov muy cargado, como mal. Porque digo yo, ¿necesita este mundo otra foto más de un tío panzón y con chanclas haciendo ver que aguanta un obelisco, o imitando a Cleopatra? ¿Es absolutamente esencial informar a voz en cuello a tus compañeras de piscina que es la cuarta vez que visitas Egipto y que no vas a ir al templo de Kom Ombo ni muerta porque hace mucho calor (y, preguntas dentro de las preguntas ¿qué falta te hace repetir el mismo viaje cuatro veces? ¿no hay más países que ver? ¿y para quedarte en la piscina te gastas tanta pasta?)?
Bellezones con gilipollas al fondo.
Pongo ejemplos egipcios porque acabo de regresar de allí, pero he oído hablar en catalán en el lado incorrecto de un cartel de "no pasar" en la Acrópolis, y berrear en gallego sobre los atributos viriles del David de Miguel Ángel en Florencia. O declarar en un perfecto castellano la perentoria necesidad de encontrar un McDonalds en París ya que "los franceses no saben cocinar". En resumen, que no se nos puede sacar a mear.
Para muestra, una conversación a la que asistimos Be y servidora en el bazar Jordi del mercado de Khan el Khalili, en el Cairo. Este bazar está regentado por un egipcio (el "Jordi" del nombre) que vivió durante varios años en España. Tiene precios fijos –nada de regateo- y es un oasis de paz en el caos cairota, en el que te dan una bebida fresca a la entrada, los dependientes no son nada agresivos, y puedes disfrutar del aire acondicionado. Vamos, un lugar civilizado. Hasta que...
Turista nº1 (maniobrando a base de codos en una tienda atestada): ¡JORDI, JORDI, QUÉ LLENA TIENES HOY LA TIENDA! (como si supiera lo llena que está o deja de estar habitualmente o fuera amigo del tal Jordi desde párvulos).
Turista nº 2: (sosteniendo cualquier baratija, de un precio inferior a los 6 euros) ¡HAZNOS UN BUEN DESCUENTO, QUE TRABAJAMOS EN UN PERIÓDICO! ¡SOMOS DEL [insértese el nombre de la hoja parroquial de algún lugar de Deep Spain Nine] Y TE HAREMOS PUBLICIDAD!
Jordi (muy educadamente): Hombre, ya me han sacado en un montón de programas de televisión. El otro día estuvo aquí un equipo de la tele china.
Turista nº1 (imperturbable): OYE, QUE ES MUY BUENA PUBLICIDAD. A MI MUJER LE GUSTA ESTO (cogiendo el típico busto de Tutankhamon repujado de dorados made in China). REGÁLAMELO, QUE TE VOY A HACER UNA BUENA PUBLICIDAD.
Jordi: Bueno.
Turista nº2: OYE, JORDI, ¿TENÉIS MÁS COCA COLAS? ¿Y A MÍ, ME REGALAS ESTO?
Jordi: ...
Debo decir que el turista imbécil no es necesariamente patrimonio ibérico puro. El mastuerzo que casi mata a Be de un ataque al corazón al salir de un sarcófago en una tumba era irlandés, e italiana era la tipa que, ataviada con hotpants a ras de támpax, sombrero blanco de cowgirl y estilettos rojos, vimos pasearse por varios templos. Lo que ocurre es a ratos diríase que los 44 millones de habitantes de este cacho de Península vacacionan todos juntos y que están dispuestos a hablar muy alto para ocultar que no conocen ningún idioma (ni siquiera los suyos), a beber sangría y bailar Los Pajaritos en Kuala Lumpur o en Johannesburgo, y a tratar con una mezcla de prepotencia y familiaridad a cualquier persona de otra cultura.
Si de mí dependiera, si yo fuera presidenta, si yo mandara más que nadie, negaría el pasaporte a cualquiera incapaz de pasar un psicotécnico. Pero ése no es el tipo de medidas que arrasan en las urnas, así que buscaré mi consuelo en los clásicos. Y recordaré lo que ya dijo Horacio 2000 años atrás, posiblemente frente a algún turista de la Tarraconense o la Bética... Odi profanum vulgus. Y arceo.
Para muestra, una conversación a la que asistimos Be y servidora en el bazar Jordi del mercado de Khan el Khalili, en el Cairo. Este bazar está regentado por un egipcio (el "Jordi" del nombre) que vivió durante varios años en España. Tiene precios fijos –nada de regateo- y es un oasis de paz en el caos cairota, en el que te dan una bebida fresca a la entrada, los dependientes no son nada agresivos, y puedes disfrutar del aire acondicionado. Vamos, un lugar civilizado. Hasta que...
Turista nº1 (maniobrando a base de codos en una tienda atestada): ¡JORDI, JORDI, QUÉ LLENA TIENES HOY LA TIENDA! (como si supiera lo llena que está o deja de estar habitualmente o fuera amigo del tal Jordi desde párvulos).
Turista nº 2: (sosteniendo cualquier baratija, de un precio inferior a los 6 euros) ¡HAZNOS UN BUEN DESCUENTO, QUE TRABAJAMOS EN UN PERIÓDICO! ¡SOMOS DEL [insértese el nombre de la hoja parroquial de algún lugar de Deep Spain Nine] Y TE HAREMOS PUBLICIDAD!
Jordi (muy educadamente): Hombre, ya me han sacado en un montón de programas de televisión. El otro día estuvo aquí un equipo de la tele china.
Turista nº1 (imperturbable): OYE, QUE ES MUY BUENA PUBLICIDAD. A MI MUJER LE GUSTA ESTO (cogiendo el típico busto de Tutankhamon repujado de dorados made in China). REGÁLAMELO, QUE TE VOY A HACER UNA BUENA PUBLICIDAD.
Jordi: Bueno.
Turista nº2: OYE, JORDI, ¿TENÉIS MÁS COCA COLAS? ¿Y A MÍ, ME REGALAS ESTO?
Jordi: ...
Debo decir que el turista imbécil no es necesariamente patrimonio ibérico puro. El mastuerzo que casi mata a Be de un ataque al corazón al salir de un sarcófago en una tumba era irlandés, e italiana era la tipa que, ataviada con hotpants a ras de támpax, sombrero blanco de cowgirl y estilettos rojos, vimos pasearse por varios templos. Lo que ocurre es a ratos diríase que los 44 millones de habitantes de este cacho de Península vacacionan todos juntos y que están dispuestos a hablar muy alto para ocultar que no conocen ningún idioma (ni siquiera los suyos), a beber sangría y bailar Los Pajaritos en Kuala Lumpur o en Johannesburgo, y a tratar con una mezcla de prepotencia y familiaridad a cualquier persona de otra cultura.
Si de mí dependiera, si yo fuera presidenta, si yo mandara más que nadie, negaría el pasaporte a cualquiera incapaz de pasar un psicotécnico. Pero ése no es el tipo de medidas que arrasan en las urnas, así que buscaré mi consuelo en los clásicos. Y recordaré lo que ya dijo Horacio 2000 años atrás, posiblemente frente a algún turista de la Tarraconense o la Bética... Odi profanum vulgus. Y arceo.
16 comentarios:
MariCalpi!! No tienes blog??? Porque apuntas maneras!! Lo que me he reído con este post invitado xD.
Queremos más! MariCalpi for president xDDD
Ahora en serio... buenísimo...
He sido recepcionista de hotel unos años y sé bien de qué tipo de gente hablas; nunca he entendido cómo se puede ir a otro lugar a "visitarlo" y luego hacer exactamente lo mismo que harías en tu casa si te quedaras allí, o cómo se quejan de que la comida no es lo mismo de siempre, que la gente no es igual, o cómo pueden no querer ir a ver nada y pasar el rato comprando o en el cine.
Entiendo que cada uno tiene derecho a hacer lo que le plazca siempre que se tome en consideración a los demás; el problema es que estos se olvidan de ello demasiadas veces, y encima se creen con todo el derecho a hacer cualquier burrada, porque "han pagado mucho dinero", si sólo fueran españoles...habría que hacer un folleto en plan irónico para esta clase de turistas orgullosos de serlo o que en los hoteles les dieran un cursillo de Civismo Básico y Urbanidad Elemental, a ver si lo captaban.
Esta es una discusion que hace muuuucho que mantenemos verano tras verano mi marido y yo:
Segun mi marido los mas voceras, gritones e insoportables turistas del mundo mundial son los italianos a muchos puntos por delante de los españoles, que somos los segundos.
Segun mi punto de vista estamos irremisiblemente empatados con ellos.
(Y muchas veces pienso que les ganamos por goleada, sigh....).
Los viajes de este año me mantienen en mi postura de igualdad italo-española en nuestro catetismo legendario.
Eso si. Nos ganan en una cosa: Sus adolescentes/mujeres jovenes visten aun con mas emputecimiento que las nuestras. Lo suyo es de mirarselo.
me encantan los posts nazis!
Buenísimo!!!
Parecer una eficiente trabajadora mientras te descojonas es MUY difici.
Lo de los "hotpants a ras de támpax" me ha matao!!!
Yo creo que es más una cuestión de "ruido" que de número. Turistas Catetos los hay de cualquier nacionalidad y me imagino que en igual proporción, lo que pasa es que a los ejpañoles se nos oye más :P
Maricalpi...a mí, esto de los desvirgamientos blogueros en horario infantil me saca los colores XD .
Por cierto, coincido con Biónica. Deberías crearte tu blog!! :)
Me ha encantado todo o casi. Desde la referencia Deep Spain Nine (¿de dónde has sacado eso?) a lo de los hotpants.
Lo de las fotos es algo a lo que le tengo alergia. Ir a cualquier lado y sacar mil fotos me parece una cosa compulsiva más bien ridícula: en internet las hay a patadas y probablemente mejores (profesionales) que las que pueda hacer un mastuerzo por mucho que se gaste en la cámara.
Lo de los españoles como bottomline del turismo, pues no sé, cuando tienen menos de 20 años, casi seguro pero más mayores tampoco los he visto tan malos, por lo menos en mis viajes propios. Eso si, en Florencia, en el primer día que pasaba allí, lo primero que me pasa en la Piazza della signoria es que una pareja de españoles me pide que les saque una foto.
Por otra parte, a los franceses también es como para darles de comer aparte en el tema de los idiomas. En Dublín me encontré, al poco de salir de casa de mi sobrino, en las cercanías de Christchurch, una pareja con dos hijas que querían ir a Temple Bar y no tenían ni puta idea de nada que no fuera francés. Como para indicarles cómo llegar con señas...
En primer lugar, es para mí un motivo de honda satisfacción (como dice aquél cada Navidad) que os haya gustado el post.
Así, en general, mi identidad secreta (sólo marginalmente más secreta que la de Superman) tiene ya un blog, en lengua mordoriana (catalán) y sobre gastronomía. Estómagos aguerridos, pásense por http://www.baixagastronomia.cat
Dicho lo cual, como justo hace un par de días acabo de ser correspondida con un viaje al INEM, creo que ya va siendo hora de que abra un chiringuito en castellano. En breve os paso más detalles, pero espero veros por allí.
Y nada, en general deciros que lo de los hotpants es que asustaba, que lo de Deep Spain Nine está anarroseado de un amigo mío (cosa que os da una idea del nivel de friquismo en el que me muevo) y que los turistas, en general, suelen ser como la gente normal, pero más aún. Es decir, poco convenientes.
Besos mil a todos.
Segun dicen, el peor turista del mundo es el Frances... tacaño, proteston y borde hasta el punto del encaramiento. Pero la idiosincrasia del turista español tambien es de aupa y duele. Yo sin ir mas lejos, el tour del Teatro de la Opera de Viena me lo hice en ingles por no tener que soportar a los que hacian cola para el español.
Españoles tambien eran los quetras admirarse de la falta de barreras en las bocas de metro de Budapest, procedian a no pagar el billete jamas de los jamases (billete cuyo importe era como un quinto de el de Madrid).
Comentario oido en un autobus de vuelta al aeropuerto de Puerto Plata tras pasarme dos semanas viviendo con amigos dominicanos:
"Pues no sabes que ganas de volver... aqui no saben hacer una paella. La del hotel era mala, pero la de un restaurante al que fuimos ya era de pena... eso si, al menos la tortilla de patatas era pasable"
Supongo que el problema no es de qué país se es, sino como eres de educada. Porque tener dinero para un viaje no lleva de serie el comportamiento...He visto ingleses insufribles, franceses prepotentes e impresentables, portugueses palurdos hasta la náusea...En fin, que en todas partes cuecen habas.
Yo también sería nazi. Repite, porfa, para saber que hay sensaciones más completas que un roce quinceañero.
Coincido totalmente.
En la Opera de Viena, tuve que ayudar a que a la dependienta de la tienda de souvenirs no le diera un colapso y se le salieran los ojos de las órbitas ( a evitar que se dejara las uñas arañando la madera del mostrador para no sacarle los ojos a la turista española, no llegue) tras intentar infructuosamente hacerle entender a la buena señora que por mucho que gritara en español..ella no le entendia.
- A QUE HO RA ES EL TOU?
- At three o ´clock at the other door of the Opera.
- ¡ O CLOCK???????
_ Yes madam,
- PERO A QUÉ O CLOCK?? ¿ AQUI? O ALLÍ QUE NO TE EXPLICAS MAJA!!!!
hice mi buena labor del día y mandé a la señora de vuelta al hotel diciendole que no habia visita guiada. La dependienta me regaló unos delantales en agradecimiento. :)
Según el estudio que vi hace poco en una noticia de Yahoo, y que rescato ahora gracias a San Google, los mejores turistas son los japoneses, seguidos de alemanes y británicos y los peores son los chinos, seguidos de indios y franceses.
El link a la noticia de Yahoo
Pero con estudio estadístico o sin él, mi experiencia personal es que no se nos puede sacar de casa.
No puedo estar más de acuerdo.
Y bienvenida y quédate a dormir, ¡ah, no, eso no tengo que decirlo yo! :-)
Por cierto, que acabo de acordarme, en la web de Forges (http://www.forges.com/#/home/) lleva el par de semanas colgando viñetas viejas de Españoles "guiris" que, como siempre, son impagables.
Como ejemplo la de hoy:
"¡El Everest...! ¡A qué es impresionante!"
"...donde esté un lomo embuchado..."
"ahí" x 3
Salud y eso.
Ay, MariCalpi, maremevadedeu ya has visto lo que une una buena crítica turristonómica. Nos has hecho sacar el nazi que hay en nosotros y que denuesta a la primera de cambio al inculto o maleducado. Alguna vez nos veremos del otro lado (bajad las puntas de vuestras narices, queridos lectores) y alguien nos odiará. Pero de eso está el mundo lleno.
Cuando vivía en Barnacity, lo que más odiaba de los turistas era su paso leeeeento, leeeento. En Salmorejóliwood no pasa.
Ah y un salmorejo, ¿lo sabes hacer?
Pues nunca me he visto en el trance de hacer salmorejo, pero cualquier día me pongo...
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