¿Conocéis esa sensación de conocer a una persona a la que no has visto en la vida? A veces me pasa cuando una amiga me habla durante mucho tiempo de alguien (tipo "pues mi amiga menganita, la del pueblo, de toda la vida, cree que..."). Me pasa cuando llevo tiempo leyendo ciertos blogs personales, a veces acaba invadiéndome una extraña sensación de familiaridad al leer lo que una persona cuenta sobre sí misma. Es una sensación rara porque conoces-no conoces a alguien (y ya todo se hace más raro si luego te encuentras con ese alguien cara a cara: sabes cosas más o menos filtradas de su vida, de su forma de pensar e intuyes rasgos de su personalidad (y viceversa), pero a la vez no puedes decir que le conozcas exactamente... y sí, es raro pero apasionante. Será que siempre he tenido una suerte tremenda con la gente a la que he conocido a través del blog).
Pues bien, últimamente tengo una de esas sensaciones de familiaridad, pero impuesta y muy molesta. Tengo un blog a gritos que me entra por la ventana, desde la obra que están construyendo justo detrás de mi casa. No son los mismos obreros que contemplaron mi escena en la ducha (los cambiaron al acabar la estructura de la casa) son otros mucho más ruidosos. Y no me refiero a que sus tareas hagan más ruido (deben andar parejos) sino a que ellos hacen más ruido. El menor de mis males es cuando ponen Radio Olé a toda galleta. Mucho más molesto es su método de comunicación: a grito limpio. Sobre todo uno, Joooose.
Joooooose se llama realmente Antonio, pero se ha quedado en casa como "Jooooose" porque cada vez que abre la boca es para llamar al Jose real a gritos y pedirle cosas.
- JoooOOOooose, ciérrame el agua.
- JoooOOoooose, súbeme la arena.
- JoooOOOooose, que este fin de semana me voy a Villa Morderuelo de Abajo y...
Muchos de los obreros de esta obra gritan. Pero Joooooose se distingue por tres características:
- Tener unos pulmones prodigiosos. Su volumen trasciende los cuatro pisos de altura, mi patio, mis ventanas y cualquier barrera física impuesta en un kilómetro a la redonda.
- Su tono. No sé que tiene, pero su voz se te mete en los oídos como si fuera un grito de una Banshee desatada, pero en tío.
- Lo pesado que es. Cada cinco minutos está llamando a Jose y pidiéndole cosas a voz en grito. Si yo fuera Jose, ya le habría insertado la paleta hasta la glotis para que se callara.
Así que estoy deseando que acabe la obra, ya no tanto para que cesen los golpes, chirridos, suciedad y demás inconvenientes relacionados con una obra, (que también) sino porque estoy deseando librarme de Jooooose, de Jose y de sus gritos. No quiero enterarme de si necesitan masilla o de si se van a tomar unas cañas después de currar. Que para eso prefiero leer blogs, que son mucho más entretenidos y mucho menos estridentes.
(Pero mientras escribo esto observo por la ventana a Joooose, silbando mientras pone escayola subido en un andamio, miro el estado de la obra y asumo que me quedan unos cuantos meses de aguantarle. Porca miseria).
Pues bien, últimamente tengo una de esas sensaciones de familiaridad, pero impuesta y muy molesta. Tengo un blog a gritos que me entra por la ventana, desde la obra que están construyendo justo detrás de mi casa. No son los mismos obreros que contemplaron mi escena en la ducha (los cambiaron al acabar la estructura de la casa) son otros mucho más ruidosos. Y no me refiero a que sus tareas hagan más ruido (deben andar parejos) sino a que ellos hacen más ruido. El menor de mis males es cuando ponen Radio Olé a toda galleta. Mucho más molesto es su método de comunicación: a grito limpio. Sobre todo uno, Joooose.
Joooooose se llama realmente Antonio, pero se ha quedado en casa como "Jooooose" porque cada vez que abre la boca es para llamar al Jose real a gritos y pedirle cosas.
- JoooOOOooose, ciérrame el agua.
- JoooOOoooose, súbeme la arena.
- JoooOOOooose, que este fin de semana me voy a Villa Morderuelo de Abajo y...
Muchos de los obreros de esta obra gritan. Pero Joooooose se distingue por tres características:
- Tener unos pulmones prodigiosos. Su volumen trasciende los cuatro pisos de altura, mi patio, mis ventanas y cualquier barrera física impuesta en un kilómetro a la redonda.
- Su tono. No sé que tiene, pero su voz se te mete en los oídos como si fuera un grito de una Banshee desatada, pero en tío.
- Lo pesado que es. Cada cinco minutos está llamando a Jose y pidiéndole cosas a voz en grito. Si yo fuera Jose, ya le habría insertado la paleta hasta la glotis para que se callara.
Así que estoy deseando que acabe la obra, ya no tanto para que cesen los golpes, chirridos, suciedad y demás inconvenientes relacionados con una obra, (que también) sino porque estoy deseando librarme de Jooooose, de Jose y de sus gritos. No quiero enterarme de si necesitan masilla o de si se van a tomar unas cañas después de currar. Que para eso prefiero leer blogs, que son mucho más entretenidos y mucho menos estridentes.
(Pero mientras escribo esto observo por la ventana a Joooose, silbando mientras pone escayola subido en un andamio, miro el estado de la obra y asumo que me quedan unos cuantos meses de aguantarle. Porca miseria).
13 comentarios:
Cuidado, que seguro que "Jose" tiene un blog en el que cuenta como le gusta perturbar la moral y las costumbres con sutiles tácticas de guerrilla psicológica...
¡Y capaz que lo leemos y nos gusta!
Sus poderes van más allá. Cuando cierras las ventanas del ala este y te vas a escribir al ala oeste, el "joseeeeeEEEeee" rebota en el edificio de enfrente.
El plan es aprender a imitar a Antonio y hacerle luz de gas al verdadero Jose.
Curiosamente, mi palabra de verificación es "Luisa".
Yo le diría... no sé que le diría, pero alguna burrada en uno de los gritos, seguro... o éso, o repito la escena de la ducha, para que se quede pasmado.
Cable de alta tensión. Andamio metálico. Todo tiene solución.
Me siento identificada con el primer párrafo del post, porque es lo que me pasa a mí con vosotras...
Yo no tengo obreros cerca, tengo a la vecina histérica y a su hijo macarra pre-adolescente. Sus horarios de bronca diaria son a partir de las 23h, y los domingos hacia las 9 AM.
Los temas, recurrentes, por la noche "apaga la puta tele y vete a dormir ya!" y los domingos "levántate de una vez y pónte a estudiar, so vago!".
País, que diría Forges...
Ana-ónima
Odio los gritos y a la gente gritona, no puedo con ellos...
Tengo la "inmensa suerte" de tener dos pisos más arribas a cuatro vecinos "adorables" que no sólo nos deleitan con su música a todas horas (si al menos tuvieran buen gusto...) sino que además nos hacen partícipes de todas sus vicisitudes diarias...you would love them!!!
Piensa que al menos, Jose tiene un horario y te libras a ratos de él!!!
Hay una solución pero es un poco drástica. Claro que la de Illuminatus mola más y es más espectacular ;)
http://es.wikipedia.org/wiki/Heckler_&_Koch_PSG-1
Reza para que haga buen tiempo y no se eternice la obra...
Por cierto, que a mí también me pasa eso de conocer-no conocer a la gente de los blogs, es como si ya os conociera a todas ^^ (bueno, a tí y a Be xD). Y en días ploffs como hoy viene muy bien poder quedarse a dormir por aquí, en serio.
Besitos silenciosos
Javi, pues a ver si le da la dirección de su blog al otro y así nos ahorramos los gritos, jeje.
Anómalo, a ver si conseguimos que enloquezca o por lo menos que se agote subiendo sacos de arena al cuarto piso y que en venganza de un guantazo a Antonio.
Gato, ¡no más escenas de ducha! que como dijiste cuando viste la distancia, me vieron hasta los lunares. Y este, capaz es de vocearlos hasta el infinito y más allá.
Illuminatus, qué expeditivo. Me gustaaa.
Ana-ónima, y no lo explicité, pero también me pasa con los comentaristas. Esto es como una mesa camilla digital y mola :) Lo de tus vecinos es un asco, yo al menos tengo la esperanza de que en un año estén fuera.
Bichejo, ¡aaaaggghhh, moriría con vecinos así! hace años tuve al lado a los reyes de la salsa y me provocaron un instinto asesino peculiar...
Vida DosPuntoCero, otro expeditivo. Con este método sería muy fácil que me atraparan. ¿No vale con un ladrillazo? no creo que grissom viniera a investigarlo.
Grainne, ¡ey, gracias! bueno, espero que tus días posteriores hayan mejorado ;)
Ay! A ver si esto va aser el comienzo de una bonita amistad con Joooossseeeeee!!!!!! lo mismo solo busca llamar la atención el pobre (y desde luego que lo consigue a gritos)
Cómo si no fueran poco molestas ya las obras de por sí ...
Suerte que ya dentro de nada refresca y podemos cerrar las ventanas y aislarnos un poquito,jeje.
Desventajas de leer post como éste en el trabajo: se me escapa la risa floja y es dificil aparentar que estoy revisando un recurso de apelación.
Me parto...
Idoia, Joooose va a conseguir que Jose le odie, que siempre le llama para pedirle cosas, jiji.
Missmole, menos mal, pero con ventanas cerradas y todo se oye al dichoso señor.
Nadie, me alegro ;)
Publicar un comentario