El viernes di mi última clase a mis señoras. A las mismas de los árboles y las piedras. Y, como no, la última clase fue también de traca. Como excursión de final de curso nos fuimos a Alcalá y se juntaron varios factores en las mismas coordenadas espacio-temporales. A saber:
- La fachada de la Universidad de Alcalá.
- Un acto oficial en la universidad. Por tanto, personalidades: Espe y Leguina.
- Estudiantes.
- Nervios de Misia porque esa tarde a las cuatro tenía el examen de la oposición.
- Señoras.
- Un cerdo.
Con esta mezcla, y mis señoras por medio... ¿cómo podía pretender que la visita fuera tranquila?
- La fachada de la Universidad de Alcalá.
- Un acto oficial en la universidad. Por tanto, personalidades: Espe y Leguina.
- Estudiantes.
- Nervios de Misia porque esa tarde a las cuatro tenía el examen de la oposición.
- Señoras.
- Un cerdo.
Con esta mezcla, y mis señoras por medio... ¿cómo podía pretender que la visita fuera tranquila?
Este es el escenario de la tragedia. Por esa puerta salieron los principales protagonistas de esta historia.
Después de ver el interior del Colegio de San Ildefonso, nos dispusimos a ver la fachada.
- Señora 1: Niña, me han dicho que en la fachada hay que ver algo... algo así como la rana de Salamanca, aquí también hay que buscar algo.
- Misia: bueno, sí, se supone que lo que hay que buscar es un cerdo- ya tenía que haber previsto yo que no debía haber dicho eso.
- Señora 1: ¡Un cerdo! ¿Y donde está? ¡Chicas, en la pared hay un cerdo, buscadlo!
Acto seguido, dieciséis señoras se pusieron a mirar por la fachada, a señalar y a reir y a gritarse, con lo que sólo se oía un gran barullo, donde sólo se distinguía de vez en cuando la palabra "cerdo".
- Señora 2: ¿pero dónde está el cerdo?
- Señora 3: ahí, ahí, ¿no lo ves? ah, no, que eso no es un cerdo, es una paloma.
- Señora 4: que no llevo las gafas y no veo el cerdo dichoso.
- Señora 5: que sí, que yo lo vi la última vez que estuve aquí y estaba más o menos por aquí... cerca de la tercera columna... ¿dónde estará el cochinillo?
- Señora 1: oye, chaval - y coge por banda a un par de estudiantes incautos que pasaban por allí- ¿tú sabes dónde está el cerdo?
- Estudiante: Ni idea, señora. ¿Hay un cerdo?
- Señora 1: sí, sí, está por aquí, arriba.
Y se unieron dos estudiantes al grupo. Y después dos más. Y después tres más. Al final, había unas veinticinco personas, todas mirando la fachada y buscando hocicos cerdiles.
Fue entonces cuando comenzaron a salir las autoridades del acto que había dentro de la universidad. Primero, Espe:
- Señoras: Espe, Espe ¡ESPEEEEE!
- Espe: eh, hola, ¿que tal están?, me marcho, adiós.
- Señoras: que maja, mírala, si hasta nos saluda. A ver quien sale ahora...
- Señora 3: ¡Lo he encontrado! ¡HE ENCONTRADO EL CERDO! ¿lo veis? ¡EL CERDO, EL CERDO!- ella seguía en busca del guarro perdido.
Y... ¿quién salía por la puerta? LEGUINA. Un sudor frío comenzó a recorrerme la espalda, porque claro, Leguina miró. Y quizás pensó que lo de cerdo iba por él.
- Señora 3: uy, niña, ¿se habrá pensado que lo de cerdo iba por él?
Yo, yo... no pude contestar. Ante mis ojos habían pasado imágenes y preguntas muy rápidas, así que estaba petrificada intentando controlar el pánico, intentando razonar:
- Si llamas a Leguina "cerdo", aunque sea sin intención... ¿la policía te lleva a la cárcel?
- Si llevan a la señora a la cárcel, tendría que acompañarla, es mi alumna, por tanto mi responsabilidad.
- O ¿quizás la policía me encuentre responsable del ataque verbal de una señora senil y como responsable la que irá a la cárcel seré yo?
- en todo caso, de esta acabo en la cárcel. AAAGGGHH, LA OPOSICIÓN, ¡no voy a poder ir al examen!
- Dios, no he estudiado, pero tengo que presentarme a la oposición de alguna manera, porque no hacer el examen es malo, pero lo peor de todo es... ¿CÓMO LE EXPLICO YO A MI MADRE QUE NO HE PODIDO HACER LA OPOSICIÓN PORQUE ESTOY EN LA CÁRCEL PORQUE UNA SEÑORA LLAMÓ CERDO A LEGUINA!
Bueno, Leguina miró... y se fue. Un alivio me recorrió y ya no me importó que otros dos señores que pasaban por allí se sintieran aludidos con lo de cerdo. Por llamar a un señor normal cerdo no te llevan a la cárcel, ¿no?
5 comentarios:
No, sólo si es Bono y lo dices en actitud vociferante.
el motivo de mi post es desearos a todas suerte y, para las que hayan estudiado, también justicia, que a veces en estos examenes aprobar es un misterio. Por otro lado, pese a que tampoco me afecta demasiado ahora, también me gustaría promover algún tipo de queja respecto a que los exámenes sean en junio ¿es necesario?¿no sería mejor hacerlos, por ejemplo, en noviembre, en febrero o en marzo. Hace frío, es de noche, no apetece tanto salir...
¿Y si tratas de señor a un cerdo, qué te hacen?
Gracias ,mil gracias santa Antonita!!
Tras 8 horas de interpretaciones ante un panel de senores-interpretes ( son como osos polares de frios ...Su mirada no tiene nombre, te hiela por fuera y por dentro) de la EU... me han cogido tanto para las directas como para la retour hacia ingles.
Santa Antonita, te voy a poner velitas, te lo prometo!! Miles de velitas ; )
Publicar un comentario