MANAZAS

Yo, Be, me he cargado la plantilla milenaria de QaD por torpe y con un solo clic. Me autoflagelo ante mis copropietarias y me comprometo a dejarla lo más parecida posible, si no mejor. ¡Palabra!

viernes, noviembre 30, 2007

It’s back

Ayer al ir a trabajar me encontré con el siguiente espectáculo:


La supermierda de árbol de Navidad (pero MI supermierda de árbol de Navidad) de vuelta en casa. Por la noche ya estaba instalado del todo.

Y yo no sé si alegrarme… o morirme de rabia. Qué gran oportunidad perdida de tener un árbol precioso.

Por cierto, a quien nos lee en el Ayuntamiento: mi Amó vio hace unas semanas una rata (puaaaaaaajpuaaaaaaaajpuaaaaaaaaaj) bajando por mi calle dirección Castellana. Ya que Alberto (su jefe) tiene contactos dentro del colectivo, ¿podría usted asegurarse de que se mantengan todas alejadas de mi portal?

Gracias (lo quiero por escrito).

miércoles, noviembre 28, 2007

Agudeza visual

Hay que buscar las siete diferencias.

HACE DOS SEMANAS:

AYER:

Soluciones:

1. Hace dos semanas hacía sol y ayer no.

2. Hace dos semanas a la fotógrafa no le dolía la espalda y ayer sí.

3. Hace dos semanas el semáforo estaba en verde para los coches y ayer para los peatones.

4. Hace dos semanas parecía haber más tráfico que ayer.

5. Hace dos semanas no había una moto aparcada entre el árbol y la cabina y ayer sí.

6. Hace dos semanas había reflejos de colorines por la acera y ayer no.

7. Hace dos semanas había un enorme cono multicolor en medio de la plaza... ¡y ayer no!

Conclusión: ¡Me han robado el árbol! ¡Ladrones!

...Vale, era un cutreárbol, pero ¡¡¡ERA MI CUTREÁRBOL!!! ...Había empezado a cogerle cariño... El pobre era muy feo, pero llenaba el suelo de luces de colores cuando tenía el sol detrás... y yo las atravesaba cada día al ir a trabajar...

No, Be, tranquila. No han podido robarlo así como así, ¡era un bicho enorme! Y lo más importante: ¡era un espanto! ¡El horror! ¡La hez de la hez de los árboles de Navidad! ¿¡Para qué lo iban a querer!?

No, tiene que haber una explicación lógica. Posibilidades:

a. La Navidad cada año empieza antes… pues lógicamente terminará antes. Tan antes tan antes que ni me he enterado.

b. El dios del buen gusto me ha castigado por ceder a los encantos de las luces en la acera. ¡Pero es que era como de cuento! ¡En serio!

c. Alberto lee este blog. O a lo mejor Ella.... la Presi (con el tiempo que llevo sin encontrármela en ningún sarao, ¡y yo que pensaba que después de la mudanza me había escapado de su influencia!).

En fin, al que sea de los dos que haya sido, gracias. ¡¡¡Pero no os olvidéis de ponernos algo superchupi en la plaza para Navidad!!!

(Qué culpabilidad, si no)

martes, noviembre 27, 2007

Codeína forever

Cuando escribí el post anterior, tan lleno de futbolistas, sufría un pequeño dolor de espalda. Unas horas después, el dolor no me dejaba reírme, hipar… ni casi respirar. Para el viernes no podía ni levantarme de la cama. Era como una punzada entre las costillas justo por debajo del omóplato que me atravesaba el costado izquierdo como si tuviera clavado un picahielos o algo así.

Y me fui a urgencias. Allí me hicieron un par de radiografías y un médico muy amable y con cara de listo (pero menos mono que Zidane) me diagnosticó una nosequé intercostal y me recetó unas pastillas con codeína que deberían quitarme el dolor. Pastillas que tengo que tomar durante una semana. Chupi.

Después me fui a comer con mi madre, y me tomé dos pastillas mágicas y tres copas de vino acompañando a los (gordísimos) berberechos a la plancha, la parrillada de verduras y el solomillo de corzo. Y así me fui a trabajar, que mi jefa estaba enferma con un trancazo monumental y yo no podía faltar también. Al menos no me dolía... Eso sí, Parker se tuvo que leer todos mis guiones antes del programa “por si acaso”.

Durante el fin de semana seguí fastidiada, pero llevándolo lo mejor posible gracias a las drogas. A mi amó eso de la nosequé intercostal le sonaba un poco a chino y decidió echar un vistazo a la wikipedia a ver que tal. Y así descubrimos que es una dolencia bastante común en algunos tipos de cáncer, diabetes o mujeres embarazadas. Chupi otra vez.

En fin, que aunque mi deporte favorito es el patinaje sobre hielo por la tele y la única gimnasia que hago con regularidad son mis ejercicios de suelo pélvico, he empezado a asumir que algo habrá que hacer.

El viernes tengo cita con el traumatólogo, pero mientras tanto me he puesto a buscar información. Hay una tabla de ejercicios/estiramientos para hacer en el trabajo… a ver si convenzo a Parker y a la jefa de ponernos las tres a hacer el mono en mitad de la redacción. También he encontrado un croquis sobre cómo sentarse correctamente delante del ordenador, vean:

PEGAS:
-Mi silla no tiene brazos.
-El respaldo es del tipo de las sillas de director de cine.
-La altura de la pantalla de mi ordenador no se puede modular.
-Los reposapies son una leyenda urbana.

Voy a convocar una mani delante de RRHH con el lema "¡CODEÍNA PARA TODOS!".

jueves, noviembre 22, 2007

El día que vi de casi cerca al hombre más guapo del mundo

(después de mi novio)

Ya perdonarán la ausencia prolongada, que estamos a jueves y aquí no se actualiza desde el viernes pasado, pero es que Misia se ha mudado y yo he estado de viaje. Uno de esos viajes tan molones de perriodistas en los que te tratan muy bien y te dan de comer mejor aún. Esta vez, camino a Al-Andalus, a ver un partido benéfico que enfrentaba a los Amigos de Zidane con los Amigos de Ronaldo.

Adivinen cual de los dos da título al post.

Efectivamente. El objetivo del viaje relámpago era, basta ya de disimulos, sacarse una foto con Zidane.

Cosa que no conseguí, porque sólo estuve con él en la rueda de prensa (a tres o cuatro metros… y he de decir que además de ser un hombre guapo como para morirse, tiene cara de buen tío y de ser inteligente). No se pasó por el cóctel del palco vip ni vino luego a cenar.

Sí que vinieron Karembeu, Aitor Ocio, Fernando Sanz, Paco Bullo, un montón de futbolistas que no conozco, Sergio García y Miguel Ángel Muñoz el de UPA Dance. Y Ronaldo.

Allí me di cuenta de que hombres y mujeres somos diferentes y de que los tíos son MUY obsesivos:

Yo: ¡Ronaldo tiene pelo!
Tíos: ¡Está gordo!
Yo: ¡Jo, qué raro está con pelo!
Tíos: ¡Está gordísimo!
Yo: Es que el pelo le crece como a lo afro…
Tíos: ¡Mira mira mira! ¡Va directo a por las patatas!
Yo: ¿Habéis visto qué chupa de cuero más chula lleva?
Tíos: ¡Hala! ¡Tiene muchísima hambre!
Yo: Ya se va… ¡Ese pantalón le marca el culo mogollón!
Tíos: ¡Mira! Se lleva un Häagen Dazs…

En fin. Y luego nos invitaron a ir de copas con los brasileños (a los que mi Amó llama “los primos gorrones de Ronaldo”). Yo, como soy una niña buena, me fui (solita) a mi cama de dos metros treinta de ancho. Que los brasileños tienen fama de salir en plan destroy y al día siguiente había que madrugar.

Para que se hagan una idea del partido –incluido el momento en que mil niños entraron en el campo a tocarle a él, a Zidane– pueden ver este vídeo que hicieron dos compañeras de elpaispuntocom.

Para que se hagan una idea del resto de cosas del viaje, les paso el link del ultramoderno hotel donde nos quedamos (que tiene un tobogán para ir del comedor al lobby) y de los señores que se encargaron del catering durante el partido (había unos rollitos de salmón crudoñamñamñam ¡y minitartaletas de salmorejo!) y adjunto escaneado del menú de la cena de después del partido y del almuerzo que te dan cuando viajas en clase preferente en el Talgo200 (hagan clic en las imágenes para verlas bien).


Qué dura es la vida. Así que… ya perdonarán.

viernes, noviembre 16, 2007

La foto del dni

Mi dni llevaba caducado meses y hace unos días decidí hacer de una maldita vez la renovación, que se avecinan papeleos con la administración. Cómo no, tuve que hacerme fotos para el nuevo carnet. ¡Maldición!
A mí (supongo que igual que a la mayor parte de gente) el agobio, el agotamiento, los nervios y la tristeza se me ven en la cara y me dejan la salud tocada. Pues después de dos meses penosos en varios planos de mi vida, estoy hecha un asco. Nada grave, pero desde hace tres semanas arrastro un catarro asqueroso, una afonía que a ratos me convierte en un grajo, estoy pálida, tengo la piel hecha un asco y el pelo demasiado largo. Tengo mal aspecto y estoy fea, así en general. Como además estoy muy ocupada, no tengo tiempo para ir a la peluquería, a la esteticien o a Lourdes. Y en estas circunstancias, hala, a hacerse una foto que te va a acompañar durante diez años.
El día de la foto, me puse el despertar quince minutos antes para peinarme y maquillarme un poco y salir decente. Al abrir los ojos... ¡noooooo! ¡uno no se abre!!! ¿Qué le pasa??? Corrí al espejo y me vi ese ojo rooojo, hinchaaaado, lagrimeaaaante. Parecía el feo de martes y trece haciendo lo de "Gllllrruu". Jo. Me peiné, me puse el flequillo hacia delante, por disimular el ojo, me pinté los labios y a correr.
Sí, me hice la foto. Y cuando la vi... yo sé que no soy fotogénica y que ese día no estaba precisamente guapa, pero... ¡Diooooos!:
¡Parecía un SEÑOR con PELUCA!
Es más,
¡Parecía un SEÑOR FEO con PELUCA!
De hecho,
¡Parecía un SEÑOR FEO con PELUCA y UN OJO RARO!
Si hasta la tal Amor parecería más femenina que yo. De nuevo, jo. Aún así, llevé la foto a la comisaría para la renovación. La señora miró la foto, me miró y miró la foto de nuevo:
- No sé si cogértela... no se te ve bien la cara... con todo ese... pelo... ese... flequillo...
Pero coló. Y me hizo el dni, en el que se puso en blanco y negro la foto. Bien, así no se ve el ojo rojo. Pero mal, porque se amplió de tamaño y se ve más mi careto horriiiible. Triple jo.
En fin: ¡El carnet es tan espantoso que me voy a mudar sólo para poder hacerlo de nuevo, con la excusa de cambio de domicilio!

jueves, noviembre 15, 2007

Londres era un musical

Estaba leyendo a Scarlett Witch

“Decidido. Si alguna vez en la vida consigo tener algo de dinero de sobra TENGO que ir sin falta a Londres a ver un musical. Ni viaje a Italia ni a Francia ni ná”

…y me he sentido transportada al pasado. Concretamente al año que pasé viviendo en Londres. Haciendo como que investigaba para mi inexistente tesis mientras enseñaba español a niñas pijas, cuidaba por las tardes a una adolescente con trastornos alimenticios y a su hermana preadolescente con problemas de actitud, me pateaba la ciudad en cuanto tenía un rato y recorría el país los fines de semana.

Me encanta Londres, y no he vuelto desde 2002.

Fui muy feliz allí. Al principio echaba muchísimo de menos a mi familia, a mis amigos y a un chico al que quería mucho, e intentaba que se me pasara paseando. Y paseando encontré el cachito con más alma de Londres –para mí–: el Southbank Market, un mercado al aire libre de libros de segunda mano que se pone debajo del puente de Waterloo.

Está casi a mitad de mi paseo preferido de Londres, por la orilla del Támesis desde el puente de Westminster (justo cruzando desde el Parlamento) a la Tate Modern (justo enfrente de San Paul Cathedral).

Durante aquel año preparé un montón de recorridos para los amigos que me visitaban, según sus perfiles: el moderno que nunca ha estado antes, la adicta a los mercadillos, los pesados de los museos, la que no le gusta andar, el fan de los Beatles, la vegetariana que se volverá loca con las ardillas de los parques, el obseso de la fotografía, la que quiere ver el anillo que le regaló Dodi a Lady Di. Y con variaciones dependiendo de si la visita era de 2 días o de 4.

Aquel año conocí a 4 chicas que se convirtieron en mi familia. Ahora algunas andan repartidas por el mundo de forma extraña (¡la checa en Noruega, la alemana en Australia…!), otra ha sido mamá dos veces allá por Bohemia del Sur y la otra es Flinthera, trabaja a dos manzanas de mi radio y lee este blog de vez en cuando. Con ellas pasé el 11-S, la muerte de la Reina Madre, el 50 aniversario de reina de la Reina, el atroz crecimiento de mi culo por culpa de Cadbury’s y mi introducción en el nuevo y maravilloso mundo de los musicales.

Porque Londres fue, además, el lugar donde descubrí los musicales. ¡Y como! Éramos un poco pobres –sí, amigos, lo gastábamos todo en viajar, en libros, en ir al cine y en ropa rara (al fin y al cabo aquello era Londres)– así que de sitios superexclusivos y carísimos nada de nada, pero de lugares con encanto todo. El teatro nos lo podíamos permitir sin hacer malabarismos, los musicales…

Los musicales los veíamos por 17 libras desde el gallinero, señores, que en Londres significa... ¿Saben cuando van a un teatro enorme, pero enorme de verdad, y miran hacia arriba y hacia atrás, y allí lejos ven que pegaditos a la esquina del techo hay butacas? Pues ahí. Daba hasta vértigo. Pero era genial.

En esas condiciones vi Los Miserables, mi primer musical, me pasé todo el tiempo, incluido el entreacto, llorando. Eponine rules!


El video no es de la representación de Londres que vi yo, pero es un buen resumen de algunas de las canciones más famosas –aunque no precisamente mis preferidas–.
My Fair Lady, una delicia, aunque mucho menos impresionante porque ya lo conocía:


…y El Fantasma de la Ópera, oooooooooooooooh.


Y luego salías y te pasabas el resto del fin de semana canturreando por las calles.

Un buen año.

miércoles, noviembre 14, 2007

Las Navidades más largas del mundo

Hace como un mes había quedado con unos amigos a ver una peli y primero fuimos a cenar algo en un sitio de bocatas. Allí nos encontramos con algo perturbador, algo… que no sabíamos qué era pero nos ponía mal cuerpo. Hasta que lo descubrimos: era el hilo musical. Villancicos. De los de toda la vida, ya sabéis, de esos con panderetas, zambombas y voces de niños que suenan igual hoy que en los 70. A mediados de octubre.

Pensamos que era un error, que alguien se había equivocado al darle al play, pero… ¿quién sabe?

Porque ya lo vio venir Toño hace 15 días. Y este fin de semana han puesto una cosa en la plaza de al lado de mi casa. Vean:

Sí, amigos, esa cosa quiere ser un árbol de Navidad ultramoderno y conceptual. El Hombre Malo fue el primero en descubrirlo e inmediatamente me mandó un sms horrizado.

O sea, que estamos igual que en el Rockefeller Center.

Salvando las distancias.

Éste es un blog Pro-Navideño, en eso somos casi unánimes, pero señores… ¡¡¡tres meses con las bolas puestas nos parece exagerado!!!

Es bastante posible que hayamos encontrado una nueva razón para movilizarnos, estén pendientes de las “buenas causas” en la columna de la derecha.

Anímense, pongan las cámaras de sus móviles a trabajar y mándennos fotos de adornos navideños y demás parafernalia que vayan encontrando según se acercan las fechas(tan señaladas). Ya saben: quedateadormir@gmail.com.

martes, noviembre 13, 2007

Perseguida por los tópicos

Ciertos tópicos me enervan. Por ejemplo, hay un topicazo relacionado con el periodismo que me puede. Situación: periodista y/o becario que nunca sale en la tele porque está en un sitio en el que nunca pasa nada. Hasta que pasa algo y conectan con él en directo. Su imagen aparece en la tele, micro en mano. Es su momento y, mirando con dramatismo a la cámara, suelta "la situación es dantesca". Da igual que haya sido un tsunami, una inundación sin víctimas o la simple rotura de una tubería. Todo es "dantesco". En una ocasión oí a una reportera soltar el dramático adjetivo porque había coches aparcados en doble fila colapsando el tráfico. Que digo yo que la reportera, cuando se vio por la tele soltando el "dantesco", debió darse de cabezazos contra la pared. Y si no lo hizo, por favor, que algún alma caritativa le de en la cabeza, pero con un diccionario, un manual de estilo o algo así.
Pero es que a veces los tópicos nos persiguen y no podemos hacer nada contra ellos. El otro día me tropecé con uno de bruces. O mejor dicho, de culo. Iba andando por la calle y, zas, mi pie pisó algo blandurrio y se deslizó como si hubiera estado sobre una placa de hielo. El otro pie, sin embargo, decidió echar raíces y quedarse clavado al suelo. En un nanosegundo me encontré tirada por el suelo, con una pierna para cada lado y con la rodilla hecha fosfatina (vuelta a la niñez total: mis medias de colores rotas y un raspón con sangre en la rodilla, de esos que después hacen costra). Cuando miré qué había pisado ("por favor, una caca no, una caca no") me encontré esto:

Superada por el tópico (y por lo guarra que es la gente) recogí el bolso, el montón de cosas que se habían esparcido de su interior, me miré la rodilla y me grité hacia mis adentros, con voz interior dramática "¡¡¡esta situación es dantesca!!!". Me reí , esta vez no hacia mis adentros, y me fui al trabajo.

viernes, noviembre 09, 2007

Los Chungos de Nuestra Vida: El Universitario

Aquí estamos, un viernes más, con una nueva entrega de "Los Chungos de Nuestra Vida". Esta vez es Primaveritis quien comparte con nosotros su escalofriante experiencia. ¡Vaya susto, nena! Los demás, disfruten.

Tras devorar una tras otra las historias de chungos no he podido por menos que hacer revisión de conciencia y llegar a la alarmante conclusión de que yo soy básicamente una chunga.

Y que conste que es duro reconocerlo.

Pero hasta una chunga como yo tiene también sus chungos, El Superchunguísimo lo voy a guardar para más adelante, en concreto a que se me pase, pero ahí va mi historia de cómo pasar de víctima de chungo a chungaverduga:

Lo conocí en la facultad, nos poníamos ojitos y compartíamos apuntes y esas cosas que se hacen con veintipocos años, yo acababa de terminar una relación larga, necesitaba urgentemente una aspirina que me quitara los últimos dolores y alguna parte de mi mente decidió que su cabeza calvita, los ojos azules y la sonrisa adorable eran la solución perfecta.

Una noche de copas nos encontramos y nos liamos, tras lo cual descubrí que el resto de su anatomía era aún más interesante y empecé a pensar que igual esa aspirina podía pasar a antibiótico, seguimos viéndonos en clase y fuera, hicimos pirolas para ir al cine y para otras actividades más gratificantes y, en general, nos comportamos como pareja.

Claro que tenía que haberme dado cuenta de que no era demasiado normal que tras compartir fluídos diversos todavía no hubiéramos compartido números de teléfono ni dirección y que dependiéramos de la suerte y los horarios de clase para vernos pero no tenía ganas de comidas de coco y lo dejé pasar.

Hasta el día que me soltó la frase asesina: “Prima, lo nuestro es solo sexo y nada más, yo no quiero una relación contigo”.

Ah!

Prueba de mi necesidad de hombre, falta de autoestima y relativismo moral es que aceptara la frasecita de marras sin rechistar y, lo que es más, lo asumiera como normal.

Vamos, que el tipo no solo era chungo, sino que además lo admitía sin disimulos.

Pasó el tiempo, unos siete u ocho meses, seguimos magreándonos cuando nos veíamos, mis amigas diciendo que no tenía orgullo ni moral ni nada parecido y yo pasando de ellas y de mi pepito grillo de conciencia porque la verdad, el chaval era un fiera….. ya me entendéis no?

Y de repente mi chungo va y decide cambiar las reglas. Y sin previo aviso ni cambio de normativa interna se me declaró y me pidió que me casara con él

¿Comorrrr???? ¿Pero no habíamos quedado en que solo sexo y nada mas????? ¿De qué va éste ahora???? ¿¿¿¿BODA?????????

Dividida entre el espanto y el subidón de mi primera declaración formal decidí pasar de chungavíctima a chungaverduga y le recordé lo de sexo y solo sexo, vamos, que le dije que no y para que no quedara ninguna duda me largé un año al extranjero a vivir mi Erasmus libre de novios, de chungos y de chorradas.

Ahí encontré al Superchungo lo que demuestra que donde las dan las toman, pero eso, eso es otra historia.

martes, noviembre 06, 2007

50 razones para odiar a Anne Hathaway

Aviso desde ya que no son 50 sino sólo cinco, pero tan buenas que cada una vale por diez. Sí, es un título engañoso, pero la prensa digital está diariamente llena de este tipo de cosas (se me ocurre "La hija de Cebrián deja a Bisbal por un puestazo en RTVE" como ejemplo de titular tramposo, pero hay MILES) y además viene a cuento, porque es tan falso como la peli que voy a criticar.

Pero empecemos por las cinco razones:

1- Protagonizar Princesa Por Sorpresa, la inmunda adaptación al cine de "Princess Diaries" (esa gloriosa novela adolescente), y hacer de Mia Termópolis una pazguata insufrible.

2- Repetir en la segunda parte, que ya es que no se parece a los libros de Meg Cabot ni en el blanco de los ojos.

3- Ser, según la percepción de esta humilde bloguera, la causa de la muerte de Jack Twist en Brokeback Mountain (se ve en su cara de bruja cuando lo cuenta a Ennis: fijo que fue su padre quien encargó que lo apalearan hasta la muerte).

4- Hacer de lerda con suerte en El Diablo Viste de Prada. A ver si te crees que simplemente por ponerte unos Manolos caídos del cielo -¡JA!- vas a ser guay. Desengáñate: si alguna vez te ha molado algo semejante a ese horror de falda con rombos, NO tienes solución.

5- Conseguir que mi ídola Jane Austen me caiga mal: de genial mente preclara e ingeniosa a ñoña petulante y pretenciosa en 120 minutos.

Estos cinco puntos se resumen en uno: la señorita Hathaway es incapaz de ganarse mis simpatías a través de su elección de personajes.

Para los que no hayan visto Becoming Jane (aka. La Joven Jane Austen) -que es el tema central del rollo que viene a continuación- en el siguiente youtube hay un resumen de la peli muy completo y llenito de espoilers. Está todo en inglés y con grandiosos comentarios sobreimpresos. Ojo, por ejemplo, a cuando se besan (yeah, right) y ella le pregunta al chico si “lo ha hecho bien”, él le dice que sí, y ella responde que “quería hacerlo bien por una vez”… lo que lleva al comentarista a calificar a Jane de “primera chica Cosmo de la historia”. Aviso: El video mola mil pero es un espoiler en sí mismo.


Puh-lease! Esta peli deja a Jane, y por extensión al resto de mujeres del mundo, a la altura del betún. Y no tiene nada que ver con que se le noten los pezones a través del vestido corte imperio, entiendo que la señorita Hathaway pasaba frío en el bosque durante el rodaje y que los productores estaban encantados.

Me refiero a otras cosas, como por ejemplo Jane como escritora y como mujer escritora. Lo que reivindica en la peli como femenino es pura ñoñería. ¡Sus defensas de la literatura femenina son contraproducentes! Y se pasa media hora de metraje confundiendo “ironía” con “rebuscamiento”. Jane Austen. ¡Jane Austen! La escritora que, en esta peli, sólo alcanza la universalidad cuando viene un hombre -en este caso un abogado putero- a iluminarla. Ella empieza a “ser” cuando se mira a través de los ojos de él. Él le da los toques que luego serán claves en su estilo, su sello personal. Él la hace la escritora que es.

O como que la Jane real se reía de los pedantes y los pretenciosos en sus novelas, y eso justo es lo han hecho de ella en Becoming Jane. Sus heroínas, sus mujeres fuertes, ni necesitaban la aprobación de un hombre para “ser”, ni necesitaban poses de nada. En esta peli Jane no es más que una mindundi que se da muchos aires… ¡y que si no fuera por la influencia de un hombre se habría pasado la vida escribiendo redacciones de colegio de monjas! O su protoblog, como indicó con bastante ingenio y mala baba Noel.

Jane Austen, la de verdad, es más que una bloguera. Siendo hija de su tiempo y teniendo muy claro cómo eran las cosas, el ideal del amor romántico que retrataba siempre venía filtrado por la ironía. El dinero es la vara de medir si un romance es conveniente (o posible) o no, y ella lo sabe. Criticaba las leyes que impedían a las mujeres heredar las propiedades, que no sólo eran un agravio comparativo sino que las dejaban sin nada y convertidas en una mercancía con la que negociar... pero Jane es consciente de que esas son las reglas y las acepta. En sus novelas, a las que se casan sólo por dinero es muy probable que les vaya fatal, pero los finales felices siempre terminan con la chica llevándose al chico rico. Con la heroína preferida llevándose al mejor partido. O con un dinero que aparece y hace posible que triunfe el amor.

Porque, eso sí, triunfa el amor. Eso es lo que Jane Austen escribía porque es como quería que acabaran las historias… Y eso es lo que quiero ver yo cuando voy al cine, sobre todo con la ola de pena encima (o la regla anímica, como dice E.Martin). Pero, amigos, no a toda costa. A esta desgracia de película le han añadido un “20 años después” de cualquier manera para yo qué sé qué (porque desde luego el final sucks).

Si Jane viera esta peli se pondría de mal humor y escribiría algo agudo y punzante sobre ella. Yo me voy a limitar a hacer crítica destructiva:

· No cumple como biopic de Jane Austen porque es mentira.
· No cumple como biopic “adornado” de una de las precursoras del feminismo porque les ha quedado una cosa bastante machista.
· No cumple como cine para evadirte porque acabas más depre que cuando entraste.
· No cumple como historia romántica porque acaba mal.

De esa mierda de peli sólo se salva el prota, un irlandés representado por un escocés, y el vestuario. ¿Han visto lo bien que me sienta la moda de la Regencia?

viernes, noviembre 02, 2007

Wet Wet Wet*

*Por no decir "me c·g· en la p·t· m··rd· j·d·r".

Estoy supersensible, no sé si es el otoño pero ya es una pasada. Estoy tan pocha que hasta Sexo en NY me hace llorar. ¿Sabéis el episodio cuando Samantha Jones se está recuperando del cáncer y su novio el actor superbuenorro (Smith) se va a rodar a Canadá y ella le dice que no se corte en frinkarse a otras mujeres si quiere, porque ella sabe lo superimportante que es el sexo y que al fin y al cabo ella no tiene ganas por la quimio? ¿Ése en que él le responde que vale pero que no piensa frinkarse a nadie, y que no se agobie que es cuestión de tiempo y que en cualquier momento se le pasará y será como los árboles que en invierno no han muerto sino que esperan que llegue la primavera para ¡boom! florecer? ¿Y que entonces ella llega a la oficina y ve una planta preciosa que él le ha mandado con una tarjeta que dice "Looking forward to spring", y coge el teléfono y le llama y le dice que ha cambiado de idea y que si no le importa ella preferiría que no frinkara con nadie más (a no ser que ya lo hubiera hecho, que en ese caso daría igual) y él le responde que no lo ha hecho ni lo va a hacer?

Pues hoy lo han repuesto en Cosmopolitan y se me han puesto ojos de Candy Candy.

Preocupante. Pero hagamos una pequeña pausa para homenajear a la pareja más mona y la mejor línea argumental de la sexta (y última) temporada.

Una vez hecho esto, continúo con el post.

Me debato entre la pena mora y la violencia desatada. Si tuviera un bate de baseball con purpurina llevaría ya semanas apaleando gilipollas y luego llorando a mares porque se me ha saltado el esmalte del bate. Hoy por ejemplo he querido matar despacito y con dolor a los responsables de High School Musical 2, que con ese bodrio de película han desgraciado la franquicia de modo irreversible. ¡Con la ilu que me hacía! Creo que ya no quiero ver High School Musical Sobre Hielo, el espectáculo que en breve recorrerá las principales provincias españolas.

No. En cambio me planteo montar un comando de vengadoras enmascaradas junto a Xisca y ya he empezado a mirar unas AK-47 de Hello Kitty de lo más mono (gracias, Chiqui).

Pero todo esto es baladí comparado con el actual drama de mi vida: en mi maravillosa casa nueva hace un frío que pela. Están cambiando la caldera de carbón por una de gas y como las dos escaleras están peleadas las obras han empezado tarde y nos queda por lo menos una semana más sin calefacción. Os lo juro, hace más frío en mi casa que en la calle.

Y encima paso un calor espantoso todo el día, porque me visto por la mañana pensando en el frío que hace en mi cuarto y cuando llego a la calle me sobra la mitad de la ropa. Y por la noche, de vuelta a la nevera. Considero seriamente descuartizar a mi enjuto portero y hacer una fogata con sus restos en mitad del salón.

No nos hemos comprado convectores de aire de esos pequeñitos porque al fin y al cabo se supone que en una semana ya estará la obra terminada. Pero mis tías me dijeron que ellas tenían uno y que me lo prestaban, así que me lo trajo mi madre ayer. La cosa es que me sonaba… Tengo la imagen de mi abuela viendo la tele con el calefactor superpotente encendido a tres metros de su sillón. Pero ojo, no mi abuela la de Antoñita: mi OTRA abuela, la que murió hace 15 años.

Claro, lo enchufé y aquel aparato de la era espacial empezó a echar humo. Mi compañero de piso el ingeniero dijo que a ver si en vez de un convector iba a ser una tostadora.

Y encima hace unos días el helado radiador de mi cuarto empezó a gotear, pero no nos dimos cuenta hasta que ya había un metro cuadrado de moqueta empapada a su alrededor. Sin calefacción a ver cómo se seca eso.

Pues mi novio tiene la solución. Va y me dice:

-Amó, ahora sólo nos queda comprar semillas de nenúfar.
Y así andamos.

NOTA: Más cosas del autor del dibu aquí y aquí.