MANAZAS

Yo, Be, me he cargado la plantilla milenaria de QaD por torpe y con un solo clic. Me autoflagelo ante mis copropietarias y me comprometo a dejarla lo más parecida posible, si no mejor. ¡Palabra!

viernes, octubre 30, 2009

My Horror Love: Igor y la Dama Blanca


Halloween, esa época del año llena de brujas, vampiros, fiestas de disfraces, calabazas... ¡y eventos especiales en El Emperador de los Helados! Lo que van a leer a continuación es mi participación "en donde Noel", pero tiene muchas más y todas molan mil. ¡Pásense!

Momento nostalgia: hubo un tiempo en que en la tele no había (tanta) mierda y durante unas horas cada tarde los niños podían ver series, dibujos y programas chupis (y otros no tanto).

Empiezo en plan abuela cebolleta para ponerme a tono con el objeto de mi amor.

Todo empezaba cada tarde con Maria Luisa Seco, y a partir de ahí cada día era distinto. Y cuando se acababa una serie nunca sabías qué vendría después. producciones Inglesas, italianas, austriacas, alemanas, australianas, checas… Un día, procedente del país del Este, llegó La Tía de Frankenstein (1987).

Esto va de que el nieto de Frankenstein quiere seguir con la tradición familiar y quiere dar vida a un cuerpo superfuerte con un cerebro superinteligente. Su intención es robar el cerebro de Einstein pero sus esbirros se equivocan de tarro. En el pueblo se recuerdan lo ocurrido tiempo atrás, deciden convertirse en "masa" y tomar por asalto el castillo… y se lía parda. Y en esto llega la tía a poner orden.

La tía Hanna encuentra no a su sobrino, que se ha largado, sino al monstruo "Albert" -con la mente de un adolescente salido-, al conde Drácula, un Hombre Lobo, un Hombre Fuego, un Hombre Anfibio, la Dama Blanca -un fantasma que atravesaba paredes, interpretada por Mercedes Sampietro- y un tal Igor -el típico criado anciano-.

Por ahí había también un niño pelirrojo y huérfano, que no recuerdo muy bien cómo llegaba… El caso es que la tía Hanna -que era una empedernida fumadora de puros!!!- terminaba por convertir el castillo en un "hogar" para una "familia" y educaba al pequeño huerfanito y al vacaburra de Albert, que pasa de ser "la hez" a "un tío bastante apañao".

La serie era rara -la estética era "sucia"; los personajes, monstruos; algunos sucesos, terribles-, y molaba mil.

La historia estaba cuajada de historias de amor. La más evidente, la de Albert con Klara, la farmaceutica del pueblo (una muestra de manual de que "el amor salva" con final feliz). También estaba el Hombre Anfibio, que vivía enamorado de una sirena que le dejó… y a la que recupera al final. El Hombre Lobo conoce a una loba muy mona una noche de farra. El Hombre fuego se lía con la herrera del pueblo. La tía decide adoptar al niño pelirrojo. Y, ¿quién queda?

Quedan Igor y la Dama Blanca.
Su historia venía de largo, de dos siglos atrás, cuando se enamoraron… cuando sucumbieron a ese amor prohibido (ella era una dama, él un criado) y fueron condenados a muerte (él en la horca, ella emparedada) y a vagar eternamente después, sin poder estar juntos. Al final de la serie la maldición se rompe, y ellos vuelven a la vida, vuelven a tocarse -¡sus caras cuando se tocannnnnn!-, vuelven a dormir (y lo que no es dormir).

Lo más. Mariposas en el estómago al mirarlos, señores. ¡Me molaba Igor! (La Dama Blanca también, pero menos).

Todos tenemos nuestras perversiones, esta era la mía a los 10 (una de ellas, tenía más). Ahora el mundo está lleno de enamoradas de Edward Cullen. Tan lleno que de cara a Haloween unos señores han lanzado un vibrador refulgente llamado The Vamp. Así que no me gruñan.

jueves, octubre 29, 2009

El día que Quédate A Dormir se hizo de pago


Hoy tenía programado un post sobre My Antonio -ya he visto el capítulo final, ya sé quién ha ganado, OMG!!!- pero estoy demasiado cansada para ponerme a ello -necesito fuerza e inspiración para poder hacer justicia a ese grandísimo reality-. Así que aplazo un par de días a My Antonio -a poder ser hasta que Heike lo haya visto también y me ayude con la tarea- y voy a lo fácil: mi vida.

No se asusten, es una forma de hablar: todavía no nos hemos visto obligadas por la crisis a cobrar (o intentarlo) por algo que nos encanta hacer.

Y me refiero a bloguear.

Sospecho que si contara algunas cosas que han pasado por aquí últimamente, y le echara algo de picardía, y un poco de descontextualización, podríamos aspirar a ello.

...

Venga, va, probemos.

Primero, la fiesta de Cumpleaños Atrasado/Comienzo De Temporada que mi maravillosa compañera de piso describía así:

"Casi morimos de éxito. (...) Diré que por allí había una gente de lo más interesante, profesores de reiki, productores de cine, maridos de diplomáticos, diplomáticos, masajeadores de pies, técnicos de housing, periodistas económicos, presentadores de tele, cosedores de cable submarino… "

A las seis y pico de la mañana, de los 70 invitados quedaban cinco, y debo explicar que una bellísima y rubia muchacha me dio el masaje de pies más impresionante de la historia de mi vida... Un masaje de pies que llegaba hasta la mitad de mis muslos y que me hizo gemir y hasta gritar, y que causó cierto desasosiego entre los testigos masculinos.

Niña, no sé si leerás esto, pero tenemos pendiente una copa en Del Diego. Con o sin tu novio.

Aquello fue sólo el comienzo. Algún tiempo después, preparando la fiesta de cumpleaños de mi arriba mencionada maravillosa compañera de piso (que no es rubia ni falta que le hace y además mide 1,80), se nos hizo tarde. Como ella misma lo explicó:

"Me confié pensando que una fiesta para 25 era mucho más fácil de organizar que la de 70 y nos pilló el toro".

NOS confiamos. En fin, que la gente estaba al llegar y estabamos las dos oliendo a sandwiches de atún y apio, así que decidimos ducharnos juntas. Para ahorrar tiempo. El Hombre Malo corrió a actualizar su estado de Facebook mientras nosotras (re)descubríamos lo guay que es tener a alguien que te enjabone la espalda. Y así el apio nos dejó y Empezamos la fiesta oliendo al maravilloso gel de miel de Heike.

A los pocos días empezó el frío total. Bueno, en el mundo real no, pero en nuestra casa hace 10º menos que en la calle, y eso en verano mola mucho pero en otoño es un ascazo total. A mí el frío por la noche me da pochez. Y coincidió que a Heike le vino una ola de pena que no pudo surfear intrépidamente y se vino a dormir conmigo en la cama de mis bisabuelos.

Dormimos cual bebés, porque compartir lecho nos llena de paz a las dos. ¡¡Y encima ahora me quiere más!!

(Otro día os cuento mi proceso al bilingüismo castellano-bilbaíno, bilbaíno-castellano) (Lo del beso en los morros me lo guardo para mí)

miércoles, octubre 28, 2009

Fiesta Hollywood glamour

Este fin de semana tenemos fiesta en casa de Miss X, que ha decidido celebrar su cumpleaños con una fiesta de temática Hollywood glamour. El asunto es disfrazarse de un personaje del cine clásico glamouroso para ir a la fiesta. Cuando nos lo comentó, un montón de mujeres impresionantes y glamourosas se me pasaron por la cabeza...

Ava...
Audrey...

Maureen...
Lauren...


Buah. Imposible llegar a parecerme a algo remotamente parecido: es obvio que me falta belleza, vestuario y estilo, ¡pero es que ni siquiera tengo habilidad para arreglarme el pelo y maquillarme así! Pero en fin: como asumo mi derrota desde ya, and como from lost tu de river, he decidido disfrazarme de mi favorita de todos los tiempos:

Rita/Gilda. ¿Se puede ser más bella/sexy/impresionante/glamourosa?

Haciendo un repaso de mi preparación para la fiesta, me ha salido una lista que hace presagiar lo peor:

- Vestido: tengo un vestido palabra de honor negro. No es de satén, no es tan largo como el de la foto, no tiene lazo, no tiene raja en la falda. Vamos, que los dos vestidos se parecen como un huevo a una castaña, pero tendrá que colar.

- Zapatos: tengo unos zapatos negros con pulserita al tobillo. Les faltan algunos centímetros de tacón y les sobra una capa de roña de la última vez que me los puse en una noche lluviosa en Madrid. Pero cuelan.

- Guantes: me he comprado un par de guantes negros largos. Les falta brillo, pero sinceramente no les puedo pedir demasiado a unos guantes de los chinos de cinco euros. Eso sí, tengo que hacer un trabajo de introspección y buscar el glamour en mi interior, porque después de probarme uno e intentar quitármelo, la frase de Miss X ha sido "parece que llevas un guante de látex de cirujano". Y jo, se trata que parezca un guante glamouroso de alfombra roja, no que voy a meter el brazo por el cul de una vaca.

Esta no es la idea...


Esta sí. Me voy a empollar (de nuevo) el vídeo... sí, confieso que me lo sé de memoria

- Collar: algo encontraré. Sino haré una visita express a mis amigos los chinos para encontrar algo que luzca, aunque me arriesgue a que se me hinche el cuello y me salgan ronchas de la alergia.

- Estola: la tira al principio de la canción, de piel blanca y satén negro. Nada. No creo que la gatina se deje llevar bajo el concepto de "estola peluda".

- Pelo: melena larga tengo. Melena larga pelirroja, no. Melena larga pelirroja perfecta-con ondas maravillosas, menos aún.

Como he dicho, soy una torrrrpe con cuestiones de pelo, así que estoy viendo que en mi intento de imitar las ondas glamourosas, en vez de esto:


voy a acabar con esto:

Sí, he hecho una búsqueda de "pelo horrible" y me ha salido este blog

Estoy por llevar un cartelito a la fiesta que ponga "VOY DE GILDA": será la única manera fiable de que alguien pueda llegar a captar de quién voy.

viernes, octubre 23, 2009

My Josep Antoni


(My Antonio es un reality de la VH1 del que os hablaré próximamente. De momento, vamos con la Versión Be: el momentazo vivido la otra noche con Josep Antoni).

Los habituales ya sabrán que amo a Josep Antoni (Duran i Lleida). A los no habituales ya se lo digo yo: amo a Josep Antoni (Durán i Lleida). Y ahora también lo sabe él.

El caso es que el martes hubo un evento laboral (palabras en cursiva dedicadas a Heike, que las odia y hoy tiene uno... uno outdoors, la pobre). Y a ese evento laboral (al mío)... exacto: vino él.

Sabía que estaba. Lo que no esperaba es que, según entré a la sala donde estaban los periodistas y políticos invitados, me encontré de frente con él. Guapísimo. Con un traje que le quedaba como un guante. Con unas gafas supermolonas. Mmmmmmm!

Imposible reaccionar, pasé de largo.

Pero no podía dejar pasar la oportunidad así que le vigilé desde lejos. Y cuando se iba...

Le seguí. Con mi becaria MeriBella y mi móvil con cámara de 4 megapixeles.

Calculamos perfectamente los tiempos, y se subió al ascensor justo detrás de nosotras.

A partir de aquí todo se vuelve borroso: hablamos del tiempo (acababa de caer una buena), comentamos el evento... y le dije a MY Josep Antoni:

-He estado siguiendo el debate de hoy sobre los presupuestos, y la suya me ha parecido la mejor intervención con diferencia. Pero no es novedad, usted suele estar brillante siempre.

El me miró a los ojos y dijo:

-Muchas gracias por tus amables palabras.

Llegar a este punto, amigos, fue un grandísimo ejercicio de autocontrol por mi parte, porque: mi una parte de mi mente quería gritarle:

-YOU KICK ASS!!

Pero otra parte, la seria, ganó -graciasgraciasgraciassssss- y comentó con él temas profesionales. Fue terrible, la lucha interna. Estuve TAN cerca de un momento sandía...

Momento sandía que hubiera sido así:

-Josep María, ¿has oído hablar de Manel?

Se me pasó por la cabeza, lo juro. Pero gracias a diox me limité a algo que recuerdo tipo:

-Me encanta lo que ha dicho en el Congreso. Sobre todo lo de "Nadie pone a los Presupuestos en la esquina". (Ver aquí)

Y entonces MeriBella, viendo que nos íbamos por las ramas, le dijo:

-Es que Be es muy fan.

Y él me miró a los ojos (yo estaba altísima, con unos tacones de 9 cms) y me dijo:

-¿Sí?

Y yo:

-Sí. Hasta el punto de que, si no me diera tanta vergüenza, le pediría que se sacara una foto conmigo...

Y él:

-¡Claro que sí! Ahora mismo.

Y me cogió de la cintura. Y sonrió. Y luego me dio dos besos. Y se fue.

Y me dejó allí, gritando por dentro:

-¡¡¡Jean Luc!!! ¡¡¡Eres el mejor Capitán que ha pasado por la Enterprise!!!

viernes, octubre 16, 2009

La reparación más cara del universo

Objetivo uno: escribir un post.
Objetivo dos: A ver cómo cuento esto sin parecer demasiado gilipollas.

Llevaba un par de semanas preocupada por el coche. Unos días después de la boda, el embrague del coche empezó a hacer cosas raras: cada vez que iba levantando el pie del embrague, al final del recorrido el pedal se atascaba y se soltaba de golpe, dándome en la planta del pie.

Decidí no sacar el coche apenas por si se acababa de romper en medio de alguna M-30 cualquiera y llevarlo cuanto antes a reparar. Aunque menudo palo, porque me imaginaba que la factura por el arreglo del coche iba a ser fina: ¡si sólo una revisión con un cambio de cosasdeesasdedentrodelcoche me costó 400 euros, qué no iba a ser una reparación, para más inri del embrague! eso me sonaba carísimo. Y la verdad, este mes con el seguro del coche, la matrícula de la universidad, un curso on-line al que me he apuntado y otros extras, tengo la cuenta tiritando.

Pero ayer me armé de valor, decidí ir al mecánico, hacer malabarismos con las cuentas del mes pero arreglar el coche. Llegué al taller, le conté al mecánico qué le pasaba al coche y con un "pásamelo dentro, que le echo un vistazo" se aprestó a darme el temido (y presumiblemente carísimo) diagnóstico.

- Sí, ya, por lo que cuentas y lo que veo... - se sienta al volante, pisa el embrague, desembraga. Vuelve a pisar - sí, está claro lo que pasa.

- Ahá - ahí iba el diagnóstico. Yo apostaba a que el asunto del embrague no bajaba de 450 euros. Un sudor frío me empezó a bañar. - ¿entonces...? - (o, como realmente quería gritar "Por Dios, desembucha: ¡¿Cuánto me va a costar arreglar el embrague de mi*rrrrdaaaaaaaaaaa?!").

- Pues - el señor se inclina para mostrarme el pedal - la alfombrilla se engancha en el pedal y por eso cuando sueltas parece que está atascado. Si esto te pasa más veces, colocas la alfombrilla bien... ¡y problema resuelto! míralo tú...

Y ahí estaba. La p*ta alfombrilla mal colocada estorbando el maldito pedal. Los ojos se me abrieron como platos, toda la sangre del universo subió en masa hasta mi cara (os juro que por la temperatura que sentí, parecía que mis orejas iban a estallar) y no pude más que balbucear "oh, oh, vaya... ¡qué vergüenza! ¡lo siento mucho! ¡qué vergüenza! ¡qué boba soy!".

Me acordé de todos los informáticos amigos, que me cuentan despotricando que en su oficina la menganita tal ha movilizado al servicio técnico porque su ordenador no funciona... y es que no lo tenía enchufado. Y yo siempre me río de la Menganita, por pánfila. Pues bien, hoy soy yo la menganita pánfila y supongo que el mecánico les contará a sus amigos "no sabéis la peazo de gilipollas que ha venido hoy al taller...". Y con razón. Yo también me reiría de la menganita pánfila que cree que su coche muere y que no se ha detenido ni a pensar por un momento que colocó mal la alfombrilla...

Pero bueno, viéndolo por el lado bueno...

...me he ahorrado un montón de dinero.
...he contribuido a la felicidad de mis allegados y de los allegados del mecánico con una sesión de risoterapia.
...y me ha salido un perfecto post de autoescarnio.

Eso sí, creo que no he cumplido el objetivo dos enunciado al principio de este post.

jueves, octubre 15, 2009

Mi primera vez


Nunca había visto una peli en 3D. Ni las que ponían en la tele en los 80. Nada.

No tenía ni idea de cómo podía ser la cosa, qué se vería, ni dónde.

Así que una noche compramos las entradas, palomitas, cocacolas, nos sentamos en una sala practicamente vacía y me puse las gafas.

Aparecieron unas letras como en relieve. Le dije a mi acompañante: "Pues vaya cosa, tanto rollo para esto".

Y entonces una rata gigante apareció de la nada, salió de la pantalla, vino hacia mí a toda leche y se estrelló contra un cristal invisible a cinco centímetros de mi cara (*). Menos mal que no tenía yo las palomitas en ese momento, porque hubieran acabado en la fila de atrás, del salto que pegué. Por suerte el cine estaba vaciísimo, porque también grité.
¡Si ni siquiera era Arale-Chan!


Lo pongo porque no recordaba el resto del trailer, estaba demasiado ocupada recuperando mi ritmo cardiaco normal y descojonandome de mi propia gilipollez. Pero la cosa es que no paré de gritar y pegar botes hasta el final de la peli.

Porque mi acompañante había pensado que para mi primera vez en 3D lo mejor era un slasher. Un San Valentín Sangriento, se llamaba (con Jensen Ackles). Un psicópata vestido de minero que se va cargando gente con un pico. En mis narices.

A pesar de que mi cerebro supiera que no era real, mi instinto al ver aquello era alejarme del peligro espachurrándome lo más posible contra el asiento.

· El pico se mueve con rapidez y... ¡zas! abre cual melón el cráneo de alguien justo delante de mí... y la punta se queda al lado de mi ojo!!!

· Una tía corre desnuda por la calle perseguida por el asesino... sus tetas saltan arriba y abajo a lo que parecen ser 30 cm de mi cara!!!

· Uno de los personajes muere y lo salpica todo de sangre en el proceso. Yo salto hacia atrás para evitar que el líquido rojo y caliente me pringue entera... y me empotro contra el respaldo!!!

Una gozada.

Cuando se encendieron las luces, Sark dijo:

-Ha sido como estar en aquella primera proyección de la llegada de un tren a la estación en 1895. Sólo que tú hubieras salido de allí corriendo, gritando 'NOS VA A ATROPELLAR!!!'



Lo mismito.

(*) Me hubiera sorprendido mucho menos de haber podido disponer de este croquis antes:
Gracias, Efe.
Pero no lo tenía. ¡Y moló mil!

miércoles, octubre 14, 2009

Las Diez Preguntas


Hace un par de días le preguntaron a Alyssa Milano en twitter que cómo se sabía cuándo era el momento de casarse, y ella contestó: "You find the right man w/ the same belief system and moral compass" ("Cuando encuentras al hombre adecuado, con el mismo sistema de creencias y brújula moral").

Yo no creo que los miembros de una pareja deban coincidir al 100% en lo que creen (ni soy así de cursi), pero sí me parece que hay cosas "de base" que conviene saber para poder decidir con conocimiento de causa si te lo quedas o no.

El otro día descubría que un tío que me había molado tiempo ha, un ex en realidad, es pro-israelí (*). Fue una sorpresa, y me dejó peor cuerpo que descubrir que Obama es en realidad Gracita. Lo nuestro acabó hace mucho tiempo, pero descubrir esto ahora fue... como descubrir que el tio que te has frinkado es Hitler (y no me refiero a mi chungo el nazi, que con ése de frinkar nada). En fin, algo que da tela de mal rollo, como se puede ver en este gráfico:



Dejando de lado lo desafortunado de un anuncio que compara a los seropositivos con Hitler (el creativo padre de la idea se merece un capón o dos), os he preparado el siguiente cuestionario de preguntas básicas que hay que hacer, disimuladamente o no, al aparentemente maravilloso ser con el que nos planteamos una relación/compartir piso, hijos o perro/hacernos viejos. No me deis las gracias.

1. ¿Israel o Palestina?

Empiezo por lo político porque es lo que me ha traído aquí. La respuesta correcta es "ninguno, están todos locos", pero si hay que decantarse por uno de esos dos bandos de radicales la cosa está clara. Bueno, clara para mí. Ésa es mi verdad, pero aunque no sea la tuya, la pregunta es aplicable en ambas direcciones: alguien claramente pro-israelí no querrá enterarse de pronto que la madre de sus hijos considera esa opinión "casi nazi".

Si es usted de los que odian a muerte a Espe o si los votantes de Zapatero le parecen la hez, si pertenecer a otro partido le parece un deal breaker, pregunte "¿De la Vega o Aguirre?" o "¿Pepiño o Güemes?". Y luego decida si puede vivir con ello o no.

2. ¿Te gusta el queso?

La comida es importante y yo soy una loca del queso. Y tras dos años de novia de un tío que no soportaba los boletus, los robellones, ni ningún otro miembro del reino fungi, las incompatibilidades a este respecto son terribles. No es un motivo para dejar a alguien, pero es información necesaria.

Estas cosas hay que decirlas porque, si no, se hace bola de nieve y te puede pasar como a una chica que conozco, que se tiró años comiendo las ensaladas de queso fresco que le hacia su novio... actualmente ex... que aún no sabe que lo odia (el queso fresco). Así que, para que conste, yo adoro el queso y aún no he probado uno que no me guste, me gusta la carne roja casi cruda y me vuelven loooooooooca las setas, pero no como remolacha, coliflor, ni coles de Bruselas.

3. ¿Con cuánta frecuencia estimas necesario ducharse?

Teóricamente esto no hace mucha falta preguntarlo porque la compatibilidad se nota olfativamente. Pero sin llegar a los extremos de reciclar las camisas en lugar de lavarlas, lo peor que te puede pasar es descubrir de pronto y por sorpresa que ese ser al que adoras no es tan limpio como tú pensabas.

En este apartado se incluyen cosas tan obvias como lavarse las manos después de ir al baño o usar desodorante, a otras menos visibles a simple vista como cambiar las sábanas y las toallas, el mantenimiento de los útiles de higiene personal o ser escrupulosamente limpio al cocinar.

4. ¿Hablas con tu madre muerta? ¿O viva, en exceso? ¿Pretendes vivir con ella durante mucho tiempo/en el futuro/para siempre?

Edipos no, gracias (ilustro la frase con un enlace al post de "Los Chungos de Nuestra Vida: el Edipo"). Y sin tener que llegar a esos extremos, reproduzco la conversación de una pareja sanísima de amigos (cuyo nombre no diré si ellos no me dan permiso): "Tu madre es encantadora, pero yo no puedo ver programas del corazón 24 horas al día" "¡Es que era un momento decisivo en la vida de Andrés Pajares!".

La clave es: "Cada uno en su casa y Dios en la de todos".

5. ¿Tu relación más larga nunca supo que estabas con ella?

Los seres humanos tendemos a repetirnos, así que viene bien saber si ese chico que te mola sigue patrones de conducta obsesivos/hipercelosos/patológicamente inseguros. Viene bien saber hasta dónde está en contacto con la realidad tu potencial alma gemela.

Lorz dice que una vez en una entrevista de trabajo tuvo que contestar un cuestionario que incluia la pregunta "¿Cuánto tiempo dedicas a la automutilación?". Mi parte desequilibrada considera que la salud mental está sobrevalorada. La parte sana cree que si los de Recursos Humanos lo preguntan, yo también puedo.

6. ¿Maltratabas animales en tu infancia? ¿Y ahora?

Es algo que va más allá de saber si alguien es "de perros" o "de gatos" (aunque también puede ser interesante). La pregunta es sugerencia de Punto de Luz, y yo estoy totalmente de acuerdo: no podría estar con alguien al que no le gusten los bichos, o que sea malo con ellos. Punto.

Hay que preguntar sobre el tema, y no sólo si eres sensible al respecto como Puntito o yo: imagina que tienes una severa alergia al pelo de animal y no preguntas, vas a pasar la primera noche en casa de tu chica... y resulta que tiene 7 gatos. O que sólo tiene uno pero tú siempre vistes de negro y el bicho es blanco y de angora. Pues eso.

7. ¿Piensas bautizar a mis sobrinos mientras duermen?

Se puede reformular de distintas formas, por ejemplo "¿Has utilizado un cilicio alguna vez?" o "Has seguido siendo monaguillo hasta pasados los 22?". La religión es un tema muy sensible. No creo que sea obligatorio estar en el mismo punto, pero sí es conveniente que a menor coincidencia haya más tolerancia por ambas partes.

8. ¿Te excita pensar en niños/animales/cosas muertas?

Obviamente, a uno que respondiera que sí a cualquiera de las tres opciones lo mandaría a paseo rapidísimo (o al médico). Pero, pasando por encima de la Gran Muralla de Exageración con la que está escrito este post, sí conviene que las parafilias sean compatibles. No voy a decir aquí cuáles con las mías, pero haberlas haylas. ¿Cuáles creéis que me pegan?

9. ¿Prefieres despiojar al mono de tu vecino pirata a frinkar?

Yo soy tolerante y que a alguien no le mole el sexo me parece "raroperoenfinhaygentepató". Eso sí: tienen derecho a existir, pero no como parejas mías. Quiero megamaratones, quiero investigación y dedicación, quiero citas de esas que empiezan el viernes por la noche y acaban el domingo a mediodía. Quiero alguien a quien le guste frinkar... porque si te gusta practicas, investigas y te lo pasas bomba buscando la perfección.

Eso sobre a la pulsión sexual. Sobre la actitud al respecto, la pregunta sería "¿Alguna vez te has sentido sucio por haber 'pecado'? Lo que nos lleva a la última pregunta.

10. ¿Te moló?

O, en otras palabras, ¿tienes la actitud, picardía, vicio, que yo busco, que me va a entender, que voy a entender?

Y hasta aquí las Diez Preguntas. O más bien, las Diez Respuestas que descubrir: no es necesario preguntarlas, pero sí saberlas.

(*Volviendo la vista atrás... el tío me molaba tanto que estoy bastante segura de que me lo hubiera quedado, con tara sionista incluída. Por supuesto, hubiéramos durado lo que duramos, dos colacaos: cuando el subidón de hormonas se calmó, no quedaba nada).

martes, octubre 13, 2009

Un año más, que viva la Virgen del Pilar


Ha pasado un nuevo día del Pilar, una nueva celebración familiar con mi madre y sus hermanas solteras. A los que esperen encontrar porno lesbico incestuoso, como otros años, mala suerte porque esta vez nadie me ha metido mano. En el lado (aún más) positivo, ha sido un día grande para el folcklore español.

Puede que la culpa sea de que el día anterior no me iba la Play para jugar al SingStar, el caso es que nada más comer nos pusimos a cantar jotas.

"En el alto el Pirineo
soñé que la nieve ardía,
y por soñar imposibles,
pensé que tu me querías".




"Pulida magallonera
Anda y dile al Santo Cristo
que cuando me llame al cielo
que me cante la olivera".




"Cuando vuelva de la siega
asómate a la ventana,
que a un segador no le importa
que le dé el sol cara a cara".




"Ruinas de Montearagón,
sierras de Gratal y Guara,
fuentes de Marcelo y Jara,
Huesca de mi corazón".

"Quisiera, quisiera,
quisiera volverme yedra
y subir, y subir,
y subir por las paredes,
y entrar en, y entrar en,
y entrar en tu habitación
por ver el, por ver el,
por ver el dormir que tienes".

Me han dicho que ésta última es Navarra, pero que demonios, son vecinos. Y como mi madre es cualquier cosa menos una rompeespañas, hicimos una minivuelta a España. Primero, una cosita leonesa y nana de mi infancia (la verdad es que casi todo lo que sale aquí lo es):

"Al lado de mi cabaña
tengo una huerta y un madroñal,
al lado de mi cabaña
tengo una huerta y un madroñal;
con la cabaña y la huerta, leré,
y los madroños, leré,
te quiero más".

Luego, a Galicia:
"Catro vellos mariñeiros,
todos metidos nun bote.
Boga, boga, mariñeiro,
imos pra Viveiro,
xa se ve San Roque.
Ailalelo ...
Os mariñeiros traballan
de noite coa luz da lúa.
Dá gusto velos chegare
pola mañá cedo
cheirando a frescura.
Ailalelo ..."




"Eu namorar, eu namorar, eu namoreime,
eu namoreime na beira do mar,
enguedellar, enguedellar, enguedelleime,
enguedelleime na beira do mar.
Eu namoreime dunha rapaciña,
xa non me puiden desenamorar.
Eu namorar...
Enguedelleime dunha rapaciña,
xa non me puiden desenguedellar."


"Ondiñas veñen,
ondiñas veñen,
ondiñas veñen e van.
Non te vaias rianxeira,
que te vas a marear.
A Virxe de Guadalupe
cando vai pola ribeira,
descalciña pola area,
parece unha rianxeira"






Después, un toque de la Asturias minera...

"En el pozo María Luisa,
tranlaralará, tranlará, tranlará.
murieron cuatro mineros.
Mira, mira Maruxina mira,
mira como vengo yo.
murieron cuatro mineros.
Mira, mira Maruxina mira,
mira como vengo yo"




A estas alturas, mi hermana Ro -a la que en su etapa de bebé mis padres cantaron infinitamente menos que a mí- se quería tirar por la ventana, pensando qué habría hecho ella en otra vida para merecerse una familia así. Mi padre no, a él le mola este rollo, y además sus chicas cantamos muy bien (modestia aparte). De hecho él hizo la primera de las aportaciones de la zona del País Vasco:

"Boga, boga
mariñela
mariñela
joan behar degu
urrutira
urrutira
bai Indietara,
bai Indietara".




La segunda fue cosa de mi madre:

"He subido a Begoña
y he preguntado:
Sí es que ha habido algún hombre
que ha muerto amando.
Me han respondido,
me han respondido:
Mujeres a millares, hombres no ha habido.
Confesé con un fraile
de la Ribera.
Me puso en penitencia
que te quisiera.
Y yo te quise,
y yo te quise,
porque la penitencia
ha de cumplirse".

Luego bajamos a Andalucía a hacerle una visita a Lorca:

"De los cuatro muleros
que van al campo,
el de la mula torda,
moreno y alto.
De los cuatro muleros
que van al agua,
el de la mula torda
me roba el alma.
De los cuatro muleros
que van al río,
el de la mula torda
es mi marío"



Y, de pronto, saltamos a Canarias.

"Virgen de Candelaria
la más morena, la más morena
la que tiende su manto
sobre la arena, sobre la arena.
Quiero que te pongas la mantilla blanca
quiero que te pongas la mantilla azul
quiero que te pongas la recolorada
quiero que te pongas la que sabes tú"



"Palmero, sube a La Palma,
catai, catai
o dile a la palmerita,
chupai, chumai.
Que se asome a la ventana,
catai, catai
que mi amor la solicita,
chupai, chumai.
Palmero, sube a La Palma,
catai, catai.
A la cara te miro
pa’que me entiendas,
catai, catai
porque también los ojos
sirven de lengua,
chupai, chumai.
A la cara te miro
pa’que me entiendas,
catai, catai.




"Esta noche no alumbra
la farola del mar
esta noche no alumbra
porque no tiene gas
Porque no tiene gas
porque no tiene gas
esta noche no alumbra
la farola del mar"



Y así, de forma tan sencilla y feliz, pasó la Be Family el día del Pilar.

(No me pidan más post, que tengo que ir a trabajar y este finde de tres días me ha dejado hecha puré).

(Ni yo ni nadie que conozca sale en ninguno de los videos).

(Agradezco colaboración para detectar errores o faltas de ortografía en las letras de las canciones, en especial las que no están en castellano).

viernes, octubre 09, 2009

Pochez con serie

Llevo toda la semana con pochez griposa. No ha llegado la sangre al río ni la gripe A a mi cuerpo (creo), porque no he tenido fiebre, pero he estado toda la semana hecha un guiñapo, sin faltar al trabajo porque al fin y al cabo es un simple catarro y tirándome en el sillón según llegaba del curro para abrazar mi mantita y descansar.

Se me han juntado un montón de horas en el sofá, sin cabeza para leer y con la infumable tele de la tarde. Mi Anómalo me había dejado hace meses The Big Bang Theory en el disco duro del ordenador como recomendación, pero a pesar de todo lo bueno que había oído de la serie no encontraba el momento de empezarla. Pero cualquier pereza se vence si se trata de NO ver Sálvame, así que me enchufé el primer capítulo.

Pues me ha pasado lo que me pasa siempre: me da una pereza horrorosa empezar una serie nueva por propia iniciativa, pero una vez que empiezo me engancho y tengo que verla ya, toda, inmediatamente, entera. Me pasó con la primera temporada de In treatment (vi tantas horas seguidas que al final la que necesitaba a Paul Weston era yo, totalmente mimetizada con los pacientes). Y me ha pasado con The Big Bang Theory: en tres tardes me he visto los diecisiete capítulos de la primera temporada, los veintitrés de la segunda y un par de la tercera (modo azafata del un, dos, tres on: cuarenta y dos capítulos, a unos veinte minutos por capítulo, dan un resultado de ochocientos cuarenta minutos - sonrisa - modo azafata del un, dos, tres off). Me lo he pasado bomba y me he reído a carcajadas, me he hecho fan total de la serie (¡y de Sheldon! ¡y de Leonard! ¡y de Penny! ¡y de Raj! ¡y de Penny y Sheldon!) y estoy deseando que me lleguen los nuevos capítulos.

Así he pasado estas tardes, dopada y aplastada contra el sillón, envuelta en una manta y sólo sacando el bracito para darle al ratón y poner otro capítulo y para llegar hasta los kleenex. Hoy ya saldré por la tarde de casa porque a) ya estoy mejor y b) ¡ya no me quedan capítulos de The Big Bang Theory! ¡drama, drama!

En fin, que estoy contenta por estar mejor, odio estar malita y lo de los constipados es muy incómodo. Pero sinceramente, creo que el que estará más aliviado por mi recuperación será mi chico, que tiene más paciencia que un santo y me ha cuidado estos días (aunque sospecho que su paciencia empezó a agotarse cuando le pedí que me cantara el soft kitty, warm kitty. Se negó en redondo ¡y aún no sé porqué! ¡No es justo! ).

martes, octubre 06, 2009

I love The Doctor - Doctor who? - Exacto


Aviso desde ya que éste es un post friki de baja intensidad. Aviso también que es un post de tios (de los de "Los chicos de Be", ya saben). Aviso que todas y cada una de sus líneas, fotos y dibujos desbordan amor. Y aviso de que es un post especialmente dedicado a Cattz y a Sans.

Los hombres ingleses, así en general, no son my cup of tea. Siendo desde pequeña bastante anglófila, no me lo esperaba; pero he vivido allí y es algo que simplemente me sucede. Los irlandeses o los escoceses me encantan en genérico, los ingleses no: como colectivo son sosos, grises y poco atractivos. Pero. eso sí, cuando un inglés mola, mola MUCHO.

En fin, a lo que voy. Que siendo como soy bastante anglófila, resulta sorprendente que haya tenido que cumplir 31 para ver un episodio de Dr. Who y 32 para ponerles cara a los once. Espero resarcir al Doctor de tal descuido con este post. Porque el Doctor mola.

¿Que quién es el Doctor? No les voy a contar nada que no salga en la wikipedia, y ni por asomo nada que un friki de gama media no controle, así que si lo que quieren es información investiguen en la Red, lean el post de Efe o ponganle un email a Jónatan Sark. Pero sí puedo decirles quién es él.

El Doctor es un señor del tiempo que viaja por los siglos y los mundos desfaciendo entuertos y luchando contra terribles enemigos con forma de salero vintage y cositas así. Es el personaje principal de la serie de ciencia ficción que más años lleva en pantalla -Dr. Who-, y es 100% británico como el té de las cinco, los Beatles, Agatha Christie o Harry Potter.

El Doctor apareció por primera vez en las pantallas de TV en 1963 . Tenía esta cara:

A lo largo de los años ha renacido varias veces, con cara y personalidad nuevas.

Y por fin, en 2005, ocho Doctores después, pasó esto:
No me digan que no es seeeeeeexi. (Gracias, Efe, por el dibu).
Eccleston fue el primer Doctor que yo conocí. Un Doctor misterioso, oscuro, con cierto aire atormentado y melancólico. Me encanta.

Pero claro, el ciclo de la vida sigue su curso y... el Doctor número Nueve desapareció y dejó paso al Diez.
Puede que este dibu les suene del blog del autor: no es inédito.
La primera impresión fue un poco anticlimática. Me superidentifico con lo que dijo Cattz en Twitter: "Eccleston, vuelve, que el nuevo es feo!" Y puede que muchas lo pensaranmos. Pero el Doctor de Tennant acaba por ser monérrimo y encantador, y siente una ilusión y un entusiasmo por las cosas irresistible... y es extremadamente guay.

(¿He dicho ya que es escocés? Y eso que no le dejaron usar su acento, asílespartaunrayo)

En fin, que les voy a poner una bonita foto para que ustedes también le pongan cara al Doctor. Once caras, porque Tennant también deja el personaje y en breve tendremos uno nuevo (Matt Smith, creo) que espero que Jónatan Sark, mi dealer de series, me suministre puntualmente.

También me mola bastante un Doctor de dibujos, al que ponía voz y aspecto mi adorado Richard E. Grant y que no sé si es continuidad o sueño o qué.

Supongo que cada uno de los doce (de los enemil, si miramos en la wiki y contamos con las múltiples versiones de TV, audio, teatro, cine, web) tendrá su público -everybody does! incluido el abuelete del principio- pero mi corazón, indiscutiblemente, pertenece al Doctor.

Que, por otra parte, tiene tantos como para coleccionarlos, como se puede ver en este gráfico:

(No es mío, lo he robado y ya no recuerdo de dónde, pero va firmado y lleva una direccion: http://mimi-na.deviantart.com. Autor, si usted quiere lo quito pero es que... es taaaaaaaan mono...)

lunes, octubre 05, 2009

Jose

¿Conocéis esa sensación de conocer a una persona a la que no has visto en la vida? A veces me pasa cuando una amiga me habla durante mucho tiempo de alguien (tipo "pues mi amiga menganita, la del pueblo, de toda la vida, cree que..."). Me pasa cuando llevo tiempo leyendo ciertos blogs personales, a veces acaba invadiéndome una extraña sensación de familiaridad al leer lo que una persona cuenta sobre sí misma. Es una sensación rara porque conoces-no conoces a alguien (y ya todo se hace más raro si luego te encuentras con ese alguien cara a cara: sabes cosas más o menos filtradas de su vida, de su forma de pensar e intuyes rasgos de su personalidad (y viceversa), pero a la vez no puedes decir que le conozcas exactamente... y sí, es raro pero apasionante. Será que siempre he tenido una suerte tremenda con la gente a la que he conocido a través del blog).

Pues bien, últimamente tengo una de esas sensaciones de familiaridad, pero impuesta y muy molesta. Tengo un blog a gritos que me entra por la ventana, desde la obra que están construyendo justo detrás de mi casa. No son los mismos obreros que contemplaron mi escena en la ducha (los cambiaron al acabar la estructura de la casa) son otros mucho más ruidosos. Y no me refiero a que sus tareas hagan más ruido (deben andar parejos) sino a que ellos hacen más ruido. El menor de mis males es cuando ponen Radio Olé a toda galleta. Mucho más molesto es su método de comunicación: a grito limpio. Sobre todo uno, Joooose.

Joooooose se llama realmente Antonio, pero se ha quedado en casa como "Jooooose" porque cada vez que abre la boca es para llamar al Jose real a gritos y pedirle cosas.

- JoooOOOooose, ciérrame el agua.

- JoooOOoooose, súbeme la arena.

- JoooOOOooose, que este fin de semana me voy a Villa Morderuelo de Abajo y...

Muchos de los obreros de esta obra gritan. Pero Joooooose se distingue por tres características:

- Tener unos pulmones prodigiosos. Su volumen trasciende los cuatro pisos de altura, mi patio, mis ventanas y cualquier barrera física impuesta en un kilómetro a la redonda.

- Su tono. No sé que tiene, pero su voz se te mete en los oídos como si fuera un grito de una Banshee desatada, pero en tío.

- Lo pesado que es. Cada cinco minutos está llamando a Jose y pidiéndole cosas a voz en grito. Si yo fuera Jose, ya le habría insertado la paleta hasta la glotis para que se callara.

Así que estoy deseando que acabe la obra, ya no tanto para que cesen los golpes, chirridos, suciedad y demás inconvenientes relacionados con una obra, (que también) sino porque estoy deseando librarme de Jooooose, de Jose y de sus gritos. No quiero enterarme de si necesitan masilla o de si se van a tomar unas cañas después de currar. Que para eso prefiero leer blogs, que son mucho más entretenidos y mucho menos estridentes.

(Pero mientras escribo esto observo por la ventana a Joooose, silbando mientras pone escayola subido en un andamio, miro el estado de la obra y asumo que me quedan unos cuantos meses de aguantarle. Porca miseria).

viernes, octubre 02, 2009

Fin de septiembre

Por fin acabó septiembre. Ha sido un mes desagradable y, aunque suene absurdo, cada vez que algo malo pasaba yo me repetía "ya queda menos de este septiembre, enseguida se acaba". Como si al pasar la hoja del calendario a octubre se fueran a quedar atrás los malos rollos.

Pero bueno, las cosas se han ido diluyendo con los días y poco a poco han ido mejorando: ya estoy instalada en mi nuevo instituto, al que llego andando en veinte minutos desde casa, estoy contenta con mis grupos, he aprobado las asignaturas a las que me presenté en los exámenes de la universidad y voy reelaborando mis rutinas.

Para cerrar el mes, nos fuimos de boda, pero antes montamos un salón de belleza en mi cuarto de estar. Mientras Gato peinaba a la Perli, yo me pintaba las uñas de los pies y nuestros tres respectivos nos observaban sentados en el sofá. Después nos pusimos de punta en blanco y nos embarcamos en bichito. Yo llevaba un vestido de seda hasta los pies, azul y de muchos otros colorines, que me había arreglado la costurera de al lado de casa.

(Inciso, cuando fui a buscar el vestido estaba en el taller su hijo, que tiene unos cuatro años. Le sonreí, le solté "qué guapo eres" y la madre me dijo "¡ay, no, está muy feo! le estaba cortando el pelo con la maquinilla y me pasé en un lado y zas: ¡mira!". Y sí, el niño tenía un tremendo trasquilón del lateral de la cabeza hasta la coronilla. Mucha confianza en ese momento pues no me dio, la verdad, pero como siempre me ha hecho las cosas bien me fie y no me probé el vestido hasta el momento de irnos y resultó que mi vestido ¡tenía colita! o, como insistían mis acompañantes que dijera, "protuberancia o extensión trasera de la indumentaria". No quedaba feo, pero incómodo era un rato, porque todo el mundo me pisaba la colita, incluída yo misma).

En fin, la boda moló. Yo me pasé la noche a Coca-Colas y cafés, porque conducía de vuelta a casa y como no estoy acostumbrada, llevaba una especie de subidón cafeínico importante. Cuando nos retiramos, muy avanzada la noche, yo iba dando saltos como una rana verde (aunque fuera vestida de azul y múltiples colorinchis). Camino a Bichito tuvimos que atravesar un prau mojado y eso fue el detonante. Se me empaparon los pies y el bajo del vestido (por no hablar de la colita). Empecé a soltar grititos y en ese momento salieron los caballeros que llevan dentro nuestros acompañantes:

- Te llevamos a la sillita de la reina.- dijo el Zagloso que es un caballero normalmente, pero con tirantes más.

- Nonononono.

- Anda, Anómalo, vamos a cogerla.

- Que nooooo, que peso muchooooo, más los * kilos que he engordado en veranoooooo.

Y me cogieron entre los dos a la sillita de la reina. Entonces fue cuando me entró un ataque de risa, a carcajada limpia.

- Bueno, pues como que la soltamos ya, ¿no?

Y aún quedaba un trozo de prau.

- Jooooo, amor.

- ¡Cariño, yo puedo cargar con una chica pero no con un saco de la risa!

- Jajajaja.

- Oye, ¿tú estás segura que sólo has bebido coca-cola? ¡que esto no es normaaal! - vamos, que casi no dejan conducir bajo sospecha de haberme bebido a escondidas todos los restos de vino del restaurante.

Y así he cerrado el mes, a carcajada limpia. Al menos ha sido una buena manera de acabarlo.

(Y hoy el mes ha empezado de una manera inmejorable: una nueva quelitas baby -preciosa- campa por Mallorca).