MANAZAS

Yo, Be, me he cargado la plantilla milenaria de QaD por torpe y con un solo clic. Me autoflagelo ante mis copropietarias y me comprometo a dejarla lo más parecida posible, si no mejor. ¡Palabra!

sábado, noviembre 29, 2008

Sábado, sabadete: La Belle Isabelle


Tengo este post a medio escribir desde hace la tira de tiempo… La idea era recomendar un sitio chulísimo que está al lado de mi antigua casa de Malasaña. En fin, léanse el post y luego les cuento las novedades.

Cuando hicimos la fiesta de tuppersex en mi casa le dije a la chica que no sacara nada con venas. Ella me dijo que jamás le habían pedido nada parecido (cosa que me extrañó, porque lo primero que gritaron Parker y mi prima AB cuando les conté que iba a llenar mi casa de vibradores –a cada una por separado– fue precisamente eso: "¡Venas NO!"). De todas formas, como acabó sacando a Johnny –que quienes hayan leído sobre aquella fiesta recordarán como el paradigma del cacharro con venorras–, imagino que cuando otra se lo vuelva a advertir soltará la misma frase: "Uy, ¡es la primera vez que me lo dicen!".

Pues bien, hoy os voy a hablar de un sitio precioso en el que se puede encontrar casi de todo, pero nada de venas.

La Belle Isabelle (Corredera Alta de San Pablo, 3) sigue el mismo concepto de Los Placeres de Lola de ser una tienda erótica orientada al gusto de las mujeres, pero ésta no restringe la entrada y admite hombres sin acompañantes femeninas. Y la gran diferencia entre ambas tiendas salta a la vista desde la decoración.

Al lado de La Belle Isabelle, Los Placeres de Lola parece casi "de sport". En La Belle Isabelle hay plumas, terciopelos, sedas, swarovski, cuero, estampados animales, mucho color negro, rojo, algo de rosa y espejos.

En cuanto a qué comprar allí, además de cosmética erótica (cremitas, polvos, aceites...) y un montón de vibradores de colores, su fuerte es la lencería. Ropa interior sexy de gama alta, cara carísima, para disfrutar en compañía. O sin compañía, porque de vez en cuando hay que salir de la rutina Oysho/Intimissimi/Woman Secret y mimarse un poco.

Y luego están los nippies –pequeñas piezas de lencería que cubren únicamente el pezón–. Los de la foto son los más simples, pero también los hay de encaje, de lentejuelas, con borlas, sin borlas, de swarovski… Y son una monada.

Pero no nos olvidemos de las cosas que sólo podemos encontrar en este tipo de tiendas: los vibradores. Como dedica mucho espacio a la lencería y la cosmética sensual, La Belle no tiene una gama de una gama tan amplia como otras tiendas pero hay bastante variedad. Destaco tres:

El Pato rosa de lujo:

Lo hay en más tamaños y colores y customizado de distintas formas (sin plumas, en plan camuflaje, a lo bondage), pero este es el más chic. Yo tengo otro modelo que me regaló Misia por navidad. Es tan bonito que dan ganas de ponerlo de adorno en la estantería entre Darth Vader y Batman.

El Lelo negro:


Me encanta por forma (redondeada), tamaño (pequeño y ligero), textura (suaaaave) y color (negro). Además no lleva pilas, se carga enchufando un cargador como el del móvil. También está disponible en un morado precioso.

El Miyakodori:

El propio concepto es wicked de por sí. Se trata de un vibrador a control remoto pequeñito pequeñito que se puede llevar puesto sin que nadie lo note. El mando a distancia tiene un alcance de 7,5 metros, así que lo puedes llevar en el bolso, en la guantera del coche o en el bolsillo de tu chico.

Y aquí me quedé. Pensaba ir a sacar fotos en lugar de sacarlas de la web, pero lo fui dejando y dejando y dejando… y ahora me siento como Homer en el episodio en que Flanders monta la tienda para zurdos: este post lleva un año de retraso y mi nueva jefa, a la sazón hermana de la dueña de la tienda, va y me informa de que La Belle Isabelle cierra, que están de liquidación y que tienen todo al 40% y al 60%.

Pues habrá que ir.

viernes, noviembre 28, 2008

La princesa de África

Esta semana han hecho un ciclo cultural hispano-senegalés en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, en el que han pre-estrenado una película documental que me encantaría ver. Se llama La princesa de África y la sinopsis, según la web es:
"...es la historia de dos sueños: el de Marem, una niña bailarina senegalesa de 14 años que ansía emigrar a Europa, y el de Sonia, una bailarina española atraída por la magia de África. A las dos las une Pap Ndiaye, padre de Marem y marido de Sonia. Pero ni África es como Sonia soñaba (Pap Ndiaye tiene dos mujeres más) ni Europa encaja con las ideas preconcebidas de Marem (no hay niños en las calles y también hay pobreza). Princesa de África es una bella historia de amor, de música y de danza, donde las cosas no son como parecen y las mujeres son las protagonistas".
Tengo muchas ganas de verla porque una de las protagonistas de este documental es Sonia Sampayo, una bailarina de danza oriental y africana maravillosa. Verla bailar es precioso, porque es grácil y delicada o fuerte y poderosa, según lo que dicte la música. Yo he tenido la suerte de disfrutarla como profesora en algunas ocasiones, y no sólo transmite genial el baile, es que también te hace llegar su dulzura y serenidad.
El único vídeo que he encontrado de Sonia bailando es un extracto de Surur, un espectáculo dirigido por Gloria Alba (una de las grandes figuras de la danza oriental en España) en el que bailan algunas de las bailarinas que más me gustan de la escena: Sonia Sampayo, Eva Chacón (grande, grande) y Patricia Álvarez.
La que baila con música de Vivaldi es Sonia y la que baila con la máscara la maravillosa Eva
Espero ver esta semana el documental, por suerte lo van a proyectar en los Ideal (madre mía, voy a ver una peli en wolof... lengua que no tenía ni idea hasta hoy que existía. Menos mal que me gusta la V.O.). Si a alguien le apetece y está en Barcelona, he visto que la proyectan en los cines Ícaro. Algunas compañeras que la han visto en el Círculo me han dicho que es emocionante y que la música es preciosa. Por último os dejo con el trailer, por si os pica la curiosidad.
Y vale, aunque no tiene que ver con África y el resto del post, no me puedo resistir a poner dos vídeos de otras de mis maestras:
La gran Eva Chacón
La maravillosa Merwa
Hala, ya me he quedado a gusto.

jueves, noviembre 27, 2008

Girls just wanna have fun


Tras un periodo de tranquilidad vital, cierto apalancamiento, vida casera y juergas más hogareñas que otra cosa, he vuelto a pisar la noche madrileña.

Como el tiempo no pasa en balde, todo está ligeramente diferente a como yo lo recordaba. Hace un par de años las horas de cierre ya estaban empezando a tomarse más en serio, pero es que ahora parece que son la Biblia (¡oh, aquellos viejos tiempos en los que cada uno hacía lo que le daba la gana…!).

He vuelto a visitar a los bares de mis amigos que siguen sirviendo los mejores combinados del mundo. He vuelto a quedarme con los porteros de las discos para que me cuelen sin hacer cola porque les hago gracia. He vuelto a quitarme los zapatos en el portal porque no puedo más con los tacones. He vuelto a meterme en la cama, muerta, a las 7 de la mañana. Y he vuelto a bailar.


El miércoles pasado salí a cenar y beber combinados con el resto de las TriTroias (sí, éste y "camisas vs camisetas" son mis posts pendientes). La noche siguiente tuve una fiesta llena de chicos morenos con patillas y gafas de pasta que me recordó que entre el colectivo de las camisetas de rayas hay la misma proporción de empanados que entre los que llevan polos o camisetas frikis. Y dos noches después nos juntamos un grupo de amigas de distintos estados civiles y grados de compromiso y nos fuimos a bailar.

Fue la noche del buen rollo, desde el principio, se notaba. Bailamos sin parar, una música a mitad de camino entre lo que bailaban en los guateques de las pelis de Marisol y Pizzicato Five. Nos dio igual que los modernos no bailen (casi nada). Nosotras bailábamos.

Se nos acercaron varias personas a decirnos, simplemente, las buenas vibraciones que despedíamos. Uno nos dijo que teníamos todas un flow increíble. Más o menos le entendimos, aunque luego Fara nos explicó a las demás que el flow es un concepto que se ha hecho popular en la psicología, que en castellano podría traducirse como "fluir" o "flujo", que según el psicólogo Mihalyi Csikzentmihalyi se define como un estado en el que la persona se encuentra completamente absorta en una actividad para su propio placer y disfrute, durante la cual el tiempo vuela y las acciones, pensamientos y movimientos se suceden unas a otras sin pausa.

Gracias a este chaval tan profundo hemos sabido que el sábado nos vimos envueltas por un sentimiento de enfoque energizado, de total envolvimiento en la tarea, y de éxito en el proceso de la actividad. Claro que también nos preguntó si siempre íbamos las 14 juntas, con lo cual quedaba claro que el pobre veía justamente el doble porque éramos siete, así que probablemente el chico no fuera tan profundo sino que simplemente iba pedo.

Pero aparte del flow, hubo otros misterios de la noche:

¿Por qué un posible candidato a chico más guapo de la disco acaba siendo elegido por unanimidad "pesado del milenio"?
Nos decantamos por creer que la culpa era de las dronjas (las suyas de él) o, si la cosa venía de antes, que el pobre se había caído de cabeza desde una altura considerable al poco de nacer. También podía ser congénito, o sea, culpa de nadie.

¿Cómo puede ser que le pidas a un tío que te quite de encima al pesado de su amigo y la respuesta sea "¿Pablito? ¡Pero si Pablito es un regalo!"?
El regalo lo llevaría por dentro, como los huevos kinder. Por fuera estaba al borde del coma etílico aunque era más bien inofensivo y daba un poco de penita. La solidaridad masculina y la ceguera producida por el alcohol no tienen límites.

¿Puede de verdad pensar alguien que la frase "Me gustáis todas. Soy un chico fácil, si alguna de vosotras se me quiere llevar de aquí, a la cama por ejemplo, soy todo vuestro" puede funcionar?
Ninguna se lo llevó, claro, pero nos reímos un rato. Era como el dilema del prisionero pero llevado al extremo. A K. le recordó a aquellos tiempos en que un grupo de niños de 15 años se acercaba a un grupo de niñas de 14 y uno, con cara mitad de morro mitad de morirse de vergüenza, decía: "¿Alguna de vosotras quiere enrollarse con alguno de nosotros?" ¡Pues quince años después algunos siguen igual!

El sábado las chicas sólo querían divertirse. No lo duden, nada más lejos de nuestra intención que ligar: la noche es deprimente para salir en ese plan (y yo aún no he mirado pero me dicen que el mercado está fatal).

miércoles, noviembre 26, 2008

Un café de más

Cosas del destino, he vuelto a mis orígenes. Estoy trabajando en el instituto en el que estudié un curso hace mogollón de años. *^&! años, para ser exactos.

El instituto sigue siendo el mismo. Mi antigua clase sigue siendo la misma, aunque ahora la veo desde la tarima y a la inversa. Los profesores... no siguen siendo exactamente los mismos. Cuando me mandaron a mi nuevo destino, estaba muy emocionada por encontrarme con tres profesores que me encantaron. De ellos sólo queda uno, los otros dos se han jubilado. Es curioso, porque hace *^&! años no tenía la percepción de que fueran tan mayores. Pero es que *^&! años son muchos años.

Mi antiguo tutor sí que sigue dando clase. Estábamos charlando, y pasó por allá otro profe del instituto. Mi tutor le paró y le dijo:

- Pedro, ¿te acuerdas de Misia? Estudió aquí y ahora vuelve como profesora.

- No sé... ¿fuiste a clase conmigo? El caso es que me suena tu cara.

- No, no fui a clase con usted – entonces fue donde tendría que haberme callado, pero a veces mi lengua es más rápida que mi cabeza – pero fui compañera de clase de su hijo Jorge.

Jorge. Mi amigo Jorge. El primer amigo que tuve en Madrid y que conocí precisamente en ese instituto. Jorge, ese chico al que yo quería un montón, el mismo que dos años después de conocernos se me declaró en el Paseo del Prado, después de salir del teatro y bajo una lluvia intensa. Ese mismo Jorge al que di calabazas “porque era mi amigo”.

A Pedro se le cambió la cara.

- ¿Tú eres Misia, la chica de Mallorca?

- Sssí.

- La que después estudió Historia...

- Ssssííí.

Me quedó claro que él sabía per-fec-ta-men-te quién fui yo en la vida de Jorge. Me contó cómo le va actualmente a mi antiguo amigo (después de mi negativa a salir con él nuestra ¿amistad? duró dos telediarios, y eso sí que no fue por mi culpa) y me alegré mucho de todo lo que me contó, porque parece que le va muy bien.

En fin, que ahora me encuentro al padre por el pasillo y es muy amable conmigo, siempre fue un hombre encantador. Aunque no sé qué opinión debe de tener de mí, ya que en su tiempo dejé hecho polvo a su hijo durante una temporadita. Involuntariamente, eso sí.

Un amigo tiene la teoría de que hay un punto en el que la amistad con una chica no tiene marcha atrás. Es decir, que hasta ese punto podías intentar ligártela con éxito, pero que a partir de entonces ya no habrá triunfo, porque te habrás convertido en su amigo (¡el horror, el horror!). Vamos, que te tomaste un café de más con esa chica y te convirtió en su confidente, en su amigo, en su osito achuchable... eso significa que cualquier movimiento táctico se saldará con un “es que yo te quiero como amigo... no quiero perder tu amistad, la valoro demasiado”.

Ah, esa frase, la que la mayor parte de mujeres (¿y hombres?) hemos soltado en alguna ocasión. Y sí, es cierta en una parte. La otra parte, la que no se suele decir, es la de “lo siento, es que no me gustas. Te tengo cariño, pero no me atraes, no me pones y no me imagino frinkando contigo... ¿nos vamos al cine?”.

Sabemos que a los hombres os da mucha rabia la frasecita de exaltación de la amistad, ¿pero qué queréis que os digamos? ¿”si tú y yo fuéramos los dos últimos humanos sobre la tierra, la raza se extinguiría”? (la frasecita no es mía, la soltaba una compañera borde de la universidad).

A veces ocurre al revés. De repente, tú, la amante de la amistad, te encuentras pensando más de la cuenta en ese amigo, te das cuenta de que estando con otros te aburres como una ostra, de que estás deseando encontrártelo en el messenger... y te das cuenta de que ese “amigo” te gusta más de lo que quieres admitir. Y cuando dicho amigo te da calabazas, o frinkáis un poco y te da calabazas, comprendes lo que es la justicia divina.

En fin. El eterno debate. Conozco gente que cree que la amistad entre hombres y mujeres no puede existir. Cosa muy peliaguda si, por ejemplo, la que piensa eso es la novia de uno de tus mejores amigos. Evidentemente, yo no pienso así. Tengo amigos, grandes amigos y ninguno de los dos quiere otra cosa diferente. Creo.

Creo que he estado en todos los papeles de las situaciones anteriores: a veces me han rechazado, a veces he rechazado yo. Así es la vida y, si algo he aprendido después de tanto vaivén es que todo pasa. Propia experiencia.

Ahora estoy con una persona maravillosa, a pesar de que durante unos meses tuve la certeza de que nunca seríamos nada más que amigos. Lo que es la vida, ya hace dos años que aquello dio la vuelta. Ha sido la primera vez que una relación con un amigo me funciona. Y es genial, porque es mi amigo, es mi pareja. Es todo.


martes, noviembre 25, 2008

Grandes Heroínas de Ficción: Jana


Cuando a mediados del marzo pasado Mar Calpena me pasó el texto de su prólogo de Jana pensé que aquello se parecía muchísimo a un post de QaD. Hemos hablado alguna vez de una posible colaboración de Mar en este blog, pero según pasan los meses he tenido el presentimiento de que el texto que ya tenemos "en mano" es lo más parecido a un post de QaD que la autora nos iba a escribir, al menos de momento. Y además el prólogo se ajusta como un guante a esta sección.

Como son tres foliazos de Word, he metido tijera como dios me ha dado a entender (Mar, espero que te parezca bien). El que lo quiera leer completo que se compre el tebeo, jo, que merece la pena. Por mi parte ya antes de leer el primer número de Jana en Glenat recordaba perfectamente y con mucho cariño a la modelo pelirroja, en especial una aventura en la que desarticula la secta de la serpiente vestida con una mini túnica y una tiara/cobra…

Jana mola mil. En fin, que lo disfruten.

Todo comenzó inocentemente, como siempre empiezan estas cosas. Un domingo cualquiera de un invierno cualquiera de los ochenta, me encaminé a una pequeña librería del pueblo de la Costa Brava en el que mis progenitores tenían un apartamento para hacerle pagar el impuesto revolucionario semanal a mi padre: un tebeo.

La historia solía repetirse todos los domingos. Para hacerme callar en los ciento y pico kilómetros de coche que nos separaban de Barcelona, en los que el cansancio y la inminencia del lunes podían conducir a una rabieta en el momento más insospechado, la familia me sedaba con algo que leer, generalmente una revista infantil o un álbum que se me permitía elegir a mí solita.

En todo este maremágnum, había una clara favorita: Esther. Pero el personaje estrella de Pura Campos era huidizo como una anguila. Las ediciones de Bruguera resultaban, por decirlo suavemente, caóticas. Te comprabas un Esther en el que Carol estaba felizmente casada y en el siguiente Lily, aún continuaba soltera y tonteando con Noel Carter. No sé cuántas veces me chupé las rabietas de Esther contra su futuro padrastro, o no entendí porqué la pecosa llevaba en los números especiales coletas bajas y en las series regulares, cola alta. Y tampoco ayudaba que ningún adulto de este mundo apunte en la agenda cuándo compra los tebeos a sus hijos, por lo que lo mismo me regalaban dos en una semana que no soltaban ninguno. No entendían el problema, qué digo, la tragedia, que suponía no poder seguir la serie de Esther regularmente...

En una de éstas apareció por el quiosco una nueva revista con una cara misteriosamente familiar en la portada y, lo que es más importante para la psique de una niña de diez años, ¡con la que regalaban un magnífico anillo en forma de serpiente! Era Jana, editada por Sarpe, y con ella vi la luz. Mmm, un nuevo personaje de Pura Campos al que podía seguir desde el número uno... Mi cabecita razonó que si conseguía convencer a la familia de que era mi revista favorita, me garantizaba así la compra semanal de un tebeo. No tuve que fingir. Desde el primer día Jana me encantó.

Tengo la sensación de que el recuerdo ha sido un poco injusto con el personaje de Jana, creación del autor de novelas de acción Andries de Brandt. Jana, que apareció originalmente con el nombre de Tina en la revista holandesa del mismo nombre, para la que Pura Campos la dibujaba, sufre el mismo destino que los hijos o los hermanos menores de los famosos. Devorada por el fenómeno mundial que era (y es) Esther, a la pobre Jana le ha quedado el sambenito de ser “la otra” serie de Pura Campos, con permiso de esa hora del recreo en forma de personaje que se llamó Gina. Pero era bastante más.

Definámosla. Jana: Modelo veinteañera de cabello pelirrojo (o castaño, que nunca se supo demasiado bien gracias a los impresores) e inclinaciones detectivescas. Aunque no parecía ser muy conocida -el fenómeno de las supermodelos aparece hacia el final de la década- siempre le salían trabajillos que la llevaban a pasar modelos en países exóticos y gracias a los cuales se metía en todo tipo de intrigas. Lo mismo desarticulaba sectas que encontraba tesoros bajo el mar. Cada dos por tres la secuestraban o estaban a punto de asesinarla, pero también tenía sus momentos de comedia. Jana soltaba su lengua afilada para zaherir a algún que otro “malo” de la historia, o para tontear con algún secundario (de un modo muy light, que Jana compartía piso y quizás armario con la diseñadora Berta).

Las historias de Jana eran, y son -porque siguen publicándose en Holanda- autoconclusivas. La tensión dramática no nacía de la caracterización de los personajes, como ocurre en Esther, sino de los giros del guión. La autoría de las tramas de Jana, tras la muerte de Brandt, ha cambiado de manos varias veces, pero por lo que cuenta Pura, la esencia del personaje apenas se ha alterado.

Otro de los tópicos respecto a la obra de Pura Campos reza que en Esther la autora pudo canalizar su inacabable creatividad en el campo de la moda, pero lo cierto es que a mí siempre me pareció que los personajes de Jana vestían mejor. Esta sensación se debía a dos motivos: El primero, la propia ambientación de la serie, en la que Pura no se veía constreñida a dibujar modelos de calle, sino que podía dejar volar el lápiz hacia la alta costura. El otro era que, a diferencia de lo que ocurría en los refritos de Esther que de vez en cuando colaba Bruguera, el desfase entre la fecha de publicación en Holanda y en España era pequeño, con lo que los vestidos estaban siempre a la última.

Además, la propia revista tenía una sección llamada “mini moda”, en la que se ofrecían trucos para alterar la ropa, y en alguna ocasión organizó incluso un concurso de diseño, en el que una servidora participó (y que llegó a causar un incidente diplomático en mi casa, cuando con 12 años hice venir un comercial de CEAC con la peregrina idea de que convenciera a mi madre para que me dejara estudiar diseño de moda por correspondencia).

Pero conflictos aparte, Jana era un personaje al que guardo especial simpatía. Así como con Esther sufríamos por conocer a dónde iría su vida, o si alguna vez se ligaría a Juanito –-mira la de años que han pasado, y seguimos sin saberlo-- con Jana tenías siempre la promesa implícita de volver al status quo, de que podías tomártela un poco a broma, a sabiendas de que tarde o temprano todo se arreglaría. Si Esther era como nosotras, las lectoras, Jana era aquélla que fantaseábamos ser algún día. Frente al realismo angustiado de la preadolescencia, yo me confieso devota del escapismo con glamour de Jana, el personaje.

lunes, noviembre 24, 2008

Mi primer examen

Me he estrenado como profesora de secundaria. He echado mi primera bronca a una horda de adolescentes y he puesto mi primer parte. A una individua que, estando en segunda fila y con ocho personas sólo en clase, se dedicó a mandar sms. Me fascinan esa clase de alumnos, porque parecen creen que un ente divino ha mandado una ceguera selectiva (que impide ver notitas, móviles, chuletas, etc.) a todos los profesores de secundaria. En fin.

Pero sobre todo, he hecho mi primer examen. Y a poco me da un infarto. Tengo en clase a alumnos con materias pendientes de cursos anteriores y para que recuperen simplemente les hago exámenes de uno de los temas. Para ponérselo fácil, hice un examen extremadamente sencillo pero ni por esas. Así fue el examen:

Alumno 1: Profe, has puesto una falta de ortografía en el examen.

Misia: ¿Sí? ¿Dónde? - me extrañaaaa.

Alumno 1: Aquí. Has puesto "alrededor" junto.

Misia: Es que va junto.

Alumno 1: Aah... ¿seguro? pues entonces te has olvidado una r. A-l-r-r-ededor.

Misia: ....

Alumna 2: pues sí que hay faltas de ortografía. Te faltan tildes. Debería poner ga-lá-xia.

Misia: nenes, no sé si vais a aprender sociales conmigo, pero desde luego con lengua lo tenéis crudo.

Alumna 2: joooo, profeeee, dime qué va aquíii.

Alumno 3 a alumno 1: Shhh, chsss, oye, túuuu: "el sol es una......" ¿quéee? - era una pregunta de rellenar huecos.

Jo. Y no me pude reprimir, me giré, aguantando la risa, y subiendo la ceja y con cara seria le dije "Estrella. El sol es una estrella".

Pero a pesar de decirle esa respuesta de examen, el chico ha tenido una espectacular nota: 0,2, lo que valía rellenar ese hueco. Y los que han rellenado más huecos, me han dado una información valiosísima acerca de la vida: que el año tiene 360 días y 260 horas que se juntan en un día, cada tres años, que se añade en junio.

Por ahora me lo tomo con humor, pero creo que a la larga voy a tener que hacer meditación zen para centrarme y no tirarme por la ventana.

viernes, noviembre 21, 2008

Cesta de crisis

Ver los telediarios últimamente es tener enfrente un rosario de reportajes sobre la crisis y cómo afecta a la gente. Además ahora se acerca la Navidad, tema tratado una y otra vez en los informativos. Y claro, en las últimas semanas crisis+Navidad= reportajes de crisis en los ámbitos navideños. En la última semana he visto dos: cómo está repercutiendo la crisis en el sector juguetero y cómo va a afectar la susodicha en los negocios de cestas de Navidad.

Sobre lo último, no hace falta ver el telediario para ver cómo la crisis, o el cutrerío, ha llegado a las cestas de Navidad. Hace unos días llegó a mi casa un folleto de una empresa de estas:


Sorry , fue imposible quitar a la gatina

Y sí, a primera vista jamones, quesos y algo de cava. Pero te pones a mirar los lotes y...

Jamón serrano, chorizo ibérico, salchichón, un lomito y seis litros de leche Lauki.

¡¡¿LECHE LAUKI?!! ¿¡Estos cracks han puesto en la cesta seis litrillos de leche?! y no, ni siquiera es Pascual o cualquier marca pija. Es leche Lauki, de la baratita del súper (lo sabe una adicta al cola cao, que necesita aplacar el mono sin dejarse el sueldo).

En fin, que yo recibo esta cesta y me puede venir bien, pero desde luego ilusión, lo que se dice ilusión... pues no. Ya podrían haberse olvidado de la leche y convertir el lomito en lomazo, pero no. Leche. Y Lauki. No me puedo imaginar la reunión:

- Chicos, estamos en crisis, tenemos que abaratar el asunto, que sino nos comemos nosotros las cestas en enero. ¿Alguna idea?

- Quitamos en paté y ponemos foigrás la piara.

- Demasiado caro, chicos.

- Partimos los lomos en tres y lo vendemos como algo sofisticado... LOMITO.

- Bien, bien, vamos por buen camino... pero queda como pequeño.

- Eso se compensa con volumen. He visto unas garrafas de vino pitarra cañamero baratas baratas y que son de cinco litros, y abultan.

- Perfecto, pero ¿y algo más barato que abulte?

- Leche.

- ¿Qué has dicho? ¿leche? si tienes que decir tacos di uno de verdad: hosti* put* o...

Eso sí, como los de las cestas son muy atentos, se puede elegir entre lauki entera, semi o desnatada. Lo dicho, unos cracks.

Post-post: y se me ha olvidado comentarlo, pero os juro que las garrafas de vino pitarra cañamero están en el folleto. Pero la foto ha quedado fatal. Es que yo también soy una fotógrafa de saldo.

miércoles, noviembre 19, 2008

Rojo pasión


He aquí mis últimas compras:

1- Un abrigo rojo.


2- Un vestido rojo.


3- Otro vestido rojo.


4- Un bolso rojo.


5- Un jersey rojo.


6- Unos pantalones rojos.


7- Unas zapatillas rojas.


Cuando estaba ordenando el armario, decido tomarme un respiro, me conecto a elmundo.es y me encuentro con este titular:

"LAS MUJERES DE ROJO, UN IMÁN SEXUAL PARA LOS HOMBRES"

Cielos, me temor lo peor: un estudio científico de la universidad de Jun Chin Fun Chi de Abajo explicando por qué, cuando tengo una cita, procuro llevar algo rojo... Efectivamente, presagio confirmado. Aquí va la sustancia del artículo:

"Las mujeres de rojo atraen como un imán a los hombres"

Bueno, especifiquemos.... ¿a qué hombres? Porque, si es a los hombres en general, mi respuesta es "no"... El único que imán que tengo es el que atrae a hombres con serias taras sentimentales. Y quiero pensar que esos no son "todos" los hombres.

"No sólo les parecen más atractivas cuando visten este color, sino que les atraen sexualmente y se sienten inclinados a pedirles una cita con más probabilidad que si ese día optaron por cualquier otro."

Pero, ¿desde cuándo es el chico el que decide si hay o no una seguna cita?

"La demostración empírica del fenómeno ha llegado de la mano de dos psicólogos británicos de la Universidad de Rochester, Andrew J. Elliot y Daniela Niesta. Entre los babuinos y los chimpancés, por ejemplo, las partes sexuales de las hembras enrojecen hasta ponerse escarlata cuando se acerca la ovulación, toda una señal sexual para atraer a los machos."

Y yo me pregunto: ¿los humanos estamos por encima o por debajo de los babuinos y los chimpancés en la escala evolutiva?

"Nuestros resultados confirman lo que ya sospechan muchas mujeres: que los hombres actúan como animales en el reino de la sexualidad", señala el psicólogo".

Ji, ji, ji... No lo digo yo, ¡¡lo dice el estudio!!

"De hecho, el estudio, publicado en la revista, 'Journal of Personality and Social Psycology', demuestra también que el vestir de rojo no se identifica ni con una mayor amabilidad, ni con más inteligencia: sólo con la atracción".

¡Pues claro! Sólo me faltaba, además, tener que ser amable e inteligente ¿Pero es que no basta con ir de rojo????? Hom-bre-por-dios.

"No obstante, pese a que el estudio resalta las características positivas del escarlata, estudios anteriores de Elliot llegaban a conclusiones no tan favorables para este llamativo color: demostraron que en condiciones de competición, como un examen o un evento deportivo, el colorado provoca un peor funcionamiento".

O sea, que para frinkar (evento deportivo donde lo haya), de rojo nada...

Eso ya lo intuía yo: la ropa interior, siempre negra.

martes, noviembre 18, 2008

DEFCON 2, y contando


Ya hace como mes y medio que hemos roto. Cada uno lo está llevando a su manera (que no se parecen en nada), pero ni estamos enfadados, ni hemos dejado de querernos, ni nos sacamos de quicio el uno al otro, ni hemos dejado de hablarnos. Así que las fases habituales de cuando dos cortan -que suelen ser de mal rollo- pues no se nos aplican.

Pero vamos, que no es fácil. Desde antes incluso que se acabara, a mí lo que me vino encima fue una pena tremenda que fue a unirse a otras cosas que me pasaban… O sea que no es la juerga padre.

Y dicho esto paso a contaros cómo estoy reencontrándome a mí misma mientras atravieso las cuatro fases post-ruptura de Chandler Bing que varios commentaristas mencionaron por aquí y en las que he encontrado la verdad de la vida.



Dejaos de zen, de yoga, de filosofía, religión o psicólogos: en Friends está la verdad.

FASE UNO: Estar todo el día con el chándal puesto.

Como nosotras no usamos chándals, en mi caso la FASE UNO se tradujo en una dejadez total en los siguientes aspectos:

-No ir a la pelu cuando mi melena salvaje casi por la cintura (pero limpísima y oliendo a Pantene ProV) lo pedía a gritos.

-Pasar como un mes sin ir a depilarme (sin excusas: una cerdada que me sentó de puta madre tras dos años de novio y cuerpo marfileño).

-Tres semanas sin poner lavadoras: nunca me he alegrado tanto de ser una consumista y tener más ropa de la que necesita una persona normal. Lo he calculado: tengo tantas braguitas que puedo usar una diferente cada día durante meses sin tener que recurrir aún a las transparentes o con puntillas. Lo mismo pasa con las camisetas, blusas, faldas, pantalones, zapatos y ropa blanca.

FASE DOS: Emborracharse e ir a un club de strippers.

No ha habido strippers, pero aún así (o tal vez por eso) la fase DOS va estando bastante bien.

-Hace tres lunes fui a mi pelu a que María José me hiciera lo que ella quisiera. Ahora tengo un flequillo a lo Patricia Conde que mola mil.

-Al día siguiente fui a depilarme y mi segunda chica favorita que se llama Esther me hizo la depilación brasileña más brasileña que he experimentado en mi vida. Y así pienso seguir.

-He puesto miles de lavadoras y tengo la colada actualizada. Además he movido los muebles de mi cuarto y redecorado la habitación. He colgado cuadros que tenía pendientes (gracias, Fara) y he abierto cajas que tenía olvidadas desde la mudanza (¡hace más de un año!).

-He salido un par de veces por ahí y me lo he pasado como una enana. El sábado llegué a casa a las cinco de la mañana con un pedal histórico y cinco amigas, dos de las cuales se quedaron a dormir después de desayunar colacao, ron y palmeras de chocolate.

FASE TRES: Imaginarse con otras mujeres.

En mi caso, "con otros hombres" (aunque estoy abierta a opciones). No, aún no he llegado a esta fase. No me mola nadie y todos los que han intentado ligar conmigo estos días me han parecido unos jerks de manual. Además la mayoría llevaba camisa, cosa que escapa a mis entendederas pero que es otro post que será contado en otra ocasión.

Tengo el ánimo cero receptivo, y sé que un "alguien interesante" no aparecerá al doblar una esquina hasta que de repente aparezca al doblar una esquina. Chicos inteligentes, divertidos y aaaaaltos, váyanse poniendo ya a doblar esquinas por si acaso.

FASE CUATRO: No querer tener jamás una relación, sólo sexo con stripers y mis amigas.

Para adaptarlo a mí, cambiemos "strippers y amigas" por "chicos morenos, altos y con gafas". Yo calculo que estoy en DEFCON 2 pero ya tengo curiosidad por cuando llegue esta fase. DEFCON 4 tiene pinta de ser bastante divertida… y en cierta forma sería como volver a la normalidad.

¿O quizá ésta ya no es mi normalidad y voy a tener que buscarme una diferente?

viernes, noviembre 14, 2008

Una mosca y cuatro obreros

Ya he contado por aquí que he vuelto a mi casa de Chonilandia. Hay algunos cambios, el mayor es que en el solar de al lado, pegado a mi piso sólo dejando un patio interior pequeño, están construyendo un nuevo bloque de pisos. Justo al venir estaban haciendo la estructura y yo la miraba crecer con preocupación: ¡la luz de mi salón, de mi cocina, de mi cuarto de baño! Jo. Aparte de eso todo bien. Habrá que pintar dentro de poco, quizás acuchillar el parquet y, me temo que dentro de poco reformar el baño, que a la mínima se me estropicia lo del bote "sinfónico" y se inunda la casa.

Una de las consecuencias de todo esto fue lo que me pasó hace un mes o algo así. Estaba metida en la ducha cuando me di cuenta de que tenía acompañante: una mosca. Un poco asqueada, abrí la ventana grande que está sobre la bañera y me quedé mirando la dichosa mosca, a ver si salía o no.

Y no, aún no me he acostumbrado a los cambios.

Cuando giré la cabeza, vi a cuatro obreros boquiabiertos mirándome. Donde antes había un solar y no tenía problemas de intimidad, de repente ahora hay OBREROS, que están a unos diez metros de mi ventana, esa ventana que empieza a la altura de mi cintura.

Me quedé congelada durante un segundo, en el que les miré, me miraron... y al siguiente ya había cerrado la ventana corredera de golpe y, aunque tengo cristales difuminadores de esos, me tiré al suelo de la bañera. En plan comando de élite. Con la agilidad de un león del Serengueti. Me quedé ahí, sin moverme durante cinco minutos, muerta de vergüenza y pasmada por haber sido tan lerda. Como no sabía si seguían ahí, y no quería ni que intuyeran que yo aún estaba, acabé de aclararme sin levantarme y salí reptando de la bañera (de león del serengueti a boa selvática, el ridículo es algo que me transforma).

Por la vergüenza que me dio la situación, me he tirado más de un mes sin pasar a la cocina si la persiana estaba subida, sin salir a la terraza a tender la ropa si estaban los obreros y con la ventana del baño cerrada a cal y canto, aunque decía mi chico que no debía preocuparme, que seguro que no me miraron a la cara (y se reía, el tío) pero joer, no creo que eso les despistara, ¡saben dónde vivo! ¡Y no creo que en mi ventana haya muchas mujeres desnudas! (em... que no sea yo... espero). Pero bueno, ya se me ha pasado la paranoia y ya no voy corriendo por el pasillo como una centella.

Lo gracioso es que desde entonces si tengo ropa tendida o me he dejado por la noche abiertas las ventanas de la terraza, los obreros mandan a uno de ellos que da la vuelta a la manzana, que me llama por el portero automático y me avisa si van a hacer algo que levante mucho polvo. Y sé que no tienen la misma consideración con otras vecinas, jiji.

Pero bueno, alguna ventaja tenía que tener el exhibicionismo (que se lo digan sino a las de Interviu).

Post-post: ¡y ni siquiera puedo incluir esto en la categoría "paseando a miss bragas"!

jueves, noviembre 13, 2008

Off the record


El otro día me levanté temprano. Me duché y me vestí: falda corte trapecio por la rodilla, jersey de cuello alto beige, botas altas de ante marrón. Antes de salir de casa me miré al espejo. ¿Demasiado azafata del "Un, dos, tres"? ¡No! Como dice la Perri, una nunca va demasiado azafata del "Un, dos, tres" (sobre todo si se compagina con un aspecto de eficaz, claro).

Monísima (y con aspecto de eficaz), llegué a una pequeña sala de reuniones acompañada de financieros de alto nivel y jefazos. Nervios (prácticamente) controlados.

En el centro, una mesa puesta con café, té, jarras de zumo de naranja recién exprimido, panecillos tostados, tomate rallado, aceite de oliva, sal, mini cruasanes dulces y salados, piña, mango, papaya, kiwi, sandía, melón, uvas.

Y durante hora y media, se pronunciaron las palabras "off the record" unas seis o siete veces.

Esto es todo lo que puedo contaros del desayuno de trabajo que tuve la semana pasada.

miércoles, noviembre 12, 2008

El Brideshead de no vayas


Un horror. Sí, ya lo sabíamos, pero no por anunciado el horror es menos horroroso.

La parte de Oxford, mi preferida de la novela (¡amo tanto a Aloysius!) junto con el principio de Brideshead, parece más bien Fuera de Onda.

Y la de Brideshead… todo es muy bonito, pero le falta exceso, saturación, complejidad. Precioso, pero no trasmite nada. Cero emoción.

Venga, va, que os pongo el trailer para que compartáis mi suplicio (lo pongo en inglés porque el doblaje en español NO SIGNIFICA LO MISMO).



Los actores están flojos y los personajes simples y vacíos. Charles Ryder (Matthew Goode) se pasa la peli poniendo caras de "como me molo" y no trasmite pero nada. En un par de ocasiones hace una cosa con los ojos que quizá quiera decir que lo que ve le gusta mucho, o quizá no. No se entiende qué le mueve, qué quiere, qué siente por Sebastián, por Julia, por Brideshead. Tampoco se entiende qué quiere que parezca que siente. Lo que sí se entiende es que está encantado de lo bien que le sientan el tweed y los jerseys de pico. En fin, chaval, que te vayas a hacer de Ozymandias a ver si se te da mejor.

Julia… de Julia (Hayley Atwell) me quedo con su(s) peinado(s), con sus vestidos, kimonos, sombrillas, con su maquillaje y ya. Y de Lady Marchmain (Emma Thompson, que mira que me suele encantar) pues nada porque aquí está sosísima.

Sebastián (Ben Whishaw) se salva, sí, pero es que quiero tanto a este personaje que me molaría hasta interpretado por Chus Lampreave. Los amigos de Sebastián, a.k.a. Los Sodomitas, aparecen como un grupúsculo borroso dibujado con súperpoco cariño. Y se merecían algo mejor.

Pero la culpa no es de los actores. La culpa la tiene Julian Jarrold, el director que, en la más pura escuela Al Salir de Clase, los quería simplemente poniendo caras. Y claro, ni las caras ni la caca de guión explican a Charles y Sebastián. Ni a Charles y Julia. Su historia no tiene ni pies ni cabeza, parece Titanic.

Los Marchmain van de gilipollas a meapilas. No se entiende por qué cada uno hace lo que hace (en el caso de la decisión final de Julia es que no tiene ni pies ni cabeza), parece que simplemente dan bandazos con Dios en la cabeza.

La tortuga enjoyada cuya única misión era producir una cierta repulsión por el exceso, se debate entre cutre y poco efectiva. Y encima Aloysius sale poquísimo y eso no se le puede perdonar.

A esta película, señores, le falta exceso. Le falta barroquismo. Le falta decadencia. Este Brideshead no es Brideshead. A las dos horas llega el final de la peli y yo sin haberme emocionado ni un poquito.

Pero como ya no es octubre y he decidido ser positiva, he encontrado dos cosas que salvar: 1. La escena de la cata de vinos en la entrada de Brideshead. 2. Que me voy a volver a leer la novela, a ver si soy yo que recuerdo una historia totalmente diferente… Ah, y 3. Sale una tiara.

martes, noviembre 11, 2008

Las bellydance superstars

El lunes que viene me voy a ver a las Bellydance Superstars. Son un grupo de bailarinas de danza oriental y de danza tribal de Estados Unidos, muy famosas en el mundillo, que vienen de gira a varios sitios de España (Tolosa, Madrid y Barcelona, creo recordar). Me he comprado una entrada para verlas, aunque sin estar demasiado convencida. Una de mis profesoras me dijo una vez que, aunque son técnicamente perfectas les falta alma, pero que aún así hay que verlas una vez en la vida. Yo me he inflado a ver vídeos suyos en el Youtube y tengo que reconocer que hay algunas que no me gustan demasiado, otras que me encantan, pero voy a esperar a formarme una opinión definitiva hasta verlas el lunes.

Esta es una presentación en la televisión de las Bellydance superstars, por orden salen una bailarina de danza tribal y dos de danza oriental, la primera con alas de isis, la segunda con crótalos. Obviad la segunda parte del vídeo, con los presentadores haciendo el pavo (aunque el momento cinturón que no tiene precio... ¡vivan los imperdibles!).



La primera bailarina que sale en el vídeo anterior es Rachel Brice, una de las mejores bailarinas de danza tribal que hay, es maravillosa. La danza tribal es una variedad de baile creado hace pocos años en EEUU y que fusiona danzas tribales del próximo Oriente, medio oriente, norte de África, Mediterráneo e India. Pero bueno, eso tiene otro post. Rachel Brice es brutal, la he visto en el cartel que anuncia el espectáculo del lunes, pero no tengo nada claro que vaya a venir. Ojalá, porque mirad qué control corporal (parece que tiene un alien pululando por su tripa y que su columna vertebral se ha evaporado).




La que seguro que viene es Petite Jamila, que no me ha gustado en los vídeos que he visto, es poco sutil y brusca. Pero en este vídeo en el que baila con doble velo está alucinante, se pasa más de dos minutos girando sin parar manejando los velos a la vez.





Y finalmente Jilina, la creadora del grupo, en una tabla de percusión.





En fin, que me voy a verlas el lunes con ganas y con cautela (jiji, aunque en realidad lo que me gustaría sería asaltar sus maletas de vestuario).

lunes, noviembre 10, 2008

El Brideshead de irás y no volverás


Me encanta Evelyn Waugh y me encanta Brideshead Revisited (ya sé que ya lo he dicho por aquí, me repito, sí, y qué). Me encanta, tanto la novela como la serie de TV de los 80. Y resulta que acaban de estrenar una versión en peli.

Así que la semana pasada tenía pensado ir a verla con mi amiga Fara (aunque al final por temas de curro y tal pues no pudimos). El caso es que, en plena ilusión, alegría y alboroto… voy y me encuentro con que el director es el mismo que perpetró aquel horror de La joven Jane Austen. Sí, de aquella espantosa que hizo que se apoderasen de mí las ganas de matar, sobre todo a Anne Hathaway, y me empeñara en contárselo a todo el mundo. Mi gozo en un pozo.

No sé si ir a ver la peli y arriesgarme a que vuelvan las ganas de matar, acompañadas de las de destruir y triturar. A ese hombre no deberían dejarle acercarse a menos de 500 metros de nada que molara.

En fin, que a ver si vamos esta semana. Y que qué miedo. Espero que, al menos, salga Aloysius, porque en el cartel nada de nada.

viernes, noviembre 07, 2008

Tener niños

Yo siempre he querido. Tener niños, digo. Aunque a veces a tu alrededor el mundo se encargue de decirte que es una locura y que lo vas a pasar fatal. En el Telediario, con la crisis económica, con el precio de los pisos, con todas las cosas que pasan. Con lo que dicen los mayores, de falta de valores y de reglas. A veces me basta con mirar a algunos de mis alumnos. O Cuatro: Supernnany, SOS adolescentes, madres adolescentes y los documentales de discotecas de Callejeros deberían ser elevados a la categoría de "programas anticonceptivos". Otras veces me basta con lo que le pasa a mi gata. Sí, una chorrada, pero si lo pasé fatal cuando desapareció, y es un bicho, ¿cómo lo pasaría si le sucediera algo a un hijo mío? ¿no es exponerse demasiado al dolor?

A pesar de todo eso, sigo con ganas de tener hijos y de formar una familia. Pensar y decir cosas como esta me ha acarreado a veces tener que soportar bromitas estúpidas. No me refiero a todas las bromas sobre ese tema, sino a esas de que son mis hormonas las que hablan por mí y que "se me pasa el arroz", o peor, esas bajo las que subyace la idea de que en realidad soy una anticuada machista que lo único que quiere tener en la vida es marido e hijos.

Pues no. Porque en mi vida no sólo existe mi pareja, ni existe sólo mi trabajo. Porque querer tener hijos no significa que yo me vuelva en contra de todas mis ideas (digo con la cabeza bien alta que soy feminista) sino todo lo contrario, creo que cada mujer debería poder decidir qué hacer con su vida y tener todas las posibilidades abiertas sin ninguna limitación impuesta desde fuera, sin techos de cristal, sin prejuicios de género. Sin presiones para tener familia, o para no tenerla. Los que están equivocados son esa especie idiota que insinúa que por querer ser mamá soy una mujer dependiente de un hombre y que por mucho que lo maquille mi único objetivo en la vida, llevada a hombros por mi torrente de hormonas, es tener bebés de los que cuidar. Esa especie que se ríe de mí por tener un deseo que les parece tan ... ¿antiguo? ¿tan "propio de una mujer de mi edad"? (no sé, no tengo ni idea de lo que piensan).

En fin, que toda esta reflexión de niños y no niños viene al hilo de algo que me pasó ayer. Estaba en una clase de estadística, agobiada y aburrida a partes iguales, cuando me llegó un mensaje al móvil. Lo leí y se me cayó un lagrimón que dejó la fórmula del coeficiente de asimetría ilegible. El sms decía que mi amiga Elvisina, que llevaba de parto todo el día, había tenido un niño guapísimo y que estaban los dos bien. Me emocionó mucho, porque sé lo que significa para ella, para su marido y porque se quieren de una manera tan bonita... van a ser unos padres maravillosos (además estoy segura de que el niño va a salir con el sentido del humor negro y a prueba de bomba de su madre y eso habrá que verlo).

Cuando hablé por teléfono con mi chico y se lo estaba contando, él me dijo "te da un poco de envidia, ¿verdad?". Y sí. Pero no. Quiero tener hijos, no me avergüenza decirlo, me encantaría tenerlos y creo que sería una madre aceptable. Pero no es una opción que me plantee ahora. Sé que a corto, incluso a medio plazo, no va a ser posible. Existe la posibilidad de que nunca llegue a tener niños y eso me pone nerviosa y triste. Así que prefiero no pensarlo. Cerrar los ojos y dejar que el tiempo me vaya acostumbrando a esa idea. S0y una chica feliz, me gusta mi vida,y seguirá siendo así aunque nunca tenga niños.

Pero sería tan bonito...

jueves, noviembre 06, 2008

Crepúsculo, el pornazo adolescente definitivo


Una semana después de terminar de leer la última entrega, procedo a hablarles de uno de mis placeres culpables: la saga "Crepúsculo".

A estas alturas es probable que hayan oído hablar de ella aunque sea de pasada. La autora, Stephenie Meyer, es una ídola que moviliza a las masas cuya presencia es un evento de primera magnitud en la Feria del Libro de Madrid desde hace dos ediciones. También es, por supuesto, una máquina de hacer dinero. Van cuatro libros, el último salió hace un mes, y está previsto que la película se estrene en breve. A continuación les pongo el video musical de la peli, a cargo de Paramore (visto en donde Noel).

Videos tu.tv

La historia va de lo siguiente: la prota, Bella (Isabella) Swan, se muda a vivir con su padre a un siempre nublado pueblecito de Washington llamado Forks. Allí conoce al pálido y misterioso Edward Cullen, del que se enamora desde el minuto uno. Algo muy peligroso ya que él y su familia ("hermanos", "hermanos adoptivos" y "padres") tienen un secreto: son vampiros, unos vampiros buenos que llevan décadas sin alimentarse de sangre humana. Edward también se enamora de Bella y, lo que añade emoción al asunto, la sangre de ella canta para él: es distinta de la de todos los demás, huele de forma especial, lo atrae como un imán.

Noel tiene la teoría de que la saga es una "celebración de la abstinencia sexual", ya que, como "el contacto físico entre Bella y Edward podría desembocar en una muerte horrible", pues van posponiendo el tema dejándolo en un "deseo incómodo y peligroso". Que "el mercado de la cultura teenager encuentra sexy la abstinencia sexual". (Leer más aquí)

Yo disiento de forma sustancial. Crepúsculo (y las otras tres novelas) son un pornazo blanco para adolescentes. Edward y Bella no pueden "estar juntos", es demasiado peligroso; él desea sobre todas las cosas beber su sangre, de hecho lo primero que siente por ella es unas ganas salvajes de abrirle la yugular en plena clase de ciencias, pero lo único que quiere más que eso es que ella viva y sea feliz. Y aquí entra el elemento porno.

Pasan tiempo juntos, sintiendo cosas, pero sin poder hacer nada que impida que la historia sea apta para lectores adolescentes respetables (algo que mola a los padres, para qué nos vamos engañar), no porque no quieran, sino porque no pueden.

Edward poco a poco se habitúa a oler la sangre de Bella en la misma habitación, a tocarla, a sentir su pulso latir sabiendo qué hay detrás, a abrazarla, a respirar su aliento, a besarla (y no sigo, que me meto en spoilers sin salida)…, sin ceder al impulso de matarla en el proceso. Imagínense cuánto campo abierto al porno blanco.

Me encantaría ponerles ejemplos (sobre todo del primer libro, Crepúsculo, que es donde Stephenie más se recrea) pero se los he prestado a mis hermanas (Merilein se los finiquita en día y medio, pero Ro se está tomando su tiempo). Y en la Red sólo encuentro las citas ñoñas, no las que destilan carga sexual, no esas que a los pequeños adolescentes les provocan unos efectos que otros sólo pueden sacar de géneros más… elaborados. Sólo les diré que en mi colección de chapitas de Facebook hay una que reza: "Bella Swan, el personaje de ficción más envidiado desde Elisabeth Bennet". Es de las más populares.

La primera novela es la más simple y la mejor. La segunda, Luna Nueva, es una especie de descontrol en el que Edward deja a Bella por su bien, ella cae en una depre de campeonato y entra en juego el tercero en discordia: Jacob Black, el hombre-lobo nativo-americano. En la tercera, Eclipse, Bella debe escoger con qué lado del triángulo amoroso se queda mientras los lectores van conociendo más de la mitología vampírica y licantrópica creada por Stephenie Meyers. La cuarta, Amanecer, es el final de la saga, donde se terminan de liar o arreglar las cosas, donde se atan los cabos y, aunque no hay ni una sola sorpresa de principio a fin, (spoiler, seleccionar espacio a continuación para leer el texto oculto) por fin Edward y Bella se casan y por fin ella se convierte en vampira. Guau.

Lo sé, es un subproducto, su público objetivo son adolescentes impresionables de los que llevan anillos como los de los Jonas Brothers, algunos dicen que parece un fanfic (aunque comparado con Eragon parezca El Quijote)… pero (spoiler, hacer lo mismo de antes para ver lo que pone) si llega a haber terminado mal, me hubiera dado algo. En serio.

Y veré la peli. Y cuando salga "Sol de medianoche" (si sale, porque esto parece un culebrón), la historia contada bajo el punto de vista de Edward, me lo compraré y me lo leeré como una buena fan. Y disfrutaré como una enana. Y me sentiré culpable.

Ah, ya que estamos. Definición que corresponde a la etiqueta placeres culpables: Dícese de aquellas cosas que nos dan placer mientras nos hacen sentir culpables por ello. Sabemos que no están a la altura intelectual, moral, social. Que no están bien vistos. Que no deberíamos disfrutarlos. Pero nos encantan. (Ejemplos personales: las telenovelas mexicanas molonas, algunas canciones de pop blandito como Insoportable de El Canto del Loco, la chic lit paranormal o no paranormal, la serie JAG).

miércoles, noviembre 05, 2008

Sarao electoral


Anoche Noa y yo asistimos, según lo planeado, a la fiesta electoral demócrata en Madrid. El Círculo de Bellas Artes estaba hasta la bandera de yankis, todos eufóricos.

Había de todo: miles de personas, tres plantas habilitadas para los celebrantes, varias barras donde servían bebida (y bocadillos), guardarropa, una banda, una cola larguísima en la puerta y hasta una doble de Sara Palin.

Un poco más recuperada, aquí tienen los titulares de la noche:

Corresponsal americano de una tele muy importante: "Habéis venido a un buen sitio para conocer chicos. Los demócratas son más pobres pero más interesantes".

Los anuncios de Got Milk? son im-pres-cin-di-ble-ble-bles. Aquella fiesta estaba llena de americanos de estatura media-baja. Vamos, que nada de desayunos Pascual. Altos-altos, dos o tres.

En lugar de leche, los guiris asistentes se dedicaron mayoritariamente a la cerveza y al vino tinto EN VASOS DE TUBO DE PLASTICAZO.

Hacia la una llegaron sms que indicaban que alguien nos había visto por la tele. Y nos sugerían pedirle el movil a nosequién.

Al final de la noche, Noa tenía un fan: un yanki (presumiblemente demócrata y seguro que muy interesante) que se daba un aire a Enrique Iglesias y que pese a ello no estaba nada mal.

El fan de Be resultó ser un ex ministro, como quedaba claro por su forma de mirarla cada vez que pasaba cerca.

Ah, sí. Y ha ganado Obama, ese hombre blanco que ha tomado dos horas de sol –según Noam Chomsky–.

Nosotras nos piramos antes de que hubiera resultados definitivos (aunque eran casi definitivos), pero nos imaginamos que en ese momento sobrevino la juerga padre.

lunes, noviembre 03, 2008

Gran Hermano Google


Gmail me parece uno de los mejores inventos desde el agua caliente. Me gusta la pinta que tiene, lo bien que le funciona el buscador, que guarde todos los emails enviados, que guarde juntos los que tengan el mismo "asunto", el código de colores, que no se gaste nunca la memoria, el pequeño Chat incorporado.

Pero últimamente ando preocupada por los clips (una especie de selección de links de noticias y cosas) que aparecen en la barra azul que hay encima de la bandeja de entrada.

Que me pongan enlaces a noticias del HOLA! lo puedo entender, porque suelo reforzarlas positivamente haciendo clic en una de cada dos, más o menos) Que más de la mitad de las noticias de actualidad que me mandan sean de economía, pues también. Que el día que posteo lo del cambio climático una de cada tres alertas sean de Greenpeace, me parece súper lógico.

Deduzco que los señores de Gúgel nos vigilan en nuestros movimientos por la red. Deduzco que seleccionan los clips cuidadosamente basándose en las palabras clave que más se repiten en los emails que escribo, o en mi bandeja de entrada o en mis búsquedas por la Red. Deduzco que están ahí fuera. Mirando.

Pero hay un par de cosas que no entiendo:

· Que de cuando en cuando me aparezcan entre los clips relatos eróticos que por los títulos dan un miedo que te cagas provenientes de una web de la que también llegan cosas del tipo "Como cuidar de tu cabello… ¡¡¡desde dentro!!!", "El poder irresistible de los besos: ¡la ruta por las zonas más calientes de su cuerpo!" o "Descuidos peludos... ¡Famosas que olvidaron depilarse!". Qué variopinta la web ésa. Y cuánta chonez toda junta.

· Que me inunden de noticias de deportes: que si Nadal, que si el FIFA World Player, que si Severiano Ballesteros (ya que estamos, Antoñita, échale un cable)… NO. A mí de los deportes sólo me interesa el chico que sonríe mientras habla de motos en el telediario de la uno. Y punto.

· Que me lleguen enlaces de cosas con títulos como "Otitis testicular", o los partes de nieve de "Ski News".

Ya sé que se puede configurar para que te lleguen cosas que te interesen de medios que te interesen, y eso haré en cuanto me sacuda la pereza. Pero, señores de Gúgel, ¿cuántos años llevamos juntos? Tengo cuenta de gmail, de google docs, de picasa, de youtube, de blogger. ¡Yo pensaba que a estas alturas de nuestra relación me conocían ustedes mejor! ¡Señores de gúgel! ¡No rompan así mi pequeño corazón…!

¿Qué, concretamente, les ha hecho pensar que me puede interesar lo más mínimo hacer una encuesta titulada "Qué haces cuando un chico te tira la caña"? ¿O que necesito de algún modo que me descubran "Seis motivos para tomar limón" ? ¿O que me apetece hacer clic en un enlace que dice "¡Famosos Pillados! Fotos de las pichas (sic) más deseadas: Brad Pitt, Bruce Willis, los de UPA Dance, Jesús Vázquez, Buenafuente, Banderas... ¡Saluda al pajarito!" ?

Y, lo que es más importante, ¿por qué se empeñan en mandarme alertas como "El amor online no tiene edad", "Un estudio científico te ayuda a ligar: te pongas lo que te pongas", "Masaje tántrico para él... ¡Paso a paso provócale la excitación máxima!" o "Descubre la erótica del liguero... ¡Lo volverás loco!"?

Les aseguro, señores de gúgel, que si ya no tengo novio no ha sido por falta de ligueros o sexo tántrico. Pero vamos, tranqui, que ya estamos todos casi bien.

sábado, noviembre 01, 2008

Por fin…


…se ha acabado octubre de una maldita vez. Y ha salido por la puerta grande, el muy cabr*n, con el diluvio universal. El último día del mes ha caído una en Madrid… que he tenido que cruzar a nado la Castellana para poder llegar a mi trabajo.

Pero ya es día 1, y tengo la sensación de que todo va a ir mejor. Me preocuparé menos, estaré más contenta, será más fácil. Lo que pasa es que era octubre. Y, a veces, en octubre es lo que pasa.



(Lo dice Ángel González).
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Cuando nada sucede,
y el verano se ha ido,
y las hojas comienzan a caer de los árboles,
y el frío oxida el borde de los ríos
y hace más lento el curso de las aguas;

cuando el cielo parece un mar violento,
y los pájaros cambian de paisaje,
y las palabras se oyen cada vez más lejanas,
como susurros que dispersa el viento;

entonces,ya se sabe,
es lo que pasa:

esas hojas, los pájaros, las nubes,
las palabras dispersas y los ríos,
nos llenan de inquietud súbitamente
y de desesperanza.

No busquéis el motivo en vuestros corazones.
Tan sólo es lo que dije:
lo que pasa.
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