MANAZAS

Yo, Be, me he cargado la plantilla milenaria de QaD por torpe y con un solo clic. Me autoflagelo ante mis copropietarias y me comprometo a dejarla lo más parecida posible, si no mejor. ¡Palabra!

domingo, mayo 14, 2006

Serendipia

Este es un proyecto de nueva sección. Un espacio para contar algo que me atrae desde que medía la mismo que el bidé. Las casualidades (serendipias), hechos inexplicables y sucesos un tanto 'paranormales'. Giros del destino que para algunos no significan nada y para otros son señales que nos indican el camino, pero que, en cualquier caso, siempre nos dejan, al menos, reflexivos.

Espero poder recoger muchas historias. No todas deben estar a la altura de 'Los amantes del círculo polar'. A veces, los hechos extraños más sencillos son los más inquietantes.

Los hermanos T

Cuando llegué a Madrid, solía ir a tomar algo con mis amigas al colegio mayor de un amigo. Había un chico con un increíble mirada entre perversa y atónita protegida por las pestañas más largas y más tupidas que había visto en mi vida fuera del Vogue. Me encantaba.

Pero, para él yo sufría el 'síndrome del anómalo' (era invisible). Y digamos que, ni entonces, con 18 recien cumplidos, ni ahora, con ocho más, soy capaz de acercarme y decirle: "perdona, ¿qué rimmel usas?". Estuve yendo a verle, como quien va a una tienda a ver un vestido maravilloso que sabe que no se puede comprar, durante algunas semanas. Solo para soñar.

Entonces, en una de las visitas al escaparate, conocí a otro chico, callado y también con muchas pestañas. Para él yo no sufría el 'síndrome del anómalo'.

Un día, el chico callado y también-con-muchas-pestañas y yo estábamos apoyados en la barra de la cafetería del colegio. Por la puerta entró el poseedor de la mirada más perversa y al mismo tiempo atóntica del universo.

En un arranque de tocapelotismo le dije al chico callado: "¿Ves a ese chico de ahí? Me encantaba. Estaba loca por él cuando llegué a Madrid".

El chico callado me miró y le hizo una seña al chico de la mirada perversa para que se acercase: "Perri, este es mi hermano Mare. Mare, te presento a mi novia, Perri".

17 comentarios:

Misia dijo...

Jo, las pestañas son cosa de genética... y los genes de esos chicos te tiraban mucho. ¿No quisiste poseer por un segundo las habilidades de David Copperfield y desaparecer?

Anónimo dijo...

Quise................ poseer las habilidades de david coperfield y desdoblarme en dos!!!!!!!!!!!!!!

Be dijo...

Perraca... Me encanta la nueva sección, voy a recopilar material para ti.

Solarisss dijo...

Perri:
Esta es tu peli:

http://www.imdb.com/title/tt0094964/

Este es el resumen de la trama:

http://www.imdb.com/title/tt0094964/plotsummary

Anónimo dijo...

Solaris,
Podría ser... pero... no son gemelos y no comparten a las chicas... son, de hecho, bastante distintos fisicamente... aunque sus feromonas deben ser... muy parecidas

claradriel dijo...

Uff, yo también estoy loca por las extrañas coincidencias, a pesar de estar adulteradas por Kate Backinsale y John Cusack (y mira que él me gusta).
Además, me han ocurrido unas cuantas. Y adoro Los amantes del círculo polar.
Ahora, Perri, no has tenido problemas posteriores con el chico de la mirada perversamente atractiva? Interiores, digo...

Anónimo dijo...

Eso, claradriel... merece otro post

EmeA dijo...

Yo hasta le tengo puesto nombre a este tipo de sucesos: "el sídrome de Peter Parker"

(Nota para los no-frikis: el 90% de los villanos de Spiderman acaban estando relacionados de forma más o menos cercana con su identidad civil: el padre de su compañero de piso, el novio de su tía, el hermano de una compañera de clase, su dentista...)

Anónimo dijo...

Yo entré en una empresa en la que trabajaban la novia oficial y una examante de un tipo que estaba enrollado con una de mis mejores amigas (evidentemente, ella pensaba que en ese momento estaba soltero). Poniendo un poco de atención a las conversaciones de mi alrededor pude recopilar datos para mi amiga de tal manera que ella pudo atar unos cuantos cabos y confirmar que el susodicho era un perla de cuidado. Le envió a la mierda por suerte.

Gato dijo...

¡UFFF! ¡Casualidades! Yo acabo diciendo mil veces la manida frase de "qué pequeño es el mundo". Por ejemplo, tras la reforma de la casa vinieron una mañana dos policías a buscar a un señor cuyo nombre me resultaba familiar.

Resulta que vivo en la ex-casa de un ex-trabajador de mi actual empresa implicado en un extraño caso de robo de millones de una caja fuerte...

Hay más, y dan miedo...

Anónimo dijo...

pues si que dan miedo si.... esta sección va a estar a tope...

lorzagirl dijo...

Imagina que conoces a un tipo por internet, decides quedar con él en directo y descubres que:
a) vive a unos 10 minutos andando de tu casa
b) su compañera de piso es tu excompañera de trabajo
Jo.
Menos mal que hace meses que no celebro el día de "sal a la terraza en pelotas".

Anónimo dijo...

Perri...me gusta tu post, me gusta la sección, me gustan Los Amantes del Círculo Polar y me gustas tú...(¡me siento Manu Chao!)...pero...no me gusta la palabra "serendipia" en castellano; entre otras cosas no me gusta porque no existe y conociéndola en inglés termina sonando como lo de "parquear el auto" y otras aberrraciones similares.

¿Sabíais que todo tiene que ver con Sri Lanka? Sí, sí...antes se llamaba Serendip o, en árabe, Sarandib. Por lo visto hay una leyenda de tres príncipes de por allí a los que les pasaban cosas como las que te pasan a tí, mi perri-princesa...¡¡guau guau!!

Anómalo dijo...

Creo que Gab y yo podríamos hablar de serendipias...

Pero os cuento una mía: un día estaba yo en Huesca cuando me llama una amiga, Rigoberta, con la que hacía meses que no hablaba para contarme lo siguiente: ella estaba en casa de una amiga suya, Hermenegilda, a la cual no conocía yo. Hermenegilda acababa de mudarse y Rigoberta quería conocer a sus compañeras de piso. Como no estaban, Hermenegilda decidió enseñar las fotos que decoraban sus habitaciones. Así Rigoberta entró en el cuarto de Brígida y se encontró ¡¡una foto mía!! (de antes de hacerme invisible, se entiende). Brígida era compañera mía de la Facultad (aclaro).
Volví a Madrid, pasaron unos meses y Rigoberta me invitó a comer a su nueva casa. "Mándame un sms con tu dirección y el domingo estoy allí".
El domingo... y el sábado y el viernes. ¡Rigoberta y yo vivimos en la misma manzana! Curiosamente, NUNCA nos encontramos casualmente por la calle.

Anónimo dijo...

Lola... gau guau guau... muevo mi rabito de forma colérica por ti... arf arf...

anómalo... jau estron... soy fan de tu video... fan, fan, gan

Anómalo dijo...

Yo es leer "serendipia" y ponerme a cantar:

¡serendipia!
nos vamoh a comeh
¡serendipia!
un arroz con bacalao
¡serendipia!
en lo arto der puerto
¡serendipia!
que mañana es domingo

Y asín sucesivamente. Es que la familia flores tiene un arraigo que pa qué.

EmeA dijo...

Lorzagirl: a mí me pasó algo increíblemente parecido a lo tuyo