MANAZAS

Yo, Be, me he cargado la plantilla milenaria de QaD por torpe y con un solo clic. Me autoflagelo ante mis copropietarias y me comprometo a dejarla lo más parecida posible, si no mejor. ¡Palabra!

jueves, mayo 04, 2006

A través del espejo

Cambiar de peinado es una de las estrategias más corrientes. El método de meter todos los objetos de la otra persona en una caja también es bastante popular. Me refiero a métodos para acabar de superar los desengaños amorosos. En momentos de cambio, y las rupturas lo son, de repente a muchos nos entra un afán ritualista y te sorprendes haciendo cosas estúpidas que no tienen sentido, excepto para ti mismo.

De repente, te entran unas ansias locas de cambiar, cambiarlo todo. Vas a la peluquería con fervor religioso, como si en vez de cambiarte el peinado te fueran a cambiar la vida. Te pones a dieta y a veces hasta te apuntas a las cosas más inverosímiles: "oh, sí, me he apuntado a un curso de espeleología. Chica, es algo que siempre he querido hacer" "¿tú? ¿espeleología? pero si tus incursiones al interior de la tierra hasta ahora se han limitado al parking del corte inglés y a la línea 6 de metro". Lo importante es que sea una actividad distinta, arriesgada o al menos glamourosa. Que puedas decir "hago espeleología" y la gente se quede ojiplática (por estas razones el encaje de bolillos queda descartado, porque aunque decir "me he apuntado a encaje de bolillos" pueda sorprender al que tienes enfrente, no es el tipo de sorpresa que se busca).

Pero aparte de estas revoluciones pretendidas y casi nunca culminadas, porque el pelo crece, los kilos vuelven y la espeleología cansa, nos apoyamos en pequeños rituales, pequeños gestos que nos ayudan a ir superando la debacle y que son más efectivos a la larga.

Por ejemplo, yo tengo todo un repertorio de ritos absurdos que hacer cuando las cosas me han ido mal y que consisten, básicamente, en borrar a la otra persona de mi vida, al menos en su faceta de pareja. Cada día borro uno de sus mensajes del móvil. Dos si ese día me siento enfadada o fuerte. Y después, si el tío no merece la pena, borro su teléfono, su mail, le elimino del messenger y, una vez borrado de la tecnología, reconozcámoslo, en este mundo moderno es como negar su existencia.

Y ahora llega mi paranoia personal, que es un poco rarita, lo sé: los espejos. El último paso para la recuperación es coger el cristasol, la bayeta y recorrer mi casa limpiando bien a fondo los espejos donde esa persona se ha reflejado. Es mi manera de echar su imagen definitivamente de mi espejo, de mi casa, de mi vida. Además, así el espejo está preparado para acoger a otra persona sin traumas, sin cargo de conciencia. Porque a veces los espejos son muy puñeteros y si no los limpias bien te pueden devolver imágenes traicioneras y escenas que ya has vivido. Será el polvo, que deforma la realidad.

¿Olvidas porque borras el mensaje o borras el mensaje porque ya olvidas? Cajas, mensajes, espejos y olvido, qué más da lo que vaya antes. Lo importante es buscarse el alivio, aunque sea con cosas absurdas. Total, la mitad de las veces no entendemos porqué las cosas han salido mal y eso sí que es absurdo.

15 comentarios:

lorzagirl dijo...

Quemar una foto.
No solo es estúpido, sino también peligroso (al menos, si soy yo la que tiene las cerillas en la mano).
Pero oye, te quedas tan a gusto.

Anónimo dijo...

Contar lo que te ha pasado en un blog. Está de moda! Es una forma de liberarte y de olvidarlo. Es más barato que ir al psicólogo. Y sobre todo: comenzar a buscar desesperadamente a otro para olvidar rápido. Aunque es precisamente aquí donde está el error. Justo cuando se hace eso, nunca te sale una cita o nadie que te haga especial caso. Cuanto más buscas, peor... pero no queda otra.

Rocío dijo...

Desde luego, hay que reconocer que eres especialista en cambios de look en momentos de ruptura. Creo que en un mes te vi cuatro o cinco cortes de pelo diferentes (aunque no soy yo la más indicada para decirlo). Menos mal que se te pasó antes de adoptar la moda hare... Y tanto ritualismo que desconocía en ti. ¿Que hago yo estudiando gente de tal lejos teniendo un ejemplo antropológico tan cercano! (;)). Mi ritual consiste en hacer trocitos algún mail o carta suya y echarlo por el WC. Pero cuando eso lo haces en un pais con cañerias pequeñitas, tienes poco margen catártico.

Misia dijo...

Maya, jijiji, sí, creo que fueron demasiados cortes de pelo en poco tiempo... pero no niegues que era divertida esa incertidumbre de "a ver como aparecerá esta loca hoy".

Desconocido, no sé si la terapia de las moras, o de los clavos, o como sea funcionará. Porque todo es susceptible de empeorar, y mucho. Y sí, atendiendo a la ley de Murphy, cuando buscas no encuentras. Y luego, cuando llueve, diluvia.

Anónimo dijo...

Yo, hace un par de años, fui a casa de una chica que tenía colgadas en la pared fotos en las que unos parches de cartulina negra cubrían la cara de su ex. Yo creo que su "fórmula" para olvidar no era muy efectiva. Ella argumentaba que como le gustan mucho y son fotos en las que sale muy mona no las quería quitar.

Patricia dijo...

Borré de una sentada todos sus sms, desde el primero (de hacía 6 años) al último. Desconexión tecnológica total, como decía Misia. Lo de escribir en el blog también funciona mucho. Guardar todas las cosas que te ha regalado en el rincón-cementerio-de-regalos-de-los-ex. Y hacer lavado de cerebro: no pensar ni recordar nada, sea bueno o malo.

Pero la mejor terapia es que aparezca, sin esperártelo, una persona estupenda en tu vida. Nunca me había pasado, y es lo que mejor funciona; aunque pienses con asombro "pero ¿y esto me lo merezco yo?"

Rocío dijo...

Jajaja, que boba. La cosa es que a cada corte de pelo se te veía más relajada y contenta. Ahora que lo pienso, no te estaría echando los tejos el peluquero? Sería una buena manera de matar dos pájaros de un tiro.

Be dijo...

Yo hago (bueno, hacía) fiestas temáticas. Yo soy poco de rituales: a mí me va llorar, comer helado y comprarme zapatos. Bueno, y guardar las cosas en cajas.

Este post, Misia, es precioso.

Anómalo dijo...

Yo convoco gabinete de crisis. Y nos vamos de cañas.
Si al día siguiente estoy chungo... er... me voy de cañas.
Y asín sucesivamente.
Los cursos del INEM también vienen muy bien en estos casos.
Y digan lo que digan, la cebada alimenta.

Gato dijo...

Señor Anómalo, es que la base de cualquier alimentación son los cereales. Mi táctica es parecida: despendole post-traumático.

Tengo una caja llena de fotos en las que francamente me molesta que salga un ex además de un montón de amigos, pero tampoco es para romperlas... Y acabo de comprobar que sigo teniendo su teléfono, aunque podría borrarlo perfectamente... para lo que lo uso!

Los que sí he borrado inmediatamente han sido los poco importantes... Aquellos de los que he pensado "no me hagas perder el tiempo".

Be dijo...

ExSraPerez, tu nick me ha parado el corazón por un momento. Bienvenida a quedateadormir.

Misia dijo...

Parece que las cañas ganan por amplia mayoría. Si en el fondo, cualquier excusa es válida para darse a la buena vida.
Yo, gilipolleces y cosas extrañas aparte, también me apunto al plan... al segundo vino ya se empieza a ver todo distinto. Como más... relajado.

Rocío dijo...

idem

Be dijo...

Aclaración: yo fui Ex-Sra Perez una vez.

Anómalo dijo...

¡Vino! Misia, tú sí que sabes de la vida...