MANAZAS

Yo, Be, me he cargado la plantilla milenaria de QaD por torpe y con un solo clic. Me autoflagelo ante mis copropietarias y me comprometo a dejarla lo más parecida posible, si no mejor. ¡Palabra!

miércoles, junio 20, 2007

Cada bloggera tiene su secreto

Soy la mayor de un montón de primos, lo que de pequeña implicaba que cuando pasaba temporadas en casa de mis abuelos ocupara mucho tiempo leyendo (mientras los demás fueron naciendo y creciendo un poco). En casa de los padres de mi madre, principalmente Tintines. En casa de los padres de mi padre, novelas de Luisa María Linares.

Según la contra de sus libros –publicados por la Editorial Juventud–, Luisa María se enamoró locamente con quince años, se casó a los dieciocho... y quedó viuda con veintidós años durante la guerra civil y se dedicó a la literatura para sacar a sus hijas adelante. No sólo las sacó adelante, sino que se debió de hacer de oro, la señora. Escribió 32 novelas, muchas de las cuales fueron llevadas al cine. Una de ellas (“Un marido a precio fijo”) se adaptó a peli 3 veces: en España, en México y en Francia.

Luisa María escribía historias románticas que tenían de protagonistas a muchachitas modernas de la posguerra. Son novelas deliciosas escritas con mucho sentido del humor. La estructura era, básicamente, ésta: una chica con la que es fácil que las lectoras simpaticen se queda sola... circunstancial, vital o cósmicamente. Entonces entran en escena uno o varios hombres y le empiezan a pasar cosas y a vivir aventuras, y luego conoce a más hombres y le pasan más cosas hasta que por fin besa a uno -o casi-, y entonces la historia termina bien y viven felices para siempre (la muchachita moderna y ese chico al que besó).

Las historias suceden en Madrid, Sevilla, Portugal, Mallorca o París, y en la galería de personajes hay actores famosos, pitonisas, aristócratas de la vieja Europa, pintores bohemios, prestigiosos arqueólogos, castizos propietarios de tiendas del rastro, contrabandistas, escritoras de éxito, médicos exiliados ganadores del Nóbel, tías solteras, tintoreros calvos… y muchos periodistas.

Me encantaban. Habría en casa de mis abuelos 10 o 12 de estos libros, que hicieron las delicias de mis veranos. Los he leído tantas veces que algunos me los sé de memoria y a veces los cito sin que nadie se dé cuenta.
OJO!!! A PARTIR DE AQUÍ ESTE POST ES UN ESPOILER!!!
Mi preferido es Cada día tiene su secreto. La protagonista es Olga, hija de un acreditado arqueólogo y que se ha pasado la vida en internados por distintas partes del mundo. Al cumplir los 17 su padre la reclama a su lado, para que le acompañe a una excavación en Egipto. Allí conoce a Andrés, otro famoso estudioso de los fósiles que le dobla la edad. Andrés se pone enfermo, Olga le cuida y al recuperarse él le pide que se casen. Ella rechaza su ofrecimiento y, al año siguiente, Olga y su padre se van a otra excavación a Brasil. Él muere, y Andrés vuelve a pedirle a Olga, esta vez “por cable”, que se case con él. Ella, que no tiene a nadie en el mundo, acepta.

Se casan por poderes, estando ella en Brasil y él en Madrid, Olga corre a España a encontrarse con su marido y el avión en el que viaja se cae en mitad de la selva. Todos mueren menos Olga y otros dos pasajeros: una monja (sor María de la Cruz, alias Marieta) y un famoso jugador de baseball de Massachussets llamado Paul. Pasan cinco años en la selva, cinco años en los que Paul y Olga creen enamorarse, pero en los que no dan ningún paso… porque ella está casada. (Ojo, él sí da pasos con las indias de la zona, con quien no los da es con Olga, que es moderna pero española y decente). Al cabo de esos cinco años, les rescatan. A Paul y a Olga, porque Marieta prefiere quedarse en la selva con sus “negritos” (sic).

Olga y Paul se despiden en Rio, él camino de los EEUU (donde le espera un jugoso contrato) y ella de Madrid (donde le espera un marido al que ha avisado por telegrama). Pero Olga está “marcada por el dedo del destino” y el avión se ve obligado a hacer un aterrizaje forzoso cerca de Dakar. El equipo de rescate se espera en media hora, pero Olga no lo sabe y causa un tremendo ataque de risa a su compañero de asiento cuando empieza a organizar su supervivencia a medio plazo en mitad del desierto. Éste hombre es un millonario americano llamado Dick Wayne, propietario de un imperio de naranjas, que explica a Olga su filosofía de vida (básicamente, que “cada día tiene su secreto”) y que decide quedarse en Dakar. Olga, en cambio, coge el primer avión para Madrid. Allí, en el “aeródromo” de Barajas, le espera su marido. Y entonces empieza la novela.

Olga se acerca a un hombre moreno a quien toma por su marido, para descubrir que no es Andrés sino Javier, su cuñado. Andrés está en una zona incomunicada de África, trabajando para su museo, e ignora su regreso. Pero volverá en un par de semanas. Olga, Javier y una extraña sirvienta llamada Fina pasan unos días en una casa de las afueras al lado de un río, de donde Olga escapa asustada por la atmósfera misteriosa de la casa y sus habitantes.

En Madrid, Olga busca la casa de su marido, un edicifio entero que tiene en una de sus alas un museo llenito de huesos de diplodocus y trilobites. Al llegar encuentra a dos mujeres, una viejecita que resulta ser su suegra, y una joven bellísima que resulta ser la viuda de su marido. Porque Andrés había muerto dos años atrás, no sin antes casarse con Elena. Además, allí encuentra a Javier, a quien Olga comienza llamar “Ojos Malignos”.

Olga se queda allí a vivir “temporalmente” y va descubriendo cosas. Descubre que su suegra es alcohólica y tiene un montón de botellas escondidas por toda la casa. Descubre que la siniestra Fina es la antigua institutriz de Elena, que se incorporó al servicio de la casa al casarse ésta con Andrés. Descubre que Javier, que ha adquirido la costumbre de llamarla cada noche por el teléfono interno de la casa para “los diez minutos telefónicos de Ojos Malignos”, era un violinista de fama mundial hasta que un accidente le dejó una mano casi inútil. Descubre que Elena era la novia de Javier hasta que Andrés se la robó… Y descubre que su último compañero de avión, el millonario de las naranjas, es el prometido de Elena.

Lo descubre cuando Dick aparece en la casa, causando que el ovillo se líe más aún. Porque podría romper el compromiso si llegara a enterarse de que Elena no estaba legalmente casada con Andrés -la aparición de Olga, a la que habían dado por muerta, la convierte automáticamente en su “concubina”-. (Eran otros tiempos). Así que nuestra protagonista se ve obligada a hacerse pasar por la mujer de Javier (“Ojos Malignos”) para hacerle un favor a Elena, la mujer que ocupa su lugar ante los ojos del mundo.

Mientras esperan la llegada de la madre de Dick, alguien intenta asesinar a Olga. Cada año el museo se cierra herméticamente durante un par de días para desinsectar los dinosaurios. Olga recibe una carta firmada por Dick citándola en el museo, y ella acude a la cita sin sospechar que es una trampa para dejarla encerrada y muera al respirar los gases venenosos. Al final la rescata su suegra (la viejecita iba a recoger un par de botellas que tenía escondidas por allí), que parece saber quien es el autor de la carta pero no comparte sus sospechas con Olga. Ella, por su parte, sospecha de Javier, a quien cree todavía enamorado de Elena.

La llegada de la madre de Dick hace que todos tengan que ir a la Sierra a pasar un fin de semana, en plan compromiso social antes de la boda. Allí conocen también al conde Alexis Tamarova, su marido, un ejemplar masculino físicamente perfecto, una especie de Brad Pitt húngaro de la jet internacional. Y el tiempo transcurre tranquilo hasta que aparece Paul.

Paul el as del baseball. Paul el de la selva. Paul que durante la cena y ante los invitados cuenta los horrores de los cinco años en la nada. Paul que hace que a Olga le dé un ataque de nervios (descubriendo que ella compartió esos años perdidos) y a Javier un ataque de celos. El ataque de celos se salda con un beso. Y con Olga acusando a Javier de haber intentado matarla.

Al beso de Javier le siguen varias declaraciones de amor: Paul y Dick (por separado) juran a Olga que la quieren. Ella les explica que en realidad no está casada con Javier, aunque por lealtad a Elena no cuenta toda la verdad. Les dice que había fallos de forma que invalidaban el matrimonio, que a la vuelta de Brasil pensaban volver a casarse, pero que ya no estaba segura.

Ellos reaccionan de forma muy distinta. Paul cree que son paranoias provocadas por las fiebres que Olga tuvo en la selva, y le dice que la ayudará a anular su matrimonio y llevársela a la granja de Massachussets donde viven sus padres. Dick quiere romper su compromiso con Elena y llevarse a Olga a vivir a su piso de San Francisco, a su casa de campo con dos piscinas, a navegar en su barco. Pero Olga no le deja.

La noche siguiente Olga se despierta por los gritos de Fina. Elena se ha fugado con Alexis Tamarova, ambos físicamente perfectos, duchos en el arte de medrar y pobres como las ratas. Elena ha dejado una carta para Olga, en la que confiesa haber jugado con todos los hombres de su vida, escalones en su carrera al éxito, para que se entienda en toda su magnitud la decisión de dejarlo todo por amor.

Javier aparece, despide a Fina y la acusa de haber intentado matar a Olga aquella noche en el museo. Ella reconoce haberlo hecho para proteger a su señora (de la que está lésbicamente enamorada en plan Señora Danvers, me permito añadir) y que ya no le importa nada. Javier y Olga la dejan marchar.

Y aquí es cuando Olga debe elegir con cual de los tres hombres quedarse. Paul, su leal compañero de la selva… pero en el que no ve nada más que un muchachote bonachón. Dick, el hombre enamorado que podría ofrecerle todo lo bueno. O Javier, el tormentoso artista que empezó aterrorizándola.

Se queda con Javier, que es al que realmente quiere. Algo previsible desde el momento del beso, os lo digo yo que conozco la pauta de la autora. Y viven felices para siempre.
YA!!! FIN DEL ESPOILER!!!

Bueno, pues eso. Que alguien me dijo el otro día que todo el mundo tiene su porno. Y hombre, Luisa María de porno nada, pero igual sí que es cierto que todos tenemos cositas que ocultar.

29 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo soporté de viva voz comiendome una hamburguesa de trescientos gramos.

Lo siento, tía, pero paso de apretarme esto otra vez ahora por escrito.

(Eso sí, si hacen peli, prometido que vamos).

Sheena dijo...

halaaaa, que intriga...Yo el verano también lo pasaba con mis abuelos y leía Agatha Christie (entre otras cosas) pero esta Luisa María también tiene su "aquel".
besukis!!

querida_enemiga dijo...

Buf! Lo he leído enterito- y tanto lío yo no lo soportaría. Yo también leía muchísimo en todas mis visitas a la familia... más que nada porque no soy nada familiar y así desconecto... pero por suerte, llevaba mis propios libros e ignoraba las novelitas románticas que poseía mi yaya.

Aun así, ¡¡muy buen post!!

Anónimo dijo...

¿32 asi? ¿todas iguales? ¿Y se queda con el de los ojos raros? B eso debe ser como arañar platos con un vaso. Vamos casi como lo de la naranja mecánica.

Anta dijo...

A mitad de historia me he perdido entre Paul, Dick, Javier y Andrés, y he tenido que volver atrás.
Demasiado intríngulis a primeras horas de la mañana. Yo soy más de las aventuras de Los Cinco y Flores en el Atico.

Anónimo dijo...

Me voy a leer el libro!se ve que es una historia cercana,realista...me veo super reflejada (...por los cojones,jajaja)

Anónimo dijo...

No me he leído el "espoiler", vaya a ser que la novela de marras caiga en mis manos. En esta misma línea, pero más actual, se situaría Marian Keys ¿no?. A mi me encanta, aunque todo el mundo diga que es un poco basurilla.

Perlita de Huelga dijo...

Oooohhhh, Flores en el ático!!!! Yo era fan de V.C. Andrews, que en la adolescencia a una le viene muy bien información de según que índole (aunque el incesto no estuvo nunca entre mis planes).

Yo era más de Stephen king. que bien me lo pasé con las 1.200 páginas de Apocalipsis, ays!

Juanan!! dijo...

Zirie sí que sabe... Yo sí que me lo he leído, a la mitad ya no podía más y he dicho, mira, paso. Pero en el último párrafo he leído lo de que se quedaba con Javier y me ha entrao la curiosidad, así que...
Lo mejor: que después de 2 expediciones arqueológicas, 2 peticiones de matrimonio (por que sí), de enterrar a su padre, casarse "por cable", accidente de avión, pasar cinco años en la selva (y sobrevivir!!!), otro accidente más... "Y entonces empieza la novela"
¡¿Es que todo lo anterior era solo el prólogo?!
Yo también me crié leyendo a Stephen King... Así andamos ahora.

Rose Sepúlveda dijo...

Que buenos recuerdos!!! Yo también leía Luisa María Linares cuando chica! Lo que si, acá en Chile, eran muy difíciles de encontrar, porque la Ed. Juventud casi no los traía (ahora menos).
Lo que me encantaba, es que los títulos no tenían mucho sentido hasta que leías el libro: Juan a las 8, Pablo a las 10; La vida empieza a medianoche; Un marido a precio fijo; Imposible para una solterona y dejo para el final el primero que leí: Mis 100 ultimos amores.
Son comedias románticas y bien blancas (por decirlo de una manera), pero están tan bien escritas... ¿Las siguen vendiendo en España?

Anónimo dijo...

Pues a mí una compañera de ofi me ha iniciado en el mundo de Marian Keys and company, y me lo paso pipa, aunque a veces en el metro me da un poco de corte que lea el de al lado, porque puede tener páginas y páginas de porno explicado hasta el más mínimo detalle.
Buscaré a Luisa María, aunque acostumbrada ya a éstos, me temo que me parecerá demasiado puritana.

Anónimo dijo...

Buffffff!!!!! menudo culebrón!!!! Esos libros los pilla hoy un guionista y más que una peli te hace una telenovela... demasiado azúcar para mí; aunque, a decir verdad, en casa de mi abuela casi no había libros (hasta que yo empecé a llevar los míos) y, cuando me quedaba a dormir me leía... ¡¡¡¡una biografía de Grace Kelly!!! así que no sé yo que es peor jejeje

Be dijo...

Somo, entonces ¿hago otro posto contando "Esta semana me llamo Cleopatra"?

Sheena, yo me leí 10 o 12 novelas de Agatha el verano que cumplí 13 años. Estábamos en un pueblecito de los Pirineos y yo miraba a todas partes con cara de sospecha...

Querida, gracias mil!

Voro, que nooo, que no son todas iguales. Jo, voy a tener que contar otro argumento más, o dos.

Yaiza, es que son totales. ¡Flores en el ático! Recuerdo hacer pausas en las horas de estudio de mis exámenes de 3º de BUP para leer capítulos...

Anónimo, claro, pero es que si sólo quieres sentirte identificada poco vas a leer. Hace un mes terminé "Las ovejas de Glennkill", y aunque me encantó no pude identificarme con ninguna de las ovejitas.

Zirie si, es muy Marian Keyes pero en plan posguerra. (A mí también me molan).

Perli, "Flores en el Ático" molaba mil. Aunque todos los chicos eran o bailarines o médicos.

Jajaja, Juanan, ¡es que todo eso se va contando en plan flashbacks y yo lo he puesto cronológico!

Rose, mi segundo preferido es "Esta semana me llamo Cleopatra" y el tercero "No digas lo que hice ayer". Aquí es casi imposible encontrarlo en las tiendas, porque la editorial ha perdido los derechos y ya no lo editan... peeeeero un amigo me ha encontrado la dirección de Juventud ¡y aún les quedan números!

Merisuan, la verdad es que hay dos o tres páginas un poco guarras por libro, pero molan mil. A mí me mola más Meg Cabot, que escribe novelitas para adolescentes (Princess Diaries y más), postadolescentes y preadultos que son totales.

MJ, jajajaja...! Me recuerda a un verano pasado en Menorca con 10 años, que lo único legible en la casa que alquilamos era "Ada o el ardor" (y a mí nunca me moló Nabocov) y una revista de astronomía. En aquellas dos semanas me volví una genia de las constelaciones y aprendí a manejar con soltura el planisferio.

Davy Jones dijo...

Bueno...como quizá adivine mi opinión sobre estas novelas...voy a lo que realmente constituye el tema del post:

Srta. Be, no le pido que cuente su secreto, pero dénos una pistilla...

(Ya ve, le doy oportunidades para hacerse la interesante, y gratis. Y me llaman mala persooonaaaaa...)

Anónimo dijo...

Anda, tonta.
Si sabes que lo mío es hablar por hablar, que hasta me leo el prospecto de los tampones.

GUANDARRRR dijo...

Lo siento guapetona, no tengo tiempo de leerlo... pero sí pa ponerte un comment.
Estas historias me recuerdan a las que me montaba yo con las barbies y las nancis (también había otras en que las nancis eran gigaaaantas que venían a arrasar la ciudad) ups! creo que ya entonces era un pelín friki :p.
Por cierto!! yo también creo que todo el mundo tiene su porno, me parece que es de lo más sano, y ocultar cosillas de vez en cuando (siempre que no sea algo grave) es de lo más interesante :P... al menos a mi me encanta porque luego las voy descubriendo en mi pareja y son de lo más entretenidas!! jejeje ^.^
Besines :D

Por cierto, el viernes me examino... rezad!! rezad!!! (lo voy diciendo por todos lados, espero que alguien se acuerde :( )o.O

Anónimo dijo...

Cuando yo era pequeña no leía, devoraba libros. Así de miope quedé.

A todo esto... Yo no me he leído la historia porque si algún día cae en mis manos esa novela la quiero leer sin tener pistas. Lo odio!!

Los Cinco, Puck, Las mellizas O'Sullivan, los del Barco de Vapor, los que regalaba la SuperPop y la Bravo (de mis primas, que eran mayores), las novelas de Corín Tellado y secuaces (las de mi hermana eran porno porno, con 13 años una chingaba con un tal Mauricio que nunca olvidaré), Tintín, etc. En verano sobre todo me ponía las botas en la biblioteca!!

Qué tiempos aquellos...

POr cierto, porfi porfi, si queréis leer algo "dulce pero cochino" estáis invitad@s a mi humilde blog... Y porfi porfi plus, dejadme vuestra opinión, I need youuuu!!

;)

Achab dijo...

Hay que rodar la versión porno de esto ya, con Nacho Vidal en el papel del brontosaurio.

Anónimo dijo...

Guandarrr, ¿no te lo has leído y te recuerda a las barbies y las nancies?

Madre mía cuánta vida interior...

Be dijo...

Sr. Davgard, ¿le parece poco que confiese que me gustan las novelas de amor?

Somo... ¡te has librado por los pelos de que te cuente otra!

Guandar, cuando mis hermanas y yo jugábamos a las barbis nos hacíamos hasta listas de los cargos y títulos de cada una. Yo quería ser consejera delegada de una multinacional, reportera de guerra y reina de Hungría.

Palito, ¡no sabes cómo te entiendo! Me pregunto cómo consiguió Enid Blyton ser taaan prolífica. (Me pasaré por tu blog y te mandaré feedback)

Achab, porque tengo pereza de fotochop, que si no teníamos una nueva "buena causa" pero ya.

Sheena dijo...

Be dijo: "Yo quería ser consejera delegada de una multinacional, reportera de guerra y reina de Hungría."

modo curioso on
Lo de consejera delegada lo entiendo, y lo de reportera de guerra (vivir aventuras, ver mundo, contar la verdad desnuda de los conflictos...) pero pero pero ¿reina de hungría? ¿porqué reina? (debe ser un rollo, toda la vida planificada) ¿y porqué de Hungría y no de cualquier otro sitio?
modo curioso off

besukis!!

E. Martin dijo...

¿Y rechaza casarse con el hijo adoptivo millonario de Batman y Robin? Va a ser verdad que se quedó tonta de la fiebre de la jungla... quiero decir, de la fiebre que le dió en la jungla...

Be dijo...

Jijiji, Sheena, lo de Reina de Hungría era para las vacaciones. ¿Has visto "El Destino de Sissi"?

E. Martin, sí, ¿verdad? Quien va a preferir ser la señora Lezcano a la señora Wayne, eh? (aparte de todas las lectoras de la novela, claro)

GUANDARRRR dijo...

Somófrates... yo tendré vida interior, que no lo niego y es estupenda, pero la tuya debe ser como una jungla, porque hace que te despistes y no descubras por ti mismo que... no hace falta leerse el espoiler para que:
1_ Los recuerdos de Be de cómo eran sus veranos hace años, me hayan llevado a recordar cómo pasaba yo mi ocio hace muuuchos años.
2_ Antes de iniciar el espoiler, Be, como buena redactora que es, hace una introducción de las características generales de la obra de esta mujer, lo que me hacía tener una clara idea de qué trataban los argumentos de las obras.
Espero que sigamos disfrutando cada uno de su vida interior...

Anónimo dijo...

¿Lo cuálo?

Anónimo dijo...

yo me estoi leyendo los libros de m.luisa linares y me encantaron.... aunq nose.... no creo q a un hombre le gusten.... pro en fin... les recomiendo "un marido a precio fijo", "solo volare contigo" y " esta semana me llamo cleopatra"... son los unicos q me he leido... jajaj... :P... pero ya me leere mas....
chao!!

Dreams of Fate dijo...

Pos yo una vez empeze a leer ese mismo, Cada Dia Tiene Su Secreto, pero poco despues se me perdio...

Y desde entonces ando frustrado porque no lo he podido volver a encontrar...

De casualidad no lo tienes en pdf, o lo puedes escanear o algo? De verdad me gustaria porfin quitarme las ganas de terminar de leerlo T_T

martaaa! dijo...

Hola. Mi nombre es Marta y Luisa María Linares era mi bisabuela. Yo no llegué a conocerla, pero me hubiera encantado hacerlo porque yo también soy escritora y sus libros son los que me formaron. He leído toda su colección y me alegra ver que todavía hay personas por el mundo que siguen leyendo estas fantásticas historias.
Siento decir que no es posible ver sus novelas online, o al menos yo no las he visto.
Y sí, lo que está escrito en este blog es casi todo cierto. Desgraciadamente, la mayoría de las ediciones se perdieron cuando la editorial llevó los libros de Barcelona a Madrid, así que ahora no podemos tener toda su colección.
Podéis encontrar los libros en amazon o páginas web en donde venden libros antiguos. Incluso en la Casa del Libro todavía se pueden encargar.
Muchas gracias a todos por seguir leyendo. Si no fuera por vosotros, los lectores, sus libros habrían caído en el olvido hace años.

Be dijo...

Hola Marta. ¡Q.I.T.C.! ¡Qué Ilusión Tu Commentario!

Poco a poco, de librería de segunda mano en librería de segunda mano, de feria de libros antiguos en feria de libros antiguos, enviando amigos por toda España a buscar "Luisamarías", he conseguido reunir casi todos los libros de tu bisabuela: sólo me falta Salomé la Magnífica para terminar la colección. ¡Todo se andará!

¿Sabes si hay alguna forma de poder ver las pelis? Un abrazo, gracias por pasarte por aquí y ¡Feliz Navidad!