MANAZAS

Yo, Be, me he cargado la plantilla milenaria de QaD por torpe y con un solo clic. Me autoflagelo ante mis copropietarias y me comprometo a dejarla lo más parecida posible, si no mejor. ¡Palabra!

miércoles, septiembre 15, 2010

Folios en blanco

Hay hallazgos que se asemejan a que te caiga una maceta de geranios en la cabeza cuando vas andando por la calle: son inesperados y te dejan ko. Yo hice uno de esos hallazgos hace unos días en Palma, justo antes de volver de mis vacaciones. El ko no me duró más que un minuto, pero me recordó cómo un objeto del pasado puede tener la capacidad de volverte el estómago del revés como si te hubieran dado una patada karateka al más puro estilo de jugador de fútbol holandés.

Estaba en Palma, en mi cuarto de siempre, con todas mis cosas más una pila inmensa de mi hermano, que ha "okupado" toda mi mesa, sus alrededores y mis estanterías. Sus trastos han hecho que mis cajones queden cegados y la mesa invisible a los ojos humanos. Una mañana me levanté pronto y energética y decidí planificar mi estudio para los exámenes de septiembre. Sorteando las cosas de mi hermano pude abrir un poco un cajón en el que creía recordar que había unas libretas viejas, para poner por escrito un planning para los exámenes (que nunca cumplí, como de costumbre). La ranura no era muy amplia, pero sí lo suficiente como para colar la mano y encontrar un taquito de folios.

Al sacarlos y abrir en abanico el taco, me di cuenta de que, enmedio de todos aquellos folios en blanco, había dos escritos. Dos borradores de cartas.

Aclaro que eso me suele ocurrir con relativa frecuencia, ya que siempre me ha gustado escribir y además era un desahogo muy terapéutico. Escribía en diarios, en folios sueltos, en trocitos de papel perdidos, en márgenes de apuntes o libros... Cuanto más abrumada estaba, más necesitaba soltar por escrito mis angustias, así que mis notitas no suelen ser del tipo “qué feliz soy” o “cuánto le quiero”, sino más bien el reflejo de mi faceta drama queen, pero desbocada y sin frenos: son búsquedas absurdas de respuestas (ya que las preguntas nunca llegarían a ser hechas a nadie) o frases demoledoras escritas desde una desesperación que, gracias a Dios, ya no conozco. Muchos de esos papeles quedaron perdidos entre cosas varias y cuando, aún hoy los voy encontrando, los recojo y los voy uniendo al montón de papelitos semejantes que tengo y los aparto, para que no vuelvan a asaltarme por sorpresa más. Porque además, todo sea dicho, la calidad literaria de mis desahogos es patética y a menudo me da vergüenza haber podido llegar a ser tan cursi, dramática, pedante y relamida (ramalazos que aún hoy intento contener, pero no hay manera, la naturaleza se me sale por todas partes. Y me horroriza ser todo eso).

Volviendo a las cartas que encontré, no tenían fecha, pero por lo que cuento en ellas fueron escritas en Palma en el verano de hace diez años. La primera iba dirigida al chungazo de mi vida, con el que tuve una larga relación que fue degenerando hasta convertirse en el infierno en la tierra. La segunda iba dirigida a mi bella S., contándole cómo había ido la visita del chungazo a mi casa.

Al leerlas me quedé helada. Ya no suelo encontrar cosas de esa época sueltas por ahí, un tiempo después de romper con él hice una limpieza concienzuda, las retiré y las tengo guardadas en lo más profundo y lo más alto de un armario, sepultadas debajo de un montón de ropa. Pero estas cartas se me debieron pasar y ahí estaban, de nuevo en mis manos. Las cartas eran de un momento en el que la relación con mi chungo ya era muy complicada, pero aún no había llegado al punto de ser la hecatombe que fue. Nos quedaban por delante dos años y pico infernales.

Y ahí estaba yo, leyendo la carta insustancial que una Misia diez años más joven escribía, cuando aún no tenía mucha idea de todo lo que se le venía encima. A esas alturas yo debería haber estado sobre aviso y haber salido corriendo en dirección contraria: había mil indicios que contaban a gritos que aquella relación era tóxica - por ejemplo, en la carta a la bella S. una frase dice "la visita ha estado bien, no hemos discutido demasiado". ¿Demasiado? la madre del cordero, yo era idiota - pero creo que en aquel momento se juntaron una serie de factores que hicieron que aquello se alargara y empeorara sin que yo le pusiera remedio en el momento justo: era mi primera relación seria, tenía menos experiencia y criterio detectando chungueces, era muy tozuda, era un desastre comunicándome y tenía extrañas ideas sobre las oportunidades que te da la vida.

En fin, que leí ese papel recién llegado del pasado y lo único que me salía era gritarle a la chica que escribió la carta: "¡corre, pobre incauta, corre!¡huye ahora que puedes!". No hubiera servido de nada gritarle, me temo: la Misia del pasado era terca como una mula y no escuchaba demasiado. Me dio un poco de lástima esa chica: con tanta pena por pasar, tan pardilla, tan boba (bueno, y a saber qué le depara el futuro a esta Misia actual, que nunca se sabe).

Por otra parte, por muy punzante y helador que resulte recordar momentos que quiero olvidar, también es un motivo de orgullo: conseguí librarme de toda esa mierda y aprender mucho sobre mí misma y sobre cómo quería vivir mi vida. Y es reconfortante: ahora estoy muy bien, estoy muy lejos de aquello y no pienso volver.

16 comentarios:

molinos dijo...

Me encanta la etiqueta " Yo pava"..yo tengo un cuaderno así...tardé 10 años en leerlo y sentí exactamente lo mismo que tu.


Lo malo es que creo que pensamos que hemos aprendido algo y luego la vida te da unas leches que alucinas...

Versión11 dijo...

Oh, querida...

+1

Cordelia Naismith Dumakae dijo...

Ay Misia, como te entiendo! Yo también escribo en papeles sueltos y libretas, y luego lo guardo todo en un baul con llave. Y cuando releo cosas antigüas veo que soy, he sido y siempre seré la reina de las drama queens. Aggg... Aunque espero haber madurado un poquito, porque los "veinte" fueron una edad muy mala chica, hay cosas que es mejor dejar atrás y ni siquiera releerlas!

Anónimo dijo...

Me encanta tu etiqueta!!

Pétalo dijo...

Si, es un horror cuando descubres esas cosas. Yo también he encontrado cada cosa ultimamente...buf. Es un sentimiento indescriptible.

Illuminatus dijo...

Para bien o para mal, no he guardado ese tipo de documentación, aunque tengo por ahí cartas de otras personas que, por puro sentimentalismo he conservado a pesar de que ni he vuelto a mirarlo. Tiene una especie de valor tabú que no sé cómo manejar pero sé que antes o después acabaré deshaciéndome de ello.

_Xisca_ dijo...

Esas cosas -cartas, diarios, borradores de- las tengo controladas y metidas en cajas y ficheros; ya me llevé mis libretas de colores en la maleta y las tengo en un cajón. Las he releído poco, pero también me pasa lo que a ti, piensas en ir hasta allí y decirle "oye esto no es así, no va a ser el fin del mundo// esa no es tu amiga, es imbécil, mándala a la mierda", suelo oscilar entre el deber de hacer una pira con todo ello y un sentimiento de ternura hacia todos esos errores de apreciación, y sí, como tú, un cierto orgullo de decirme "pues mira, al final voy consiguiendo cosas, con todo lo que decían".

Lo mejor es hacer un post o tres, qué duda cabe :)

Speedygirl dijo...

A mí también me alucina leer como viví cosas que me ocurrieron en el pasado y qué distintas veo esas mismas cosas ahora. Pero pienso como Moli, aprendemos... pero nunca suficiente, porque la vida nos sigue dando tortas como panes.

Antonioluis.gonzalez dijo...

Que bontio el post. Que bien escribes y como te expresas.

Nadie dijo...

Misia, no nos conocemos de nada pero el post me ha llegado al alma...
PD: Y a mí, aún a riesgo de ser poco original, también me ha encantado la etiqueta.

La reina de la miel dijo...

Por supuesto llegaré a donde estás tú ahora, pero de momento ya limpié el buzón de correo en plan bestia -me cegué limpiando, como las escasas veces que me da por fregar la bañera xD-, y creo que he ganado algo de experiencia en detección de chungazos, como tú dices. Lo de salir corriendo...eso lo sabré cuando aparezca otro. Te pongo en mi lista :-)

Misia dijo...

Molinos, y tanto... entre las meteduras de zarpa que seguimos haciendo nosotros y los bandazos que da la vida, es complicado mantener el equilibrio.

Version10, :D

Cordelia Naismith, ¡el momento drama queen es intenso en nosotras! (uys, y mis primeros veinte fueron terribles, aunque mucho mejores que mis diecitantos).

Lo, la etiqueta era de creación inevitable: el lado pavo surge a menudo.

Pétalo, ¡es que dan ganas de encerrar estas cosas bajo siete llaves y tirarlas al mar!

Illuminatus, puf... yo aún conservo cartas de hace veinte años. Soy una especie de gollum sentimental.

Xisca, yo me he planteado deshacerme de estas cosas, pero poco. En determinados momentos me sirvieron para algo muy importante: recordar todo lo que había aprendido.

Speedygirl, ya... yo aprendía algo y luego metía la pata en otra cosa. En fin...

Sheriff, muchas gracias (sonrojo en la mejilla izquierda, sonrojo en la mejilla derecha).

Nadie, hoy una querida blogger me decía por twitter que muchas tenemos una historia en común... y estoy de acuerdo.

La reina de la miel, uy, el radar de chungos cuesta mucho perfeccionarlo: después me tropecé con algún especimen que era para nota. Y volví a hacer el idiota (pero mucho menos). Bienvenida y quédate a dormir cuando quieras.

Adalias dijo...

Me ha encantado el post. Y sobre todo me gusta el sentimiento de identificación que tengo con lo que cuentas en ellos (hasta con la etiqueta, jejeje!!)

Lo malo es que tus cartas del ayer, son mis noticas de hace dos días!! me temo que al igual que La Reina de la miel, me falta todavía mucho por padecer!

Debería patentarse un cursillo en plan "como detectar y neutralizar chungos", sería un éxito de matrícula:P

Gato dijo...

Curso de detección de chungos ya!

Aunque a mí me llegaría muy tarde... que ya estoy en la fase del bueno, pero al chungo no me lo quita nadie, :D.

Anónimo dijo...

El texto es una perogrullada redundante. Reconozco que no he podido leérmelo entero.En diagonal con trasquilones. No sé que te traes entre manos pero te la vas a pegar de nuevo y lo sabes. Toda mujer que se precie lleva una sumisa masoca en su interior. ....con eso de quedarse a dormir os voy a pegar un repaso a todas...La perri ya recibió lo suyo. "De buten".

Misia dijo...

Adalias y Gato, deberíamos redactar entre todas el curso de detección antichungos, entre todas tendríamos para escribir un mamotreto.