MANAZAS

Yo, Be, me he cargado la plantilla milenaria de QaD por torpe y con un solo clic. Me autoflagelo ante mis copropietarias y me comprometo a dejarla lo más parecida posible, si no mejor. ¡Palabra!

viernes, diciembre 18, 2009

Escalada de violencia

He estado un poco dispersa últimamente, llevo sin postear semanas y lo peor: se me fue pasando y ni siquiera respondí los comentarios de mi último post. Mis disculpas a todos los commentaristas implicados.

Cada semana tengo que hacer un par de guardias en el instituto. Si un profesor falta, el profesor de guardia va a la clase del ausente a pastorear a sus alumnos (si son pequeños) o a darles la libertad temporal (si son de los mayores).

Hay un par de profes en el instituto que faltan a menudo, así que acabas conociendo a los grupos aunque no sean tuyos, sólo por el periodo de guardias. Uno de esos grupos es uno de primero de la eso: en lo que va de trimestre me ha tocado ir a cuidarles cuatro veces. La evolución del grupo ha sido... curiosa.

Primera semana, allá por principios de octubre

Los alumnos acababan de aterrizar en el instituto. E hicieron un gran descubrimiento, un gran invento que ha sido decisivo para la historia de la humanidad:

LA CERBATANA

Cuatro alumnos se pasaron los cuarenta y cinco primeros minutos que estuve con ellos elaborando minuciosamente sendas cerbatanas de papel, cortando y enrollando hojas de cuadros (que alguno hasta pintó de colorines) y uniendo trozos con celo hasta formar cerbatanas gruesas y largas, tremendamente llamativas. En las guardias yo suelo ser bastante permisiva: me da un poco igual lo que hagan, siempre que estén concentrados en algo y no den mucho la murga. Si quieren hacer un problema de matemáticas, escribirse notitas de amor o construir una cerbatana es algo que me trae sin cuidado... siempre que no sea ilegal y sea silencioso. Eso sí: en el minuto cuarenta y nueve de clase confisqué las cerbatanas... justo antes de que el timbre tocara en el minuto cincuenta. Después de tanto trabajo no les pareció demasiado justo, pero podía permitir su construcción, pero no su uso.

Segunda semana, finales de octubre

Nada más entrar, comprobé que las cerbatanas seguían de moda (es fácil detectarlo en una clase: no hace falta más que mirar abajo, para ver bolitas dispersas por todo el suelo, o mirar arriba, para ver bolitas babeadas pegadas al techo). Por el tamaño de las bolitas del techo, deduje que los guerrilleros habían desechado las antiguas armas por llamativas y poco efectivas y que un nuevo material había sido introducido en el mundo armamentístico por soplido: el plástico transparente de lo que viene siendo un boli bic. Ese día confisqué siete cerbatanas que fueron directamente a parar al cubo de la basura (importante: las cerbatanas las transportan a la basura sus dueños, porque esta menda profesora no toca esas cosas llenas de babas). No sé si alguna cerbatana fue rescatada después (capaces son), pero con lo que había en la basura sólo puedo decir una palabra: ascazo.

Tercera semana, principios de diciembre

Nuevo avance tecnológico, gran salto cualitativo: ¡aparecen las gomas! Usadas según cómo, aumentan la potencia del impacto y el tamaño del proyectil. Como los alumnos ya me conocían y sabían que ningún armamento estaba permitido, después de los primeros minutos, algún cruce de munición, el avistamiento e identificación de las lanzaderas, las consiguientes amenazas de sanciones y la confiscación de un arma, el resto del arsenal fue ocultado en zulos secretos a salvo de los radares profesorales.

Cuarta semana, ayer

Dos de los alumnos más comprometidos con la guerra de cerbatanas y responsables de gran parte de los avances técnicos, leían minuciosamente una revistilla en clase. Había bolitas a mi alrededor, pero ninguna cerbatana a la vista. No sospeché nada hasta que uno de ellos me preguntó:

- Profe, ¿qué significa "no introducir material pirotécnico entre las ropas ni en los bolsillos"?*

Abrí bien los ojos y sí: la revistilla que se estudiaban en clase era un extenso catálogo de petardos que me dejaron ver. Al lado, la lista de los pedidos.

Yo sólo digo una cosa: por menos indicios se han invadido países. Yo por si acaso, a la próxima guardia me llevo mi chaleco antibalas y mi escudo antimisiles portátil.

* cuando le respondí que significaba que no se tenía que meter petardos en los bolsillos, me replicó ufano que eso ya lo sabía. Que en una ocasión se había metido uno encendido en el pantalón y que se había quemado "un poquito la pierna y un mucho el pantalón". Pero que como olía y quemaba, lo había sacado antes de que explotara. Mientras lo explicaba, sus compañeros cerraron las rodillas, se llevaron la mano a la entrepierna y pusieron cara de dolor trascendente. Angelito. Como dice mi Anómalo, carne del 20 minutos y gente.

8 comentarios:

Lidhya dijo...

Primeee!!

Jo, leyendote se le quitan a uno las ganas de opositar algún día.

Efe dijo...

Jijij. Misia, mira y lee esto.

Los niños molan una barbaridad.

Illuminatus dijo...

Imagino que escalar la violencia de forma resolutiva por tu parte no sería muy bien visto... Hmmmm, de repente me he acordado de Battle Royale.

Lograi el Luciérnago dijo...

Diossss... no quiero imaginar cómo llegarán en junio...

Gato dijo...

Derívalos a ingeniería. Explícales que tienen pasta de I+D para la industria armamentística y que el país necesita de su saber en los laboratorios. Sería un milagro que les diera por estudiar, pero chica, lo de la autoestima igual les ayuda, que la adolescencia es muy mala.

Misia dijo...

Lidhya, luego son muy monos pero a veces tienen unas venas psicopáticas...

Efe, ¡dios, los tuyos son peores! ¡¿desodorante, llamaradas?! espero que nunca lleguen esos conocimientos a los míos.

Illuminatus, ¡oh, gran referencia para recordar ahora!

Lograi el Luciérnago, vaya... sólo espero que su profesor no falte más y no tener que pisar esa clase de nuevo. Estos descubren el post de Efe y se dejan chamuscaos los unos a los otros, sin medida.

Gato, estos sacan el ingenio sólo para hacer el mal, supongo que industria armamentística podría valer, ¿no?

Edu-im dijo...

tranquiliza saber que la escuela sigue siendo como siempre... la tecnología no evoluciona mucho.

por cierto, que yo invertiría en chaleco antifragmentación, que resiste más impactos que los antibalas, por si se les une alguno que saque buenas notas en ciencias o la próxima en lugar del catálogo de petardos leen el Popular Mechanics ;-)

Misia dijo...

Edu-im, jajajaja. Tomo nota.